Thursday, October 10, 2019

JOHN GHOST: el vibrante organismo de la experimentación jazz-progresiva



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Nos complace enormemente tener hoy la ocasión de presentar al grupo belga JOHN GHOST por motivo de la publicación de su disco “Airships Are Organisms” a fines del pasado mes de setiembre. La publicación corrió a cargo del sello Sdban Ultra Records, tanto en formato de CD como de vinilo. Radicado en la hermosa ciudad de Gante, en la Región Flamenca de Bélgica, JOHN GHOST es un sexteto integrado por el Rob Banken [saxofón alto, flauta y clarinete bajo], Wim Segers [vibráfono, marimbáfono y otras percusiones], Jo De Geest [guitarra y loops], Karel Cuelenaere [pianos acústico y eléctrico Fender Rhodes, y sintetizadores], Lieven Van Pee [bajo] y Elias Devoldere [batería y percusiones]. De Geest es el compositor de todo el material contenido en este trabajo fonográfico, el segundo de este ensamble tras “For A Year They Slept”, que data del año 2016 y que, al igual que este nuevo disco, se publicó en CD y en vinilo (aunque por vía de un sello diferente). La propuesta de JOHN GHOST se centra en una modalidad jazz-progresiva que combina lo vibrante y lo sutil dentro de un encuadre compositivo que traza surcos por diversos senderos de minimalismo y variadas atmósferas, las cuales a veces se encuadran en la expansión controlada de ambientes sugerentes y, otras veces, se focalizan en delicados armazones melódicos. A través de la bien perfilada y combativa fineza que emerge del encuentro de estas seis mentes, se hace notar una fuerza expresiva muy especial cuya genuina convicción se exhibe sin arrebatos. Como entidad musical, JOHN GHOST se sitúa en la misma provincia donde también habitan THE WRONG OBJECT, JAGA JAZZIST y FORGAS BAND PHENOMENA, y también nos sorprenden en varias ocasiones con trucos de expansión ecléctica bien integrados en su estricto perfil musical. Bueno, veamos ahora los detalles de “Airships Are Organisms”, ¿vale?



Durando poco más de 13 minutos, ‘Deconstructing Hymns’ exhibe en su sección prologar una serie de capas ensoñadoras de sintetizador que se agitan suavemente a través de canales celestiales. Cuando entran a tallar esos tintineos minimalistas de vibráfono con su grácil ímpetu, poco a poco se crea una maraña de cálidas irrigaciones donde la llovizna tonal nos empapa con suma delicadeza. Esto se prolonga por bastante rato, siendo así que este sutilmente absorbente interludio recién deja paso a la apertura del ensamble íntegro cuando la pieza está a punto de llegar a la frontera del sexto minuto y medio. Una vez instalado el ensamble, lo primero que se hace notar es el complicado mecanismo mediante el cual se integran el intrincado swing de la dupla rítmica con el dinamismo cristalino organizado por el teclado y la percusión tonal. La guitarra mayormente se encarga de completar el colorido de estos últimos, aunque también elabora algún solo por allí; en todo caso, la mayor parte de los solos procede del saxo. Ya para el último minuto y medio, se gesta un interesante crescendo impulsado por algunas bases densas de teclado, concluyendo todo con un breve epílogo nos devuelva al solitario vibráfono que se termina disipando en el fade-out. Tras este excelso inicio de álbum sigue la pieza homónima, la cual desarrolla un clima vivaz y saltarín que oscila entre el colorido de lo naif y la tensión bizarra de lo dadaísta. El carácter agradable y llamativo del desarrollo temático se debe en no poca medida a los enfoques elaborados por los vientos y las percusiones tonales. Los primeros, en la mayor parte del tiempo, exhiben un virtuosismo ágil e imponente que entabla un hermanamiento directo con los inteligentes recovecos armados por la dupla rítmica. Aquí hay un talante muy emparentado con el paradigma de JAGA JAZZIST, es fácil de notar. La dupla de ‘Disfunctional Rabbits: The Disfunct’ y ‘Disfunctional Rabbits: The Rabbits’ ocupa, en total, un espacio de poco más de 9 ½ minutos, siendo así que ambas piezas, con las características específicas de cada una, coinciden en explorar la faceta señorialmente sobria del grupo. El primero de estos temas, recibiendo el impacto del fulgor austero de la pieza precedente, se orienta hacia una agilidad un poco más versátil en lo referente al empleo de alternados pasajes vivaces y otros más circunspectos. Hay un hermoso solo de piano eléctrico a lo CHICK COREA que permite a una sección constreñida crear su propia luminosidad. En fin, la intensidad con la que el grupo retoma el motif inicial para la sección final nos remite al área del jazz-prog contemporáneo practicado por bandas como THE WRONG OBJECT y FORGAS BAND PHENOMENA. 

Por su parte, el segundo de estos temas mencionados comienza con un aire sigiloso que en realidad resulta engañador, pues en realidad se trata de una cadencia repetitiva de bajo y piano eléctrico que anuncia una excursión en la encrucijada del nu-jazz, el arquetipo de los WEATHER REPORT y el modelo de la MATS/MORGAN BAND. En algunos interludios, como es natural, hay engarces estilísticos con ‘Disfunctional Rabbits: The Disfunct’. Para cuando emerge ‘The Fallen Colony’, la quinta pieza del repertorio, podemos estar seguros de que la gente de JOHN GHOST ya nos ha explicado con lujo de detalles cuáles son las pautas de su línea de trabajo. Dada esta situación, la misión de ‘The Fallen Colony’ consiste en darle una vuelta de tuerca a la faceta misteriosa del grupo para darle un aire sombrío al extremadamente sutil prólogo creado para la ocasión. Reconocemos el lenguaje sonoro en curso pero estamos ahora ante un neologismo, uno que abre campo a una cierta inquietud, mas el grupo no tarda mucho en instaurar un nuevo ejercicio de dinamismos gráciles y cristalinos. Desde antes de que llegue al ecuador de la pieza, los integrantes del grupo ya están concentrados en un diálogo musical cálido y llamativo. Al fin y al cabo, la estrategia temática de esta pieza ha consistido en retomar la aventurera vivacidad de la pieza homónima e incorporar un pasaje inicial insospechadamente sombrío. Nos acercamos al final del disco cuando llega el turno de ‘Time//Traveler’, un ítem diseñado para explorar ambientaciones cósmicas desde el corazón esencial del estilo grupal: de este modo, los ornamentos sintetizados y el empleo de refinados recursos electrónicos al modo del nu-jazz se apropian de un territorio expresivo ceremonioso. A mitad de camino, las cosas se tornan más ágiles, volviendo de lleno a la lógica de coloridos arquitectónicos y cadencias complejas que el sexteto se apropia como marca de la casa. Los 8 últimos minutos del repertorio de “Airships Are Organisms” están ocupados por ‘Drones For a Sunken Mothership’. Comienza todo con unas capas cósmicas de talante otoñal para luego abrir paso a un cuerpo central orgánicamente minimalista y suntuosamente impresionista, un cuerpo que nos hace evocar a un inaudito híbrido de JAGA JAZZIST, MIKE OLDFIELD y el space-rock al estilo de los QUANTUM FANTAY. Hay una vitalidad constreñida en el desarrollo temático, el cual parece aludir más de lo que efectivamente dice, y eso funciona muy bien dentro del obediente entramado sonoro hexagonal que va fluyendo con enorme garbo hasta el instante final.



Todo esto es lo que se nos ha brindado en “Airships Are Organisms”, uno de los discos más notables y exquisitos dentro del área jazz-progresiva en el presente año 2019. El personal de JOHN GHOST nos ha dado amplias y expansivas muestras de su genio creativo dentro de la vertiente donde se mueve, por lo que solo nos queda enfatizar que este disco es muy pero que muy recomendable... ¡Recomendable al 200%! 


Muestras de “Airships Are Organisms”.-
The Fallen Colony: https://sdbanrecords.bandcamp.com/track/the-fallen-colony


[Dedicamos esta reseña a Eduardo Fanghänel González por presentarnos a este grupo a través de su programa radial Soundchaser Classic.]

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