Wednesday, July 03, 2013

Nadando por las aguas de la vanguardia jazz-progresiva estadounidense con BLUE CRANES


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy traemos a colación a la banda estadounidense BLUE CRANES, formada en la localidad de Portland en 2007. En los últimos cuatro años, BLUE CRANES ha publicado tres CDs y un EP: el último de los CDs se titula “Swim” y ha sido publicado recientemente por Cuneiform Records. El grupo está conformado por los saxofonistas Reed Wallsmith y Joe Cunningham (alto y tenor, respectivamente), la teclista Rebecca Sanborn, el contrabajista Keith Brush y el baterista Ji Tanzer. El bloque instrumental no se queda allí, pues a lo largo del álbum hace acto de presencia numerosos invitados aportando más vientos y cuerdas: además, para el último tema ‘Goldfinches’, quienes tocan la batería, el contrabajo y el teclado son otros músicos (Eric Redpath, Sam Howard y Jessica Cooke), además de contar con el guitarrista Kevin DeMarco. Los músicos siempre se mantienen ocupados dentro del grupo así como en proyectos externos, por lo que el grupo ha debido tomarse su tiempo para terminar de grabar y producir este segundo disco, el cual sucede por casi tres años al muy elogiado “Observatories”: ahora “Swim” se encarga de afianzar a BLUE CRANES como fuerza líder de su zona musical. 


Comencemos ahora con el repertorio del disco. Durando casi 3 ½ minutos, ‘Beautiful Winners’ instaura un espectro sonoro elegante signado por una arquitectura melódica limpia. El rol de la batería se torna esencial para aportar variantes a la dinámica general de la pieza por causa de algunos estupendos percusivos en el swing. Acto seguido, ‘Everything Is Going To Be Okay’ empieza con aires crepusculares exquisitamente arropados de sobrios arreglos de metales, para luego remontarse hacia un esquema rítmico ágil y llamativo: es aquí cuando el gancho del motivo central se explota sabiamente a través de los alternados solos de los dos saxos. El momento de ‘Cass Corridor’ es uno de moderada densidad, pues se focaliza en una serie de pulsaciones minimalistas (desarrolladas en un amenazante crescendo) sobre las que los saxos dibujan retazos grisáceos, creando así una atmósfera de inquietud que convenientemente culmina con un cierre abrupto: evidentemente, la banda se ha puesto a explorar áreas del rock-in-opposition al estilo de ART BEARS y el primer ART ZOYD. Como anécdota, cabe mencionar que el invitado al saxo barítono en este tema es Steve Berlin, de LOS LOBOS. ‘Polarnatt’ prosigue por estas aventuras de conceptualismo vanguardista, comenzando con un preludio envuelto bajo un manto relajado que evoca un ambiente funerario, y luego elaborando un cuerpo central bastante dinámico donde el ambiente varía hacia algo etéreo, trabajando con un colorido otoñal que traslada la languidez previa hacia una posición latente. En ‘Great Dane Small Horse’, BLUE CRANES hacen una perfecta síntesis entre la elegancia contemplativa de ‘Beautiful Winners’ y la sofisticación otoñal de ‘Polarnatt’ mientras desarrolla nuevos rumbos de fastuosidad dentro de su esencia estilística (al modo de los momentos más explícitamente esplendorosos del legado de COLTRANE). El rol que cumple el ensamble de cuerdas durante la primera sección de la pieza es crucial a la hora de crear recursos de plenitud y exaltación antes de que llegue una sección más reposada, aunque igualmente signada por una inocultable fuerza de carácter.

 

La dupla evocativa de ‘Soldier’ y ‘For Chris’ inicia el tránsito hacia la segunda mitad del disco. ‘Soldier’ refleja una espiritualidad elegíaca y también romántica: la banda trabaja las orquestaciones de fondo haciéndolas resaltar no para hacerse del rol protagónico sino para realzar el momentum indicado por la base compositiva. La mezcla de chamber-rock y avant-jazz funciona muy bien como fórmula de capitalización de la musicalidad introvertida, y esto se aplica también al caso de ‘For Chris’, una bella composición cuya serenidad inmanente refleja una impactante aura de vulnerabilidad emocional. Con sus casi 9 minutos de duración, ‘Painted Birds’ resulta la pieza más extensa del álbum: se trata de un ejercicio vitalistamente expansivo de un jam muy al estilo de la vieja escuela del jazz-fusion y la tradición del free-jazz: contando con amplias alusiones al modelo del WEATHER REPORT pre-Pastorius en varios de sus pasajes, además de algunas incursiones en chocantes orquestaciones caóticas a lo ZAPPA y algunas leves tendencias R.I.O., pero quitando la habitual tendencia siniestra. El eje central de la pieza es crear sucesivas variantes de colorido bizarro. ‘Goldfinches’ cierra el álbum con un aire sutilmente intenso revestido de una calma casi minimalista: se hace sentir la influencia de TORTOISE un poco, en efecto, se ajusta bastante al estándar del post-jazz. Siendo la última pieza del álbum, se siente como una despedida de buenas noches.  


“Swim” es un discazo, pongamos con palabras breves y directas nuestro balance final: es un gusto para nosotros descubrir a BLUE CRANES a través de ésta, su obra más reciente, y sentirnos consecuentemente motivados a seguir hurgando en las maravillas escondidas que existen en el underground actual del jazz vanguardista estadounidense.


Muestra de “Swim”.-

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