Sunday, December 25, 2022

DWIKI DHARMAWAN: una inspirada mezcla de jazz-prog y mística



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Llega un poco tarde, pero ya está aquí nuestra humilde reseña sobre la magna obra del maestro indonesio DWIKI DHARMAWAN “Hari Ketiga”, la cual fue publicada el 19 de agosto del año 2020 por el sello MoonJune Records. Se trata de un álbum doble conceptual que versa sobre la concepción integral del vínculo entre la especie humana y el Planeta Tierra, teniendo en cuenta cuán poderoso y frágil a la vez es éste y cuáles son las urgentes responsabilidades que tiene aquélla para tratarle con sigilo, siendo como es su hogar y su hábitat. Este mismo concepto (oficialmente llamado The Third Day: A Musical Quantum Entanglement In Nine Acts) fue ideado por Leonardo Pavkovic, el amo y señor de MoonJune Records, mientras que las letras fueron escritas por Alessandro Ducoli y Luca Morzenti. Recogiendo las cosechas de sus dos discos precedentes – “Pasar Klewer” y “Rumah Batu”, de los años 2016 y 2018, respectivamente – “Hari Ketiga” da un paso más allá respecto a la exploración de elementos de tensa exuberancia dentro del discurso jazz-progresivo. El maestro DHARMAWAN se encarga de tocar los pianos acústico y eléctrico Fender Rhodes, el sintetizador Mini Moog, el armonio, además de hacer algo de canto y aportar efectos de sonido ambientales. Sus compañeros de viaje recurrentes son Asaf Sirkis [batería, percusión y sonidos ambientales], Markus Reuter [Touch Guitars y efectos electrónicos] y Boris Savoldelli [voz, efectos vocales y efectos electrónicos]. Algunas colaboracines ocasionales llegan de parte de Jeremias Pah (voz y sasanda), Endi Pah (voz y tambur) y Jonas Mooy con el Inggu Ndolu Group Art (voces, sasando, gong y tambur). Las sesiones de grabación para esta magna obra se realizaron La Casamurada de Banyeres del Penedés, Cataluña, España, el 17 de mayo de 2017. Adiciones posteriores se registraron en el Insanology Studio de Solto Collina, Italia; además, las piezas folklóricas indonesias que se utilizaron en algunas ocasiones datan del año 2012. Los procesos de mezcla y masterización corrieron a cargo del maestro Mark Wingfield en el Heron Island Studio de Cambridgeshire, Inglaterra, en dos etapas: agosto de 2017 y abril de 2020. Bueno, vayamos ahora a los detalles de este doble CD. 


Los dos primeros temas del álbum tienen las maratónicas duraciones de poco más de 28 ¼ minutoy de 34 minutos, respectivamente: ‘The Earth’ y ‘The Man’. Los delicados y evocadores fraseos de piano que dan inicio a ‘The Earth’ establecen una pauta eficiente para la instauración de una bien sostenida ambientación flotante dentro de la cual la dupla rítmica, las capas electrónicas y el canto elaboran un cuadro sonoro de ribetes cósmicos. Más adelante, cuando entran a tallar recursos de jazz experimental, el asunto se torna más intenso mientras gana también en lirismo; de esta manera, el bloque sonoro asume ropajes exorcistas que se sienten bastante señoriales. La vitalidad contenida que va reinando mientras esta maratón sigue adelante es interrumpida a veces por etéreos pasajes serenos, los mismos que ostentan un talante ensoñador. Ya cerca del final, el asunto se torna más abstracto, lo cual prepara el camino para la emergencia de ‘The Man’, la maratón que explora vibraciones más surrealistas y deconstructivas dentro de la pauta iniciada por el extenso tema de entrada. Los recursos de tensión e inquietud van explotando de manera secuencial dentro de un juego de formas libres que sabe hasta dónde llegar en cada momento; también hay intermedios de piano y de canto que parecen indicar a ciertos intentos de reconstrucción, pero, en general, hemos dejado atrás el tiempo de la evocación del ámbito celestial y estamos ahora en el de la ácida introspección del espíritu humano. Así, se exige el despliegue de una musculatura renovadora, no exenta de neuróticas exaltaciones. Es toda una experiencia en sí misma disfrutar de estas dos monumentales piezas que inician este ambicioso repertorio, pero el asunto debe continuar y lo hace con ‘The Event Horizon’, una pieza que se focaliza en un cálido ejercicio de jazz-fusion con cadencias progresivas. La vitalidad luminosa de los colores latinos nos hacen recordar un poco a los RETURN TO FOREVER de los dos primeros discos. El epílogo de piano es simplemente maravilloso, portador de un embrujo inmaculadamente envolvente que cierra con ceremoniosa ceremoniosidad el hermoso paisaje musical que se creó para la ocasión. 


‘The Loneliness Of The Universe’ abre el segundo volumen de “Hari Ketiga” y es uno de los dos temas que superan los 19 minutos de duración. Su esquema central se asienta sobre unos aleatorios efluvios espaciales que se emparentan cercanamente con la faceta lisérgica de las tradiciones del prog psicodélico y del krautrock. A partir de allí, se arman y dispersan los aportes de los instrumentos actuantes mientras su maraña cósmica va reforzándose al modo de una versión sonora de la técnica pictórica del dripping; más adelante, las cosas se tornan más exaltadamente dadaístas. Los complejos swings armados por la batería se encargan de cimentar una especie de columna vertebral que sirva de referencia para el edificio grupal. Aquí se da una inaudita cruza entre SUN RA, AREA, STOCKHAUSEN y ASH RA TEMPEL, hasta que el epílogo revela un trayecto jazz-progresivo bien definido sobre un compás de 7/8 donde todavía pervive algo de la soltura vanguardista precedente. ‘You’ll Never Be Alone’ preserva, a través de sus diversas deconstrucciones y dinámicas temáticas donde predomina lo atonal, bastantes factores del neurótico vitalismo vanguardista que definió a la pieza precedente. Con todo, también cabe señalar que la tensión exhibida aquí tiene un talante distinto del que acaparó a la mayor parte de ‘The Loneliness Of The Universe. Esta vez hay aquí una urgencia más marcada desde algo así como un fuego interior. ‘The Truth – The Fact Is Done’ da una nueva de tuerca a las tácticas e ingenierías deconstructivas que se han venido imponiendo a lo largo de este segundo volumen, pero en sus pasajes iniciales se revela un candor propio de la calidez esencial del folklore indonesio. Es como si todo hubiese comenzado con una magia telúrica marcada por un fulgor gentil para luego derivarse hacia un empuje claroscuro pletórico de traqueteos ácidamente surrealistas. ‘The Perpetual Motion’ es el otro tema que dura más de 19 minutos. Reiterando la combinación de ambientes étnicos con esquemas contemporáneos, aquí hay un mayor acercamiento al prog psicodélico durante el desarrollo de las expansiones modernistas. Éstas nos suenan a un matrimonio entre los paradigmas de EMBRYO y JOHN ZORN, más algunos elementos de la dimensión más alucinada de los primeros discos de GONG. Posiblemente sea la mancuerna de estos dos temas el cénit de este segundo volumen y, además, la máxima exhibición de extroversión sónica de todo el doble álbum. Pero aún quedan ‘The Deal’ y ‘The Memory Of Things’ para completar la experiencia íntegra de “Hari Ketiga”. El primero de estos temas retoma varios aspectos del free jazz alucinado que ya percibimos en otros temas precedentes; en cuanto a ‘The Memory Of Things’, se trata de un ejercicio de climas crepusculares llevados por el piano con un tenor introspectivo, el mismo que no está exento de ciertos recursos de vivacidad.


Todo esto es lo que se nos ha brindado en este ampuloso, ambicioso y visionario disco que es “Hari Ketiga”, un testimonio de la visión musical del maestro DWIKI DHARMAWAN llevada hacia unas alturas grandilocuentes que están diseñadas para impactar profundamente al oyente empático tanto desde la óptica melómana como la mística. Es, hasta el momento, el trabajo más prestamente vanguardista dentro de la discografía del genial DHARMAWAN y, definitivamente, debería ser considerado como un referente esencial para a escena jazz-progresiva de nuestros días. 



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