HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
Buenas
noticias desde Boston, Massachusetts: el colectivo avant-progresivo PERHAPS ha
vuelto al ruedo para retomar sus osados asuntos musicales y crear un nuevo
disco, el cuarto de su currículum, disco que se titula “4”, así, sin más. Este disco
ha sido publicado a inicios del pasado mes de octubre pero estaba siendo gestado
desde antes de que el año 2016 llegara a su ecuador, casi como celebrando el
primer triste aniversario de la disolución del grupo. Este retorno ha sido a lo
grande pues parece ser que las diosas del destino tenían en reserva grandes
campos de cultivo y gigantescos invernaderos para la germinación de nueva
música. Para
decirlo con un lenguaje más “laico”, parece que tras la tormenta de aquel
entonces, el guitarrista Sean McDermott y el bajista Jim Haney han retomado los
asuntos pendientes que tenían con las musas de la música y han reformulado la esencia
de PERHAPS para elaborar una transubstanciación gigantesca con la inclusión de David
Khoshtinat, Peter Danilchuk, Ricky Petraglia, Tom Weeks, Tabata Mitsuru, Ken
Topham, Joe Harrison, Lucas Brode, Dennis Fuller, Jesse Weiss y Ben Talmi. Este
nutrido colectivo concretó en “4” un extenso jam space-rockero donde se
abren amplios campos a la inclusión de recursos propios del krautrock,
el noise-rock, el R.I.O. y el punk-jazz. Un verdadero malestrom de guitarras, teclados, vientos, cánticos, bajo y sintetizadores se asocia en una nueva idea de orden, muy semejante a lo que usualmente designamos como caos: así, con toda la liberalidad del mundo, con todo
el descaro que se puede permitir dentro de la concepción del arte como
expresión libre. Bueno, repasemos ahora los detalles de la música contenida en este disco, ¿vale?
Desde poco antes de entrar
al último cuarto de este increíble viaje sónico, el groove se torna un poco más
sutil mientras los teclados, sintetizadores y guitarras van adquiriendo un
nuevo señorío. Para los últimos 5 minutos se añaden matices de aparente caos
que, en realidad, son apuntalamientos de la luminosidad psicodélica en curso con
trucos de free-jazz. El momento del epílogo resulta curiosamente sereno: se
puede establecer un símil con unos marinos que se dedican a pasear por la costa
por un rato relativamente largo tras el arribo de su barca pero solo después de
concluido su paseo testimonian el fin del trayecto. PERHAPS representa, ante
todas las cosas, la imagen de máxima grandilocuencia dentro del space-rock
contemporáneo, llevando a esta vertiente rockera hacia niveles magníficos de ecléctica
magnificencia progresiva: vayan todas nuestras loas para la gente de PERHAPS
por haber vuelto a la vida como un Lázaro trastocado por una potenciación hiperbólica
hasta niveles estratosféricos de creatividad musical.
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