Sunday, April 19, 2020

ZOPP: asociación anglo-italiana para la renovación del discurso progresivo actual



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

En esta ocasión tenemos el placer de presentar al proyecto musical ZOPP y su disco homónimo, publicado durante la primera mitad del presente mes de abril, o sea, hace muy poco. Se trata de un disco que nos ha impresionado mucho pues la línea retro-jazz-progresiva de fuerte tendencia Canterbury está trabajada con mucha clase y muy convincente intensidad. De hecho, las influencias de EGG, HATFIELD AND THE NORTH y los SOFT MACHINE pre-1971 son bastante fuertes en el esquema sonoro ya la dinámica predominantes en el repertorio de este disco, un disco muy hermoso, permítasenos adelantar. También hay elementos de sinfonismo y avant-prog que se infiltran en momentos estratégicos de este disco; ya entraremos en más detalles al respecto. Todo este material recogido en “Zopp” es el resultado de una labor de 10 años que el líder de ZOPP, el británico Ryan Stevenson, afincado en Nottingham, ha invertido en la composición y la producción del ítem que ahora reseñamos. Con la adición permanente del baterista-percusionista italiano Andrea Moneta (del grupo neo-prog LEVIATHAN), el proyecto adquirió una proyección anglo-italiana. Stevenson, por su parte, se hace cargo de los teclados, el mellotrón, los órganos Hammond y Korg CX-3, el piano, el pianet Hohner, los sintetizadores análogos Arturia y Nord Electro 5d, el bajo, la guitarra eléctrica, las grabaciones de campo y algo de percusión adicional. Además, el dúo se beneficia de las ocasionales colaboraciones de Andy Tillison (sí, el mismo de THE TANGENT) a los teclados, Theo Travis (sí, el mismo de SOFT MACHINE) a la flauta, Mike Benson al saxofón tenor y Carolyn Joy Clarke al canto. Tillison no solo colaboró como instrumentista en algunos temas, sino que también realizó labores de masterización para el disco entero, además de co-producirlo junto a Stevenson. Moneta, por su parte, fue más allá de lo meramente performativo y se hizo cargo de la ingeniería de sonido para sus propios aportes de batería y percusiones.



Yendo a los detalles concretos del disco, lo primero con lo que nos topamos es la dupla de la miniatura ‘Swedish Love’ y ‘Before The Light’. Aquélla tiene como función instaurar un prólogo psicodélico de tenor moderadamente suntuoso donde una fanfarria inicial de teclados culmina con una capa minimalista de sintetizador de tenor cósmico, la misma que anuncia el arribo del colorido y el groove centrales de ‘Before The Light’. Aquí tenemos una brillante expansión de coloridos melódicos y vibrantes tonalidades que se mueven a través de una compleja ingeniería rítmica (mayormente usando compases de 6/8 y 5/4). Los riffs y ocasionales ornamentos de guitarra sirven para realzar oportunamente varios pasajes guiados por el órgano y el piano, todo ello mientras la batería se encarga de elaborar recursos vigorosos para el vitalismo general. ¡Qué buena manera de iniciar el álbum! ‘Eternal Return’ sigue, en buena medida, la senda trazada por el tema precedente en lo referente al explayamiento de la claridad melódica, pero esta vez el swing es más contenido y la atmósfera se sitúa en un área extraña entre lo solemne y lo sombrío. Ahora el rol de la guitarra es más notorio dentro del desarrollo temático. El asunto suena un tanto emparentado con el legado de HAPPY THE MAN con el añadido de un cierto parentesco con la banda compatriota LOST CROWNS. ‘Sanger’ es una pieza que se traslada a través de una ambientación un poco más calmada que las de las dos anteriores mientras explora más a fondo los recursos de densidad ya presentes en ‘Eternal Return’. De todas formas, a pesar de que la idea-guía en la estructuración del desarrollo temático y la atmósfera se apartan un poco del abierto expresionismo plasmado en piezas precedentes, todavía notamos que hay algunos pasajes donde los ornamentos rítmicos exhiben un vigor intenso. Una pieza bella y extravagante, para nosotros, un cénit del álbum. Quizás pudo beneficiarse de una expansión un poco mayor de los poco más de 3 ¼ minutos que el grupo le ha concedido, pero es que ahora llega el turno de ‘Sellanrå’. Este quinto tema del álbum es una exploración de atmósferas misteriosas que, en ocasiones, rayan con lo tenebrista. Las parcas escalas de piano trazan el núcleo temático mientras las capas de teclados y los retazos de guitarra arman una envolvente aura de intrigante solipsismo.

‘V’ emerge con toda la intención de recuperar a lo grande los aspectos más extrovertidos del patrón estético de ZOPP, especialmente en lo referente a los legados de los temas #2 (en cuanto al esplendor melódico) y #3 (en cuanto a la prioridad de grooves contenidos dentro del armazón rítmico). Algunos ornamentos de flauta entran a tallar para realzar eficazmente ciertas partes del arsenal de teclados, el cual dirige el complejo y cautivador desarrollo temático. Esto suena a un híbrido entre HAPPY THE MAN y los NATIONAL HEALTH del primer álbum, con algunas reminiscencias de A TRIGGERING MYTH. Otro estupendo cénit del álbum. Con la dupla de ‘Being And Time’ y ‘Zero’, el ensamble se dispone a seguir expandiendo su paleta sonora mientras refuerza sus líneas básicas de creatividad progresiva: a propósito, resulta muy heideggeriano el título del primero de estos temas mencionados. ‘Being And Time’ ostenta una solemnidad tensa y categórica que permite al grupo tantear cierto coqueteo con la faceta más fastuosa del así llamado rock-in-opposition; de hecho, notamos aquí ciertas confluencias con el patrón estético de los italianos SKE y de los estadounidenses RASCAL REPORTERS en lo referente al manejo etéreo de esquemas disonantes y la intervención de algunos interludios abiertamente siniestros. De todas maneras, también hay algunos pasajes de tenor cálido desde los cuales se extienden lazos de familia con lo hecho antes en ‘Sanger’. Justo a algo así nos referíamos cuando decíamos que deseábamos que ´Sanger’ fuese más extenso: ‘Being And Time’ cumple ese deseo nuestro y se erige como otro momento culminante de este repertorio. Por su parte, ‘Zero’ le da al colorido habitual de la banda una garra renovadora, siendo así que en varias instancias del desarrollo temático, el dúo establece un andamiaje bien afilado, lleno de nervio expresivo. Eso sí, este nervio no es utilizado para manifestar tensión sino para manifestar una pasión celebratoria con una muy ampulosa estilización. Volvemos al terreno de A TRIGGERING MYTH con huellas de NATIONAL HEALTH. 



Ocupando un espacio de poco más de 9 ¼ minutos, ‘The Noble Shirker’ cierra el álbum con distinguido fulgor, algo totalmente idóneo para el tema más extenso del repertorio. La misión principal de esta pieza es la de dar prioridad al paradigma del prog sinfónico para atenuar relativamente el rol del Canterbury remodelado que ha sido el ingrediente principal dentro de este exquisito menú musical. La sección inicial suena mucho a EGG pero, tras un interludio signado por un compás marcial envuelto en una atmósfera sobriamente densa, el asunto vira hacia el estándar prog-sinfónico. De hecho, mientras que algunos solos y bases de teclado cuentan con esa prestancia elegante y sobria propia de Bardens, casi todos los solos de guitarra se insertan claramente en el paradigma Hackettiano. Los colores añadidos por el saxo invitado para el clímax epilogar añaden bastante vivacidad al asunto. Por último, la coda sintetizada aporta una interesante variante cósmica al reposo que necesariamente ha de seguir tras el espléndido ejercicio de suntuosidades progresivas plasmadas a lo largo de los bien delineados recovecos de esta pieza. Un gran final para un gran disco. El nombre del disco “Zopp” y el del ensamble ZOPP deben ser anotados en un lugar destacado dentro de nuestra lista de apreciaciones preferentes dentro del escenario actual del rock artístico. Definitivamente, tenemos aquí uno de los ítems más hermosos de la producción progresiva del presente año 2020, el cual hace poco terminó su primer trimestre. ¡Recomendable al 200%!


Muestras de “Zopp”.-

No comments: