Monday, September 18, 2023

El poderoso aguacero progresivamente psicodélico del trío noruego KANAAN

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy presentamos el más reciente trabajo del trío jazz-psicodélico-progresivo noruego KANAAN, el cual está integrado por Ask Vatn Strøm [guitarras eléctrica y acústica], Ingvald André Vassbø [batería y percusiones] y Eskild Myrvoll [bajo, guitarra, sintetizadores, armonio y efectos de sonido]. El disco en cuestión se titula “Downpour” y fue publicado el 5 de mayo pasado por el sello Jansen Records, tanto en CD como en vinilo rojo (edición ya agotada). Para uno de los temas de este disco, el trío contó con la ilustre colaboración de la magistral Hedvig Mollestad, toda una institución viviente del jazz-rock escandinavo contemporáneo. Prácticamente, todo lo que suena en este disco fue grabado en el estudio Athletic Sound, salvo el cuarto tema y las partes de teclado, que se registraron en los RCS Studios. El posterior proceso de mezcla para “Downpour” tuvo lugar en Studio Paradiso, mientras que la masterización estuvo en manos de Christian Obermayer. La imagen y el diseño del arte gráfica estuvieron a cargo de Robin Gnista. Se trata del quinto trabajo de estudio de esta banda fundada en Oslo en el año 2018 con la misión de realizar una propuesta psicodélica progresivamente ecléctica donde se incorporan elementos del jazz-rock, el krautrock guitarra-céntrico y el post-rock. Veamos los detalles del disco que ahora reseñamos.

 
El repertorio comienza con ‘Black Time Fuzz’, estando su prólogo marcado por las vibraciones punzantes de un bajo masivamente distorsionado, el cual, a su vez, marca el groove central que habrá de reforzarse cuando el ensamble íntegro entre en acción para instaurar el cuerpo central. Así las cosas, el esquema sonoro resultante se mueve cómodamente a través de una cruza de psicodelia pesada y jazz-rock con evidentes toques añadidos de stoner. El trío está, definitivamente, bien enfocado en sus conexiones estilísticas con AUTOMATISM y CAUSA SUI. Acto seguido viene un cénit del disco, ‘Amazon’, donde participa como invitada la antes mencionada Hedvig Mollestad. El groove es ahora un poco más mesurado, aunque mantiene una leal dosis de garra a la hora de asentar el motif central. Con unos aires retro que nos remiten a HAWKWIND y LED ZEPPELIN en simultáneo mientras refuerza sus confluencias jazz-progresivas con RED KITE, el ensamble ahora cuatripartito despliega una majestuosa musculatura donde los recursos paradigmáticos del hard rock clásico y el space-rock (en su faceta más belicosa) se fusionan en una única fuerza expresiva. Algunos fraseos de la guitarra y el swing general de la batería se encargan de preservar el ideario jazz-rockero en medio de este aguerrido incendio sónico. Cuando llega el turno de ‘Downpour’, la banda decide enfilarse por su faceta más sofisticada. En efecto, la pieza homónima comienza con una fehaciente exploración en grooves y ambientes enraizados en el estándar avant-jazzero para gestar un razonablemente ejercicio de lirismo progresivo donde opera una luminosidad que algo tiene de envolvente, pero que, sobre todo, se manifiesta como portadora de un talante contemplativo. El vigor de la batería sigue como siempre, pero ostenta una soltura nueva, la misma que le permite reactivar su musculatura esencial cuando los guitarreos se tornan más incendiarios y signan el viraje hacia un paraje tormentoso. El motif central regresa para el epílogo con un vigor renovado. Otro momento culminante del disco. ‘Psunspot’, una miniatura de un minuto y pico, se explaya en climas cósmicos. Emerge ‘Orbit’ con la misión de crear un jam enérgico mas no demasiado trepidante, dividiéndolo en dos momentos: uno que establece un perfil bien definido para el vigor rockero en curso, otro posterior donde las cosas se ponen más incendiarias, casi como regresando al esquema de trabajo del tema #2. 
 
El final del disco llega con la ilación de las dos partes de ‘Solaris’: ‘Solaris Pt. 1’ dura 7 ¾ minutos y ‘Solaris Pt. 2’ dura poco más de 7 ½ minutos. La Primera Parte de ‘Solaris’ se inicia con una atmósfera sigilosa que se centra en un filtro post-rockero de la dimensión más etérea del space-rock paradigmático (con matices añadidos de jazz-rock), lo cual sirve para que el trío, una vez pasada la frontera del tercer minuto y medio, se sienta seguro en su concreción inicial del motif con el que impulsará el inminente jam. Para los dos últimos minutos y medio, la vitalidad esencial del trío emergerá como un electrizante amanecer donde la luz campeona todavía carga con algunos remezones crepusculares mientras va activando su creciente musculatura. La Segunda Parte de ‘Solaris’ establece un dinamismo muy semejante al de la Primera, pero esta vez se agudiza el nervio rockero merced a los traqueteos oscuros e infernales que emanan del groove constreñido armado por la batería. Así las cosas, los riffs de guitarra se tornan más ceremoniosos mientras que los solos gozan de la oportunidad de gestar una refrescante exuberancia. El trío está totalmente dispuesto a finalizar el repertorio del disco con un brío tan impactante como inquietante, una furia señorial que se reviste de ácida aspereza. Se trata, ni más ni menos, de stoner embarnizado con psicodelia progresiva. Todo esto fue lo que se nos ofreció con “Downpour” desde los cuarteles de KANAAN, un poderoso aguacero de música progresivamente psicodélica que les permite mantenerse en un sitial privilegiado dentro de la avanzada rockera noruega del momento.

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