Thursday, February 06, 2025

Tercer viaje tripulado al satélite musical de MOON X

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Que la escena vanguardista estadounidense es diversa e infatigable es una verdad que se viene confirmando año tras año, y ahora, en la recta inicial del año 2025, el ensamble MOON X está a cargo de renovar este mensaje. Su nuevo trabajo “Rocket To The Moon” – el tercero en lo que va de su discografía – se publica en este mes de febrero en CD y, desde antes, en vinilo de color morado brillante. El trío de Jerry King [guitarras eléctricas,  acústica y e-bow, bajo y trombón], Dave Newhouse [teclados, saxofones, flauta y clarinete] y George Newhouse [batería y percusión] nos brinda un nuevo catálogo de sus habituales composiciones eclécticas. Como es habitual también, Ian Beabout se hizo cargo de las labores de mezcla y masterización en The Rec. Room; por otro lado, el arte gráfica fue realizada por Phinbot Graphics. Bueno, vayamos ahora a los detalles estrictamente musicales de “Rocket To The Moon”.
 

Durando poco más de 5 ¼ minutos, ‘Advent Of The Moon’ abre el repertorio comenzando con una gentil aura jazz-progresiva que se suelta tanto en el grácil groove como en los coloridos juegos armónicos que sostienen a la estructuralmente sencilla línea melódica. Más adelante, con un moderado incremento de la agilidad en el swing de la batería y el ingreso de flotantes solos de guitarra, el ambiente se torna un poco más denso mientras preserva su cálido fulgor. Ahora la cosa es jazz-prog-psicodélica al modo de una extraña invasión de las huestes de AGITATION FREE en el mundo de HAPPY THE MAN. Muy buena apertura del álbum. ‘Astronomie Populaire’ sigue a continuación para presentar un vuelo sonoro mucho más ágil al modo de un jam de NEU! que ha sido oportunamente remodelado por agitaciones jazz-rockeras; además, el armazón grupal se enriquece enormemente con los aportes de los teclados, llegando todo a un culmen luminoso cuando entran a tallar cautivadoras líneas de saxofones. El uso de ocasionales quiebres rítmicos acentúa el potencial sofisticado de la composición y la coda nos sorprende con su minimalismo flotante. ‘Moon Dream’ desarrolla un lirismo envolvente y gentil que se eleva a una dimensión ensoñadora. Ello repercute en que el armazón instrumental explore matices introspectivos con un talante cordial que a veces raya con lo melancólico. El cuarto tema del álbum, ‘Cities Of Barsoom’, es el más extenso del mismo con sus casi 7 ¼ minutos de duración. También es una de las composiciones más vitalistas y desafiantes del álbum, jugando como lo hace con climas tensos y matices grisáceos mientras explora una inspirada mezcla de psicodelia progresiva y fusión contemporánea. Tras la frontera del cuarto minuto se crea un crescendo épico que replantea dinámicamente la ingeniería integral de la composición, pues la sección introvertida ulterior preserva una sutil tensión. Un cénit especial del álbum. Es todo un contraste frente a la calmada beatitud del tema que le precedió. ‘Dwarf Star (For Ian Curtis)’ es, tal como lo indica su título. un tributo al trágico líder de JOY DIVISION. Sus cimientos sonoros ostentan un talante rockero frontal que se apoya, en buena medida, en los armazones de guitarra y bajo, algo así como una remodelación de la faceta más vivaz del tema #2. Los retorcimientos de la guitarra en la coda manifiestan los vértices más salvajes del lenguaje space-rockero, un clímax eficientemente disruptivo.
 

‘Meteor Glide’ se inserta inicialmente en lo más hondo de la faceta reflexiva de la paleta sonora de la banda, logrando también conectarse parcialmente con el tenebrismo refinado que había signado a buena parte de la pieza anterior. En su sección epilogar, la neuroris pulsátil de la dupla rítmica obliga al esquema de trabajo grupal a desviarse hacia un frenesí  jubiloso en clave de krautrock (o algo así). La dupla final de ‘Ice-Nine’ y ‘Axial Tilt’ ocupa un espacio de conjunto de 10 minutos y pico a punta de seguir expandiendo las proyecciones eclécticas del trío. ‘Ice-Nine’ ostenta una muy peculiar intensidad que, no en poca medida, se apoya en las acentuaciones cuasi-tribales que emanan de la mayor parte del groove armado por la batería. Las interacciones entre guitarra, saxos y teclados recogen ecos de los inmortales legados de HENRY COW y THE MUFFINS. No es una travesura juguetona, es misteriosa y con latentes ansias anarquistas. Para el final, ‘Axial Tilt’ exhibe un vitalismo bastante lírico desde la que se proyecta una atmósfera de celebración surrealista. Las florituras de los vientos, las líneas de bajo y los ornamentos de sintetizador son cruciales para el continuo refuerzo de la sofisticación performativa del colectivo; también hay un par de exclamaciones satíricas con apuntes Zappianos desde los que se impulsa una extravagancia bastante efectiva. Un cierre por todo lo alto con este cénit final. Como balance general, testificamos que en un espacio de poco más de 42 minutos se nos ha brindado una serie de experiencias melómanas amenas, diversas y empapadas de un espíritu experimental que nunca deja de ser delicado y elegante. “Rocket To The Moon” es otra muestra de la gran creatividad que opera en el contubernio de mentes que habitan el hogar progresivo de MOON X. ¡¡¡Totalmente recomendable!!!


Muestras de “Rocket To The Moon” .-

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