Tuesday, November 15, 2022

Nuevos elementos para el universo musical de los campeones del avant-prog MIRIODOR

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Albricias, estamos ahora ante la nueva obra fonográfica del legendario y aún vigente grupo franco-canadiense avant-progresivo MIRIODOR, el cual, hoy por hoy, está conformado por el trío de Bernard Falaise [guitarras, bajo, teclados, banjo y tocadiscos], Pascal Globensky [teclados, sintetizadores y piano] y Rémi Leclerc [batería, percusión y efectos electrónicos]. El disco en cuestión se titula “Elements” y fue publicado el pasado 28 de octubre (hace muy poco) por vía del sello Cuneiform Records, siendo su decimosegundo disco de estudio. La gente de MIRIODOR ya venía desarrollando algunos giros estilísticos sus dos discos precedentes 
“Cobra Fakir” y “Signal 9” (de los años 2013 y 2017, respectivamente) de forma notoria, y es en esta nueva obra “Elements” que el grupo concreta la focalización en este bagaje musical dentro de un universo progresivo renovado con nuevos elementos. Aunque se ve muy lejano ese año 1986 cuando el grupo hizo su debut fonográfico con “Recontres”, el hecho es que el grupo ha concretado, a través de varios cambios de formación a lo largo del camino (alguna vez fue un sexteto, un quinteto, un cuarteto...), una trayectoria coherente dentro de las estepas más aventureras y desafiantes dentro del amplio panorama progresivo de las cuatro últimas décadas. MIRIODOR es toda una institución dentro de la música progresiva quebequense, por así decirlo (y quién sabe si este intento de elogio se puede tomar a bien o mal, pero bueno, no se nos ocurre ahora otra expresión), y así, con todo, sus inquietudes visionarias dentro del arte del sonido nunca se duermen en sus laureles. Lo que aparece en este nuevo disco fue grabado en varias sesiones que tuvieron lugar en Montreal, Laval, Saint-Sixte, Sainte-Hélène-de-Kamouraska y Saint-Germain, entre los años 2018 y 2022. Falaise se hizo cargo de la mezcla y Bernard Grenon hizo lo propio con la masterización. Bueno, veamos ahora los detalles del repertorio contenido en este nuevo disco en cuestión. 
 

Todo empieza con ‘Boomerang’, una pieza que exhibe, en su mayor parte, una combinación de sonoridades áridas, ágiles atmósferas penetradas por una espiritualidad juguetona y un complejo groove jazz-progresivo. En líneas generales, esto puede describirse como una cruza entre HENRY COW, MASSACRE, AKSAK MABOUL y el FRANK ZAPPA de la etapa 1983-86. Hay también algún pasaje sereno donde el grupo elabora una ambientación etérea que derrocha exquisitez, lo cual sirve de impulso insospechado para la minúscula coda donde el grupo vuelve a exhibir sus vibraciones ágiles. Acto seguido llega el turno de ‘Alambic’, tema que encarna el primero de los momentos climáticos del repertorio. Comenzando con un despliegue de complejos juegos armónicos, el tema tiene dónde apoyarse para focalizar la musculatura densa y misteriosa en torno a la que se habrán de explayar los diversos motivos que se habrán de hilar. El grupo transita de una tensión cuasi-Crimsoniana hacia una meticulosa ingeniería atonal donde se combinan los paradigmas de HENRY COW, ZAO y NATIONAL HEALTH. También hay parajes que el trío recorre con una actitud contenida, apuntando a la realización de una atmósfera crepuscular con generosas dosis de tonalidad crepuscular. Es en esta ocasión donde los instrumentos establecen diálogos meticulosamente perfilados dentro de una refinada maraña avant-progresiva, coqueteando con lo introspectivo sin perder su filo surrealista para dar forma al epílogo. Mucho pasa en esta pieza por sí sola. Con la dupla de ‘Tour De Main’ y ‘Poulet-Bicyclette’, el trío nos ofrece casi 14 minutos acumulados de más exploraciones sónicas sumamente interesantes. El primero de estos temas mencionados recoge parte del legado de ‘Alambic’ y lo lleva hacia una dimensión ensoñadora donde lo grisáceo y lo refulgente se confunden en una sola vía de expresión. Así las cosas, el trío se siente cómodo explorando con más tesón los matices jazz-progresivos del ideario sónico diseñado para el presente álbum. Con diversos esquemas rítmicos que oscilan entre la parsimonia y la soltura, la pieza va poco a poco asumiendo un embrujo envolvente. De paso, nos brinda uno de los mejores solos de guitarra del álbum entero. En lo referente a ‘Poulet-Bicyclette’, tras un prólogo marcado por alteraciones abstractas, su esquema sonoro ostenta un vitalismo alborozado que está atravesado por una elegancia palaciega. Algunos aires a lo HAPPY THE MAN hay, pero éstos están remodelados por expansiones inquietas propias del RIO. El epílogo retoma el prólogo con fluida prestancia.  


‘Embuscade’ comienza en clave etérea como una especie de brisa onírica que llega emergiendo de una distante ráfaga en un paisaje desértico, para luego virar hacia una estepa dibujada por tensiones mesuradamente oscurantistas que, en medio de sus exuberantes texturas modernistamente psicodélicas, muestran sus filudas garras en varios momentos estratégicos. Una vez que este segundo momento de tensión se va apaciguando un poco, la última sección se enfila hacia un elegante juego de disonancias que, merced al rol prioritario de los teclados, se deja recubrir por un manto de extravagante magnificencia. Durando 8 ¼ minutos, ‘Conflit d’Horaires’ es la pieza más extensa del repertorio (solo unos segundos más que la anterior) y es también la encargada de cerrarlo. Su enfoque se centra principalmente en desarrollar una síntesis de los espíritus y grooves fundamentales de los temas #2, #3 y #4; esto es, fabrica una inspirada encrucijada entre RIO, jazz-rock, Canterbury y texturas Crimsonianas, haciendo gala de un señorío versátil que se manifiesta tan cómodamente en las secciones calmadas como en las explosivas. El punto final adecuado para un repertorio impresionante. En fin, todo esto fue “Elements”, un muestrario de alrededor de 42 ¾ minutos de lo que aún es capaz de hacer el colectivo de MIRIODOR para honrar la grandeza del ideal de la música progresiva elaborada desde sus potenciales vertientes más aventureras. Hasta ahora no conocemos un disco de MIRIODOR que no rebose ingenio, vigor expresivo y valentía creativa desde aquella segunda mitad de los lejanos años 80s cuando el grupo hizo su debut fonográfico. Este legendario grupo se mantiene vigente a punta de diseñar y elaborar estrategias de reinvención dentro de un permanente eclecticismo que siempre dispone al grupo a sorprender a los oyentes que le han estado prestando atención a lo largo de tiempo. Como balance general, “Elements” resulta ser uno de los más valiosos álbumes progresivos de este año 2022 que ya se halla en sus últimas instancias. ¡Recomendable al 300%! (Un ciento por cada integrante.)
 
 
Muestras de “Elements”.-
Boomerang:  https://cuneiformrecords.bandcamp.com/track/boomerang
Alambic: https://cuneiformrecords.bandcamp.com/track/alambic
Tour De Main:  https://cuneiformrecords.bandcamp.com/track/tour-de-main

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