Thursday, July 04, 2019

RING VAN MÖBIUS: un nuevo sol en el firmamento progresivo noruego


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos a RING VAN MÖBIUS, que es un grupo noruego dedicado a cultivar una meticulosa y entusiasta modalidad de rock retro-progresivo con un enfoque prioritario en el marco psicodélico, y alimentándose ingeniosamente de la atemporal inspiración que se puede recibir de las primeras generaciones de rock progresivo, psicodelia post-68 y space-rock. El trío en cuestión está ubicado en la localidad de Kopervik, en ciudad costera del oeste de Noruega. La alineación de RING VAN MÖBIUS está conformada por Thor Erik Helgesen [órgano Hammond L100, piano eléctrico Fender Rhodes, clavinet, sintetizadores Moog Satellite y Korg MS20, y voz], Håvard Rasmussen [bajo y efectos de sonido] y Dag Olav Husås [batería, tímpanos, percusiones y efectos de sonido]. Ocasionalmente, el trío cuenta con la colaboración del saxofonista Karl Christian Grønhaug. “Past The Evening Sun” es el título del disco que este trío publicó el 25 de mayo del pasado año 2018, tanto en formato de vinilo como de CD, a través del sello Apollon Records: el trío tuvo una seria actividad dando conciertos en los años 2017 y 2018, lo cual les permitió pulir como deseaba el material que tenía compuesto. Medio en broma aunque con más dosis de honestidad, los RING VAN MÖBIUS proclaman que hacen rock progresivo procedente del año 1971 pero que recién se llevó a cabo en nuestros días. En fin, veamos ahora los detalles de “Past The Evening Sun”, ¿vale?



Helgesen es el autor de todo el material contenido en este disco. Durando casi 21 ¾ minutos, la suite homónima ocupa toda la primera mitad del disco. Las seis partes en las que consiste ‘Past The Evening Sun’ responden sucesivamente a los títulos de ‘The Pathfinder‘, ‘The First Curse’, ‘The Constant’, ‘In Retrospect’, ‘The Second Curse (Convulsion)’ y ‘Terminus’. La suite comienza con un pasaje marcado por delineamientos de sintetizador y capas de órgano filtradas por efectos densos, preparándose así el terreno para que la dupla rítmica entre con furia a poco de pasada la frontera del primer minuto: así las cosas, el entramado sonoro establece un estupendo híbrido de NEKTAR, ELK y EMERSON, LAKE & PALMER. El hecho de que el groove esté a medio tiempo ayuda mucho al grupo a darle un aire señorial a su garra natural; también ayuda a la fluidez en la inserción de las secciones cantadas, las cuales asumen un aire de parsimonia Floydiana. Luego sigue una sección sustentada sobre un tempo de 12/8 en la cual el grupo decide agilizar las cosas notablemente, y de paso, añadir un toque de inquietud por vía de una expresión de extraña furia en el canto y la inserción de ominosas capas de mellotrón en medio de la autocomplaciente algarabía del órgano. Cosas como ésta nos recuerdan a lo que SINKADUS y ANGLAGARD hacían en el escenario del revival progresivo escandinavo de los 90s, pero con una garra que bebe de las fuentes de los VAN DER GRAAF GENERATOR de la fase 70-71 y de los DEEP PURPLE pre-Gillan. La intervención del saxo es un elemento fundamental para completar el cuadro sonoro diseñado para la ocasión. En el ecuador de la suite, el grupo gesta una nueva sección entra al territorio de ELOY con su consabido matiz Floydiano, aunque gradualmente todo transita hacia terrenos más sofisticados y fastuosos mientras se preserva la ambientación serena e introspectiva. Más aún, ésta se intensifica en la siguiente sección cantada, la cual tiene en su armazón instrumental un protagonismo especial del mellotrón y el clavinet. Alrededor de la frontera del minutos 17 y medio, el grupo regresa a los ejercicios de densidad y de furia, esta vez con una aproximación al patrón del space-rock. 


   

‘End Of Greatness’ abre la segunda mitad del disco con unos aires de balada de COLOSSEUM que recibe una remodelación crucial por el primer KING CRIMSON y los GENESIS de la fase 70-72. El estatuto predominante del mellotrón (que en sí mismo, según su evocativa espesura, parece sacado de algún álbum de THE MOODY BLUES de 1969) resulta crucial a la hora de instaurar el desarrollo temático, aunque también merece destacarse la labor del bajo a la hora de acentuar algunos espacios cuando refuerza el efecto de fuzz. A despecho de su estructura sencilla, el núcleo melódico de esta canción resulta eficaz a la hora de plasmar una atmósfera de melancólica belleza. Ocupando un espacio de poco menos de 12 minutos, ‘Racing The Horizon’ cierra el repertorio realizando una correcta síntesis final de las atmósferas y esquemas sonoros predominantes a lo largo del repertorio precedente. La sección prologar es un alegre ejercicio de vitalismos Emersonianos matizados con factores a lo BEGGAR’S OPERA y que incluso coquetea sutilmente con elementos folklóricos. La sección cantada central vira hacia un despliegue de vibraciones reflexivas sobre un compás lento (muy a lo ELOY de la fase 73-74), y después de ella, el grupo retorna al motif prologar y le insufla un nervio renovado. Luego sigue un muy ambicioso pasaje instrumental que crea un puente entre GNIDROLOG y VAN DER GRAAF GENERATOR con algunos matices jazz-progresivos que coquetean con lo Canterburyano (un poco al estilo de los momentos más exultantes del segundo disco de SOFT MACHINE). Los aires de languidez contemplativa regresan con la segunda sección cantada, aunque esta vez regresan recargados con una fastuosidad incrementada, no solo porque las bases de teclado destilan una mayor musculatura y porque el canto adquiere un talante un poco más furioso, sino también porque el saxofón añade recursos expresivos muy útiles para la ocasión. De hecho, la presencia de sus sobrias florituras para los últimos momentos del pasaje instrumental precedente fue también muy útil para guiar la transición. El grupo sigue explorando su musculatura reflexiva mientras transporta esta última sección lenta hacia una conclusión vorazmente cósmica. Bueno, todo esto es lo que el colectivo tripartito de RING VAN MÖBIUS nos ha brindado con su disco “Past The Evening Sun”, uno de los más intensos y entrañables que se han hecho en tierras escandinavas dentro de la región retro-progresiva durante el pasado año 2018. Llega con más de un año de retraso esta reseña pero en ella expresamos con total honestidad que nos parece bastante recomendable, especialmente para los nostálgicos de los esquemas sonoros y las atmósferas del rock progresivo de primera escuela. 


Muestra de “Past The Evening Sun”.-

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