Wednesday, January 29, 2025

El cuarto trayecto prog-sinfónico de los noruegos KORNMO



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Es realmente incesante ka actividad en la escena progresiva noruega: hoy hablaremos de la publicación del nuevo disco del grupo KORNMO, el cual se titula 
V​å​rjevnd​ø​gnsnatt” y constituye un nuevo ejemplo de la grandilocuencia retro-prog-sinfónica que la banda tiene como bandera estética. Se trata de la cuarta obra fonográfica de esta banda constituida por Odd-Roar Bakken [guitarras y teclados], Anton J.R. Larsen [batería y percusión] y Nils Larsen [bajo], habiendo sido publicada por el sello Apollon Records el 15 de noviembre del pasado año 2024. Ha pasado algún tiempo desde ese año 2015 cuando el bajista Nils Larsen (procedente del grupo MORILD) y el teclista Odd-Roar Bakken (del grupo ADVENTURE) formaran este ensamble instrumental con la mente puesta en producir su propio enfoque retro-progresivo con amplio espacio para texturas, melodías bien perfiladas y atmósferas. V​å​rjevnd​ø​gnsnatt” es, tal como dijimos unas líneas más arriba, el cuarto disco de este ensamble y es una clara muestra de la gran confianza que tienen sus integrantes a la hora de crear, armar y ejecutar composiciones amplias con buen pulso. Para entender mejor esta noción general, repasemos los detalles del disco que hoy tenemos en manos.


El repertorio del disco consta de extensos temas cuyas duraciones oscilan entre los casi 15 ¾ minutos y los 21 ¼ minutos. Todo comienza con ‘Sandebud Fra Vest’, una canción que nos cautiva desde el mismísimo punto de arranque con sus elegantemente trazadas atmósferas bucólicas centradas en el armazón de escalas de guitarra acústica, sutiles capas de órgano y aún más sutiles ornamentos de flauta mellotrónica. Hay una vitalidad latente en este despliegue de sonoridades pastorales, la misma que emerge prontamente cuando entra a tallar la dupla rítmica con un firme groove sobre el cual ha de flotar un majestuoso solo de guitarra. Sus cadencias nos remiten a una cruza entre el Gilmour de 1971 y el Hackett de 1975; en efecto, ese solo es tremendamente evocador mientras va dibujando unas figuras melódicas bastante sugerentes. Más adelante, emergen unas inesperadas variantes que, con cristalina fluidez, insertan unos factores exóticos que van de lo oriental a lo céltico bajo una atmósfera señorial muy bien articulada: ya está el oyente empático situado en un ambiente retro-progresivo afín a lo que hacían WHITE WILLOW y ÄNGLAGÅRD en aquellos años 90, con unos añadidos matices introvertidos. Las orquestaciones de los teclados aportan unos ropajes aristocráticos al asunto, siendo así que el bloque íntegro asume unos ciertos aires dramáticos. Para la última sección, los aires bucólicos inaugurales regresan al frente mientras incorporan varias de las vibraciones suntuosas que ya se habían venido intensificando desde el ecuador de la pieza: la guitarra eléctrica asume un talante más aguerrido y los aportes de los teclados se tornan más dominantes dentro del bloque sonoro, finalmente aterrizando todo en una ceremoniosa coda. Gran apertura del álbum tras la cual llega el turno de ‘Huldras Hale’, una pieza cuyos iniciales acicalamientos de los teclados dan una apariencia de cándida travesura, pero muy prestamente se revela un cuerpo central solemne cuya espiritualidad contemplativa queda trazada por un cristalino armazón de envolventes desarrollo melódicos. Lo que suena es como una cruza entre RAGNARÖK y NOVALIS con la adición de ciertos ribetes Floydianos y otros Oldfieldianos; esto último se nota en las variaciones exóticas que ocasionalmente emergen para realzar ciertos índices temáticos. Cabe destacarse un elegante solo de bajo en algún momento del último tercio. En general, la fastuosidad expresiva es más atenuada que en el tema precedente.

‘Den Dype Skogen’ recupera los ecos solemnes y relajados del tema #2 mientras remodela también algunos factores pastorales del tema de apertura para conjugarlos dentro de una síntesis prog-sinfónica donde lo atmosférico se centra en climas de ensueño a la hora de asentar las diversas ideas melódicas que se van hilando. Nos percatamos de que el rol de los teclados se torna más exhaustivo y amplio con cada nueva pieza: algunos pasajes nos remiten al legado de los primeros discos de PÄR LINDH PROJECT debido a los trasfondos renacentista y barroco que hay en varias orquestaciones, aunque la suntuosidad está atenuada por la explicitación de un enfoque Genesiano en la resolución de tales orquestaciones. Más adelante, la dupla rítmica gestiona un groove moderadamente sofisticado mientras la guitarra instaura algunas de sus intervenciones más enérgicas del álbum. Más adelante, sigue una serie de tres parajes más serenos, ocasionalmente signados por elementos folk-progresivos mientras van pintando paisajes cordiales con la claridad melódica de siempre. El tema más largo del disco es el que también lo cierra y su título es ‘Altets Hav, Ly’. Desde el punto de partida se hacen notar el regreso de las confluencias con los WHITE WILLOW de los 90 y los aires de familia con JORDSJØ, a la par que se dejan entrever también los parámetros de la tradición sinfónica en su aspecto más intimista. El compás en 5/4 de la sección prologar obliga al grupo a operar con el swing resultante de manera muy meticulosa antes de que un segundo motif más grácil permita al ensamble soltarse en su colorido potencial. Así las cosas, el entramado sonoro asume un señorío mesuradamente extrovertido cuyos focos expresivos varían mientras se suceden los índices temáticos; de paso, también se nota un incremento en la opulencia musical, lo cual encamina los tránsitos de lo jovial a lo solemne sin afectar a la fluidez de la ingeniería grupal. A poco de pasada la frontera del noveno minuto ocurre un interesante contraste entre un momentum climático y un cautivador ambiente pastoral, estando éste diseñado para explayarse en un masivo ejercicio de evocaciones introvertidas (muy a lo ANTHONY PHILLIPS) que se apoya sobre los relejados arpegios de las guitarras acústicas. Es así que todo terminará para esta pieza y el álbum, como una ilación de varios paseos por los bosques de la autorreflexión.  

V​å​rjevnd​ø​gnsnatt” es, a fin de cuentas, un disco muy refinado que dignifica muy solventemente el ideal del prog sinfónico para el actual tercer decenio del nuevo milenio. Este cuarto trayecto musical de los noruegos KORNMO queda como una de las más notables presencias de la producción progresiva escandinava dentro del escenario mundial del pasado año 2024. Muy recomendable, la verdad que sí.
 
 
Muestra de “
V​å​rjevnd​ø​gnsnatt”.-

2 comments:

Anonymous said...

Si Noruega se ha convertido como Canada y sobre todo Montreal en un gran polo musical. Hay bastante produccion desde los tiempos de ECM y sus grabaciones ya clasicas en Oslo. Hoy hay una interesante produccion bajo el sello HUBRO, bastante arriesgada en lo eclectico. Se las recomiendo. Un saludo desde Escandinavia

César Inca Mendoza Loyola said...

Muchas gracias por tu comentario. En efecto, Escandinava es un área muy creativa progresivamente y Noruega aporta mucho.

Saludos.

César Inca