Friday, October 21, 2022

RUSSIAN CIRCLES y el enclave gnóstico del post-metal



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy viajamos a la ciudad estadounidense de Chicago para toparnos con el trío RUSSIAN CIRCLES y su nuevo trabajo de estudio “Gnosis”, el mismo que fue publicado el pasado 19 de agosto. Los formatos de la publicación fueron en CD y en vinilo por vía del sello Sargent Records. El trío conformado por el guitarrista Mike Sullivan, el bajista Brian Cook y el baterista Dave Turncrantz regresa al mercado fonográfico tres años después de “Blood Year”, un álbum que ofrecía una frescura renovadora desde la que la esencia histórica de la banda. Este nuevo disco sigue, hasta cierto punto, esa senda, pero también procura robustecer una vez más la vitalidad arquetípica con la que ha realizado sus discos más celebrados: “Station” (2008) y “Empross” (2011) son y siempre seguirán siendo discos significativos de lo que RUSSIAN CIRCLES significa para la vanguardia rockera del nuevo milenio. “Gnosis” no se confronta con estos indicadores estilísticos, sino que les da, en su mayor parte, un dinamismo más majestuoso dentro de una recurrente elaboración de esquemas sonoros potentes y ambientes musculares tan propios del así llamado post-metal (etiqueta genérica que a la gente de RUSSIAN CIRCLE le disgusta, pero bueno...). Veamos los detalles del repertorio contenido en este nuevo disco para elaborar más a fondo este balance preliminar que acabamos de exponer. 

 
Los primeros 6 ½ minutos del álbum están ocupados por ‘Tupilak’, una pieza señorial y demoledora que enciende todo a su paso como una tragedia forestal, tragedia revestida de una oportuna dosis de sofisticación. El groove es contundente, aunque con calculadas intercalaciones entre los momentos de mayor y de menor frenesí; por su parte, los riffs de guitarra y los fundamentos del bajo van fluyendo solventemente bajo la idea guía de una cruza entre el metal experimental y la psicodelia heavy de línea stoner. Estupendo inicio para el álbum que ahora nos ocupa, pero, eso sí, más machacona y visceral es la pieza que sigue a continuación, la cual se titula ‘Conduit’. Su rudeza explícita está bien arropada bajo mantos de elegante vigor y exquisito fragor. La espiritualidad belicosa de las entrecortadas metrallas siamesas de bajo y guitarra se complementa muy bien con la incendiaria elevación de los riffs sobre los cuales se apoya el desarrollo temático (muy a lo MOGWAI a través del filtro de algo parecido al black metal). La pieza homónima es la que sigue a continuación, siendo la más larga del álbum con sus 7 ¾ minutos de duración. ‘Gnosis’ es un auténtico cénit del álbum con sus imponentes despliegues de diversidad sonora que se inician con un enclave minimalista muy en línea con el paradigma del post-rock, forjando así un motif sereno cuya sencillez estructural permite el realce de matices evocadores dentro de una atmósfera situada a medio camino entre lo crepuscular y lo introspectivo. Ya cuando las cosas viran hacia una intensidad ígnea y envolvente, la banda tiende puentes estilísticos con sus legendarios compatriotas de RED SPAROWES. El clímax que signa al último minuto de este tema se centra en algo más que un incremento de una energía que está allí; es la incorporación de oportunos ornamentos progresivos que marcan un índice fastuoso. ‘Vlastimil’ acoge mucho del vibrante señorío de la pieza precedente y la lleva a una dimensión más ceremoniosa, comenzando con un prólogo parsimonioso y, al poco rato, derivando a un cuerpo central furiosamente asertivo. De hecho, dicha furia absorbe y remodela parte de la parsimonia inicial como un recurso para estructurar una resonancia distinta para el impetuoso fulgor que se da en medio de la tormenta sónica en curso.

La miniatura de 95 segundos ‘O Braonáin’ establece un juego minimalista donde las parcas notas utilizadas van jugando grácilmente con los espacios silenciosos. De este modo, se abre la puerta al arribo de ‘Betrayal’, un tema que sintetiza la garra sofisticada de los ítems #3 y #4 sobre un medio tiempo que, al igual que en otras ocasiones precedentes, permite al grupo ahondar con meticulosidad en la atmósfera gestada por el ensamble para la ocasión. La lava rockera exuda una sutil sofisticación mientras da rienda suelta a su inherente vigor, un vigor furioso que nunca llega a hacerse vulgar o brutal. Posiblemente tengamos aquí la labor más sofisticada del baterista junto con la exhibida en los temas primero y cuarto. Durando casi 7 minutos y engarzándose con la nota final de la pieza precedente, ‘Bloom’ trae consigo el cierre del repertorio. Su esquema de trabajo está claramente centrado en el paradigma post-rockero, añadiéndole algunos recursos sonoros de psicodelia pesada (algo que se traduce en confluencias con bandas como PAPIR y CAUSA SUI) que permiten la focalización de un fulgor ensoñador y llamativo. Un final adecuado para el álbum. Todo esto es lo que se nos brindó desde los cuarteles de RUSSIAN CIRCLES con los poco menos de 40 minutos que ocupa el repertorio de “Gnosis”: se trata de un disco que proporciona, en partes iguales, una nueva mirada al legado viviente de la banda y un refuerzo de las facetas más estilizadas de sus discos precedentes (especialmente, los tres anteriores). Otro triunfo artístico en el CV de este trío que, desde Chicago, tiene muchos años encarnando una referencia muy importante para la vanguardia metalera de su país y de todo el mundo. 


1 comment:

Jonathan Wilson said...

I'm excited to listen. Even in translation, the power of your writing comes through clearly. I've been looking for something new to get into for some time. Do you accept submissions? We have a record we would be honored to get your opinion on. Thank you for your work. It's beautiful to read.

-Jonathan Wilson - Fian (vox)