Wednesday, May 15, 2019

El corazón indio de Luis Cobo y la MANGLIS COMPÁS MACHINE



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.


Hoy reseñamos con bastante tardanza “My Indian Heart”, hermoso disco publicado en la primera mitad del pasado año 2018 por el maestro Luis Cobo, “El Manglis”, con el vehículo de MANGLIS COMPÁS MACHINE. Este músico que se hizo inolvidable desde esos dos primeros discos de GUADALQUIVIR (grupo fundamental de la fusión contemporánea andaluza) ha sabido siempre mantener sus mente y sus instintos abiertos a las experimentaciones eclécticas dentro de los derroteros del jazz-rock y la música progresiva con raíces en varios folklores, incluyendo al flamenco, claro está. Asumimos que el título de este disco (un bellísimo disco, nos permitimos adelantar) es una simpática réplica al disco solista de CHICK COREA “My Spanish Heart”Aunque la curiosidad artística del maestro Luis Cobo respecto a la tradición musical de La India data de mucho tiempo antes, todo empezó para el proyecto específico de este disco en el año 2002 cuando el “Manglis” conoció al percusionista singapurense de origen indio Nantha Kumar mientras éste hacía algunas actuaciones Madrid. Cobo se desdobla en múltiples roles a las guitarras eléctricas de 6 y 12 cuerdas, la guitarra acústica, el bajo, el órgano, el sintetizador, la percusión, la voz, las palmas y el canto konnakol. Pero, claro está, le acompaña un numeroso tinglado de geniales colaboradores para la elaboración del repertorio de “My Indian Heart”: allí están el sitarista Subrata De, el cantante Mohsin Ali Khan, el percusionista Nantha Kumar, el baterista Robert Nalin y el violinista Imran Khan. También han colaborado dos de sus viejos amigos de los tiempos de GUADALQUIVIR, el guitarrista Andrés Olaegui y el saxofonista Pedro Ontiveros, además de los siguientes artistas: Jesús Arispont (bajo), Luis Gallo (guitarra flamenca), Carlos Guerra (bansuri), Manuel Reina (batería), Juan Reina (palmas), Chechu Sierra (bajo), Jorge Pardo (flauta), Kike Perdomo (saxos alto y soprano), Jesús Pardo (piano eléctrico, teclados y pad), Pastora Galván (zapateo), Esperanza Bermúdez (jaleos), Ricardo Miño (piano, teclados, cajón y palmas), Manolo Nieto (bajo), Charlie Moreno (bajo), Carita Boronska (voz), Álvaro Ramos (bajo y contrabajo con arco), Manbue lSutil (percusión), Kilema (marovany y katsa) y Javi Losada (órgano). 


Bajo el muy simpático título de ‘Indian Chill Out To Rita Damásio’, el primer tema del álbum ofrece una expansión electrónicamente modernizada de aires indios, tal como dice el título. Tal como ha hecho varias veces MIKE OLDFIELD en parte de su discografía del nuevo milenio, “El Manglis” y su gran gente de apoyo se dedica a explorar llamativos grooves y plácidas atmósferas exóticas en base a un ritmo electrónico que asienta una amable ligereza pop para los sortilegios de sitar y canto que van surgiendo a lo largo del camino. Luego de este simpático punto de arranque sigue la dupla de la pieza homónima y ‘48x8 Bulería’, las cuales ocupan conjuntamente un espacio de 14 ½ minutos. El primero de estos temas mencionados comienza con un talante sigiloso y evocativo, preparando así el terreno para el cuerpo central, el cual se sitúa a medio camino entre el jazz-rock y la electrónica para desarrollar atmósferas fusionescas repletas de magnífica distinción. Lo indio, lo flamenco y lo arábigo se conjugan en una comunión que suena muy modernista sin renunciar al lirismo. Lo que era celebratorio con actitud sencillamente alegre ahora se reviste de moderada solemnidad. El solo de guitarra que se va despidiendo con el fade-out es simplemente fabuloso... ¿Por qué no pudo durar un poco más? Por su parte, ‘48x8 Bulería’ se enfila hacia una mayor densidad expresiva aunque sin perder un ápice de la espiritualidad celebratoria que hasta ahora se mantiene en una posición dominante e imponente. La amplia soltura de la guitarra eléctrica genera uno de sus más exultantes solos en todo el disco, aunque también cabe mencionar el modo en que las percusiones étnicas se destacan dentro del encuadre instrumental global. El cuarto tema del disco, titulado ‘Soleá – Soler’, es el más extenso del mismo con sus más de 12 minutos de duración. Su talante es definitivamente emotivo y evocativo, todo un cambio frente a lo apreciado y gozado en las tres piezas precedentes. Es ahora la guitarra acústica quien adquiere el rol protagónico y saca buen provecho de este momento de pasión lírica a la hora de hacer lucir sus ansias y añoranzas en medio de la atmósfera sobria planteada por el bloque instrumental. En aquellos momentos cuando la guitarra se hace un lado, la flauta coge el relevo y la proporcionan aire más etéreo al núcleo temático (lo mismo vale para una breve intervención cantada). Un cénit monumental del álbum.

‘Compás Machine Bulería’ se encarga de establecer una nueva vía de expresión para la alegría de vivir en un nuevo ejercicio de dinamismos cruzados entre el folklore hinduista y el flamenco en clave fusión. Con el vitalismo de las partes de guitarra y el señorío esencial del sitar tomando turnos en los momentos de protagonismo, el duende inherente al núcleo temático tiene garantizada su claridad de elocuencia. Los colores del bajo también ayudan bastante a la hora de preservar el bien sostenido ensalzamiento de lo fulguroso en esta pieza. Marcado por un rol destacado del piano en la sección prologar que habrá de continuarse durante su inminente cuerpo central, ‘Carcelero – Carcelero’ se caracteriza por establecer una aureola ceremoniosa para su ostensiblemente reflexivo motif. Este clásico inmortal de la música popular andaluza recibe aquí una renovación refrescante desde la que se respeta la pasión originaria. Algunas confluencias con el mundo musical de PAT METHENY y con el copioso legado de CHICK COREA se hacen notar aquí: se puede decir que tenemos aquí el paraje más cosmopolita del álbum, aunque claro está, aquí no se produce ninguna enajenación en relación con la línea de trabajo general del álbum. ‘Sukkiran’ (composición del percusionista Nantha Kumar) sí se sitúa en territorio más cálido y contundente al insertarse directamente en territorio jazz-rockero sobre un llamativo swing funky que nos remite tanto al jazz-prog contemporáneo de unos NIACIN como al estándar de los WEATHER REPORT en sus últimos años. Elegante y marchoso con su preciso toque de preciosista garra. ‘Smile Of The Beyond’ se queda en el área del jazz-rock contemporáneo pero esta vez con un talante contemplativo y solemne. La alteza flotante que “Manglis” brinda a esta versión de uno de los temas del álbum de la MAHAVISHNU ORCHESTRA “Apocalypse” sirve tanto para explorar excelsos matices de la guitarra eléctrica dentro de una atmósfera líricamente envolvente como para sembrar el campo con aras a la ulterior emergencia de ‘Brother Kilema’, la pieza que está a cargo de cerrar el álbum. Ésta aborda un nuevo giro de tuerca al hermanamiento de lo hindú y lo flamenco, esta vez con un rol muy relevante de los teclados, lo cual ayuda a añadir convincentemente retazos propios del discurso progresivo. Por el lado de los aportes del saxo soprano, éstos potencian el talante vitalista de esta pieza que, de por sí, exuda delicadeza cristalina en su enfoque melódico. El solo de guitarra que se prolonga hasta el fade-out es el elemento final dentro de este hermoso ejercicio de plasticidad sonora.

Todo esto fue “My Indian Heart”, una gozada rotunda que nos brindó el personal de la MANGLIS COMPÁS MACHINE. Bajo la guía de la inteligencia estética y las intuiciones de esa leyenda viviente que es Luis Cobo, toda la congregación de maestros agrupados para la realización de este repertorio concretó una labor bordada y pletórica de vibraciones exquisitas. Este disco ha de pasar a la historia como una de las joyas más alucinantes de la fusión contemporánea que se hayan hecho en España y en cualquier parte del mundo en las últimas dos décadas. 
  

Muestras de “My Indian Heart”.-


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