Tuesday, December 31, 2024

El aporte de la FLAT EARTH SOCIETY para el año 2024

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy estamos prestando nuestra atención al nuevo trabajo fonográfico del ensamble belga FLAT EARTH SOCIETY: el disco en cuestión se llama “The ONE” y fue publicado el pasado 28 de mayo por el sello Zonk! Records, tanto en CD como en vinilo. El colectivo está conformado por Gert-Jan Dreessen [batería], Peter Vandenberghe [piano y teclados], Kristof Roseeuw [contrabajo], Maarten Flamand [guitarra], Wim Segers [vibráfono], Bart Maris [trompeta], Pauline Leblond [trompeta], Peter Delannoye [trombón], Marc Meeuwissen [trombón], Berlinde Deman [tuba], Peter Vermeersch [clarinete bajo y efectos electrónicos], Martí Melià [clarinete bajo], Bruno Vansina [saxo barítono y flauta], Benjamin Boutreur [saxo alto] y Michel Mast [saxo tenor]. El material contenido en “The ONE” fue grabado en el Johnny Green Giant Studio de Gante entre los días 13 y 17 de noviembre de 2023, siendo así que las ulteriores tareas de mezcla y masterización se llevaron a cabo en el estudio High Velocity Sound de Nevada City, California, bajo el mando de Oz Fritz. La portada es de la autoría del trombonista Marc Meeuwissen. Vandenberghe y Vermeersch se reparten la responsabilidad en las composiciones. Bueno, ya va siendo hora de repasar los detalles del repertorio contenido en “The ONE”, donde los títulos de los temas tienen la peculiaridad de tener en mayúscula sostenida las letras ONE.


‘bONEs’ es el tema que da inicio al álbum y es el más extenso del mismo, tratándose de una suite de 24 ½ minutos que contiene cuatro partes con sus propios títulos autónomos: ‘wONEdering’, ‘second to ONE’, ‘mr. ONE the Third’ y ‘no ONE in the final’. Todo empieza con un sigiloso groove de batería al cual acompañan algunos retazos ornamentales de tuba y clarinete bajo antes de que el ensamble íntegro entre en acción con un swing comedidamente extrovertido que nos remite al ensamble de SUN RA en la etapa 76-78 con algunos trazos del MILES DAVIS de fines de los 60. El trombón y la trompeta se alternan en el posicionamiento del lugar protagónico dentro del suntuoso entramado de metales mientras la batería va aumentando paulatinamente su propia exuberancia. Alrededor de la frontera del sexto minuto, mientras el saxo tenor asume el protagonismo, todo se remodela drásticamente en un magma aleatorio donde el susodicho instrumento gesta unos osados diálogos con el piano en clave de free jazz. Mientras la batería y el contrabajo vuelven a la escena, se prepara el terreno para otro viaje colectivo, siendo éste más sosegado bajo una aureola de cool jazz sobre un tempo de blues. Tras un puente deconstructivo donde surgen algunas vibraciones siniestras, la percusión tonal se hace notar más y empieza a dirigir la organización de un tercer momento bastante vivaz, el mismo que se sitúa en una vereda Zappiana. Siendo así que la pieza ha pasado su ecuador, podemos decir que esta sección es crucial para su expresividad sustancial; ayuda mucho que sus arreglos tengan una sofisticación muy particular. Las dos siguiente secciones siguen adelante con la fastuosidad así como con el despliegue de refinado vigor. La penúltima sección se apoya en la persistente ubicación destacada del vibráfono para hacer que el núcleo melódico vaya fluyendo naturalmente mientras emergen los virtuosos ornamentos de los diversos vientos. En cuanto a la segunda, el ímpetu expresionista se beneficia de la robustez de los guitarreos, los cuales permiten a los vientos y a la batería orientarse a paso firme a través de una senda de controlada explosividad. ¡Qué tremenda apertura del álbum! 

‘The Lost ONE’, la segunda pieza, fue compuesta en memoria del clarinetista-baterista-percusionista Tom Wouters, quien murió en el año 2021 y fue alguna vez integrante de la banda (ya había otro ítem en su honor en el álbum anterior “R.I.P”). Las líneas inaugurales del clarinete bajo ponen en claro el aura elegíaca que tendrá la pieza, pero no busquemos parsimonia aquí. El ensamblaje de batería y percusión arma un swing de tenor latino en un tempo moderadamente lento que permite al ensamble de vientos organizar un colorido evocador que respeta milimétricamente las cadencias y hálitos de espiritualidad reflexiva ínsitas a la composición. Una vez que se hacen notar las florituras del piano y del vibráfono, la gentileza del momento logra hacerse más patente. ‘Zippo Raid’ es una manifestación de puro esplendor emocional, una celebración de la vida como un continuo oleaje de luz que se traduce a un ágil ejercicio de jazz-rock donde la soltura de unos WEATHER REPORT se deja transportar al universo estandarizado de las big bands. La sólida pulcritud con la que se llenan los espacios diseñados por el esquema temático se siente naturalmente emplazada dentro del festivo dinamismo elaborado por el dúo rítmico. ‘The Previous ONE’ es la segunda pieza más extensa del repertorio con su espacio de 15 ¼ minutos. Su primera sección recibe los ecos de vivaracho dinamismo de la pieza precedente, teniendo la guitarra un rol un poco más prominente dentro del copioso entramado instrumental. Una segunda sección sirve para que el ensamble vire drásticamente hacia un ambiente sosegado y experimente con engarzamientos de armonías inusuales mientras recoge el legado del jazz experimental de fines de los 60. La batería y la guitarra se disputan fraternalmente el protagonismo mientras el bloque global arma un crescendo expresionista que llega a niveles volcánicamente tensos a poco de pasada la frontera del séptimo minuto. Tras esta erupción llega una prolongada instancia deconstructiva donde la tensión, en vez de desaparecer, se transforma en una srie de efluvios solipsistas e impenetrables. Recién a poco de pasada la frontera del decimotercer minuto, el grupo vuelve a armar un esquema temático reconocible: las cadencias iniciales preparan el terreno para un nuevo festín de jovialidad y agilidad, un epílogo celebratorio realmente irresistible. Las últimas notas de piano emiten una agradecida despedida. Un cénit del álbum a la par de la maratón que le dio inicio.
 
 

‘The ONE’ impone una nueva modalidad de vibraciones extrovertidas con la cruza de esquemas sónicos de vertiente nu-jazz dentro de un ágil entramado jazz-progresivo que se emparenta con lo que hacen bandas como JAGA JAZZIST y FORGAS BAND PHENOMENA. Los aires vanguardistas que se emplean aquí portan un magnetismo muy especial debido a lo llamativos que son el núcleo temático y el centro rítmico. El tema que cierra el álbum es el idóneamente titulado ‘The Last ONE (The Lost Post)’, que consiste en un collage surrealista donde toda una serie de recursos futuristas perpetrados por los sintetizadores (junto a unas perturbadoras vocalizaciones cuasi-robóticas) transitan por los subterfugios de diversos motivos de vientos. La ilación, con todo lo aventurera es, se siente bastante orgánica: un atajo tecnológico que nos toma de sorpresa pero que, al fin y al cabo, completa el versátil paisaje musical de la banda. Todo esto fue “The ONE”, una magna obra, una más que sale de la fábrica de hacer excelente música de los belgas FLAT EARTH SOCIETY. El ideal del jazz vanguardista está en muy buenas manos dentro del mundo contemporáneo mientras existen grupos como FLAT EARTH SOCIETY. Esperemos que no pase mucho tiempo hasta que emerja su próxima obra fonográfica; por lo pronto, he aquí un disco fundamental para el jazz contemporáneo que se ha producido en este año 2024 que ya se nos va.


Muestras de “The ONE”.-

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