HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy tenemos el deleite de presentar una de las más entrañables sorpresas
del último mes del recién fenecido año 2019: “Air Caravan’”, el nuevo disco del
grupo francés MINIMUM VITAL. Para ser más exactos, este disco fue publicado por
el sello Musea el 17 de diciembre pasado, tomando por sorpresa a muchos de sus
seguidores que esperaban que este trabajo se publicara recién en estos inicios
del año 2020. Otra sorpresa es que el grupo opera como cuarteto pues, a la
tríada habitual conformada por Jean
Luc Payssan [guitarras, percusión y voz], Eric Rebeyrol [bajos y corno] y Thierry
Payssan [teclados, percusión y voz], se une el baterista Charly Berna. Este aumento en términos aritméticos también repercute en un aumento cualitativo respecto a la expansión de la garra expresiva que la banda gesta y elabora a lo largo y ancho del repertorio contenido en “Air Caravan’”: la batería refuerza las cadencias de algunas partes de los teclados, además de los aportes propios de las percusiones menores, pero además, articula
aquel encanto añejo que ya existía en los primeros discos de MINIMUM VITAL (nos
referimos especialmente a a los discos “Sarabandes” y “La Source”, de los
años 1990 y 1993, respectivamente). Por otra parte, en lo referente a los
enfoques melódicos creados para la ocasión, el grupo se muestra abocado a
la misión de cosechar las siembras de sus muy hermosos discos precedentes “Capitaines”
y “Pavanes” para brindar a sus aún relucientes y radiantes frutos una frescura
renovadora. Veamos ahora los detalles encauzados concretamente en el repertorio de este disco, ¿vale?
Los dos primeros minutos del repertorio están ocupados por ‘La Compagnie’,
una cálida pieza pastoril con mucha gracia donde los rasgueos de la guitarra
acústica y los contrapuntos melódicos de los teclados arman una atmósfera
jovial sin excesivos aspavientos. El segundo tema del disco es el que
justamente le da título, y su emergencia ya dispone de piezas muy orgánicas
para armar un rompecabezas ágil y vitalista. Con los matices jazz-rockeros instigados por la
dupla rítmica, el estilizado armazón melódico de ‘Air Caravan’’ puede acoger y desarrollar una
luminosidad cautivadora y contagiosa. Su sección final nos devuelve en pleno al
clima pastoril del primer tema. Con la secuencia de ‘Praeludium Tarentella’´y ‘Tarentelle’
(que dura casi 7 ¼ minutos en conjunto), el cuarteto se dispone a establecer un
ejercicio de pulcra ingeniería prog-sinfónica con raíz renacentista, remodelando
el legado de sus discos segundo y tercero, y añadiendo recursos estilísticos
gestados a partir de una cruza entre JETHRO TULL, GRYPHON y GENTLE GIANT. El preludio
es sutil, inundado por las propias síncopas creadas por la labor percusiva,
mientras que el tema central exhibe una suntuosidad alegre y radiante sobre un
sencillo esquema rítmico de 6/8. En su primera sección, es el sintetizador
solista quien dirige el núcleo melódico; ya una segunda sección realza los
aires de fiesta palaciega, lo cual hace que el grupo aumente la musculatura de
su enfoque performativo, notándose un ágil incremento de la garra expresiva en
las partes de órgano, sintetizador y primera guitarra. A partir de aquí, la
cosa suena a una mezcla soñada de los JETHRO TULL de la fase 77-79 con los ATOLL
del primer disco. La gozada ostentosa no termina pues de inmediato llega el
turno de ‘King Gürü’, uno de los temas más complejos del álbum, aunque su
vitalidad y su claridad melódica todavía mantienen ese aire de juguetona
asequibilidad. La ingeniería rítmica que sustenta al desarrollo temático es
bastante complejo (5/4 en su mayor parte), mas el ensamble se las arregla para
hacer que la arquitectura grupal navegue sobre esta desafiante corriente sonora
progresiva con impoluta fluidez. Bien se puede afirmar que estos dos temas sucesivos afianzan un decisivo punto culminante del repertorio.
‘Le Fol’ porta el encargo de fabricar un híbrido entre los dos temas precedentes mientras incorpora algunos aires de la plástica gracilidad de la pieza homónima, pero todo esto con un manejo más constreñido del inevitable vitalismo expresionista. Dentro de este ambiente relajado (dentro de los cánones de los MINIMUM VITAL), los instrumentos partícipes (especialmente, la guitarra y el bajo) pueden trabajar unas tonalidades más serenas. ‘Sliman’ vuelve de lleno a lo fulguroso con su vitalismo cálido y envolvente que emana sólidamente de su enfoque prog-sinfónico con talante folk-rockero. El motif está empapado de atmósferas mediterráneas y del Próximo Oriente. A veces, nos parece que el grupo tiende puentes de familiaridad con EDHELS y ECLAT. De paso, cabe destacar que este ítem contiene uno de los más notables solos de guitarra del disco. ‘Vole (Voyageur
Immobile)’ se mete más fehacientemente dentro de la mezcla de prog y jazz-fusión, especialmente en lo referente al rol parcialmente protagónico que ocupa la guitarra acústica mientras el ensamble íntegro desarrolla el motif de inspiración arábiga con inocultados matices aflamencados. El rol más reservado de la sección percusiva ayuda a reforzar los matices etéreos que se pretende poner como foco central del desarrollo temático. Cuando llega el turno de ‘Jongleries’, el personal de MINIMUM VITAL regresa al tinglado de las fiestas palaciegas en las cortes renacentistas mientras evoca algunos fantasmas Gigantesco-Gentiles en ciertos arreglos instrumentales.
Cuando llega el turno de ‘El Picador’, grágil y envolvente pieza donde la guitarra acústica inicialmente lleva la voz cantante, siendo así que la banda explora un saltarín groove de talante aflamencado, mientras que algunos aires célticos entran a tallar por vía de algunos arreglos de teclado. El grupo saca buen provecho a los
casi 5 ¼ minutos que dura el tema cuando el entramado instrumental se va
enriqueciendo y las variantes en las bases armónicas empiezan a aparecer. Es en
este momento que la guitarra eléctrica emerge para impulsar las cosas hacia una
agradablemente incrementada vivacidad que signa el clímax final del tema.
Con sus poco menos de 6 ¼ minutos de
duración, ‘Djin Alzawat’ se erige como la pieza más extensa del álbum, haciendo lucir su muy saltarín groove que está diseñado para realzar todo el encanto de su motif, el cual se centra nuevamente en una mezcla de lo mediterráneo con lo oriental próximo, añadiéndose algunos matices célticos a lo largo del camino. Un tema así no hubiera estado fuera de lugar en uno de los discos de JETHRO TULL de fines de los 70s, pero es inocultable el toque personal que este grupo le da al asunto. Abre la vía al final del disco la relativamente breve
pieza ‘Nimbus’ – dura poco más de 2 minutos –, la misma que establece un agradable juego de florituras renacentistas, al modo de un momento relajado dentro de un evento palaciego. El repertorio
se cierra con ‘Hugues Le Loup’, el tema más ligero del repertorio. Utilizando un swing persistente de cercanía jazz-rockera, la gente de MINIMUM VITAL le da una prestancia lírica al desarrollo temático con pulcra solvencia (algo así como un hibrido entre los CAMEL y los YES de fines de los 70s) mientras el aura de simple alegría se impone con sencillez. Los últimos segundos están ocupados por un epílogo, algo que nos toma de sorpresa. Todo esto fue “Air Caravan’”, un nuevo referente de brillantez progresiva dentro del amplio catálogo de MINIMUM VITAL.
Muestra de “Air Caravan’”.-
Tarantelle: https://www.youtube.com/watch?v=s1QA7QRYW5w
King Gürü: https://www.youtube.com/watch?v=O78R_bC2Bf0
Vole / Voyageur Immobile: https://www.youtube.com/watch?v=o6PCa-YRb5
Djin Alzawat: https://www.youtube.com/watch?v=zsYqYxBPurk
Tarantelle: https://www.youtube.com/watch?v=s1QA7QRYW5w
King Gürü: https://www.youtube.com/watch?v=O78R_bC2Bf0
Vole / Voyageur Immobile: https://www.youtube.com/watch?v=o6PCa-YRb5
Djin Alzawat: https://www.youtube.com/watch?v=zsYqYxBPurk
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