Todavía quedan alrededor de 12 ¼ minutos de buena música, y este espectro temporal se inicia con la pieza titulada ‘Prawn’, la cual cumple con la función de retomar la remodelada influencia de THE COSMIC JOKERS sobre un esquema rítmico signado por neuróticas pulsaciones al modo de CAN y un dinamismo atmosférico al estilo de GILA. Hay algo muy llamativo en esta pieza que nos hace desear que se explayara más allá de los 3 ½ minutos de espacio que el grupo le reservó, pero para portar la última antorcha de fastuosidad sónica del disco está ‘Passage’. Ésta es la pieza más larga del álbum con sus casi 8 ¾ minutos de duración, y también es la encargada de cerrarlo. Su misión central es la de sintetizar los ambientes predominantes de ‘Ghost In A Bag’ y ‘Ekoshok’, gestando y desarrollando una estupenda mezcla de robustez psicodelia y mágica soltura acid-folk sobre un trasfondo krautrockero a lo AGITATION FREE. La elegante musculatura del esquema rítmico tribal y las agitaciones de la guitarra se dejan arropar por flotantes capas de teclado; éstas alternan momentos de sutileza con otros de absorbente densidad mientras el jam va asentando su propio terreno expresionista, incorporando algunos retazos fusionescos en algunos pasajes estratégicos. A fin de cuentas, esta pieza aportó el cénit definitorio para el repertorio.... y bien, todo esto es lo que se nos ofreció en “Encoded” de parte del personal de ELECTRIC ORANGE. Hemos gozado de una exhibición de sólidas estrategias progresivas que dan vida nueva a los inmortales arquetipos del space-rock y el krautrock. Tal como señalamos en el primer párrafo de la presente reseña, este grupo demuestra que todavía es dueña legítima de su posición señera dentro de la psicodelia progresiva europea de nuestros tiempos.
Sigo tan sediento de absoluto como cuando tenia veinte años, pero la delicada crispacion, la delicia acida y mordiente del acto creador o de la simple contemplacion de la belleza, no me parecen ya un premio, un acceso a una realidad absoluta y satisfactoria.
Wednesday, July 22, 2020
El renovado código de activación de la propuesta musical de los alemanes ELECTRIC ORANGE
HOLA, AMIGOS DE
AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy presentamos el nuevo trabajo
discográfico de la banda alemana ELECTRIC ORANGE, una veterana entidad musical
que se dedica a desarrollar una versión modernizada de krautrock y psicodelia
desde inicios de los 90s, siendo así que su álbum de debut, titulado al igual
que la banda, data del año 1993. A fines del pasado mes de junio, con la
alineación cuatripartita de Dirk Bittner [guitarras eléctrica y lap steel, voz,
percusión y samplers], Dirk Jan Müller [órgano Hammond, sintetizadores Mini-Moog y NYX, y vocoder], Tom Rückwald [bajo, contrabajo y guitarra Drop] y Georg Monheim
[batería, percusión y grifo de agua], el grupo ha publicado “Encoded”, el ítem
de estudio #16 de su currículo. Se nota con este nuevo disco que los ELECTRIC
ORANGE han recabado nuevas fuerzas para seguir creando y grabando piezas
enérgicas e interesantes dentro de su bien delineado esquema sonoro, el cual tiene un epicentro retor-krautrock, pero también abraza elementos de space-rock y jazz-rock con talante psicodélico. De hecho,
con el transcurrir de los años, el grupo no ha sufrido estragos en el
desarrollo de su expresividad, lo cual explica cuán recurrentemente bien han
sido recibidos sus discos producidos a lo largo de la segunda década del
milenio (“Netto”, “Volume 10”, “Misophonia”, “EOXXV”, que datan entre los años
2011 y 2017). Según nos parece, “Encoded” – disco que no llega a completar los
40 minutos de duración – merece igual consideración, y en tanto tal, promete ser un nuevo referente para la voz propia de los ELECTRIC ORANGE. Todo el material contenido aquí fue grabado en diversas sesiones realizadas en el año pasado e inicios del presente en el Studio Fleisch de Aachen, con la producción final completada en marzo y la ulterior masterización hecha por el mismísimo Eroc (el legendario baterista-percusionista de GROBSCHNITT) en su estudio The Ranch. Bueno, vayamos ahora a los detalles del repertorio de este disco.
Con sus 8 ½ minutos de duración, ‘Partial Encode’
abre al álbum estableciendo un groove llamativo y ágil sobre el cual la
instrumentación organiza un motif recurrente donde el derroche de gracilidad y la
elaboración de amables climas ensoñadores dictan la pauta para el jam central. Tenemos
aquí un perfecto híbrido entre el STEVE HILLAGE de la época de “Green” y la
faceta más etérea de los OZRIC TENTACLES de la primera mitad de los 90s: un
ejercicio de space-rock evocativo con comedidas sensibilidades jazzeras. El rol
sobrio asumido por la guitarra le permite centrarse en texturas y bases
armónicas mientras las capas de sintetizador, los exorcismos de vocoder y la mesurada
robustez de la dupla rítmica comparten el protagonismo en esta exhibición de luminosos
climas cósmicos. ‘Low’, que dura menos de 3 minutos, sigue a continuación para
establecer un conciso despliegue de densas capas etéreas marcadas por una espiritualidad
abstracta, un poco al modo de un híbrido entre el ASH RA electrónico y los
TANGERINE DREAM de la etapa 73-74. De este modo, el terreno está preparado para
la emergencia de ‘Ekoshock’, pieza que nos lleva a los terrenos de THE COSMIC
JOKERS y los AMON DÜÜL II de la etapa 70-72, mientras establece ciertas afinidades
estilísticas con la banda compatriota SPACE DEBRIS. El escenario celestial que
nos había pintado la pieza precedente cede el paso a otro un paisaje sonoro más
intenso, el cual se sustenta sobre un swing tribal y un punzante manejo de los
guitarreos. Estando casi siempre al frente del bloque instrumental, el órgano
se encarga de preservar el núcleo central de las vibraciones oníricas sobre las
que se concentra este excelente vuelo de krautrock bañado en las corrientes
fluviales del acid-folk. Todo un cénit del álbum, no nos cabe duda. ‘Ghost In A
Bag’ sirve para que el ensamble saque filo a sus más puras inquietudes rockeras bajo una aureola crepuscular, enfilándose hacia un híbrido de stoner y estándares Hendrixianos dentro de un esquema musical donde se cruzan el space-rock y el paradigma Floydiano de fines de los 70s. Las intervenciones vocales se inspiran en AMON DÜÜL II. Hasta este momento, el disco se ha movido muy bien a través de su enfoque ecléctico.
Muestras de “Encoded”.-
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