Thursday, November 12, 2020

La segunda visita de RING VAN MÖBIUS, triunvirato regio del retro-prog noruego



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Siguen lloviendo las buenas noticias progresivas desde Escandinavia, esta vez desde la localidad noruega de Karmøy, donde opera el trío RING VAN MÖBIUS; el nuevo disco de este ensamble, “The 3rd Majesty”, fue publicado en el penúltimo día de octubre pasado por el sello Apollon Records, tanto en CD como en vinilo (en versiones de color negro, dorado y transparente plateado). RING VAN MÖBIUS está conformado por Thor Erik Helgesen [órgano Hammond L100, piano eléctrico Fender Rhodes, clavinet, sintetizadores, piano de cola, voz y coros], Håvard Rasmussen [bajo, Moog Theremin, modulador y efectos de sonido] y Dag Olav Husås [batería, tímpanos, gong, campanas tubulares, glockenspiel, otras percusiones y coros]. El material contenido en este disco fue grabado en el Spectral Tape Studio. En algunos pasajes del repertorio de 
“The 3rd Majesty”, el trío contó con la colaboración de un cuarteto de cuerdas conformado por Nabo Nayuki (violín), Nora Myrset Asheim (violín), Darya Govorun (viola) y Petro Sokach (cello). Por lo pronto, estamos al tanto de los muchos elogios que este disco ha venido recogiendo en estas últimas semanas en las redes difusoras de rock progresivo y afines, y este blog se une al coro de elogios. Una vez más, tenemos a una banda escandinava dignificando al ideal del rock artístico lo grande; en este caso particular de RING VAN MÖBIUS, tenemos un disco intenso, bien enfocado y de excelente factura. Si “Past The Evening Sun” encarnó hace un par de años un excelente amanecer para la visión musical del grupo,  “The 3rd Majesty” instaura una auténtica oda al mediodía, el momento de la sombra más corta y la manifestación más vibrantes de los colores del mundo. Bueno, veamos ahora los detalles de su repertorio.

 


La suite ‘The Seven Movements Of The Third Majesty’ ocupa los primeros 22 minutos y pico del álbum, y consta de las siete secciones correspondientemente tituladas ‘Universal’, ‘Spectrum’, ‘Reaction’, ‘Bilateral’, ‘Zenith’, ‘Strife Of The Icons’ y ‘Altitude Over Azimuth’. Con un golpe de gong ampliado en la consola para crear un efecto parecido al de un golpe de ventisca, se anuncia el momento en el que el trío entra en acción con un despliegue elegante de furia majestuosa al modo de un híbrido entre VAN DER GRAAF GENERATOR, QUATERMASS y EGG, y más adelante, cuando entran a tallar algunos solos de sintetizador marcados por una cósmica pomposidad, algunos elementos Emersonianos también entran a tallar en algunos pasajes donde se establece una cruza perfecta entre sinfonismo y psicodelia. Es en estos momentos donde la dupla intensifica la arquitectura que va remodelando a lo largo del camino de acuerdo a las imponentes exigencias expresionistas.  Por su parte, algunas partes cantadas, penetradas por un groove lento y una espiritualidad ceremoniosa, nos remite a una cruza entre PROCOL HARUM y CRESSIDA; éstas son agradables y solemnes, portadoras de una suntuosidad muy sobria. Poco antes de llegar a la frontera del minuto 11, se arma un motif en 5/4 que se mueve bajo un cariz etéreo, siendo así que la dupla rítmica se toma su tiempo para dejar aflorar el nuevo recurso de tensión que se ha gestado ahora. A partir de allí, un nuevo bloque instrumental crea otro pasaje de confluencia entre los paradigmas de VDGG, ELP y DICE, con una inclinación más precisa hacia el oscurantismo emocional de los primeros. Poco a poco, la liberación de la tensión se transforma en algo más aguerrido y denso, siendo así que la batería asume un rol protagónico fundamental a la hora de facilitar al bloque sonora desplegar su tormenta inherente. El siguiente pasaje nos devuelve al ámbito de lo ceremonioso mientras el canto sigue adelante con la pasión nerviosa que había signado a la sección precedente. Con un pequeño pasaje bélico se arma el puente hacia la sección conclusiva, la misma que se complace en desarrollar un adicional esquema sinfónico imperialmente suntuoso, orquestado con la inspiración de parte de los espíritus de los maestros STRAUSS y WAGNER. Definitivamente, esta suite tiene vida propia, ya sea como parte de un álbum o desde su propia individualidad: cénit decisivo del disco, y posiblemente, lo mejor que ha compuesto el trío hasta el momento.    

 

 

Todavía nos queda por disfrutar la segunda mitad del repertorio, la cual se inicia con una canción titulada ‘Illuminati’. Comienza con un aura convincentemente llamativa y ágil que se apoya solventemente sobre swings rockeros y jazzeros en diferentes pasajes que se van alternando. Más adelante, las cosas se serenan bastante y transitan hacia una modalidad ceremoniosa donde se combinan lo meditabundo y lo crepuscular. Si en los parajes ágiles que marcaron a la primera mitad de esta canción predominó la presencia de lo barroco en los arreglos de los teclados (particularmente, el clavinet), en la segunda mitad predominó lo gótico. Durando casi 11 ¼ minutos, ‘Distant Sphere’ se extiende por un espacio de más de 11 minutos para decir todo lo que tiene que decir. El prólogo de 2 minutos está armado por un canto sereno arropado por un cuarteto de cuerdas, tras lo cual emerge un primer cuerpo central que brinda un dinamismo bien focalizado donde el piano eléctrico hace flotar grácilmente sus fraseos para guiar la cristalización de sonoridades frescas. Luego, tras un breve interludio psicodélico guiado por un órgano vivazmente distorsionado, el grupo establece un nuevo motif en clave jazz-progresiva con algunos matices de Canterbury (algo que los emparenta en cierto modo con los también escandinavos SARCOPHAGUS NOW), y así, el trío se dispone a jugar con un nuevo tipo de sofisticación musical. Para los tres minutos finales, el grupo arma un ceremonioso y denso epílogo donde se combinan lo evocador y lo intenso, culminando todo con una breve coda de piano eléctrico que brinda unos últimos segundos de relax emocional. Los últimos 9 minutos del disco están ocupados por ‘The Möbius Ring’, que resulta ser la pieza más extrovertida del álbum, y, de paso, otro cénit del mismo. Con un renovador colorido que nos lleva a los paradigmas de YES y ELP, además de algunos aires de familia con sus compatriotas de WOBBLER, el grupo hace gala de una soltura bastante fulgurosa a la hora de manejar los complejos armazones rítmicos y las no menos complejas variaciones temáticas que se van sucediendo. Algunos pasajes austeros y circunspectos emergen para establecer momentáneos contrapuntos al fulgor musical predominante, un truco bastante conveniente a la hora de apuntalar elegantes ardides de tensión controlada. El generoso epílogo crea un crescendo majestuoso e imponente que se ajusta penetrantemente al paradigma sinfónico. ¡Qué gran final para tan estupendo disco!
 


En fin, todo esto es lo que nos ha brindado el excelente triunvirato RING VAN MÖBIUS con “The 3rd Majesty”, un catálogo de radiantes exhibiciones musicales que refuerza el rol importantísimo que tiene la escena vanguardista escandinava dentro del gran escenario internacional del rock progresivo. Podemos estar seguros de que estos tres señores se han superado a sí mismos respecto a su estupendo disco de debut, esta segunda visita al palacio arcano y aristocrático del ideal retro-progresivo ha sido sumamente fructífera, y por ello, recomendamos este álbum al 300% (un ciento completo por cada integrante de la banda).    



Muestra de “The 3rd Majesty”.-
The Seven Movements Of The Third Majesty: https://www.youtube.com/watch?v=W6FvHpKDsTg


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