PM SYNDICATE y su disco del año pasado 2017 “The Spirit Is Resilient” ocupan nuestra atención en esta ocasión... una ocasión un tanto impuntual, es cierto. Este ensamble cultor de un jazzz vanguardista con ocasionales tintes progresivos fue fundado por Pat Moran, permanente compositor del material del grupo y perpetuo líder del mismo. Entrenado en la guitarra y el bajo, y también ávido estudioso del trombón, la mandolina y las percusiones, aquí él se hace cargo del bajo y del piano eléctrico. Sus compañeros de viaje son Aaron Kierbel [batería y percusión], Michael Bello [saxo tenor], Liz Larson [trombón tenor] y Jason Ditzian [clarinete, clarinete bajo y ney turco]. Moran es un músico estadounidense que emigró al Reino Unido en el año 2015 y hasta el día de hoy sigue residiendo allí. Sumando su periodo estadounidense y su actual estancia británica nos topamos con una carrera muy prolífica que incluye membrecías sucesivas en ensambles experimentales y eclécticos como KHI DARAG, INNER EAR BRIGADE, YESTERDAY’S CAMEL y UNRELIABLE WITNESS, así como un par de discos
solistas publicados en diferentes momentos del año 2015, titulados “The Wind Up”
y “We Rise Like Mountain Tops”, respectivamente. Tenemos en Moran un tipo
bastante prolífico y, en este caso del ensamble PM SYNDICATE, una oportunidad
que él se da para desarrollar y ampliar su versátil visión musical (mayormente hibridizada
entre el jazz contemporáneo, el rock-in-opposition y la psicodelia progresiva)
dentro de un contexto grupal. Sin duda, el empleo sistemático de vientos con
prioridad de sonidos tenores y bajos junto con el empleo sutil de los
ornamentos de los pocos teclados partícipes conforma un núcleo central y
definitorio del esquema de trabajo de PM SYNDICATE: lo atmosférico y las
cadencias se erigen en protagonistas recurrentes del armazón sónico creado para
cada pieza en particular. Grabado entre diciembre del 2016 y enero del siguiente año, finalmente se publicó en setiembre del 2017.
‘Random Phantom’ abre el disco con una parsimonia impresionista meticulosa y deliciosa: el groove en 6/8 es manejado con una sobriedad un tanto otoñal que permite al bajo resaltar u punzante precisión mientras las maderas van dibujando excelentes retazos melódicos que se van superponiendo y complementando con perfecta fluidez. El segundo tema, que se titula ‘Blue 32’, deriva el dominio de lo relajado hacia un terreno decididamente contemplativo, ciertamente signado por la nostalgia, inconfundiblemente guiado por una luminosidad celosamente introspectiva. La lacónica escarcha que arrojan las notas del piano eléctrico entran a tallar para reforzar el groove diseñado para la ocasión mientras los arreglos de viento exhiben una comedida exuberancia que operan como perfecto contrapelo a lo anterior. La esencia de esta pieza es magnificencia y su explayamiento ha sido marcado por una sobriedad refinadamente puntillosa. Justamente es esta aureola de refinamiento lo que se perpetúa en el tercer tema del disco, el cual se titula ‘First Time, Last Time’. Su sección prologar consiste en una relativamente larga amalgama de vientos que se extiende ante nuestros oídos como una agradable niebla; una vez ingresado el esquema rítmico, el ensamble aplica el juego del nu-jazz con elegante pulso. El empleo de ocasionales arreglos percusivos es un buen recurso para poner un matiz de pura alegría al asunto. Tenemos aquí un primer cénit del álbum. Durando poco más de 9 1⁄4 minutos, ‘As Dust Settles’ se erige como la pieza más extensa del repertorio. Su esquema de trabajo se desarrolla sobre un swing de inspiración Latin-jazzera mientras los vientos juegan con motivos de inspiración mediterránea. Cuando la pieza está muy avanzada, la dupla rítmica decide intensificar notablemente su groove para crear una especie de clímax intermedio antes de volver al punto inicial para el último minuto y medio. Aquí hemos disfrutado de un momento de leve calidez arropada bajo un manto otoñal.
‘Old Town Throw Down’ vuelve en pleno al área del nu-jazz pero esta vez sobre unos cimientos de fusión caribeña al estilo del reggae. El swing creado por la dupla rítmica no deja lugar para confusiones aunque es justo señalar que los arreglos de viento están más bien focalizados en el legado de los WEATHER REPORT (la etapa de sus tres primeros álbumes). Nos vamos acercando al final del disco cuando llega el turno de ‘Syzygy’, un tema que establece puntos de conexión y compenetración entre el avant-jazz y el rock-in-opposition (al estilo de UNIVERS ZÉRO durante su época 83-86) sin utilizar muy a fondo las aristas más extravagantes y chocantes de ambas provincias estilísticas. Sin ser precisamente relajante, la pieza adopta un permanente aura de sobrio señorío a través de la bien delineada atmósfera de inquietud metafísica que impregna al desarrollo temático, conquistando así un segundo y definitivo cénit para el repertorio de este álbum. Con su patente alusión a la despedida en el título, ‘Until Next Time’ pone el cierre definitivo para el repertorio con una especie de prolongación del espíritu tenebrista de la pieza precedente, pero en lo más profundo se trata de un elegante ejercicio de etéreo minimalismo. El elemento avant-progresivo entró para quedarse en un sitial destacado dentro de la lógica sonora en curso, esta vez con un patente acento en lo crepuscular que, aunque hace alusión a la nocturnidad, remite más bien a la oscuridad que llega par aapaciguar el ánimo e invitarlo a descansar hasta el amanecer del siguiente día, no para sacudirnos con matices amenazantes ni nada por el estilo. Todo esto fue lo que hallamos y disfrutamos en este bello disco titulado “The Spirit Is Resilient”, una de las propuestas más interesantes dentro del mundo del jazz-progresivo contemporáneo: la manera en que nos ha impresionado el ensamble de PM SYNDICATE es un estímulo para investigar en la obra de Pat Moran, un músico y compositor que promete seguir haciendo cosas interesantes para la vanguardia musical del momento.
‘Old Town Throw Down’ vuelve en pleno al área del nu-jazz pero esta vez sobre unos cimientos de fusión caribeña al estilo del reggae. El swing creado por la dupla rítmica no deja lugar para confusiones aunque es justo señalar que los arreglos de viento están más bien focalizados en el legado de los WEATHER REPORT (la etapa de sus tres primeros álbumes). Nos vamos acercando al final del disco cuando llega el turno de ‘Syzygy’, un tema que establece puntos de conexión y compenetración entre el avant-jazz y el rock-in-opposition (al estilo de UNIVERS ZÉRO durante su época 83-86) sin utilizar muy a fondo las aristas más extravagantes y chocantes de ambas provincias estilísticas. Sin ser precisamente relajante, la pieza adopta un permanente aura de sobrio señorío a través de la bien delineada atmósfera de inquietud metafísica que impregna al desarrollo temático, conquistando así un segundo y definitivo cénit para el repertorio de este álbum. Con su patente alusión a la despedida en el título, ‘Until Next Time’ pone el cierre definitivo para el repertorio con una especie de prolongación del espíritu tenebrista de la pieza precedente, pero en lo más profundo se trata de un elegante ejercicio de etéreo minimalismo. El elemento avant-progresivo entró para quedarse en un sitial destacado dentro de la lógica sonora en curso, esta vez con un patente acento en lo crepuscular que, aunque hace alusión a la nocturnidad, remite más bien a la oscuridad que llega par aapaciguar el ánimo e invitarlo a descansar hasta el amanecer del siguiente día, no para sacudirnos con matices amenazantes ni nada por el estilo. Todo esto fue lo que hallamos y disfrutamos en este bello disco titulado “The Spirit Is Resilient”, una de las propuestas más interesantes dentro del mundo del jazz-progresivo contemporáneo: la manera en que nos ha impresionado el ensamble de PM SYNDICATE es un estímulo para investigar en la obra de Pat Moran, un músico y compositor que promete seguir haciendo cosas interesantes para la vanguardia musical del momento.
Muestras
de “The Spirit Is Resilient”.-
Old
Town Throw Down: https://pmsyndicate.bandcamp.com/track/old-town-throw-down
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