Hoy presentamos al quinteto estadounidense ARCH ECHO y su segundo disco, el cual se titula “You Won’t Believe What Happens Next!” y fue publicado en el primer día de mayo del pasado año 2019, por vía del propio blog de Bandcamp de la banda. Este ensamble conformado por los guitarristas Adam Bentley y Adam Rafowitz, el teclista Joey Izzo, el bajista Joe Calderone y el baterista Richie Martinez, cultiva una modalidad enérgica y llamativa de híbrido entre el prog-metal y el jazz-rock. La meticulosidad melódica de la que hace gala muchas veces el quinteto es una muestra fehaciente de que en su esquema estético tan versátil también hay espacios para las influencias recibidas de las tradiciones respectivas del prog sinfónico y de la escena fusionesca de los 70s: pero bueno, el virtuosismo técnico y el gusto por ambientes ostentosos es lo predominante en la voz musical de ARCH ECHO, con altas dosis de djent y una generosa expansión de esquemas rítmicos complejos y variantes. El grupo cita a RUSH, ANIMALS AS LEADERS, ALLAN HODSLWROTH, PERIPHERY, SNARKY PUPPY y a los héroes históricos del rock progresivo como sus máximas influencias. El grupo debutó fonográficamente con el disco homónimo del año 2017, y ahora, con “You Won’t Believe What Happens Next!”, el quinteto refuerza eficazmente su posicionamiento dentro de la actual escena progresiva de su país. Bueno, vayamos ahora a los detalles específicos de este disco.
Ocupando los primeros 6 ¼ minutos del álbum,
‘Daybreak’ exhibe una demostración virtuosa de claridad melódica dentro de un
armazón sonoro donde reinan la robustez y el fulgor. El asunto se encuadra bajo
la convergencia de los paradigmas de PLANET X, SPECIAL PROVIDENCE y la faceta
más pomposa de la obra solista de JORDAN RUDESS. Luego, sigue la dupla de
‘Immediate Results!’ y ‘Stella’, la cual está diseñada para impulsar la mezcla
de brío, músculo y precisión virtuosa que se instauró en el primer tema. Así, ‘Immediate
Results!’ hace valer su vibrante musculatura a través de un groove llamativo
que sabe sostener los fastuosos solos de piano y de guitarra que entran a
tallar en ciertos pasajes estratégicos. Por su parte, ‘Stella’ sigue adelante
con la lógica de creciente incandescencia tras una sección prologar cálida y
reposada guiada por el piano. Una vez que la maquinaria rockera activa su poder
de ebullición, el quinteto se orienta hacia un ejercicio de exquisito frenesí
prog-metalero; al respecto, notamos un cercano hermanamiento con HAGO. Algunos breves
interludios más reposados son utilizados para que el complejo desarrollo
temático abra espacios de relax, aunque sin duda, los actores menos relajados
son los encargados de la sección rítmica… Muy complicada es la ingeniería que
ellos tienen que sostener. El talante neuróticamente mecánico de los cortantes
riffs armados por las dos guitarras producen un gran efecto para el epílogo. En la secuencia de estos temas #2 y #3 tenemos un cénit continuado del repertorio de este disco. El
caso de ‘Daybreak’ instala un regreso a la claridad melódica que había signado
a la pieza de apertura mientras el sonido grupal sigue aferrándose a su incombustible
garra. Los teclados saben hacerse notar con sus bases armónicas y orquestaciones
en medio del protagonismo asumido por las guitarras. ‘Aurora’ transita por una dimensionalidad
un poco más densa dentro del ideario musical de la banda mientras pone algo de
freno al gusto por lo frenético y lo explosivo dentro del armazón rítmico.
Los juegos de síncopas son más pronunciados en este aspecto mientras las
florituras de las guitarras y los teclados oscilan fluidamente entre lo
neoclásico y lo disonante.
Cuando llega el turno de ‘Mukduk’, la banda explora recursos de lirismo jazz-rockero fastuoso al modo de una cruza entre CAB y PLANET X: hay un refrescante aire de distinción en el modo en que el grupo elabora esta nueva expresión de su inagotable energía performativa. A despecho de
su título, ‘Tempest’ es una pieza menos tempestuosa que las que le precedieron,
lo cual no quiere decir que no nos muestre algo más de la garra esencial del
grupo. Con las instancia de vigor prog-metalero de las guitarras y la sofisticación jazz-rockera plasmada en los pletóricos juegos de síncopas ideados por la dupla rítmica, el arsenal de teclados debe cumplir con la misión de tender puentes entre esas dos instancias. Los últimos 14 minutos y pico del repertorio están ocupados por la dupla de ‘Bocksuvfun’ y ‘Iris’. En el caso del primero de estos temas mencionados, se nota que el grupo quiere explorar los matices más propiamente sinfónicos dentro de su bien delineado estándar estilístico. Muy relevantes son las presencias, en diferentes tramos del desarrollo temático, de pasajes estilizados al modo de un híbrido de JORDAN RUDESS y RICK WAKEMAN, con otros en los que se hace presente la influencia del paradigma de ALLAN HOLDSWORTH. Dicho sea de paso, tal vez tenemos aquí el mejor solo de sintetizador de todo el álbum, y en cuanto al tema como tal, conforma otro punto climático del mismo.... y lo mismo vale para ‘Iris’, que resulta ser la pieza más extensa del álbum con sus casi 8 minutos de duración. Su misión consiste en explorar con una intensidad fastuosa las inquietudes sinfónicas que se habían hecho muy presentes en el ítem precedente. A fin de cuentas, el álbum tendrá que concluir con la pieza más definidamente serena de su catálogo. Todo esto fue lo que se nos brindó en “You Won’t Believe What Happens Next!”, un disco excitante y fastuoso que nos ha permitido conocer a los ARCH ECHO para que nos causen una gran impresión. De lo más redondo que se ha publicado dentro del variopinto escenario progresivo estadounidense en el pasado año 2019. Vale la pena descubrir a esta banda, la verdad que sí.
Muestras de “You Won’t
Believe What Happens Next!”.-
Immediate Results!: https://www.youtube.com/watch?v=PW2aInAygfI
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