Tuesday, January 17, 2017

BATISFERA: inmersión en los círculos interiores del rock progresivo ruso


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos al grupo progresivo ruso BATISFERA, formado por iniciativa del multi-instrumentista Oleg Anurin en el 2007 y que debutó fonográficamente con el disco “Solar Wind – The Inner Circle”, un álbum conceptual donde se explora el vínculo que hay entre la personalidad astrológica del sol y los planetas con las diversas facetas de la psique humana. Este álbum es el resultado natural de un primer demo grabado a poco de formarse el grupo, el cual llamó la atención de algunos sellos dedicados a la difusión de rock experimental y psicodélico. El repertorio del disco que comentamos ahora está estructurado en un continuum musical atractivo y llevadero, siendo dueño de una musicalidad ágil y ecléctica que siempre nos mantiene alertas. El proceso de gestación de “Solar Wind – The Inner Circle” fue muy duro y prolongado debido principalmente a que Anurin sufrió a poco de formado el proyecto de BATISFERA un accidente que le llevó a tener una de sus manos escayolada por bastante tiempo. Pero bueno, “Solar Wind – The Inner Circle” se convirtió en una realidad tangible bajo la labor de producción realizada por el sello Mals en el año 2012 tras extensivas sesiones de grabación llevadas a cabo en los estudios Silence Records y RGSI. El grupo está armado por el trío de Anurin [voz, teclados, flauta, didgeridoo], Michael Zonov [guitarras, vargan] y Michael Heifets [batería]. En el proceso de grabación de “Solar Winds: The Inner Circle”, el trío contó con los aportes de Vladimir Kislyakov [bajo], Mike Volokh [doudouk], Aleksander Movsesyan [kemancha, kemani] y Roman Savin [vargan]. Nuestra reseña sobre “Solar Wind – The Inner Circle” llega un poco tarde (bastante, en realidad), pero la publicamos ahora porque nos parece justo prestar atención al grupo que lo creó.


Durando casi 14 minutos, ‘The Sun – You’re My Son’ abre el disco con una fabulosa mezcla de soltura y fastuosidad. Comenzando con un delicado y breve prólogo signado por etéreas escalas de sintetizador, el cuerpo central no tarda en emerger para instalar una poderosa mezcla de colorido y vigor que nos remite simultáneamente a los paradigmas de EMERSON, LAKE & PALMER y YES. Las ilaciones entre los pasajes extrovertidos y los calmados son impolutas en su intensiva fluidez, y no faltan los momentos instrumentales en los que el ensamble hace gala de su estupendo manejo de contrastes en las atmósferas y compases inusuales, y cómo no, de la fineza de su creatividad melódica. El empleo de un minúsculo pasaje pastoral poco antes de llegar a la barrera del noveno minuto y medio crea un impulso para el fastuoso esplendor que aún queda por elaborar. El interludio ‘Transition A’ consigna una oportuna continuidad con el cálido vigor expresivo que era esencial para la primera canción, aunque con el matiz de que los teclados asumen un protagonismo especial, mientras abre la puerta a ‘Mercury – Who I Am?’. Esta canción capitaliza el vigor de lo anterior para llevarlo hacia una soltura más muscular, tanto en lo que se refiere a la paleta sonora edificada por el bloque instrumental como a la arquitectura rítmica. Esta vez las confluencias estilísticas son con SPOCK’S BEARD y KARMACANIC, aunque a veces coquetea también con el paradigma de DREAM THEATER (pre-2001). Para las partes cantadas, la intensidad rítmica se calma un poco a fin de que el mensaje pueda ser transmitido con una cómplice ceremoniosidad. La emergencia de ‘Transition B’ es la coda de piano – con añadidos retazos de guitarra eléctrica – brinda una serena conclusión a la imponente luminosidad de ‘Mercury’, estableciendo un solvente ejercicio de cautivador manierismo.

‘Venus – Brought You Roses Every Sunday’ comienza con una cándida armonización de flauta y guitarras acústicas, muy a tono con la faceta contemplativa y pastoral de la más pura tradición Genesiana. Más bien, el talante netamente barroco de la flauta que actúa como catalizadora nuclear de los desarrollos y variantes del motif central nos remite al modelo de THIJS VAN LEER. Mientras la pieza avanza en su agrandamiento, se abre ciertos espacios estratégicamente ubicados para el despliegue de musculatura rockera, pero básicamente se tratan de subterfugios en torno a los cuales se arman las variantes. Poco después de superar la barrera del sexto minuto y medio, las cosas sí se deciden por virar hacia un momento de tensión emocional, recurriendo a esquemas disonantes y tintes densos que nos remiten al Crimsonismo escandinavo (los primeros discos de ANEKDOTEN) así como al heavy prog. Para la escalada final surge un fabuloso solo de guitarra que se sitúa a medio camino entre JEFF BECK y JIMMY PAGE mientras los teclados vuelan a territorio de JORDAN RUDESS, todo ello aterrizando en un solemne epílogo introvertido. En poco más de 3 ¼ minutos, ‘Transition C’ nos devuelve al ambiente pastoral inicial con ciertos ornamentos delicadamente volátiles al modo del GENESIS de la época 70-73. Definitivamente, esta canción y su transición elevan la esencia ecléctica de la banda a niveles de desconcierto sistemático. Si los dos primeros temas nos habían transportado desde el amanecer hasta el entusiasmo del esplendor matutino, ‘Venus’ encarna el cénit del mediodía con su excelente caleidoscopio sonoro. El tema que sigue a continuación, titulado ‘Earth – I’m Walking’, está obligado a hacer algo impactante para no quedar opacado por ‘Venus’, y de entrada nos muestra sus claras intenciones de que no ocurra tal drama con un cuerpo inicial en el que se combinan estándares de JETHRO TULL, HATFIELD AND THE NORTH y YES. La confluencia de robustos barroquismos, gráciles cromatismos folclóricos y fabulosamente complejas cadencias rítmicas en clave jazz-rockera nos anuncian otro cénit inmediato, tal vez el pico decisivo del álbum. La impetuosa ingeniería instrumental que ocupa los primeros 3 ½ minutos tienen vida propia como un potencial ítem autónomo, pero llega la primera sección cantada instalada sobre un compás calmado, para luego ser sucedida por otra sección en clave jazz-progresiva. Todo esto va muy en línea con la tradición de YES y los paradigmas contemporáneos de THE FLOWER KINGS y THE TANGENT.  

‘Transition D’ expone un diálogo libre entre guitarra acústica, piano y bajo, sirviendo de puente entre las conclusivas consonancias introspectivas de ‘Earth’ y el breve prólogo romántico de piano con que se inicia ‘Mars – Four Years Since’. Esta pieza de 12 ¼ minutos de duración se centra inicialmente en una labor sinfónica con sabores y matices folclóricos de Europa del Este y del Oriente Medio, dando prioridad al tempo de 5/4. Posteriormente, el grupo regresa su recurso favorito de mezclar sinfonismo de vieja escuela a lo YES y grooves de inspiración Canterburyana. En los últimos 4 minutos, el grupo hace una efectiva síntesis de estos elementos constitutivos de la canción. Tras la instalación de ‘Transition E’, un ejercicio de exquisito candor melódico bajo la guía de la flauta, emerge la canción de cierre ‘Phaeton – Don’t Touch Me!’, la cual se focaliza en los elementos más filudos de la visión musical de la banda. Aunque hay espacio para el desarrollo de momentos relajados, la estrategia predominante es la de explayarse en los aspectos más aguerridos de lo sinfónico, dejando incluso entrar algunos factores psicodélicos bien calculados en ciertas locaciones concluyentes a fin de que el vigor expresivo en curso – incluido en lo vocal – se pueda explayar a sus anchas a través del bien delineado encuadre melódico. Así concluye nuestra experiencia con “Solar Winds – The Inner Circle”, una experiencia un tanto tardía mas no por ello menos agradecida: ha sido un deleite enorme para nosotros descubrir a BATISFERA y nos morimos de ganas por saber qué nuevos discos podrán hacer en el futuro cercano para plácemes del público progresivo que todavía existe en el mundo.


Muestras de “Solar Winds: The Inner Circle”.-
Earth – I’m Walking: https://soundcloud.com/batisfera/batisfera-03-who-am-i 

2 comments:

Unknown said...

Me gustó mucho la pieza 01 You`re My Son. No conocía esta banda que por momentos me recordó al progresivo italiano. Te agradezco la reseña.

César Inca Mendoza Loyola said...

Gracias a ti por el interés. Descubrí a este grupo hace poco y consideré que merecía difundirse este disco por tardíamente que fuera.