HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy prestamos toda nuestra atención al quinto disco del grupo italiano IL BACIO DELLA MEDUDA, el último hasta la fecha, el cual lleva el título de “Imilla”. Fue publicado el 25 de agosto del año 2023 por el sello AMS Records, tanto en CD como en vinilo rojo, así que esta reseña llega un poco tarde, pero bueno... ya llega y todo lo que se dice en ella es honesto. Este colectivo de Perugia que está conformado por Simone Cecchini [voz, coros, guitarra acústica y kazoo], Diego Petrini [batería, percusiones, piano, órgano, sintetizador, mellotrón y efectos de máquina de escribir], Eva Morelli [flauta y saxofones alto y soprano], Federico Caprai [bajo] y Andrea Morelli [guitarras eléctrica y pedal steel] gestó aquí una obra conceptual que gira en torno a la figura de la guerrillera germano-boliviana Monika Ertl, quien acogió el sobrenombre de Imilla al servir al Ejército de Liberación Nacional, que fue fundado por el Che Guevara para combatir al régimen gubernamental boliviano. Nacida en el seno de una familia burguesa donde el patriarca era el cinematógrafo y propagandista nazi Hans Ertl, su juventud estaba orientada hacia la misma senda profesional de su padre mientras trabajaba como su asistente de cámara, pero su conversión a una causa radicalmente opuesta a la idiosincrasia política que tenía su padre la llevó por el camino de la rebeldía radical. Ella se hizo conocida por asesinar al coronel Roberto Quintanilla Pereira, uno de los militares que cortó las manos del cadáver del Che. Imilla murió el 12 de mayo de 1973 en un ataque del ejército boliviano y su cuerpo nunca fue entregado a sus deudos. Hablando del grupo en sí, éste regresa prioritariamente al sonido hard-progresivo que signó la senda estilística de sus tres primeros álbumes; como es usual, el frontman Cecchini es el autor del material recogido en “Imilla”. El disco fue mezclado y masterizado en los Dyne Engine Studios, en la pequeña localidad de Castelfidardo, cerca de Ancona. Bueno, repasemos ahora los detalles de su contenido.
Ocupando un espacio de poco más de 8
minutos, la dupla inicial de ‘Un Visto Per La Bolivia’ y ‘Amburgo 1 Aprile 71’
refleja una oportuna perspectiva inicial de buena parte del esquema de trabajo que
se ha de explayar en el álbum íntegro. El primero de estos temas mencionados funge
como un prólogo cuyas iniciales cadencias de máquina de escribir marcan el compás vigoroso y saltarín con el que se delinea el groove general, liderado en simultáneo por la batería y el kazoo. Un poco más adelante, las cosas asumen un aura más ceremoniosa al estilo de BIGLIETO PER L’INFERNO y ALPHATAURUS, aterrizando todo en un ambiente dramático que evoca aires portuarios. El segundo tema pone en funcionamiento el arsenal pesado y melódico que el grupo tiene como marca de la casa: los riffs guitarreos, los colores de la flauta y los ornamentos de sintetizador se conjugan grácilmente a lo largo del pasaje prologar antes de que la sección cantada dirija la remodelación de los cuerpos centrales de la pieza de apertura. ‘La Dolorida’ es el tercer tema del repertorio y,
de paso, el más extenso del mismo con sus casi 6 ¼ minutos de duración. Recogiendo eficazmente las pautas expresionistas del pathos de la canción precedente, aquí el grupo elabora un armazón ingeniosamente variable de motivos donde los grooves y ambientes macizos se van alternando con otros más reposados. En estos últimos se da rienda suelta a una claridad melódica de tenor sinfónico químicamente puro con algunos sutiles tintes folk-rockeros. Una mención especial tiene que ir para el magnífico solo de guitarra que traza la senda del epílogo. ‘Zio
Klaus’ está centrado en el desarrollo de un talante solemne cuyo majestuoso vigor se manifiesta lúcidamente sobre su alternancia entre swings parsimoniosos y otros más ágiles. Lo que suena es como un híbrido entre BLACK SABBATH y YES a través del filtro de MUSEO ROSENBACH. La suntuosidad y la musculatura se funden en una sola energía declarativa. Hemos disfrutado de dos cénit muy especiales en sucesión. ‘Dentro Monika Qualcosa Non Va’ hace que las cosas se calmen un poco, tanteando a paso firme el terreno del folk-rock progresivo con un muy inspirado ejercicio de inspiración melódica. El hermoso solo de guitarra eléctrica sirve para agitar el ambiente por un rato.
‘Ho Visto Di Occhi Di Inti Virare A Nero’ es una canción muy vivaz que resuena como una exploración por el área musical de LED ZEPPELIN por parte de la gente de JUMBO. Los cromatismos del saxo ayudan bastante a realzar varios riffs y líneas de guitarra. La sección final se enmarca en un área fusionesca, dejando que la triangulación entre la dupla rítmica y la guitarra juegue con un groove de línea Latin-jazz mientras la flauta dibuja unas cautivadoras florituras. Cuando
llega el turno de ‘Senior Service’, el quinteto comienza con un viraje hacia el terreno de lo introspectivo mientras elabora una relajada balada prog-sinfónica. En una segunda instancia, emerge una agilidad magnética donde el nuevo groove permite al grupo explorar un fulgor musical donde se cruzan los patrones de JETHRO TULL (69-71) y VAN DER GRAAF GENERATOR (70-71). Los aires de vulnerabilidad iniciales regresan para el epílogo. ‘Lo Specchio Di Hans Ertl’ persiste en el esquema de la balada progresiva mientras aumenta la dosis de vigor rockero en los guitarreos así como también aumenta la teatralidad en el canto de Cecchini. El cierre del
repertorio llega de la mano de ‘Colt Cobra 38 Special’, un vuelo musical que empieza con el ruido de un pistoletazo y un coche alejándose, lo cual escenifica la acción sangrienta de la protagonista, para que el ensamble empiece a desplegar una ilación de motivos que ya hemos escuchado en canciones precedentes. Esta serie de recapitulaciones está muy bien armada. logrando gestar un dramatismo bastante solvente donde los vientos asumen la mayor parte del protagonismo melódico. En el breve final cantado, el grupo elabora una atmósfera calmada y serena, al modo de una elegía. Todo esto fue lo que se plasmó en “Imilla”, un disco que refleja la permanencia de la creatividad y la energía expresiva en el taller de rock progresivo de la banda italiana IL BACIO DELLA MEDUSA. En líneas generales, tal como lo indicamos en el primer párrafo de la presente reseña, se trata de un retorno a las bases originarias de la banda tras el interesante experimento que se realizó en “Seme” (2018). “Imilla” es una obra muy fiel a la visión progresiva que IL BACIO DELLA MEDUSA asume como su misión estética dentro del rock artístico de nuestros días: bastante recomendable, la verdad que sí.
Muestras de “Imilla”.-
La Dolorida: https://ilbaciodellamedusa.bandcamp.com/track/la-dolorida
Zio Klaus: https://ilbaciodellamedusa.bandcamp.com/track/zio-klaus
Ho Visto Di Occhi Di Inti Virare A Nero: https://ilbaciodellamedusa.bandcamp.com/track/ho-visto-di-occhi-di-inti-virare-a-nero
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