Friday, July 26, 2013

ALLAN HOLDSWORTH: una revisión de "FLATTire"


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

De la mano de Leonardo Pavkovic, el sello MoonJune Records vuelve a celebrar la obra del incombustible maestro guitarrista ALLAN HOLDSWORTH, esta vez con la segunda re-edición de su álbum de 2001 “FLATTire: Music For A Non-Existent Movie” (más exactamente, diciembre de 2001 por vía de Megazoidal Records, con una primera re-edición realizada por Eidolon Efformation en 2007). MoonJune continúa así con una misión retrospectiva que en años anteriores ha incluido a discos como “Hard Hat Area” y “None Too Soon”. El caso de “FLATTire: Music For A Non-Existent Movie” es bastante único, pues es un trabajo donde HOLDSWORTH se focaliza concienzudamente en crear atmósferas y dar vueltas sobre ellas para motivar texturas introspectivas que sirvan de ropaje sofisticado para las ideas concentradas en cada pieza. Tal como confiesa HOLDSWORTH, él siempre soñó con que se le propusiera hacer una banda sonora de una película, y este disco sirvió para reivindicar esta ansia por componer material diseñado para llenar ambientes de escenas y situaciones dramáticas; a su vez, HOLDSWORTH, como persona, estaba viviendo un momento dramático con su divorcio, así que la inspiración para exorcizar emociones y asentar paisajes sónicos para situaciones estaba muy a flor de piel. Solo falta el factor genio, el cual este maestro lleva demostrando por décadas que tiene a raudales.     


La secuencia de ‘The Duplicate Man (Intro)’ y ‘The Duplicate Man’ ocupa los primeros 6 ½ minutos del álbum: la introducción crea una expectativa extravagante a punta de capas industriales de fondo y extraños arreglos percusivos mientras el maestro crea un punzante punteo, y ya con el tema central, HOLDSWORTH pone su logística al servicio de texturas etéreas y atmósferas flotantes, creando una mágica cruza de tumulto interior y placidez exterior. Por eso, cuando en la frontera del tercer minuto el esquema rítmico se torna más intenso, este viraje se siente naturalmente como el inicio de la extensión de lo que se había estado desarrollando previamente. Tras este estupendo inicio sigue a continuación ‘Eeny Meeny’, uno de los dos temas donde interviene el invitado especial Dave Carpenter al contrabajo: sin necesidad de recurrir a secuencias de ritmo, el groove de la pieza se siente magistralmente instalado, con una arquitectura que porta la fluidez idónea para sostener el buen humor implícito a la idea melódica en curso. ‘Bo Peep’ es el otro tema donde aparece Carpenter: la cadencia en el diálogo entre ambos músicos es similar, pero la dinámica creada en este último caso tiene una orientación más marcada hacia el free-jazz. ‘Please Hold On’. La dupla de ‘Curves’ y ‘So Long’ sirve para darle nueva frescura al repertorio: el primer tema es pura calidez sobre un ritmo sintetizado llamativo, mientras que ‘So Long’ es un sobrio retrato de la inmensa melancolía, enmarcado en el minimalismo durante varios pasajes.


Los temas más extensos del disco son ‘Snow Moon’ y ‘Don’t You Know’. ‘Snow Moon’ comienza con un breve preludio maquinista que tal vez nos invita a imaginar que se nos viene un ejercicio de travesuras abstractas, pero en realidad el desarrollo temático está diseñado para generar algunas de las atmósferas más cálidas del álbum, las cuales incorporan un neurótico interludio signado por un enérgico dinamismo Latin-jazzero que se edifica con una mezcla de jolgorio contagioso y futurismo cerebral. Por su parte, ‘Don’t You Know’ se explaya plácida y sólidamente en climas minimalistas inundados de solipsista vulnerabilidad – esta pieza cierra el disco al modo del reflejo de un soliloquio que HOLDSWORTH elabora para cerrar el telón del disco tomándose su tiempo en ello. Esta aureola de serena tristeza conforma el cierre perfecto para un disco hermoso en el que HOLDSWORTH explora rumbos inusitados para el peculiar paradigma jazz-rockero en torno al que ha girado toda su carrera musical: “FLATTire: Music For A Non-Existent Movie” conforma una variante interesante y cautivadora dentro de un estándar bien afianzado en el discurso del jazz-rock, un replanteamiento exitoso de ciertas pautas que han generado nuevos matices desde su propio seno, una cara nueva de ALLAN HOLDSWORTH.


Muestras de “FLATTire: Music For A Non-Existent Movie”.-

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