HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy presentamos a NOT A
GOOD SIGN, una especie de súper-grupo del prog italiano contemporáneo que congrega
la asociación de Paolo “Ske” Botta a los teclados, Francesco Zago a las guitarras, Alessio Calandriello a la
voz, Gabriele Guidi Colombi al bajo y Martino Malacrida a la batería y las
percusiones: los dos primero son integrantes de YUGEN y SKE, mientras que los
dos segundos son miembros de LA COSCIENZA DI ZENO. Su homónimo disco debut,
publicado a inicios de junio por vía de la asociación de los sellos AltrOck
y Fading Records, es un enérgico muestrario de sonoridades rockeras muy al
estilo de la vertiente pesada de la vieja escuela progresiva de los 70s, además
de mostrar afinidades inocultables por varios trucos y recursos de la tradición
psicodélica: la importante presencia de teclados vintage en el esquema
instrumental de la banda refuerza cabalmente la concreción de este esquema de
trabajo. De hecho, la intención originaria de la dupla Botta-Zago al poner en
marcha este proyecto era la de rescatar algunas viejas sonoridades dentro de
composiciones progresivas que tengan una estructura menos controlada que la de
sus habituales labores creativas en YUGEN y SKE, a la par de una motivación de
nuevas estilizaciones que se sientan contemporáneas más allá de las inevitables
influencias añejas. El quinteto se hace acompañar, en ciertos momentos del
disco, del pianista Maurizio Fasoli (también de YUGEN), la vocalista Sharron
Fortnan (integrante de NORTH SEA RADIO ORCHESTRA) y la cellista Bianca Fervidi.
Dando inicio al
repertorio a través de la sucesión de sus dos partes, ‘Almost’ instala una
buena carta de presentación: la primera parte dura 6 ½ minutos y es enteramente
instrumental, exhibiendo una ilación de motivos que portan una expresividad muy
efectiva; la segunda parte es cantada, y es básicamente una balada ornamentada
con atmósferas cósmicas. La canción titulada precisamente como el grupo y el
álbum sigue a continuación: con un esquema rítmico mesurado pero plasmado con
buen pulso, el grupo exhibe un apasionamiento razonablemente feroz, a la par
que vulnerable. La importante presencia de fuertes riffs guitarreros e
ingeniosas orquestaciones de órgano Hammond y mellotrón no quitan espacio a la
posibilidad de que en algún momento emerja un breve interludio lánguido en base
a la articulación de arpegios de piano y guitarra acústica (muy a lo GENESIS).
La secuencia de ‘Making Stills’ y ‘Wichcraft By A Picture’ se hace cargo de
mantener el momentum genialmente elaborado por ‘Not A Good Sign’. ‘Making
Stills’ es otro viaje instrumental extenso que da campo al grupo para explorar
una deliciosa combinación de jazz-rock y sinfonismo de vieja escuela (casi como
una encrucijada entre el primer CAMEL, ALPHATAURUS y CARAVAN), alternando
momentos de espléndida vitalidad con otros de grisácea espiritualidad. Por su
parte, ‘Wichcraft By A Picture’ se explaya en etéreas atmósferas que transitan
fluidamente entre lo introvertido y lo tétrico: suena un poco a WHITE WILLOW
con aires añadidos de ARIES, y es posiblemente el hecho de que Sharron Fortnan
se haga cargo del canto lo que ayude a reforzar este paralelo. La letra está
tomada de un poema de John Donne. ‘Coming Back Home’ porta un aura distinta,
lírica y mayormente relajada, aunque no exenta de ciertos momentos en los que
el grupo se explaya en arreglos razonablemente complejos en aras de realzar la
densidad de algunos momentos – la influencia de LA MASCHERA DI CERA se siente.
‘Flow On’ expone una
dinámica y estructura melódica claramente definidas pero convenientemente
contenida en el desarrollo de su expresividad: en muchos aspectos, hereda el
impacto estilístico de ‘Coming Back Home’ junto con el aura de vitalidad que ya
disfrutamos en la primera parte de ‘Almost’. ‘The Deafening Sound Of The Moon’
sí crea campo para que la expresividad rockera se explaye de manera sólida: no
sería injusto señalar los aires de familia con LA COSCENZA DI ZENO y con
AREKNAMÉS, especialmente en lo que se refiere al ágil empleo de ornamentos
oscuros en los arreglos musicales diseñados para mostrar los momentos de mayor
intensidad emocional. Es una pea que ‘The Deafening Sound Of The Moon’ no se extienda
más allá de su espacio de 4 ½ minutos, pero ya llega el momento de que ‘Afraid
To Ask’ cierre el álbum con una ceremoniosidad otoñal donde la sensación de
melancolía marca la pauta de las vibraciones emocionales delicadamente
plasmadas en la instrumentación.
NOT A GOOD SIGN y su
disco homónimo son unos ítems que vale la pena anotar en nuestras listas de
próximas investigaciones progresivas: la intensa dinámica musical que se
muestra a rebosar en este disco es imposible de ignorar. ¡Disco altamente
recomendable!
Muestras de “Not A
Good Sign”.-
Not A Good Sign: http://altrockproductions.bandcamp.com/track/not-a-good-sign
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