Tuesday, July 02, 2019

ERTH: rock espacial y colorido costarricense para cuando pase la lluvia


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos a la joven banda veterana de la avanzada progresiva costarricense ERTH por motivo de la reciente publicación de su disco “Petricor”: más exactamente, la publicación tuvo lugar el pasado 20 de abril. Desde hace varios años, ERTH opera como uno de los grupos más activos dentro del escenario progresivo del hermoso país situado entre Panamá y Nicaragua, y de hecho, ya tiene en su haber algunos ítems en los cuales el grupo en cuestión exhibe su vibrante e inspirado enfoque ecléctico de jazz-rock, prog psicodélico, space-rock y electrónica. Están su EP del año 2011 “Ouroboros” y su disco de larga duración del año 2015 “B”, así como un registro en vivo titulado “Erth​ @ ​Jazz Café” y que también data del año 2011. El quinteto vigente es el mismo que gestó “B” en su momento, y ya se notaba allí que el sonido grupal era compacto y perfectamente estructurado a través de su vibrante eclecticismo. El material de este nuevo disco fue masterizado en Miut Studio, contando además con la labor de Christian Wedel en el arte gráfica de la portada. Actualmente conformado por Andrés Bonilla [sintetizadores], Joel Fernández [sintetizadores], Robert Mata [guitarras y guitarra-sintetizador], Diego Mejía [guitarras y sintetizadores] y Marco Rodríguez [baterías], los ERTH se lucen a lo grande con los armazones de los encuadres temáticos que diseñan para cada pieza individual que integra “Petricor” dentro de una amalgama global que exhibe un sólida coherencia a través de sus diversas inquietudes estéticas. El disco se grabó de forma un poco artesenal porque, tras las grabaciones de las pistas de batería, los demás instrumentos se fueron añadiendo a la mezcla en varias sesiones caseras. A pesar de estas vicisitudes técnicas, en el disco se logró crear una arquitectura sonora muy contundente. En cuanto al título del disco, éste hace mención a dado al olor que se produce al caer la lluvia en los suelos secos, ese aroma propio de la tierra mojada tras el término de la primera lluvia que pone fin a un largo período de sequía. Teniendo en cuenta la magia tan peculiar y tan contundente que caracteriza a la esencia musical de ERTH, este disco bien puede servir como una banda sonora para una ilación de innumerables paisajes de tierra mojada, pero mejor pasemos a los detalles específicos de cada uno de los seis temas integrados en su repertorio, ¿vale?


Abre el disco ‘Xibalba’, tema que comienza con una pequeña serie de agitaciones cósmicas al modo de un amanecer tortuoso, siendo así que una vez que se asienta el primer motif, el grupo casi parece que está rindiendo homenaje a los estándares de OZRIC TENTACLES y QUANTUM FANTAY pero con un talante introspectivo y flotante con nos remite más al espíritu de los PINK FLOYD de la fase 1973-5 y a los TANGERINE DREAM de fines de los 70s. Poco antes de llegar a la frontera del cuarto minuto, las cosas se agilizan notoriamente con un interludio de raíz electrónica diseñado para impulsar una envolvente aureola extrovertida no carente de motivadoras cuotas de densidad. Los minutos finales se orientan hacia una remodelación de la extroversión ahora vigente con un matiz más sereno. Bien aprovechados los 7 ¾ minutos del espacio concedido a este tema de apertura, excelente carta de presentación para el álbum. El segundo tema del repertorio se titula ‘Dj Drogba’ y se caracteriza por elaborar un lirismo más sistemático a lo largo de la muy pulida ilación de los diversos motivos que se van sucediendo. Las capas, ornamentos y bases armónicas de los numerosos sintetizadores que entran a tallar marcan buena parte de las pautas temáticas mientras los evocadores fraseos de la guitarra y la grácil labor de la batería ayudan a reforzar la actitud relativamente sobria que impone el espíritu contemplativo y un tanto misterioso de la pieza. De hecho, en algunos momentos estratégicamente marcados, las capas de sintetizador adquieren una densidad sugerente; también cabe destacar el recurso de frontal alegría que surge de un breve puente en clave funky-rockera. ‘La L.S.’ vira hacia un registro totalmente gestando un travieso ejercicio de deconstrucciones y reconstrucciones de grooves y atmósferas propias del jazz latino-tropical con cruciales intervenciones electrónicas: un viaje musical deliciosamente extravagante que trabaja con la bizarra idea de distorsionar la sensual vivacidad arquetípica del cosmos caribeño con retorcimientos cibernéticos que anuncian la dictadura de lo modernista. Para la sección final, que es donde lo electrónico se ha atenuado bastante, el grupo elabora un ingenioso juego de síncopas en clave jazz-rockera que, por sí mismo, resulta bastante llamativo… y tal vez nos hace desear que durara un poco más, pero el disco está hecho para que este tema dura solo 3 ¾ minutos. 

Shinrin Yoku’ y ‘La D10S’ son las piezas más extensas del álbum, durando cada una un poco más de 8 ¾ minutos, y es la segunda de estas la que está a cargo de poner broche final al repertorio de “Petricor”. En el caso de ‘Shinrin Yoku’, tenemos inicialmente un muy armonioso despliegue de atmósferas contemplativas donde se fusionan lo sinfónico y el space-rock, algo que no tarda mucho en dar paso posteriormente a una sección psicodélica que asienta un clima de minimalismo cósmico sobre un groove complejo. Un fabuloso solo de guitarra libera la tensión implícita al armazón instrumental con una bravura enorme y rotunda ¿No será que los PLANET X invadieron el estudio de grabación de los ERTH para reformar una partitura perdida de los TANGERINE DREAM de la época del “Stratosfear”? Sobre la frontera del quinto minuto emerge un swing dub-reggae por unos segundos, lo cual sirve de puente para una sección final donde el entramado space-rockero esencial del grupo se exhiba en todo su señorío mientras apela a un imponente fulgor progresivo desde el cual puede congregar todos sus elementos sonoros. Tal vez tenemos aquí el momento culminante del repertorio, sospechamos seriamente que así es. Bajo el “peligroso” título de ‘Deepweb’ emerge una pieza tecno-céntrica que nos puede muy bien remitir al paradigma de JEAN-MICHEL JARRE y al de los KRAFTWERK de inicios de los 80s en lo referente al pasaje inicial dirigido por los sintetizadores y la percusión programada, pero ya cuando entran a tallar la batería y los guitarreos, el asunto se transforma en una combinación de space-rock con talante celebratorio y jazz-rock con base funky. En algún momento surge un simpático solo de sintetizador que sabe, desde su simpleza estructural, canalizar el aura de cordialidad que la pieza destila como un todo. El antes mencionado ‘La D10S’ se proyecta hacia una nueva demostración de dinamismos versátiles, comenzando con una cadencia jazzera en base al piano en la sección prologar, para luego edificar un entramado space-rockera de monturas psicodélicas y empujes nu-jazzeros. No tardamos mucho en acostumbrarnos a esta sección pero el grupo tampoco demora mucho en sorprendernos con la irrupción de un engranaje electrónico sobre la frontera del cuarto minuto: es aquí que se abre la puerta a un jam ágil y robusto cuyo hechizo particular se sostiene sobre las intervenciones ocasionales de pasajes flotantes cuya misión aparente es la de desafiar al reinante hechizo sonoro, pero en realidad se trata de un complemento para que dicho jam adquiera un eficaz rigor expresionista a lo largo de todo el trayecto que ocupa. Una bella orquestación de sintetizador corona la vía por la que el bloque instrumental habrá de llegar a su momento final, el cual realza la dialéctica entre punche rockero y abstracciones electrónicas que es marca de la casa. Muy buen final de disco.  



Tal como dijimos en el primer párrafo de la presente reseña, ERTH es uno de los colectivos de rock experimental más activos en la escena progresiva de Costa Rica, y lo que han logrado en “Preticor” es elevar su dinamismo creativo hacia un estupendo cénit. De lo mejor que ha salido del art-rock latinoamericano en lo que va del año, totalmente recomendable. 


Muestras de “Preticor”.-


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