Friday, May 17, 2019

DAAL y su decálogo de lugares oscuros



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da el turno para hablar sobre el disco “Decalogue Of Darkness” del dúo italiano DAAL, uno de sus dos trabajos publicado en el pasado año 2018; el otro fue “Navels Falling Into A Living Origami” y ambos fueron publicados en el mismo día, el 8 de octubre del 2018El concepto del disco fue planificado por los integrantes del grupo, Alfio Costa y Davide Guidone, con música escrita por el primero de ellos. El repertorio de diez temas (o capítulos) de “Decalogue Of Darkness” en los TL Studios de la localidad de bergamos, entre los meses de enero y abril del año 2018. Costa se hizo cargo del mellotrón, el piano, los sintetizadores y efectos de sonido, mientras que Guidone hizo lo propio con la batería, las percusiones, los efectos de sonido y los samplers. A lo largo del disco, los DAAL fueron acompañados por Ettore Salati (guitarras) y Bobo Aiolfi (bajos). El material de este disco fue grabado y mezclado entre los meses de enero y abril del año 2018 en los TL Studios de Bergamo, realizándose las labores de masterización en el mismo mes de abril. El trabajo realizado en “Navels Falling Into A Living Origami” – disco publicado, como ya dijimos, en el mismo día que “Decalogue Of Darkness” – sirvió para que el dúo pudiese orquestar y reavivar sus energías combinadas para gestar, al fin y al cabo, otro excelente ítem dentro de una discografía que hasta ahora no conoce altibajos. Adelantamos que este disco nos gusta muchísimo y que afianza nuestra admiración por el aporte que hacen los Sres. Costa y Guidoni a la actual escena progresiva, pero mejor vayamos de una vez a los detalles de este disco. 



‘Chapter I’ pone en marcha las cosas con poco más de 6 ¼ minutos de ceremoniosidad prog-sinfónica en estado puro, explayándose en mecanismos de elegancia melódica desde las que se proyecta un espíritu grisáceo y una ambientación otoñal. El empleo de compases de 7/8 en ciertos momentos añade un color sofisticado al asunto mientras la ilación temática se mantiene compacta. Los arreglos orquestales organizados por los teclados son simplemente hermosos. ‘Chapter II’ es el ítem más extenso del álbum con sus casi 16 ½ minutos de duración. Solemnidad y densidad se encapsulan y mezclan dentro del encuadre sonoro dentro del cual se arma el primer cuerpo central de la pieza. El empleo de compases marciales en varias instancias así como el desarrollo de inquietantes climas siniestros se hace con suma elegancia, haciendo que el horror permanentemente latente haga insinuaciones sobre su potencial poder destructivo bajo un ropaje distinguido. Las capas de teclado que salen al frente a poco de pasada la frontera del séptimo minuto apuntan a una aureola siniestra, siendo así que su principal función es la de servir de puente hacia el segundo cuerpo central, el cual se caracteriza por cabalgar grácilmente sobre un sofisticado esquema rítmico donde los compases inusuales y el generoso uso de síncopas en la labor de la batería determinan la intensidad enigmática del momento. También hay un fabuloso solo de guitarra que despunta como un poderoso rayo de luna. Para las instancias finales, el groove general se torna exultante mientras preserva el carácter flotante del talante oscurantista que se impuso a través de todo el desarrollo melódico. Todo un cénit del disco, no nos cabe duda. Tras este despliegue de magnificencia absoluta llega el turno de ‘Chapter III’, pieza que se concentra en una actitud más constreñida en lo referente a la vitalidad perturbadora mientras que la agilidad inherente al groove general de la pieza hace que lo inquietante se revista de una atractiva luminosidad. Parece una paradoja pero es así. En el caso de ‘Chapter IV’ sí tenemos una pieza explícitamente turbadora, bien situada en una encrucijada entre GOBLIN y PRESENT, con algunos elementos a lo ÄNGLAGÅRD. Los aportes de la guitarra se hacen notar muy expeditamente en medio del rol primordial que tiene las orquestaciones y bases armónicas de los teclados. El epílogo con efectos abstractos de sintetizador y guitarra gesta un inesperado viraje surrealista al asunto, lo cual añade algo de extravagante gallardía a la espiritualidad imperantemente oscurantista de la pieza. Este capítulo conforma otro cénit definitorio del álbum.


   

‘Chapter V’, sobre la base a un lento compás en 7/8, desarrolla recursos de sidéreo secreto que calza muy bien al traducirse en el diálogo permanente entre el moto perpetuo del mellotrón y las escalas dinámicas de la guitarra. Los efectos de sonido y los llamados de la campana que emergen al final hacen relucir lo que hasta entonces había quedado escondido: algo muy lúgubre en los sótanos más recónditos de la psique. ‘Chapter VI’ recibe el impacto del lirismo del Capítulo precedente y lo transporta hacia una magnificencia prog-sinfónica bien cuidada, procurando que no caiga en una fastuosidad gratuita pero explotando con buen pulso el dinamismo preciosista en curso. Las cadencias sumamente reservadas de mellotrón que emergen al final dan la impresión de guardar bajo siete llaves el misterio de algo que se dejó sin decir a propósito a lo largo del aparentemente cálido desarrollo melódico de este Capítulo. Cuando llega el turno de ‘Chapter VII’, el bajo impone la consonancia prologar que al poco rato, con la sucesiva incorporación de los demás instrumentos, se traduce en una mezcla de latidos de corazón y golpes en una puerta. A fin de cuentas, el motif central realiza una mezcla de lo idílico y lo tenebroso mientras se mantiene el talante indescifrable de aquello que pretende entrar e instaurar una zozobra innombrable. La clave de ello está en la combinación de las lacónicas líneas de sintetizador y las refinadas armonías del piano. Cuando llega el turno de ‘Chapter VIII’, se impone el tercer punto álgido del disco, el mismo que se sitúa en la zona de impacto de los legados combinados de los Capítulos Segundo, Cuarto y Sexto. Comenzando con un aura de estilizada cautela en base al hermanamiento de elegantes secuencias disonantes de piano y parcas capas de mellotrón, el ensamble logra transmitir un garbo desasosegado sin mayores aspavientos. Luego, a mitad de camino, el cuerpo principal deriva hacia un sólido dinamismo siniestro que guarda algo de mágico en su atmósfera global. El motivo inicial regresa para el epílogo con delicados ornamentos de guitarra. El penúltimo ítem, ‘Chapter IX’, se centra en el piano, siendo así que este instrumento nos guía por los únicos senderos de melancolía e introspección que existen en el mapa musical del disco. La aureola impresionista y sobria del piano deja que otros recursos sonoros que emulan cellos y fagots se explayen en la manifestación de tristeza mortuoria a la cual alude el corazón del desarrollo temático.


   

Durando poco más de 10 ¼ minutos, ‘Chapter X’ cierra el repertorio. Bien metido en la lógica y el esquematismo del paradigma prog-sinfónico dentro de un esquema rítmico lento, esta pieza refleja con inspirada solvencia una inspirada secuencia de diversas atmósferas que van desde lo introspectivo hasta lo explosivo siempre dentro de un ambiente fastuoso plagado de señorío musical: en su sección inicial, de hecho, recoge los ecos melancólicos del capítulo precedente. Ya más adelante todo adquiere unas tonalidades más aristocráticas, especialmente cuando emerge un contundente solo de guitarra. Cerca del final hay una sección signada por una relativa gracilidad, pero es ante todo el preludio al retorno final a la melancolía envuelta en un ropaje oscurantista (muy a tono, por otro lado, con los capítulos #4 y #7). Todo esto fue “Decalogue Of Darkness”, un decálogo de exploraciones de cuevas y recovecos de algunas de las dimensiones más oscuras del espíritu humano y del cosmos traducidas al lenguaje del sonido: esta hermenéutica sónica tiene toda la exquisitez del rock progresivo que la gente de DAAL sabe manejar muy bien desde siempre. Aunque llegue un poco tarde, aquí va nuestro elogio a la hermosa y vivaz grandilocuencia de este disco que fue uno de los más bellos que se produjeron en el escenario progresivo italiano del año 2018.


Muestras de “Decalogue Of Darkness”.-
Chapter III [video-clip]: https://www.youtube.com/watch?v=Q6pJ9jYBXfw

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