Wednesday, October 14, 2015

Evocando a 4/3 DE TRIO


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy viajamos a uno de los muchos recovecos de nuestra memoria musical y nos topamos con un cuarteto que solía llamarse 4/3 DE TRIO… o sea, un cuarteto que se denominaba como cuatro tercios de un trío. 4/3 DE TRIO fue un joven y vigoroso ensamble francés que por un par de años tomó por sorpresa a los seguidores del circuito musical progresivo de fines de los 90s, una sorpresa, sin duda, muy grata. El grupo estaba conformado por Sébastien Grammond [guitarra eléctrica, mellotrón, órgano Hammond, sintetizadores análogos, djembé], Didier Pegeron [batería, timbales, bongós, triángulo, guitarra acústica], Romain Gayral [bajo] y Guillaume Fenoy [guitarras eléctricas y acústicas, voz]. El estilo de este grupo siempre se caracterizó por su forma tan dinámica y robusta de manejar las atmósferas y arreglos complejos predominantes en sus composiciones, aunando recursos varios para armar una sólida arquitectura ecléctica: heavy prog, esquemas Crimsonianos, jazz-rock de tenor agresivo, math rock, psicodelia, incluso trazos inconfundibles de las corrientes rockeras que estuvieron en auge durante buena parte de los 90’s, no faltando además alguna que otra pieza acústica de inspiración bucólica. El asunto es que la existencia efímera de este grupo tiene algún matiz terriblemente trágico en sus instancias finales – cosa que aclararemos más adelante – pero, ante todo, lo importante es recordar su legado con una actitud respetuosa, que bien se lo merecen estos tipos de 4/3 DE TRIO.


Su disco de debut, titulado “Faiblesse” y publicado en 1999 por Musea Records, es un catálogo muy ecléctico que a veces puede ser percibido como carente de una coherencia completa a lo largo de la diversidad de su repertorio, aunque otra opción hermenéutica válida es que se trata de un manifiesto explícito de sus deseos de crecer tras un impetuoso nacimiento. También se puede notar que el departamento de los teclados no tiene tanta presencia como posteriormente se sentirá en el segundo disco “Ersatz”, pero, al fin y al cabo, este disco está lleno de ingenio y potencia, explayados en un repertorio tan variopinto como extenso. El tema homónimo abre el disco con una mezcla de heavy prog y stoner, sazonada con una buena dosis de esa peculiar psicodelia Crimsoniana tan cara para la vasta mayoría de grupos progresivos de vertiente pesada. La breve sección cantada establece un momento de languidez ceremoniosa. Este comienzo tan exultante encuentra un balance en el siguiente tema,’ Os’, cuya ambientación general parece pretender crear un puente entre el estándar del grunge y el jam-rock de tendencias progresivas: esta impresión se incrementa con el talante muy a lo Eddie Vedder que porta el canto del guitarrista Fenoy. Elsa Klajnberg funge de corista para la ocasión.  Luego sigue ‘Queen Wilson’, una de las gemas más notables dentro de la breve trayectoria del grupo; aunque en vivo este tema solía extenderse hasta los 8 y 9 minutos de duración, esta versión de estudio llega a poco más de 5. Las dosis de polenta y excitante neurosis desplegadas en los riffs inteligentemente entrecortados de la primera mitad se afianzan eficazmente a través de su desarrollo, muy a lo math-rock. La segunda mitad es una letanía típicamente Crimsoniana (etapa “Red”) donde las capas de Mellotrón saben abrirse paso poco a poco entre los guitarreos y la poderosa dupla rítmica, asumiendo finalmente el rol protagónico. ¿Será el título en sí de la pieza un homenaje irónico a KING CRIMSON? Sin romper con este momentum de intensidad, ‘Marie J.’ prosigue por un rumbo distinto: jazz-rock de raigambre pesada y con un fuerte componente funky, afín a ATTENTION DEFICIT y CAB. Para la parte cantada del final, el ensamble se embarca en un pasaje más sutil y relajado. ‘Vicious Heart’ es una composición que se cae de madura: una canción netamente grunge muy en onda con lo que hacían STONE TEMPLE PILOTS y PEARL JAM – ahora Fenoy quiere jugar a ser concursante en un evento de imitadores del “extraviado divo” Scott Weiland, casi susurrando durante el lento pasaje inicial y luego desplegando un enojo contenido en la sección más fuerte.



Para el momento en que tiene que emerger ‘En Depit’, el cuarteto regresa de lleno a los terrenos de la plurivalencia progresiva, esta vez por la vertiente de predominio del prog-metal: el tema tiene suficientes variantes en sus ambientes como para evitar cualquier tentación de monotonía. Podemos notar aquí que el grupo tiene bien estudiado los paradigmas respectivos de DREAM THEATER, FATES WARNING y MESSHUGGAH, así como algunos recursos de jazz-rock experimental ocasionales. ‘Spare Yourself The Pain’ es una balada acústica que dura 2 minutos, estableciendo otro nexo con el grunge, esta vez desde su faceta más intimista, y como el grupo no se siente cómodo acomodándose a fórmulas fijas durante instancias muy prolongadas, lo que sigue a continuación, ‘The Taste Of You’, es un ejercicio de math-rock que muy bien puede describirse como un homenaje a DON CABALLERO merced a su exigente swing entusiasta, bien elaborado sobre un tempo que de por sí no demasiado frenético. El giro hacia PRIMUS que cobrael epílogo es bastante simpático, creando un clímax particular donde la inicialmente reinante neurosis surrealista vira hacia un dadaísmo juguetón. ‘Ma Devise’ retoma los recursos del grunge y el stoner en una mezcla curiosa dentro del esquema de una semi-balada rockera: el empleo de una coral Mellotrónica crea una aureola hipnótica para el cierre. Con sus casi 9 minutos y medio de duración, ‘Loe’ es el tema más extenso del disco: se trata de una pieza acústica, dominada por lossucesivos motivos desarrollados por las guitarras acústicas duales, cuyos coloridos aparecen debidamente completados por las percusiones subyacentes. En este tema hallamos algunos motivos pastorales, otros centrados en talantes académicos, e incluso varias excursiones fusionescas que me suenan (al menos, en parte) emparentadas con la bossa nova. Las vibraciones frontalmente rockerasregresan con ‘Acore’, pieza no muy larga que apela a la polenta del prog metal y el dinamismo bizarro del math-rock. ‘Ile’ es un breve blues acústico signado por un ambiente grisáceo, mientras que el tema de cierre ‘Dying For Religion’ – que dura poco más de 7 ½ minutos – nosofrece unas ambientaciones envolventes con una extraña pero efectiva mezcla de post-rock y psicodelia pesada, la misma que se corona finalmente con un colorido viaje progresivo donde confluyen el jazz-rock y el prog-metal. Tal vez se trate de la más exquisita manifestación del refinado punche del baterista Peregon. Un final alrojo vivo para “Faiblesse”, un muy buen disco que, a pesar de no contar con una consistencia del todo bien lograda, conforma una instauración importante y llamativa para la visión musical de 4/3 DE TRIO.


Llegamos ahora al segundo y último disco de 4/3 DE TRIO, titulado “Ersatz” y publicado en el 2004 por el sello Musea Records también. ¿Por qué tanta distancia cronológica respecto al primer disco? Resulta que este jovencísimo aquelarre de inquietas mentes rockeras se había separado cuando estaba a punto de entrar a los estudios para grabar su segundo disco tras haber trabajado meticulosamente en las maquetas previas. A pocos meses de haberse dado esta prematura disolución, el baterista Didier Péregon trágicamente falleció de un accidente de tráfico, y conmovidos por esta situación, los tres miembros restantes se reunieron para grabar este segundo disco de todas maneras, usando las bases de batería que Pégeron tenía almacenadas en unos demos. También añadieron dos temas compuestos y ejecutados exclusivamente por el miembro ausente, quien estaba viendo la oportunidad de crear un proyecto de prog-metal experimental por su cuenta: en fin, “Ersatz” está dedicado a su memoria. En líneas generales, este segundo y semi-póstumo disco resulta un trabajo estupendo y excitante en el cual el grupo demostraba a todas luces que había madurado y focalizado mejor su propuesta ecléctica, centrada ahora en la confluencia de psicodelia, jazz-rock robusto, rock duro complejo, RIO y ciertas sazones de sinfonismo sombrío de inspiración escandinava. En muchos aspectos, la música de 4/3 DE TRIO tiene en este momento varias equivalencias con las propuestas de bandas como XAAL, TAAL, ANEKDOTEN y el DJAM KARET más tirado a KING CRIMSON. En esta ocasión, las responsabilidades instrumentales estaban repartidas así: Didier Pégeron [batería, percusión, secuenciador] Guillaume Fenoy [guitarras, piano en una canción, canto en otra], Roman Gayral [bajo, trompeta, piano en una canción] y Sébastien Gramond [teclados, piano, sintetizadores, mellotrón, órgano, guitarra, violín en una canción]. También contaba el grupo con unos cuantos colaboradores ocasionales como Raphael Cartellier [saxos, flauta y mandolina en 3], Elsa Klajnberg [canto] y un ensamble de cuerdas conformado por los cellistas Emmanuelle Cattin y Lucie Cheverye, el contrabajista Thierry Reocreux y los violinistas Olaf Schweitzer, Jason Mènoc, Martine Fagot y Matilde Chavent.


‘Solmhinärm’ da inicio al disco entrando con una majestuosa sección de cuerdas, la cual se siente entre melancólica y tétrica: con la entrada de la batería, y luego el grupo en pleno, el dinamismo se apodera de la escena con gancho y convicción. El mellotrón de coros y las fieras intervenciones de guitarra ayudan a afianzar la intensidad emocional signada por la perpetuamente presente orquesta. Toda esta ambientación dramática se instaura con un encanto tan tiránico como desafiante, abrazando al espíritu del oyente con una embargadora niebla emocional. Luego sigue la pieza homónima, la cual está construida al modo de un híbrido entre el swing del jazz y una vibración rockera bien pronunciada y un manejo frippiano de la guitarra en varios fraseos; la introducción de adornos cósmicos a finales del quinto minuto funciona como un efectivo preámbulo para el alucinado clímax final, el cual incluye un solo de órgano espectacular. Es en momentos como éste en que sus compatriotas de XAAL (a propósito, otra banda joven finiquitada prematuramente) se nos vienen a la cabeza como paralelo, aunque en comparación, el bloque sonoro de 4/3 DE TRIO se siente más compacto en lo que se refiere a la plasmación de plenitud sónica. ‘Bleu Cerise’ comienza con sonidos aleatorios de trompeta, saxo, violín y percusiones, hasta que el grupo irrumpe en la sección principal, basada en una cruza de PRESENT, prog-metal y dejos claramente Crimsonianos. Los últimos 40 segundos son aprovechados para la creación de un final reposado y medido, el mismo que impone un aura de misterioso señorío. Como dato curioso, resulta que para esta pieza, Fenoy y Gayral se alternan en los aportes de piano. ‘Ayahusca’ (imaginamos que alude a la ayahuasca, la tradicional planta andina) camina por un territorio semejante al del tema precedente, aunque con un tono menos opresivo y un pilar rítmico menos galopante – eso sí, los solos de guitarra siguen siendo igual de musculares y la sensación que inspira el vigor rockero en curso nunca deja de ser estimulantemente amenazante. En líneas generales, la ley de la robustez y el gancho sigue imperando por doquier en la imaginación musical de la banda.

Las cosas se ponen muchos más calmadas con el hermoso dueto de guitarras clásicas compuesto y grabado por Fenoy; el motivo tiene muchos aires a lo VILLA-LOBOS, y la verdad que este momento de relax emocional es muy bienvenido, teniendo en cuenta no solo lo que ha venido antes sino lo que nos espera acto seguido, el tour-de-force del disco. En efecto, ‘Kossmokardak’ es un maratón musical de 16 minutos que permite a los músicos disponer de espacio suficiente para meter una buena cantidad de registros en una ilación fluida y consistente. Se trata de la única composición de Gramond para el álbum, pero con este único aporte se luce como creador. Jazz-rock tenue basado en alusiones, pasajes más explícitos y viscerales de corte hard rock con genuina complejidad progresiva, sólidos juegos de contrapuntos, solos de órgano que oscilan entre la pomposidad juguetona de un KEITH EMERSON y la elegante robustez de un MIKE RATLEDGE, orquestaciones masivas de teclado-guitarra sostenidas firmemente por la dupla rítmica. Una mención especial debe ir para el solo de sintetizador que aparece en el clímax final, el cual es simplemente espectacular. ‘La Blonde’ concluye el repertorio “oficial” con una tonada en 3/4 al modo de un blues tocado poco antes del epílogo de la noche en un jazz bar: Elsa Klajnberg hace una efectiva impostación de diva distante con su canto sosegado, mientras el guitarrista Fenoy le acompaña en la segunda voz. Finalizada la parte cantada, emergen sucesivamente las cortinas de mellotrón, el solo dual de las guitarras y el solo de órgano, mientras el baterista se luce en ornamentos percusivos impresionantes sin caer en lo exagerado. Los dos bonus tracks, tal como se dijo anteriormente, fueron grabados por el baterista difunto, quien para la ocasión duplicó su presencia al asumir el rol de guitarrista con tremenda solvencia. La producción de sonido de ‘D.Dar #1’ y ‘D.Dar #2’ no es tan clara como en los demás temas, pero es más que aceptable teniendo en cuenta su condición de maquetas. Además, dada la fiereza de estos ítems, mucho más cercanos al prog-metal técnico que a la psicodelia del ensamble, estos dos últimos ítems permiten al oyente avizorar lo que Pérgeron tenía en mente para su propia visión musical. En cuanto a los matices diferenciados entre ‘D.Dar #1’ y ‘D.Dar #2’, cabe especificar que el primero ostenta una pesadez más estilizada y una ingeniería estructural más sofisticada que el segundo. Lo que son las cosas del destino y del azar: lo que se inició como el primer paso de una nueva vía musical terminó siendo el pasaje final de un legado específico que ya no existe más.

   

No hay manera de recordar a 4/3 DE TRIO y no ver en este grupo a una entidad ingeniosa que planteaba un enfoque interesante para el reforzamiento del revival progresivo de su país de los 90’s con un horizonte proyectado hacia el nuevo milenio. Esto es fácil de notar a pesar de las circunstancias tan especiales bajo las que se abortó y luego retomó el segundo disco “Ersatz”. Como sea, que sirva esta retrospectiva para revalorar el legado de 4/3 DE TRIO y apreciarlo en una memoria melómana perenne.


Muestras de 4/3 DE TRIO.-


[Esta reseña contiene información vertida en los enlaces de La Caja De Músicahttp://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/43detrio_faiblesse.html y http://www.dlsi.ua.es/~inesta/LCDM/Discos/43detrio_ersatz.html]

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