Monday, November 12, 2018

VAN DER GRAAF GENERATOR: rescate de una jornada en Leverkusen del año 2005


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

La gente de VAN DER GRAAF GENERATOR se hace presente en esta ocasión en su formato del cuarteto clásico durante la época de su breve retorno a la escena fonográfica del año 2005, pero el ítem que reseñamos hoy no data de esa época sino que fue publicado a fines de mayo del 2018 por el sello MIG-Music GmbH, bajo la licencia de WDR Media Group. Nos estamos refiriendo a “Live At Rockpalast – Leverkusen 2005”, una caja de 1 DVD y 2 CD que registra el concierto que ofreció el colectivo de Peter Hammill [voz, guitarras y piano], Hugh Banton [órgano y pedales bajos], David Jackson [saxofones tenor, alto y soprano, flauta y flauta de émbolo] y Guy Evans [batería] ante un muy entusiasmado público en, en el día 5 de noviembre del año 2005, llenó el Rockpalast. ¡Y encima era el día del cumpleaños #57 de Hammill! Para los VDGG era la temporada de promoción de su segundo disco de retorno “Present”, y este concierto en especial fue parte del festival Leverkuneser Jazzstage, que acoge mayormente a artistas de jazz. Jackson se sentía contento como un niño con un juguete nuevo y bastante cómodo en ese ambiente pues él estaba siempre muy comprometido y muy cercano con el ámbito de las estrellas del jazz. Por su parte, Evans se sentía inicialmente más ansioso pues, aunque su peculiar paradigma rítmico recibe influencias del jazz de vanguardia, al principio se sentía un poco fuera de lugar. Sus propias palabras: “Me parecía un poco abrumador tocar en un lugar donde se lucieron tantas leyendas, pero la experiencia pronto me recordó que el espíritu del jazz está en la emoción y la exploración, sin tener en cuenta las definiciones. Desde la experiencia de Leverkusen, me siento totalmente cómodo tocando en festivales de jazz sin siquiera tener que declarar que lo que tocamos es jazz. Y eso que el grupo, a pesar de haber vuelto a la actividad sobre los escenarios para la promoción de “Present”, había contado con un par de semanas de descanso antes de este concierto en Leverkusen, por lo que en el seno del ensamble latía un sentido de riesgo y de energía inutilizada, según manifiesta Banton, durante el ensayo previo al concierto. Parece mentira que seis meses antes, cuando el cuarteto decidió organizar la presentación oficial del disco nuevo en un magno evento en el Royal Festival Hall en el 6 de mayo de ese año 2005*, aún no estaba establecido si habría realmente un gira o si el asunto se reduciría a un par de conciertos como mucho. Pero el pronto agotamiento de las entradas para ese concierto en el Royal Festival Hall con asistentes procedentes de diversos países del mundo les convenció de que valía la pena expandir una agenda de actuaciones hasta el último mes de ese año. Y ahora estaban con un lugar asignado en el cartel de la entonces actual edición del festival Leverkuneser Jazzstage, contando con la primera oportunidad para la filmación entera de un concierto de VDGG. Banton recuerda que su camaradería de antaño (nunca rota por las separaciones del grupo) se sentía tan sólida como siempre mientras que el grupo había adquirido una confianza nueva en su presencia real sobre los escenarios. Sí, es verdad, por lo que se ve en “Live At Rockpalast – Leverkusen 2005”, esto es verídico, no es retórica vacía. Pero mejor veamos los detalles del DVD, ¿vale?

  

El repertorio aquí contenido es una versión reducida del mismo que se utilizó en el anteriormente mencionado concierto de retorno en el Royal Festival Hall, con la impactante dupla inicial de ‘The Undercover Man’ y ‘Scorched Earth’ (todo el lado A de “Godbluff”, el primer álbum de retorno del cuarteto paradigmático), concluyendo todo con el himno místico-existencialista ‘Wondering’ (original de “World Record”, el disco de despedida para el cuarteto en los 70s). Esta estructura performativa da la impresión de un círculo que se va completando mientras avanza pues el prólogo de matices sincopados repartidos entre la flauta y el órgano de ‘The Undercover Man’ regresa de lleno para las instancias finales de ‘Wondering’. En el caso de esta canción elegida para cerrar la jornada, su letra de talante místico respecto al misterio abrumador de eso que solemos denominar la vida en el más allá y su manera de confrontarnos con el sentido de la existencia terrenal, se explaya apasionadamente sobre el mágico esquema melódico compuesto por Banton en el año 1976 en un muy inspirado ejercicio combinatorio de lo gótico y lo barroco. ‘The Undercover Man’ y ‘Scorched Earth’ se sienten muy bien juntos: dos abordajes distintos de la autorreflexión, uno grisáceo y otro rutilante. Como es de esperar, junto al elegante delirio muscularmente arquitectónico de ‘Scorched Earth’, los momentos más majestuosos y excelsos del repertorio vienen de la mano de ‘Childlike Faith In Childhood’s End’ y ‘Man-Erg’ (temas #6 y #9, respectivamente)**. La primera de estas gemas, que cerraba el álbum “Still Life”, está basada en una de las más celebradas novelas de ciencia-ficción de Arthur C. Clarke, El fin de la infancia, y su musicalidad refinada y pulimentada se adecúa muy bien a los sempiternos moldes expresionistas en los que la banda se siente cómoda. Con la letra centrada en el punto de vista del personaje Jan Rodricks, astrofísico que investiga en el rol de seres inteligentes extraterrestres en el armazón general de la cultura y la historia de la humanidad, Hammill mueve su canto grácilmente a través de las diversas claves melódicas y atmósferas que conforman la  canción. En la épica belleza de sus estribillos, que llega a un culmen emotivo crucial en el epílogo cargado de tanático misticismo, se instala uno de los momentos más vibrantes de la noche, algo que el público agradece con sus elocuentes ovaciones. 

  

‘Man-Erg’, por su parte, se destaca desde la primera vez que salió a la luz pública como parte de ese crucial disco titulado “Pawn Hearts” (1971): es una de las muestras más logradas e intelectualmente tortuosas de pathos lacerante dentro de todo el catálogo histórico de VDGG… ¡y eso ya es decir mucho! Con esa  vitalidad que se reparte igual entre los pasajes líricos y los oscuros a través de una esquizoide homogeneidad, la banda dirige este himno a la dualidad ángel-asesino en el hombre con una vehemencia bien orquestada. Más ovaciones tremendas de parte del público asistente. Hay dos temas del entonces nuevo álbum “Present” que se hacen presentes aquí: ‘Every Bloody Emperor’ y ‘Nutter Alert’. A despecho de su letra cínica y airada respecto a la sempiterna gula de poder y el sádico instinto abusivo de toda autoridad política, su groove y su estructura musical son más bien sobrias y con un énfasis en lo atmosférico, por lo que viene bien que aparezca después del dinamismo tenso y electrizante con el que se arma el epílogo de ‘Scorched Earth’. ‘Nutter Alert’, por su parte, tiene un swing más intenso sin llegar a ser impetuoso, por lo que su caña rockera se expone dentro de una ingeniería bien cuidada. La letra que designa el estrechísimo margen que traza la frontera entre la cordura y la locura es impactante, como casi todo lo que reflexiona Hammill en su poesía rockera: “I can see we’re in trouble / From that glint in the eye you’ve got; / There’s no sense to the story, / Comprehensively lost the plot. / And how contorted is that logic / You so forcefully exert? / You’re a car crash in the making, / Head-on, that’s a racing cert.” ¡Fabuloso! Eso sí, ambas canciones no vienen juntas: después de  ‘Every Bloody Emperor’ sigue la dupla de dos canciones emblemáticas de la primera fase de la banda: ‘Lemmings’ y ‘Darkness (11/11)’, la que abría el cuarto álbum de la banda y la que abría el segundo, respectivamente. Lo que tenemos en ‘Lemmings’ es la excursión más frontalmente rockera del grupo a lo largo del concierto, con un Hammill dispuesto a dar cierto protagonismo a su guitarra a pesar de sus limitaciones técnicas. Son sus compañeros quienes sostienen el vigor inflexiblemente neurótico de la canción con la consistencia épica originaria: los expresionistas bloques sonoros emanados del órgano de Banton, las sesudas maniobras de Jackson y la sofisticada precisión de Evans se conjugan en un rotundo mecanismo progresivo. En cuanto ‘Darkness (11/11)’, ese manifiesto del carácter trágico e inescrutable de la vida, arrojada a la incertidumbre del mañana por un destino ciego e insensible, mantiene su vigencia a través de los años como el primer manifiesto de la faceta más oscurantista de la ideología musical del grupo.


Las canciones séptima y décima son ‘The Sleepwalkers’ y ‘Killer’. Con la primera de estas canciones mencionadas ya tenemos tres cuartos del disco “Godbluff” en el repertorio del concierto aquí filmado. ‘The Sleepwalkers’ suelta con vivaz arrojo la soltura esencial de sus variados desarrollos temáticos, incluyendo esa pequeña excursión en el cha-cha-cha en clave jazz-rockera (uno de los momentos más simpáticamente estrafalarios del ideario de VDGG, un grupo de por sí bastante extravagante), todo ello mientras la letra exhibe intrigantes elucubraciones sobre el contraste entre el consciente y el subconsciente. Para la segunda mitad del tema, para cuando Hammill decide dejar el canto a secas y añade su intervención al teclado, el groove se hace más robusto y la base armónica de los cuerpos centrales suenan más enriquecidos. Por su parte, ‘Killer’ da rienda suelta a su gancho rockero con un primordial destaque de bizarras vocalizaciones de Hammill en las partes cantadas y unos aguerridos solos sucesivos de órgano y saxofón durante el electrizante intermedio instrumental... y no solo se lucen estos instrumentos, sino que también Evans elabora uno de elos swings más intrincados e intrépidos de la noche. La letra compite de tú a tú con la de ‘Darkness (11/11)’ en cuanto a dramatismo poético pero es en el desarrollo de los pasajes instrumentales donde la poesía oscura creada para la ocasión asume una especie de autoafirmación vitalista... por paradójico que suene. Volviendo a Evans, es toda una revelación ver su expresión facial semejante a la de un espiritista concentrado en el momento climático de una sesión de comunicación con los espíritus, es alguien que no solo siente el ritmo dentro de sí sino que también parece verlo reflejado en las cosas que se le presentan antes sus ojos. Pero también algunos de esos gestos reflejan la ansiedad que siempre le ha producido ser grabado mientras tocaba: tal como lo expresa en el librillo del DVD, en los 70s, él echaba miradas amenazantes a los camarógrafos que le hacían enervarse con la proximidad de sus cámaras para espantarles, pero ahora las cámaras estaban programadas virtualmente con lo que no podía ordenar a esos aparatos robóticos que le dejaran en paz. En fin, cosas de la tecnología televisiva moderna. Los volúmenes del doble CD se reparten las seis primeras y cinco últimas canciones que hemos apreciado en el DVD, respectivamente.



Solo se nos ocurre concluir esta reseña con palabras de infinito agradecimiento para con las corporaciones discográficas que decidieron publicar este fabuloso ítem que, como dijimos en el primer párrafo, muestra la primera filmación completa de un concierto de VAN DER GRAAF GENERATOR: “Live At Rockpalast – Leverkusen 2005” es realmente el testamento perfecto de esta alineación clásica y definitoria de este genial grupo cuya fase de reunión en el nuevo milenio duró demasiado poco. En efecto, para inicios del año 2006, se abrió un abismo insondable entre el Sr. Jackson y los Sres. Hammill, Banton y Evans tanto en lo profesional como en lo interpersonal, siendo así que estos últimos decidieron que, fuese lo que fuese que hicieran en adelante como VDGG, sería como trío (cosa que, en efecto, han venido concretando con cuatro discos más hasta el año 2016). En palabras del mismo David Jackson, no exentas de amargura: “¡Uno no se va a topar con otra oportunidad de ver un mejor show de parte de esa alineación!He aquí la sombra de turbia desazón que acompaña necesariamente a nuestro emotivo deleite con este fabuloso ítem audiovisual. 



Muestras de “Live At Rockpalast – Leverkusen 2005”.-
The Undercover Man: https://www.youtube.com/watch?v=SZTiUEZDcAY
Childlike Faith In Childhood’s End: https://www.youtube.com/watch?v=jDXQXFLBnj8
Nutter Alert: https://www.youtube.com/watch?v=Nu73OnOByy4


* Dicho concierto quedó plasmado en el doble CD “Real Time – Royal Festival Hall”, publicado en el año 2007 por Fie! Records, el sello de Hammill.

** La misma sensación tuvimos con ‘Childlike Faith In Childhood’s End’ y ‘Man-Erg’ respecto al repertorio del DVD “Recorded Live In Concert At Metropolis Studios, London”, publicado en el año 2011 y con el grupo ya operando como trío.

2 comments:

Jose Mari Aguirrezabala said...

Tuve la gran suerte de poder asistir a uno de esos escasos conciertos. En concreto al de refundación en Londres, y la electricidad era tal en el ambiente que parecía que habían conectado un generador de Van der Graaf sobre nuestras cabezas. En las puertas del evento, sentí la corazonada de que el concierto comenzaría con la flauta de "The Undercover Man" y así se lo hice saber a mis acompañantes. Poco después, al oír ese sonido, un estremecimiento me recorrió... y no paró hasta varios días después.

Incluso hoy en día, al recordar todo aquello, lo percibo como algo fisiológico.

He visto docenas de conciertos (más bien centenares), pero si tuviese que quedarme con sólo uno, éste sería el principal candidato.

César Inca Mendoza Loyola said...

Gracias por tu revelador y emotivo comentario, el cual enriquece en no poca medida a mi humilde reseña aquí publicada.

Seguimos en contacto, amigo José Mari.

César Inca