Thursday, June 02, 2022

GLASWEGIANS: música progresiva cuaternaria desde Canadá

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos al proyecto progresivo canadiense GLASWEGIANS y su disco “Quaternary”, el cual fue publicado el pasado 11 de marzo. Michael Elder, residente en Vancouver, es el compositor y multiinstrumentista a cargo de este proyecto; él sigue los pasos de MIKE OLDFIELD en cuanto a la manera de organizar su trayectoria solista, pero prefiere firmar sus trabajos con un nombre distinto del suyo (como es el caso del sintetista estadounidense Larry Fast y SYNERGY). El material contenido en “Quaternary” – cuatro suites que duran entre casi 12 minutos y 19 ½ minutos – fue compuesto esporádicamente entre los años 2017 y 2020; así las cosas, debido a las exigencias del distanciamiento social sistemático obligado por la pandemia, las sesiones de grabación tuvieron lugar casi íntegramente en el estudio hogareño de Elder en 2020 y 2021. Las partes de piano, clavicordio y bongós fueron grabadas en un estudio ubicado en la localidad de Prince George (ubicada, como Vancouver, en Columbia Británica). La amplitud del arsenal instrumental aquí empleado es impresionante: guitarras eléctrica, acústicas de 6 y 12 cuerdas, clásica y lap steel, bajo; piano, sintetizadores Kawai, Yamaha, Omnichord, Akai y Suzuki Andes, melódica, clavicordio; mandolina, ukelele eléctrico, ukelele bajo; violín, cello; flauta, clarinete, saxofón alto, trompeta, eufonio, trombón, flauta dulce, flautín; xilófono, glockenspiel, kalimba; batería y percusiones surtidas (triángulo, pandereta, bongós, agogô, castañuelas, cabasa, bloques de madera, etc.). Jordan Elder colabora tocando la batería en algunos pasajes del álbum. Al igual que los tres discos anteriores realizados por Michael Elder (el debut fonográfico homónimo de GLASWEGIANS tuvo lugar en 2014), este nuevo trabajo fue publicado por vía independiente, y no solo como descarga independiente a través del blog de Bandcamp de GLASWEGIANS, sino también formatos físicos de CD y casete. Bueno, pasamos ahora a revisar los detalles de “Quaternary”. 

El inicio del álbum viene de la mano de ‘Pavilion’, una suite que comienza con cálidamente tribales golpes percusivos que pronto abren camino a un despliegue de motivos sinfónicos de diversa raigambre: encontramos influencias de y referencias a los paradigmas de GENESIS, YES, MIKE OLDFIELD (etapa 78-82) y THE ENID en los diversos motivos que, ora tienen a los teclados como base del entramado, ora tienen a las guitarras cumpliendo con ese rol. El motif que emerge a poco de pasada la frontera del quinto minuto se destaca particularmente por su tremendamente bien delineada fastuosidad, la cual resulta tan señorial como conmovedora: los guitarreos se sitúan a medio camino entre lo Oldfieldiano y lo Hackettiano mientras el entorno global de los teclados, en conjunción con el groove armado por la dupla rítmica, crean un oportuno crescendo. Tras todo esto esto emerge un breve puente calmo que parece tener algo de sombrío en medio de su remanso, pero, es principalmente la vía hacia un pasaje nuevo iniciado por una solitaria guitarra para gestar una ambientación pastoral bajo un refinado ropaje progresivo. El swing en 7/8 es manejado con una delicadeza propia de los GENESIS de 1970 y los dos primeros álbumes solistas de ANTHONY PHILLIPS. Otra siguiente sección anima un poco las cosas mientras permite que persista la presencia del factor pastoral, aunque esta vez es el fulgor sinfónico el elemento predominante dentro de la arquitectura expresionista diseñada para esta instancia; de esta manera, se arma un luminoso clímax conclusivo para esta suite. Luego llega el turno de ‘Motavia’, pieza que comienza con un groove jazz-progresivo y un enfoque notoriamente modernista en el tratamiento de la maraña de guitarreos y armonías de teclados, logrando abrir algunos espacios de lucimiento particular para el piano. En general, las diversas estructuras temáticas están armadas en base a ágiles y mágicamente extrañas secuencias de escalas, y allí donde aparece la batería, las síncopas arman la mayor parte de la arquitectura rítmica. Hay un entusiasta clímax creciente que se proyecta entre los minutos 8 y 9, tras el cual la pieza elabora hasta su final un clima vivaz y celebratorio. Lo que ha sonado aquí es un inusitado e ingenioso híbrido de GENTLE GIANT, JAGA JAZZIST y MIKE OLDFIELD.

‘Handedness’ sigue el patrón de la suite inaugural hasta cierto punto, siendo así que toda la secuencia de motivos que se extiende por un espacio de 14 minutos y medio se concreta en una estrategia de alternancias entre lo sinfónico, el jazz-fusion y el avant-prog, siendo así que estos dos últimos dos factores son los más destacados a lo largo de la segunda mitad. El elemento avant-prog es varias veces manejado con unas vibraciones sombrías y relativamente amenazantes que coquetean abiertamente con la tradición del RIO francófono: algo así como unos patrones sónicos propios del paradigma de UNIVERS ZERO filtrado a través de la idiosincrasia de ISILDURS BANE. En otras ocasiones, el elemento fusionesco es utilizado para insuflar tonos alegres o para instaurar impresiones cálidas: un ejemplo de lo último está en el pasaje final, donde se despliega una ambientación contundentemente celebratoria a fin de que los últimos refuerzos del bordado musical se centren en traqueteos mesuradamente siniestros. En líneas generales, esta tercera suite ha plasmado los más aventurados juegos de contrastes de todo el álbum. Cierra el repertorio ‘Zugzwang’, una pieza que recoge parte de los estimulantes y perturbadores ecos avant-progresivos de la pieza precedente, aunque el foco de sus principales centros temáticos esté más emparentado con el OLDFIELD de la fase 78-80, el paradigma clásico de YES (etapa 73-74) y algo del dadaísmo lúdico de unos RASCAL REPORTERS. Esto último entra a tallar, por ejemplo, alrededor de la frontera del quinto minuto y medio, con un motif apoyado sobre una comunión de ritmo computarizado y percusiones étnicas que comienza con un delicado talante disonante, luego se torna festivo en base a una emulación de la fusión con base latina, para finalmente combinar ambos factores expresivos. La siguiente sección se enmarca dentro de una extroversión más comedida, ceremoniosa dentro de un encuadre típicamente prog-sinfónico que comienza con unas bases de piano para luego enriquecerse con los aportes graduales de otros teclados, guitarras, melódica y diversos vientos. La dupla rítmica se mueva con la agilidad que exige la nueva situación mientras las bases de piano y los ornamentos de los teclados siguen llenando espacios con solvente fluidez. El solemne epílogo asume un aire más sutil a la hora de encapsular parte del fulgor melódico que se fue reforzando continuamente desde los cuatro minutos previos.

Todo esto es lo que se nos ofreció desde el taller de música progresiva de GLASWEGIANS para el presente año 2022: “Quaternary” es un disco particularmente rebosante de ingenio que nos parece totalmente recomendable para cualquier fonoteca de rock artístico actualizada y que se precie de ser buena para arriba. Para quienes recién hemos descubierto a esta entidad musical gestada por el talentoso Michael Elder, esta obra resultó ser una sorpresa motivadora de gran deleite melómano; es prácticamente obligatorio investigar en los discos precedentes de GLASWEGIANS.



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