Hoy tenemos el gusto de presentar al grupo sueco SARCOPHAGUS NOW y su homónimo disco de debut, publicado a finales del mes de setiembre del pasado año 2018, por vía de una producción independiente. Este quinteto fundado en la localidad norteña de Umeå está conformado por Gustav Kieri [guitarras], Markus Boström [guitarra, sintetizadores, piano eléctrico, órgano y mellotrón], Johannes Behndig [guitarra, sintetizadores, piano eléctrico, órgano y mellotrón], Torkel Holmström Ljung [bajo] y Kristofer Granström [batería]. El grupo tiene poco tiempo de existencia, de hecho, su fundación tuvo lugar a inicios del año 2018, y ya para el mes de setiembre tenía listo un material propio que duraba más de 40 minutos: suficiente para grabar un disco con duración decente. Asimilando a su manera las influencias del modelo prog-sinfónico de primera generación (tanto británico como escandinavo), el Canterbury, el paradigma Floydiano de la fase 71-75, la edad dorada de GENTLE GIANT y algunos modismos imspirados en la vieja escuela del jazz-fusion, los SARCOPHAGUS NOW entablan unos ciertos nexos con grandes nombres del revival progresivo escandinavo de los 90s (ÄNGLAGÅRD, FRUITCAKE, SINKADUS) y también con otras estupendas bandas retro-progresivas escaninavas del momento (AGUSA, RING VAN MÖBIUS, WOBBLER). Permítasenos adelantar que “Sarcophagus Now” es, ante todo, una labor de orfebrería retro-progresiva bastante inspirada, un testimonio de un momento de efervescencia creativa dentro de unos parámetros estilísticos que, no por tener nada de nuevo, no deja de ser un caldo de cultivo para nuevas ideas interesantes que brotan en las mentes de las nuevas generaciones de músicos que recogen el ideal del rock como arte preciosista. Bueno, veamos ahora los detalles de este disco.
El cuarto tema del álbum, titulado ‘Hibernation Man’, tiene una sección prologar caracterizada por un talante pastoral en clave meditabunda, un recurso de sutil preparación para el arribo de un más intenso despliegue de sonoridades progresivas que, en lo esencial, resulta ser una síntesis entre los dos temas precedentes. La presencia de los teclados, por su parte, se hace más relevante en varios pasajes del incisivo retablo sonoro desde donde se encuadra esta pieza de 10 minutos. Hay un pasaje relativamente extenso donde el grupo explora atmósferas lánguidas para el encauzamiento de una espiritualidad contemplativa: es aquí que el quinteto crea nexos entre PINK FLOYD y ELOY. Todo deriva fluidamente hacia un epílogo misterioso y abstracto. A punta de explorar los vértices cósmicos del estándar prog-sinfónico, el oyente recibe de parte del personal de SARCOPHAGUS NOW un testimonio de su habilidad para gestar refinadas y convincentes texturas donde la musicalidad se impone de una forma delicada y, a la vez, contundente. Llegamos al final del repertorio de la mano de ‘Osmosis’, a la sazón, la pieza más extensa del disco con sus 13 minutos y pico de duración. Desde el mismo punto de arranque, la vitalidad y la luminosidad se instauran como las coordenadas bajo las cuales el grupo diseña sus ideas melódicas y proyecta el modo de interacción para sus instrumentos. Los impactos de los pasajes más pletóricos y juguetones de las piezas #2 y #3 despliegan aquí unos ecos sonoros muy sólidos en lo que respecta a los diversos parajes melódicos y las atmósferas que se van sucediendo con solvente gracilidad. Algunos solos de sintetizador y de órgano que entran a tallar por aquí y por allá reflejan un sentido muy exquisito de la agilidad, mientras que la mayoría de los solos de guitarra se enfila hacia enclaves melódicos muy bien fijados, cuidando mucho que el virtuosismo (evidente y exigido) no sobrepase los límites trazados por el esquema grupalmente armonizado entre los cinco compañeros de viaje. Hay un par de pasajes muy a lo GENTLE GIANT que se manifiestan como los momentos más ágilmente tensos de la ambiciosa arquitectura multitemática de este perfecto broche para tan colorido y tan refinado disco.
Muestras de “Sarcophagus Now”.-
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