HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy tenemos una muy interesante novedad proveniente de la escena progresiva escandinava, más exactamente, de Finlandia: se trata del nuevo trabajo fonográfico del grupo VIIMA, fundado a fines del milenio pasado (bajo el nombre de LOST SPECTACLES) y radicado en la localidad de Turku. El disco que ahora reseñamos se titula “Väistyy Mielen Yö” (Se Fue La Noche De La Mente, en español) y fue publicado por vía independiente en el primer día del presente año 2024; se trata del tercer álbum del grupo y se caracteriza por poner más énfasis que los dos precedentes (“Ajatuksia Maailman Laidalta” y “Kahden Kuun Sirpit”, de los años 2006 y 2009, respectivamente) en el factor folk-progresivo con miras a explorar con cierta acuciosidad climas serenos dentro de entramados melódicos bien perfilados. De todas maneras, este colectivo preserva lealmente su enfoque de combinaciones entre colores prog-folk y suntuosidades prog-sinfónicas con ocasionales toques de heavy prog en pasajes climáticos bien calculados. Tras el largo periodo de hibernación que siguió al más arriba mencionado segundo álbum, el personal de VIIMA está actualmente
conformado por Risto Pahlama [primera voz, teclados y mellotrón], Hannu Hiltula
[flauta, teclados y coros], Aapo Honkanen [bajo], Mikko Uusi-Oukari [guitarras
y mellotrón] y Mikko Väärälä [batería, percusión, teclados y coros]. Para este
álbum, les apoya ocasionalmente Kimmo Lähteenmäki a los teclados (en el primer
tema) y la flauta (en el último): el asunto con este señor es que fue integrante del grupo durante la época de los dos nuevos discos, pero ahora es tan sólo un ocasional colaborador. “Väistyy Mielen Yö” existe en formatos de CD y vinilo: repasemos ahora la secuencia de los temas en él contenidos.
‘Tyttö Trapetsilla’ abre el repertorio de “Väistyy
Mielen Yö” con una calidez prístina y ágil que se mueve fluidamente a través de los pasajes más impetuosos y los más contenidos, logrando gestar una cruza entre los patrones respectivos de los JETHRO TULL de 1977-678 y los RAGNARÖK del primer álbum con toques añadidos de los CAMEL de 1975. Esta pieza es una de las muchas que describen con matemática precisión de qué va eso del rock folk-progresivo. Luego sigue la monumental maratón de más de
18 ¾ minutos de duración que porta el título de ‘Äiti Maan Lapset’, una composición ostensiblemente creada para destacarse de manera especial en el repertorio. El vigor rockero se hace presente desde el mismo punto de arranque, el cual pronto abre paso a un clima solemne y sereno arropado por una atmósfera mesuradamente crepuscular que siempre se da maña para abrir ciertos espacios a recursos de grácil expresividad. De esta manera, los diversos motivos temáticos se van sucediendo bajo diversos niveles de fulgor musical, siendo así que los teclados ocupan un razonable protagonismo dentro del entramado sonoro general. Se dejan sentir las influencias de GENESIS, BO HANSSON, YES y los KAIPA originarios a lo largo de esa grandilocuente sucesión de pasajes, además de algunas confluencias con bandas contemporáneas como AGUSA y JORDSJØ. En el último tercio, el ensamble se eleva a un escalón superior de musculatura para permitir la emergencia de un intenso solo de guitarra mientras las orquestaciones y bases armónicas de los teclados se van reforzando. En fin, la sección epilogar se enfoca en los aspectos más introspectivos que han estado operando anteriormente, haciendo que el encanto intimista de la despedida suene como una gentil puesta de sol. ‘Pitkät Jäähyväiset’ tiene la difícil misión de suceder a la maratón, pero ello no va en desmedro de nuestra capacidad de apreciación de su bien logrado armazón melódico, el cual comienza centrándose en una sedosa ceremoniosidad contemplativa y luego vira hacia un jam dinámico cuyo talante aguerrido añade matices psicodélicos al esquema progresivo en curso. Para el epílogo, el grupo retorna a la sección inicial. Vuelven de lleno esas conexiones estilísticas con RAGNARÖK y AGUSA, además de los también legendarios ELK.
Cuando llega el turno de ‘Perhonen’
(mariposa en español, que es justamente el animal que se destaca en la portada del álbum), la banda explora su faceta más ensimismada al proyectar un extenso enclave cósmico-sinfónico basado en flotantes capas orquestales de teclados. ya cuando el ensamble íntegro entra a tallar, se instala a paso firme un motif en 5/4 que suena a una cruza entre KAIPA y NOVALIS bajo el ropaje de una aureola fulgurosa no exenta de cierto aire de misterio. Los matices de guitarra que surgen poco antes de llegar a la frontera del quinto minuto sirven inicialmente para complementar las capas de mellotrón, pero al poco rato revelan su rol impulsador de un cautivador solo que se sitúa a medio camino entre lo Cameliano y lo Floydiano. Cuando el piano asume acto seguido el rol protagónico, lo hace para guitar el terreno melódico de la sección conclusiva. Si la maratón que describimos más arriba instauraba un cénit decisivo del álbum, ‘Perhonen’ reflejó el ambiente que rodea a dicho cénit con suma elegancia, erigiéndose como otro punto culminante del disco por derecho propio. ‘Vuoren Rauha’ es la pieza que
clausura el álbum y lo hace en clave de balada prog-sinfónico-folklórica que produce una mágica cruza entre los mundos de RENAISSANCE y GENESIS. La solemnidad del momento, que prácticamente se impone con la misma naturalidad que lo hace la nebulosidad grisácea de un atardecer de otoño, es manejada con cristalino refinamiento por la banda. Ésta añade una prestancia eficaz al desarrollo temático cuando la armonización de piano y mellotrón crea espacios para la irrupción de un delicado solo de órgano, el cual se explaya cómodamente hasta el fade-out. El soliloquio de la coda aporta un señorío teatral extra al asunto mientras se van atenuando los efectos de viento. Todo esto fue lo que el colectivo finlandés de VIIMA nos brindó con “Väistyy Mielen Yö”, un disco bastante sugerente dentro de la producción progresiva escandinava del vigente año 2024.
No comments:
Post a Comment