Friday, February 28, 2020

Un nuevo ciclo neo-progresivo para NUMEN


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.


Hoy tenemos en nuestras manos “Cyclothymia”, el tercer álbum de estudio del grupo neo-progresivo español NUMEN, el cual fue publicado por el sello chileno Mylodon Records en marzo del pasado año 2019. Ya hace un año, así que esta reseña es bastante tardía, pero bueno, la cosa es que cada expresión aquí vertida es genuina y honesta. Antes de ir al disco en sí, anotemos que este quinteto afincado en Alicante está actualmente conformado por César Alcaraz [voz], Manuel Mas [teclados], Marcos Beviá [guitarras], Víctor Arques [bajo] y Gaspar Martínez [batería y percusión]. Se trata del primer disco de NUMEN con la presencia de Beviá, siendo éste el sucesor de Antonio Valiente. Los orígenes de la banda se remontan al año 1992, siendo así que seis años después logar publicar su álbum de debut “Samsara”, pero dos años después, el grupo se desintegró. De todas formas, esta disolución no fue definitiva porque el grupo resurgió con todo para crear y publicar “Numenclature” en el año 2014. Con “Cyclothymia”, los NUMEN reafirmaron la vitalidad creativa de esta nueva época. Centrándonos específicamente en este ítem, el grupo exhibe una muestra exquisita y fluidamente esquematizada de sinfonismo moderno, muy obediente a las herencias recibidas de la nueva ola del prog sinfónico británico de los 80s, y, de paso, también de la segunda generación del así llamado neo-prog de los 90s en adelante (GREY LADY DOWN, COLLAGE, QUIDAM). Tampoco faltan nexos estilísticos con las facetas modernizadas de los idearios sonoros de GENESIS, CAMEL y PINK FLOYD. El material grabado para este disco fue mezclado por Rafa Camisón en Estudio 79, para luego ser masterizado por Kadifornia Mastering. Veamos ahora los detalles del repertorio de este disco, ¿vale? 



Durando 6 ¾ minutos, ‘The Man With The X-Ray Eyes’ abre el repertorio, canción que se inicia con un patentemente ceremonioso prólogo marcado por múltiples capas cósmicas de sintetizador, a las cuales se añade un soliloquio con autoridad retórica. Una vez instalado el bloque instrumental pleno, nos topamos con un motif llamativo y cristalinamente perfilado que nos remite tanto a los MARILLION de la fase 85-89 como a los PENDRAGON de inicios de los 90s. Tras explayarse generosamente sobre un swing ágil que permite al gancho del centro temático asentarse con un poder encantador, la sección final termina en clave lenta al estilo de una balada Floydiana. Sigue a continuación ‘Some Faith’, una canción diseñada para perpetuar la sensibilidad lírica y relajada con la cual había concluido la canción de apertura. Estando los teclados en el centro neurálgico del esquema melódico y la atmósfera evocadora de la canción, la idea es darle una dosis extra de dramatismo, especialmente en lo referente a las vibraciones emocionales del canto y las sólidas intervenciones de la guitara en sus riffs, fraseos y añadidos armónicos. A despecho de lo que se podría concluir a partir de su ritualístico título, ‘A Cosmic Prayer’ es un tema donde predomina lo extrovertido y lo colorido, aunque también cuenta con un interludio sereno que llama la atención dentro del esquema general debido a que contiene uno de los mejores solos de sintetizador de todo el álbum. Se trata de una de las canciones más rotundas del disco, aprovecha muy bien su espacio de 7 minutos. El cuarto tema del álbum es el que precisamente le da título y es también el más extenso con sus más de 14 ¾ minutos de duración, y cómo no, la banda explota sus aristas más fastuosas para la ocasión. mayormente, se crea y expande una serie de atmósferas envolventes para organizar los dramáticos desarrollos melódicos, los mismos que están claramente delineados como un híbrido entre los MARILLION de los 80s y los GENESIS de fines de los 70s. Alrededor de la frontera del octavo minuto, el grupo elabora un interludio instrumental vitalista sobre un groove entusiasta y moderadamente muscular. Todo termina con un retorno al dramatismo original, añadiéndose una parsimonia estilizada que nos remite, hasta cierto punto, a los PINK FLOYD de la fase 87-94. El epílogo de piano es muy elocuente en su seria parquedad, muy expresiva de que la narrativa de la canción termina con una aureola de solemne gravedad.

‘Lady Of The Winds’ comienza con efectos de ventisca y un cántico de duendes infantiles, lo cual abre la puerta a la expansión de una atmósfera grácil y poética. Los aires pastoriles de la guitara acústica y el carácter flotante de las armonías y ornamentos de los teclados llenan el ambiente amable que se apoya sólidamente sobre un swing llamativo armado por la dupla rítmica. La canción porta una belleza serena y etérea que nos remite a un híbrido de los ASGARD del primer álbum con los COLLAGE de los tres primeros; también notamos un aire retro a lo GENESIS con algunos dejos propios de la faceta folclórica de YES. Los últimos 9 ½ minutos del disco están ocupados por ‘Footprints’, canción que comienza fluyendo  sobriamente bajo el modelo de balada prog-sinfónica al estilo de MARILLION y PENDRAGON. Tras pasar la frontera del tercer minuto, el inicial talante marcadamente introspectivo vira hacia un área más propiamente épica; es aquí donde las capas y orquestaciones de los teclados se tornan un poco más densas. Las cosas no tardan mucho en agilizarse hasta el punto de que la guitarra halla campos de acción para sus expansiones protagónicas en medio del canto de Alcaraz, y mientras tanto, la dupla rítmica desarrolla un swing más grácil. Así las cosas, el esquema melódico se torna fulguroso: ya lo introspectivo quedó atrás para hablar de una musicalidad extrovertida y efectivamente atractiva. El impulso real para que la canción y el repertorio concluyan con una aureola fastuosa y un gancho melódico imparable se concreta a las mila maravillas. “Cyclothymia” es, a fin de cuentas, un disco sólido en sus desarrollos musicales y muy vivaz a través de las diversas ideas melódicas que se van exhibiendo de principio a fin. La gente de NUMEN se ha lucido a todo dar en este disco. 


Muestras de “Cyclothymia”.-
The Man With The X-Ray Eyes [en vivo en San Vicente del Raspeig, Alicante, 30 de marzo de 2019]: https://www.youtube.com/watch?v=rwOtE4arxbQ


[Esta reseña va dedicada a los rock-camaradas Gabriella Mendoza y Luis Álvarez Insfran.]

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