Hoy tenemos la muy especial ocasión de presentar el disco de un muy especial proyecto: el de JOSÉ MARÍA BLANC, quien por muchos años fue guitarrista y cantante de ese grandioso grupo representativo de la élite progresiva argentina PABLO EL ENTERRADOR. Ahora se trata de seguir adelant con el legado de esta legendaria banda mientras se asume que hay una nueva época que exige un rebautizo, y el nuevo nombre es el que titula al disco al cual nos referiremos en esta ocasión: “La Herencia De Pablo”. El disco en cuestión fue publicado por el sello Viajero Inmóvil el día 23 del pasado mes de marzo. Esta vez, BLANC se ocupa de los teclados, las programaciones de ritmo y el habitual rol al canto, completándose el trío nuclear con otro teclista llamado Jorge Urquilla y Pablo López, quien se hace cargo de las guitarras eléctricas y acústica. La lista de músicos de apoyo incluye al baterista de PABLO EL ENTERRADOR, su amigo de años y años Marcelo Sali, además de otros bateristas que son Iván Louro y Sergio Schegtel, mientras que las labores al bajo son repartidas entre Ariel Martín y Pepe Moscuen. Que no nos tome este aparentemente extraño juego de roles por sorpresa, BLANC forma parte de otros proyectos musicales en la escena rockera rosarina y lo hace como teclista (LA BARCA). En lo que concierne a la gestación de “La Herencia De Pablo” como obra solista suya, se trata de la urgencia de seguir el llamado de las Musas para seguir perpetuando la vitalidad artística de PABLO EL ENTERRADOR aunque el grupo como tal ya no exista más: en palabras del propio BLANC, PABLO EL ENTERRADOR era más que un grupo, un estilo de vida y una bandera.* Bueno, veamos ahora los detalles del repertorio contenido en el disco que ahora tenemos a nuestra disposición.
Se abre el disco con ‘Eclipse’, pieza de poco más de tres minutos y medio cuya estructura melódica y swing se basan en una mágica confluencia de barroquismo y aires folclóricos, la cual se focaliza adecuadamente en una refinada ingeniería sinfónica. Un proemio fabuloso para el repertorio... que todavía queda mucho por escuchar. A continuación sigue ‘Mira El Cielo Que No Tengo’, canción que se explaya hasta casi 9 minutos de duración y que parece diseñada para condensar y sintetizar las aristas más fastuosas de la línea de trabajo general del disco. Moviéndose sobre un compás de 7/8 manejado en un medio tiempo, este tema ostenta una espiritualidad envolvente muy semejante a los ambientes más recurrentes que habíamos encontrado en el tercer y final disco de PABLO EL ENTERRADOR (de lo mejor que dio el rock progresivo argentino al mundo en el año 2018). Las confluencias y diálogos entre las armonías destacadas de los teclados y los ensoñadores fraseos de la primera guitarra focalizan enfocan la mayor parte del encanto irresistible de esta canción mientras los minutos y segundos van pasando sin que nos demos cuenta. Aquí está el primer cénit decisivo del disco. Cuando llega el turno de ‘¿Quién Sabe Algo?’, el ensamble decide comenzar en clave etérea con solo los teclados y la voz, la cual expone una letra bastante airada. El intermedio instrumental ya brinda al encuadre instrumental entero la oportunidad de crear un paisaje sonoro pletórico de magnificencia antes de que la breve coda vuelva al ambiente inicial. El carácter celestialmente refinado del sonido grupal se mantiene firme, con lo cual tenemos ya otro cénit del álbum. Lo que sigue es el concepto de ‘El Garante’, cuyas dos primeras partes ocupan conjuntamente un espacio de casi 14 minutos. La primera parte se titula ‘Introducción Al Infierno’ y su esquema de trabajo se basa en una modernización del estándar sinfónico, muy al modo de los CAMEL de la primera mitad de los 80s pero con una labor más sensiblemente jazzera en el swing básico. La segunda parte se titula ‘Sobre Las Sombras’ y su enfoque es más solemne que en la anterior. Contando también con herramientas electrónicas para la base rítmica, esta pieza exhibe un talante blasonado y grave, lo cual significa darle un viraje adusto y escrupuloso a la atmósfera espiritual heredada de la primera parte: la idea funcionó a las mil maravillas, así nos parece.
En lo que queda del repertorio del disco, el ensamble se centrará mayormente en explorar el formato de canción y apelar a la llegada más inmediata del atractivo melódico de cada composición aunque, claro está, sin abandonar el preciosismo propio del discurso del rock sinfónico. Esto ya lo notamos fehacientemente en ‘El Limonero Del Descanso’, canción que se orienta hacia una dimensión amablemente accesible, tratándose básicamente de un ítem pop donde las labores de los dobles teclados permiten canalizar efectivas estilizaciones progresivas. Al arribar el antepenúltimo tema del disco, titulado ‘Crece’, recibimos una demostración de gráciles atmósferas palaciegas: esta vez la instrumentación se mete a fondo en el clasicismo en una especie de cruza entre lo que PABLO EL ENTERRADOR hizo en varias canciones de su segundo álbum y la faceta más intimista de SERÚ GIRÁN sobre un trasfondo empapado del legado Genesiano. Dado lo perfectamente aprovechados que están sus relativamente concisos 3 3⁄4 minutos, solo cabe añadir que el bloque de esta canción es simple y llanamente precioso. La dupla de ‘La Palabra Final’ y ‘A Tu Corazón’ cierra el repertorio con un muy impactante despliegue de candor melódico que eficazmente refuerza el espíritu de consistencia estética que ha atravesado a todo el disco. En el caso de ‘La Palabra Final’ tenemos una canción muy ágil y llamativa donde se deja relucir varios estándares del sinfonismo moderno. Una mención especial debe ir para los aportes del bajo, los cuales gestan una cadencia distinguida al relativamente sencillo patrón rítmico utilizado para la ocasión. ‘A Tu Corazón’ se arroja hacia los brazos de la melancolía pero con una mesurada elasticidad que permite que la cualidad flotante del desarrollo melódico y los arreglos ostenten una luminosidad hipnótica. Los vuelos de la guitarra eléctrica en las instancias finales de la canción portan una refrescante sobriedad mientras la labor de la dupla rítmica impulsa un swing muy interesante bajo las bien perfiladas capas de teclado.
Todo esto fue lo que se nos brindó en “La Herencia De Pablo”, un disco dueño de una hermosura estilizada y un candor aristocrático que se imponen con elegante autoridad. JOSÉ MARÍA BLANC ha capturado muchas claves de lo que fue la esencia musical histórica de PABLO EL ENTERRADOR y les ha dado una vitalidad nueva con la ayuda de sus compañeros constantes y sus colaboradores ocasionales. Este disco es un ítem musical pero también algo más; es una declaración jurada sobre la genuina vigencia de una herencia progresiva que nunca podrá enterrarse.
Muestras de “La Herencia De Pablo”.-
Mira El Cielo Que No Tengo: https://www.youtube.com/watch?v=mVd56hOMvew
¿Quién Sabe Algo?: https://viajeroinmovilrecords.bandcamp.com/track/qui-n-sabe-algo
* Entrevista sobre el concierto de presentación de “La Herencia De Pablo” en julio de 2016. Enlace: https://www.lacapital.com.ar/escenario/pablo-el-enterrador-presenta-manana-su-nuevo-material-la-herencia-pablo-n1134967.html
No comments:
Post a Comment