Tuesday, November 01, 2022

Un paso adelante en el camino avant-progresivo del ensamble ruso COMPASSIONIZER



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Tenemos hoy el placer de presentar el nuevo álbum del ensamble ruso de música progresiva ecléctica COMPASSIONIZER, el cual se titula “Narrow Is The Road” y fue publicado el pasado 21 de octubre, hace muy poco. Este proyecto tiene ya algunos años de existencia y está comandado por el músico y compositor Ivan Rozmainsky; en este disco, él se hace cargo de los teclados, los sintetizadores, la kalimba, el vibráfono y la marimba. ¿Nos suena su nombre de algo? Sí, de la banda ROZ VITALIS, fundada en el año 2001 en la localidad de San Petersburgo y cuyo disco debut del 2007 se titula precisamente “Compassionizer”. Ahora este nombre es retomado para nombrar a este colectivo que, al igual que ROZ VITALIS, practica un enfoque avant-progresivo con generosas presencias de elementos folk y ambient que se utilizan, alternadamente, para añadir colorido y densidad a los focos temáticos de cada composición. El ensamble de COMPASSIONIZER se completa con Leonid Perevalov [clarinetes bajo], Serghei Luincenco [guitarras eléctricas y acústicas, rubab, doira y otras percusiones, y flautines] y Andrey Stefinoff [clarinetes]. Todos ellos tuvieron algo que ver con la organización y la producción de las sesiones de grabación de este nuevo material. Algunas colaboraciones ocasionales provinieron de Bayun The Cat (sintetizador bajo, kalimba, tbilat y otras percusiones), Angelina Dortman (flauta), Dmitry Efimchuk (guitarra acústica), Antonina Pozdnyakova (violín) y Oleg Prilutsky (trompetas). Se trata del tercer álbum de COMPASSIONIZER, e incluye piezas inspiradas en poemas de Anastasia Prokhorenko y de Maria Leontieva. Como siempre, el músico y artista gráfico Vyacheslav Potapov se hizo cargo de la portada. El grupo debutó en el año 2020 con el disco “Caress Of Compasion” y ahora tenemos en nuestras manos a “Narrow Is The Road”, un álbum conceptual que gira en torno a la idea de cuán importante es elegir el camino correcto y asumir las consecuencias de dicha elección, lo difícil que es encontrar esa senda de rectitud, la posibilidad de cometer graves errores mientras se está en ello y, a fin de cuentas, la relevancia que tiene ayudar a otros, lo cual puede llevarnos a algún tipo de certeza sobre lo que es correcto. Las ganancias monetarias obtenidas con la venta de este disco serán donadas a una familia de ucranianos emigrados a Hamburgo, Alemania. Bueno, vayamos ahora a los detalles de “Narrow Is The Road”.
 
Durando poco más de 7 ¼ minutos, ‘Only One Road For The Wayward’ abre el repertorio del álbum y lo hace con una ceremoniosidad que, inicialmente grisácea, pronto pasa a agitarse dentro de un bizarro dinamismo donde se cruzan los universos de ART BEARS y de UNIVERS ZERO, además de algunos elementos de fusión folclórica vanguardista metidos en el entramado sonoro con miras a darle una vivacidad deconstructiva. ‘The Invasion Of A Crying Shame’ sigue a continuación para elaborar un enfoque más caleidoscópico del bien afiatado esquema grupal bajo una atmósfera que oscila entre lo cinematográfico y lo surrealista. Es evidente que aquí resuena un mayor lirismo que en la pieza de entrada, aunque sin renunciar a la desafiante lógica deconstructiva. ‘Black Sky White’ desarrolla una capitalización de los cromatismos y tonalidades exhibidas en la pieza precedente, pero con un acento dramático y una tensión envolvente que ayuda bastante a darle un giro mágicamente extravagante a la maraña de los instrumentos utilizados, la mayoría de ellos, tradicionales. Tenemos aquí un encantador cénit del álbum que establece conexiones estilísticas con los paradigmas de bandas como UT GRET, ZAAL y STOP MOTION ORCHESTRA. Reincidiendo en la exploración de matices basados en instrumentos académicos y étnicos, ‘I Need You To Help’ funge como catalizador de la faceta más relajante de COMPASSIONIZER. No siendo particularmente vitalista per se, esta pieza gestiona cabalmente el esquema sónico que brota desde el núcleo central protagonizado por las maderas y las cuerdas. La quinta pieza del repertorio es la que justamente da título al álbum. Aquí, el ensamble regresa a los recursos de sobrio y misterioso lirismo que empaparon a los temas #2 y #3 mientras lo arropa bajo un aura crepuscular. ‘In Things Too High For Me’ dura más de 8 ½ minutos e instaura un nuevo cénit para el disco. Su ingeniería musical transita por varios parajes, desde lo delicado hasta lo tenso y muchos tintes intermedios. En lo referente a los pasajes más tensos, a veces nos acordamos de ISILDURS BANE en la época de las dos primeras partes de su múltiple concepto “Mind”. También advertimos que hay una majestuosidad persistente que opera abiertamente incluso en las estancias más evocadoras. La sección epilogar asume un talante agradablemente ensoñador.

‘Looking From The Dome’ tiende puentes entre el imponente preciosismo del tema inmediatamente precedente y el juguetón cromatismo que signó a la ilación de las piezas segunda a la cuarta. Los riffs de guitarra aportan una garra especial a la arquitectura global mientras la sección percusiva gesta unas síncopas y unos ornamentos que realzan cabalmente la esencia etérea de la composición. ‘Kramatorsk’ saca buen provecho a su espacio de 14 ½ minutos para instaurar el clímax definitivo del álbum. La estrategia creativa vertida en este tema se centra en retomar asuntos pendientes de ‘In Things Too High For Me’ y llevarlos por una senda de sombría magnificencia, lo cual se traduce en una densidad señorial y un espesor musical que muchas veces muestra sus fauces tenebrosas. Tenemos aquí una cruza entre la tradición de UNIVERS ZERO y los ART ZOYD de la etapa 1982-87 a través de un filtro elaborado en la fábrica de los legendarios RATIONAL DIET y una supervisión de ISILDURS BANE. Las diversas líneas dibujadas por las cuerdas y los vientos, que en varias ocasiones vienen acompañadas por retazos de guitarra, encarnan fehacientemente el tipo de vivacidad inquietante e inescrutable que marca al espíritu de esta pieza. A poco de pasada la frontera del décimo minuto, el ensamble se complace en perfilar un mecanicismo sonoro drásticamente deconstructivo cuya función es la de realzar profusamente el factor tenebroso que, de todas maneras, estuvo siempre presente. Todo aterriza en un epílogo reposadamente oscurantista que parece retratar la primera visión de la trágica debacle de algo. El cierre del repertorio llega de la mano de ‘Road’, la única pieza del repertorio que dura menos de 4 minutos. Centrándose en el piano con sus mesuradamente parcos fraseos que abren campo a las ulteriores florituras de maderas y cuerdas, este tema ofrece un breve momento de contraste frente a la maratón precedente, plasmando un paisaje musical bastante amable. Todo esto es lo que se nos ha brindado con “Narrow Is The Road” desde los cuarteles de COMPASSIONIZER, un ensamble que nos ha brindado una de las obras más notables emergidas de Europa del Este para el presente año 2022. Totalmente recomendable para los amantes del art-rock con un espíritu peculiarmente aventurero y los seguidores del género progresivo en general. 

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