Thursday, July 14, 2022

TRYTON: una quimera prog-metalera francesa


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es el turno de presentar al trío instrumental francés de prog-metal TRYTON y su primer trabajo de estudio “Chimères”, el cual fue publicado el pasado 28 de mayo como descarga desde el blog de Bandcamp de la propia banda. Los integrantes de esta banda parisina son el guitarrista Tiziano Sammarro, el teclista Damien Chauvin y el baterista Yves Dubeloy. Las piezas compuestas en este álbum oscilan entre los poco más de 3 minutos y cuarto y los casi 6 minutos de duración, con excepción del último, el cual dura 7 minutos y pico. Formado en la capital francesa de París hace algunos años, este grupo cultiva un sonido aguerrido y filudo que se enriquece en varios momentos con la apertura ecléctica a ornamentos y texturas procedentes de otras fuentes del art-rock. Adelantamos que “Chimères” es un disco bastante interesante por causa de lo bien llevado que es precisamente ese eclecticismo al cual acabamos de hacer mención; la grabación del material de este álbum tuvo lugar en el Studio Du Regard bajo la guía de Christophe Sarlin. La cautivadora y perturbadora imagen de la portada fue creada por Marie Leon. Bueno, veamos ahora los detalles de este repertorio. 


Da inicio a las cosas ‘Axone’, una pieza muscular y oscurantista que nos remite a un talante Sabbathiano en los golpes prologares tanto como en los riffs básicos, aunque pronto se desarrolla un cuerpo central estilizado que mayormente se explaya sobre un medio tiempo. Un interludio trepidante entra a tallar para aportar algo de variedad al asunto, regresando justamente para la instancia final. Llega a continuación el turno de ‘Mega Low Don José’, una pieza diseñada para perpetuar el vigor expresivo de la pieza inicial y reactivar su fragor expresivo. Todo este despliegue de vibraciones metaleras con proyecciones razonablemente sofisticadas incluye algunas conexiones con el patrón del death metal y la neurosis del paradigma Crimsoniano. Hay ciertos pasajes que gestan una ambientación expectante antes de que emerjan trazos arquitectónicos de furia rockera para el clímax que tiene lugar durante el último minuto. El grupo sigue mostrando renovadoras aristas dentro de su propuesta musical cuando llega el turno de ‘Blue Pepper’, una pieza que comienza en clave de jazz-rock con el infaltable dinamismo metalero, para luego establecer un inconfundible groove jazz-progresivo sobre el cual el trío despliega una aguerrida energía rockera muy en línea con lo que hacen bandas como AZIOLA CRY. Los ornamentos del órgano ayudan solventemente a concretar el colorido potencial de la pieza, llenando espacios con relevantes pinceladas sin hacerse abrumadores. La dupla de ‘Frustration’ y ‘Monde 2-1’ sirve para que el ensamble siga explorando matices y atmosferas de su propuesta musical. El primero de estos temas mencionados se sitúa cómodamente en una cruza entre los temas #1 y #2 con un especial énfasis en el desarrollo de atmósferas mecánicamente oscurantistas: la estrategia consiste mayormente en traducir el estándar del death metal hacia un señorío de inspiración math-rockera. En cuanto a ‘Monde 2-1’, éste porta una agilidad cristalinamente perfilada y bien arropada por vibraciones ígneas. Guardando ciertos aires de familia con ‘Blue Pepper’, el trío concreta aquí varios recursos de estilización palaciega sobre los que se atiza la contundente aureola del desarrollo temático. Tenemos aquí un cénit definitivo del álbum.  

‘Neapolis’ es una pieza aún más compleja que sondea y edifica enmarañamientos entre el prog-metal de nervio oscurantista, la psicodelia y el math-rock, muy en línea con las líneas de trabajo de CANVAS SOLARIS y TITAN TO TACHYONS. Los diversos motivos se van sucediendo con impoluta fluidez mientras los aportes instrumentales se mantienen bien focalizados en su ingeniería colectiva. El séptimo tema del álbum es el que le da título: Chimères’ recibe, en buena medida, los ecos de recia y maciza sofisticación del tema precedente junto a rezagos sónicos derivados del tema #5. El solo de guitarra que entra a tallar alrededor de la frontera del segundo minuto es particularmente puntilloso, mientras que otro que emerge más tarde exuda una cierta aureola Frippiana (al estilo de los KING CRIMSON de 1974). Antes de este último, el trío había armado un interludio machacón, y ahora, en la última sección del tema, el groove se torna ceremonioso y adopta ciertas vibraciones tribales. ‘Toxic’ es un tema que regresa, en cierta medida, a la sofisticación progresiva que quedó bien marcada en la secuencia de los temas tercero al quinto. Aquí tenemos el que tal vez sea el mejor solo de teclado de todo el álbum y, de paso, uno de los más alucinantes solos de guitarra. La batería también se siente especialmente destacada dentro del entramado sonoro, no quedándose atrás en su lucimiento a la hora de sustentar la meticulosa ingeniería multitemática. Como dijimos en el primer párrafo, el último tema del disco es el más largo del mismo y responde al título de ‘Zvedza’. Éste comienza con una proclama emitida por una voz femenina, lo cual abre camino a un complejo ejercicio de vibraciones marciales sobre un compás inusual, lo cual pronto abre puertas un nuevo ejercicio de señorío metal-progresivo. En muchos sentidos, esta pieza continúa por la senda ígneamente implosiva del penúltimo tema para impulsarlo hacia un escalón superior de arrebato majestuoso, tanto en el desempeño individual de cada instrumento como en el armazón general. Muy buena resultó la idea de cerrar el disco con dos cénit sucesivos, pues esto ayuda crucialmente a impulsar el impacto del repertorio de “Chimères” como un todo. La gente de TRYTON nos ha impresionado bastante con su primer álbum; este trío francés hace gala de una frescura muy peculiar dentro de la provincia rockera del prog-metal. Atención a este grupo, ojalá nos traiga más discos estupendos en el futuro próximo. 



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