Friday, October 25, 2019

JEAN-MICHEL JARRE y la infinitud de un equinoccio musical paradigmático



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

JEAN-MICHEL JARRE nos sorprendió a lo grande en noviembre del pasado año 2018 con la publicación de un disco diseñado para celebrar lo que entonces se signaba como el tiempo del  40mo. aniversario de su paradigmático segundo álbum “Equinoxe”: el disco en cuestión se concibió como una secuela de ese concepto bajo el título de “Equinoxe Infinity”Con una secuencia de 10 Movimientos que dura casi 40 minutos redondos, toda la obra consiste en una inspirada labor de remodelación sistematizada de las atmósferas del primer “Equinoxe” mientras le da una intensidad nueva al asunto, tanto en lo referente a los desarrollos musicales como a las minuciosas orquestaciones y atmósferas elaboradas desde el tonelaje de sintetizadores empleados. La lista es muy larga: Yamaha CS80, Arturia ARP 2600, EMS VCS 3, Synthi AKS, Eminent 310, Roland Paraphonic 505, Minipops, Mellotrón, Korg PA-600, Polyphonic Ensemble y Korg MS-20, Erica Synths Modular System, OPI, Modular Roland System 500 1 & 8, Roland Boutiques, Nord Lead 2 y Modular, Small Stone, Electric Mistress, Big Sky & Capistan, Moog Sub 37, Pedales Moog Taurus 1 y Animoog, Omnisphere, NI Kontakt y Reaktor, Dune 2, Legend, Spitfire Boom, Replica XT, Satin, Valhalla y Digisequencer. El disco e ncuestión fue publicado por 
Sony Music el 16 de noviembre de 2018 para ser distribuido por Columbia Records.​ Sus procesos de preproducción, grabación y mezcla tuvieron lugar en los JMJ Studios (como se puede notar, de propiedad del propio JEAN-MICHEL JARRE), pasando la labor de masterización a los Yakuda Mastering Studios de David Perreau, un recurrente colaborador de JARRE. Bueno, ahora que estamos a casi un año de la publicación de “Equinoxe Infinity”, repasamos los detalles del catálogo allí contenido con la perspectiva del tiempo. 


‘The Watchers (Movement 1)’ pone el punto de inicio a las cosas con unos aires etéreos suavemente condimentados con recursos melódicos de parte de uno de los sintetizadores operantes, uno que delinea algunas frases sutiles. Desde allí emerge ‘Flying Totems (Movement 2)’, pieza que arma el primer motif reconocible del álbum y lo hace utilizando unos climas flotantes para el desarrollo temático mientras todo el entorno se siente como un desván cósmico donde arman ornamentos varios, ya sea en forma de ecos electrónicos circunvalantes, ya sea en forma de enclaves orquestales gráciles. Una pieza muy bella que dura poco menos de 4 minutos. El dinamismo de ‘Robots Don’t Cry (Movement 3)’ se impulsa desde el que tuvo lugar en la pieza precedente y halla un foco más definido tanto en el groove global como en el desarrollo temático. Las cosas transitan desde el imperio de la gracilidad al de la agilidad. Cuando llega el turno de ‘All That You Leave Behind (Movement 4)’, ya los últimos segundos de calma introspectiva deRobots Don’t Cry’ anticipaban lo que habrá de tener lugar ahora: un ejercicio de ceremoniosidad flotante con talante grave y ribetes abstractos, primero con un prólogo misterioso y luego con un cuerpo central lento que emula languidez reflexiva desde la cual se motiva pensamientos y reflexiones sobre un mundo que ya no existe, pero cuyas huellas en la memoria siguen vivas. Con la dupla de ‘If The Wind Could Speak (Movement 5)’ e ‘Infinity (Movement 6)’, el tonelaje de teclados que maneja JARRE se dispone a explorar nuevas vueltas de tuerca a la misión musical que se diseñó para este disco. ‘If The Wind Could Speak (Movement 5)’ revitaliza la combinación de densidad cósmica y gracilidad que había caracterizado al esquema melódico del Segundo Movimiento, a la par que nos invita a dejarnos llevar por las corrientes marinas de los océanos de nuestras contemplaciones internas. Por su parte, ‘Infinity (Movement 6)’ se instala en el lenguaje del tecno-pop bailable, lo cual implica un viraje hacia lo meramente lúdico. Tal vez ‘Infinity (Movement 6)’ sea la sección menos impresionante de todas las que ocupan “Equinoxe Infinity”, pero su Groove permanece tras su conclusión para activar el mecanismo sonoro de ‘Machines Are Learning (Movement 7)’, una pieza cuyas vibraciones cibernéticas se adentran en el espíritu predominante de los discos de JARRE de fines de los 80s e inicios de los 90s.

 

Así las cosas, el terreno está preparado para la emergencia de la ilación de ‘The Opening (Movement 8)’ y ‘Don’t Look Back’ (Movement 9). La primera de estas piezas prosigue por la senda de electrónica contemporánea iniciada por el Séptimo Movimiento, pero esta vez ya desapareció el clima de luminosidad lúdica para ser reemplazado por otro más serio, aunque el gancho marchoso se mantiene prácticamente igual. ‘Don’t Look Back’ (Movement 9), por su parte, regresa de lleno a las atmósferas más flotantes que fueron importantes en las estructuraciones de los Movimientos Segundo al Quinto, con un especial acento en el factor melancólico del Cuarto pero una estructura más hermanada con las del Segundo y el Quinto. El Movimiento que cierra el álbum es el más largo de todos con su duración de poco más de 7 ½ minutos: nos estamos refiriendo a ‘Equinoxe Infinity (Movement 10)’. Retomando citas de los dos primeros Movimientos, su sección prologar nos anuncia que algo fastuoso y colorido está a punto de emerger para instalarse con una soltura mágica y convincente, y así lo hace, recurriendo a factores etéreos y celestiales que nos remiten tanto a los pasajes más serenos de sus dos primeros discos (especialmente, en el empleo de una secuencia armonizada como reemplazo de una base rítmica propiamente dicha) como a los más introspectivos de su fase 1982-6. Esto también hermana a JARRE con el VANGELIS de inicios de los 80s, así que tenemos aquí un auténtico gesto de reivindicación del paradigma electrónico cuando ya había dejado atrás la alquimia de los 70s para tornarse en un manifiesto de la magia modernista que, a la vez era el ensueño y la pesadilla de los 80s. En bloque, “Equinoxe Infinity” nos parece un disco bien logrado en tanto que no se limita a seguir la huella de esa joya “Equinoxe”, que siempre ha sido considerado como uno de los álbumes indiscutiblemente favoritos de los seguidores de JEAN-MICHEL JARRE, sino que también recoge una síntesis de varios otros mecanismos sonoros que empleó recurrentemente, desde la década de los 90s, este gran veterano de la electrónica. Aunque esta reseña llega un poco tarde, que conste claramente nuestro aprecio por el modo en que “Equinoxe Infinity” renovó un paradigma definitorio de la visión musical de JARRE.


Muestras de “Equinoxe Infinity”.-
Equinoxe Infinity (Movement 10):  https://www.youtube.com/watch?v=kmGSVzi7W4A

2 comments:

Greco Bastián said...

Hola César, te saluda Greco Bastián desde México. Soy también Blogger de prog desde hace muchos años, a la par de músico. Hoy fui admitido en Progarchives como artista RIO/AVANT gracias a los 3 álbumes que de manera independiente y más bien cutre he podido lanzar. Me encantaría contar con tu punto de vista en una review y un rating acorde a tus siempre atinados criterios.

Mi ficha en Progarchives está en:
http://www.progarchives.com/artist.asp?id=11044

Estos 3 discos se pueden escuchar full en mi bandcamp:
https://grecobastian.bandcamp.com

Ojalá puedas darte el tiempo de escucharlo y escribir algo sobre ello, Saludos mi estimado César!!

César Inca Mendoza Loyola said...

Gracias por la información: la anoto.

César Inca