HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy es el momento de concentrar nuesta ratención en el genial grupo italiano CALOMITO, el cual, cinco años después de plantear con su disco debut “Inaudito” una voz peculiar e interesante dentro de la vanguardia jazz-progresiva, vuelve a la carga en 2011 con su nueva joya musical: “Cane Di Schiena”. Este disco nos muestra a una banda dispuesta a evolucionar por senderos más ricos sonoramente y con un groove más consistente y pronunciado a través de su variada paleta de recursos estilísticos (RIO, Canterbury, ZAPPA, jazz vanguardista, space-rock, fusión). El trío del guitarrista Marco Ravera, el bajista/trompetista/teclista Tommaso Rolando y el violinista Filippo Cantarella permanece invariable respecto a la alineación que grabó “Inaudito”: ahora, sin un teclista y saxofonista fijos pero con un nuevo baterista (Nocila Magri) y un trombonista (Nando Magni), el reformado quinteto se ha marcado una nueva cima creativa con este álbum que aporta frescura nueva a la escena progresiva en particular y a la música contemporánea en general.
‘Bella Lee’ ocupa los primeros tres minutos y medio del álbum poniendo toda la carne en el asador desde el punto de partida: esa mezcla de extrovertido entusiasmo y surrealista densidad que se explaya en la ágil instrumentación a través de las sofisticadas variaciones de motivos y ritmos es manejada con impoluta precisión, algo particularmente notable en esos casos donde el contraste entre un motivo y otro es más marcado. ‘Parliamone’ tiene una atmósfera evidentemente menos frenética, pero para nada se instala en una situación lánguida o calmada: más bien, la gente de Calamito explora su faceta jazzera con mayor fruición, instaurando una exploración en áreas sónicas cercanas a las tradiciones del Canterbury y de las primeras etapas respectivas de ARTI + MESTIERI y PICCHIO DAL POZZO, aunque también con un matiz contemporáneo relativamente cercano a algunas líneas de trabajo seguidas por sus contemporáneos de FONDERIA. ‘Infraditi’ prosigue por esta senda de ahondamientos jazz-progresivos, apelando esta vez a retomar buena parte del espíritu juguetón que había caracterizado al entusiasta tema de entrada: los elementos zappianos, fusionescos y de free-jazz que entran a tallar sucesivamente ayudan crucialmente a los motivos centrales a desplegar su complejidad retadora sin renunciar al gancho. Después del colorido dinámico de ‘Infraditi’, viene bien seguir por este camino de la mano de ‘Fungo’, pieza que elabora una estupenda combinación de armazones perturbadoramente vibrantes a lo Cosa Brava con matices grácilmente deconstructivos a lo RASCAL REPORTERS, además de algunos adornos de inocultable inspiración zappiana, todo ello dentro de un marco que asegura la preservación de una dinámica puramente rockera. Posiblemente sea justo señalar a esta dupla de ‘Infraditi’ y ‘Fungo’ como un cénit particular del álbum. La siguiente pieza es la que precisamente da título al álbum: de manera conveniente, el grupo decide darse un reposo después de sus precedentes arrebatos de exaltación sonora para remitirse a su faceta más introspectiva, creando así una composición de jazz tranquilo cuyo pronunciado tenor evocativo hace que el lirismo inherente a la idea básica se imponga de forma inapelable, incluso en esos pasajes donde la polenta se intensifica para llevar la amalgama de saxo, trombón, guitarra y teclado hacia un clímax inmediatamente anterior al cierre definitivo. Una ensoñación vespertina de sobremesa después del inquieto fragor de la mañana y el mediodía, un ensueño de raíz Canterbury (NUCLEUS, KEITH TIPPETT, el SOFT MACHINE de “6”).
Todavía quedan 23 minutos de “Cane Di Schiena”, un tiempo más que suficiente para que CALOMITO siga haciendo de las suyas en cuanto a inquietudes y extravagancias sonoras, todas ellas gestadas y ejecutadas con la genialidad que caracteriza a la banda, por supuesto. ‘Pappa Irreale’ es una pieza de base acústica que ofrece una curiosa y bien lograda mezcla de ragtime y charleston bañada en agua de azahar mediterránea: un tema exquisito y simpático que nos extrae una cálida sonrisa y que puede incluso provocar escuchar más de dos veces seguidas. Durando casi 8 minutos clavados, ‘Antenna’ nos remite a un escenario totalmente distinto, más solemne y cargado de estructuras densas, aunque con toda esta ornamentación todavía se respira un aire de agilidad y magnetismo mágico. Las referencias a la tradición del chamber-rock francófono son inocultables, pero CALOMITO le brinda un aura lírica que hace de este recurso algo menos cerebral de lo habitual, yendo más bien hacia lo emotivo bajo sus ropajes cuidadosamente estilizados. Otro cénit del disco sin duda, pero no el último paraje para investigaciones chamber-rockeras, como evidencia acto seguido ‘Klez’, tema que nos remite a un territorio mixto de HENRY COW y RIO francófono 80ero (a lo NEO MUSEUM). La presencia destacada de la guitarra y el uso de una armazón rítmica llena de cierta fiereza son los elementos prioritarios en esta composición, lo cual le da un aire más arisco que al tema precedente, lo cual lo sitúa en una posición cercana a ‘Infraditi’ y ‘Fungo’. A través de un espacio de poco menos de 9 minutos, ‘Max Dembo’ vuelve a postular un nuevo giro al repertorio del álbum para su cierre. Explayándose inicialmente en una estructura básica de bossa nova durante los primeros 2 minutos, luego se remodela en clave de jazz vanguardista que se alimenta de la irrupción previa de un breve interludio de psicodelia libre; la sencilla calidez del inicio se desvaneció a favor de una extraña tensión, la misma que se siente emparentada con las líneas de trabajo de bandas como JAGA-JAZZIST, CHEER-ACCIDENT y THINKING PLAGUE. Todo se disuelve finalmente en una calma que dura dos minutos, ocupados por efectos de maquinarias distantes y aves en el cielo. Un epílogo extrañamente acogedor para un disco que es tremendamente genial.
En conclusión: “Cane Di Schiena” confirma a CALOMITO como una fuerza creadora de primer nivel, portadora de una personalidad propia a la hora de construir sus bloques sonoros a partir de sus referentes vanguardistas y elaborar una propuesta sonora verídica y coloridamente desafiante para el polivalente mundo progresivo actual.
Muestras de “Cane Di Schiena”.-
Fungo: http://www.youtube.com/watch?v=tmR5ViBscGE
Parliamone: http://www.youtube.com/watch?v=zs9E7wymHJA
Antenna: http://www.youtube.com/watch?v=8xCQyPf0UHY
Hoy es el momento de concentrar nuesta ratención en el genial grupo italiano CALOMITO, el cual, cinco años después de plantear con su disco debut “Inaudito” una voz peculiar e interesante dentro de la vanguardia jazz-progresiva, vuelve a la carga en 2011 con su nueva joya musical: “Cane Di Schiena”. Este disco nos muestra a una banda dispuesta a evolucionar por senderos más ricos sonoramente y con un groove más consistente y pronunciado a través de su variada paleta de recursos estilísticos (RIO, Canterbury, ZAPPA, jazz vanguardista, space-rock, fusión). El trío del guitarrista Marco Ravera, el bajista/trompetista/teclista Tommaso Rolando y el violinista Filippo Cantarella permanece invariable respecto a la alineación que grabó “Inaudito”: ahora, sin un teclista y saxofonista fijos pero con un nuevo baterista (Nocila Magri) y un trombonista (Nando Magni), el reformado quinteto se ha marcado una nueva cima creativa con este álbum que aporta frescura nueva a la escena progresiva en particular y a la música contemporánea en general.
‘Bella Lee’ ocupa los primeros tres minutos y medio del álbum poniendo toda la carne en el asador desde el punto de partida: esa mezcla de extrovertido entusiasmo y surrealista densidad que se explaya en la ágil instrumentación a través de las sofisticadas variaciones de motivos y ritmos es manejada con impoluta precisión, algo particularmente notable en esos casos donde el contraste entre un motivo y otro es más marcado. ‘Parliamone’ tiene una atmósfera evidentemente menos frenética, pero para nada se instala en una situación lánguida o calmada: más bien, la gente de Calamito explora su faceta jazzera con mayor fruición, instaurando una exploración en áreas sónicas cercanas a las tradiciones del Canterbury y de las primeras etapas respectivas de ARTI + MESTIERI y PICCHIO DAL POZZO, aunque también con un matiz contemporáneo relativamente cercano a algunas líneas de trabajo seguidas por sus contemporáneos de FONDERIA. ‘Infraditi’ prosigue por esta senda de ahondamientos jazz-progresivos, apelando esta vez a retomar buena parte del espíritu juguetón que había caracterizado al entusiasta tema de entrada: los elementos zappianos, fusionescos y de free-jazz que entran a tallar sucesivamente ayudan crucialmente a los motivos centrales a desplegar su complejidad retadora sin renunciar al gancho. Después del colorido dinámico de ‘Infraditi’, viene bien seguir por este camino de la mano de ‘Fungo’, pieza que elabora una estupenda combinación de armazones perturbadoramente vibrantes a lo Cosa Brava con matices grácilmente deconstructivos a lo RASCAL REPORTERS, además de algunos adornos de inocultable inspiración zappiana, todo ello dentro de un marco que asegura la preservación de una dinámica puramente rockera. Posiblemente sea justo señalar a esta dupla de ‘Infraditi’ y ‘Fungo’ como un cénit particular del álbum. La siguiente pieza es la que precisamente da título al álbum: de manera conveniente, el grupo decide darse un reposo después de sus precedentes arrebatos de exaltación sonora para remitirse a su faceta más introspectiva, creando así una composición de jazz tranquilo cuyo pronunciado tenor evocativo hace que el lirismo inherente a la idea básica se imponga de forma inapelable, incluso en esos pasajes donde la polenta se intensifica para llevar la amalgama de saxo, trombón, guitarra y teclado hacia un clímax inmediatamente anterior al cierre definitivo. Una ensoñación vespertina de sobremesa después del inquieto fragor de la mañana y el mediodía, un ensueño de raíz Canterbury (NUCLEUS, KEITH TIPPETT, el SOFT MACHINE de “6”).
Todavía quedan 23 minutos de “Cane Di Schiena”, un tiempo más que suficiente para que CALOMITO siga haciendo de las suyas en cuanto a inquietudes y extravagancias sonoras, todas ellas gestadas y ejecutadas con la genialidad que caracteriza a la banda, por supuesto. ‘Pappa Irreale’ es una pieza de base acústica que ofrece una curiosa y bien lograda mezcla de ragtime y charleston bañada en agua de azahar mediterránea: un tema exquisito y simpático que nos extrae una cálida sonrisa y que puede incluso provocar escuchar más de dos veces seguidas. Durando casi 8 minutos clavados, ‘Antenna’ nos remite a un escenario totalmente distinto, más solemne y cargado de estructuras densas, aunque con toda esta ornamentación todavía se respira un aire de agilidad y magnetismo mágico. Las referencias a la tradición del chamber-rock francófono son inocultables, pero CALOMITO le brinda un aura lírica que hace de este recurso algo menos cerebral de lo habitual, yendo más bien hacia lo emotivo bajo sus ropajes cuidadosamente estilizados. Otro cénit del disco sin duda, pero no el último paraje para investigaciones chamber-rockeras, como evidencia acto seguido ‘Klez’, tema que nos remite a un territorio mixto de HENRY COW y RIO francófono 80ero (a lo NEO MUSEUM). La presencia destacada de la guitarra y el uso de una armazón rítmica llena de cierta fiereza son los elementos prioritarios en esta composición, lo cual le da un aire más arisco que al tema precedente, lo cual lo sitúa en una posición cercana a ‘Infraditi’ y ‘Fungo’. A través de un espacio de poco menos de 9 minutos, ‘Max Dembo’ vuelve a postular un nuevo giro al repertorio del álbum para su cierre. Explayándose inicialmente en una estructura básica de bossa nova durante los primeros 2 minutos, luego se remodela en clave de jazz vanguardista que se alimenta de la irrupción previa de un breve interludio de psicodelia libre; la sencilla calidez del inicio se desvaneció a favor de una extraña tensión, la misma que se siente emparentada con las líneas de trabajo de bandas como JAGA-JAZZIST, CHEER-ACCIDENT y THINKING PLAGUE. Todo se disuelve finalmente en una calma que dura dos minutos, ocupados por efectos de maquinarias distantes y aves en el cielo. Un epílogo extrañamente acogedor para un disco que es tremendamente genial.
En conclusión: “Cane Di Schiena” confirma a CALOMITO como una fuerza creadora de primer nivel, portadora de una personalidad propia a la hora de construir sus bloques sonoros a partir de sus referentes vanguardistas y elaborar una propuesta sonora verídica y coloridamente desafiante para el polivalente mundo progresivo actual.
Muestras de “Cane Di Schiena”.-
Fungo: http://www.youtube.com/watch?v=tmR5ViBscGE
Parliamone: http://www.youtube.com/watch?v=zs9E7wymHJA
Antenna: http://www.youtube.com/watch?v=8xCQyPf0UHY
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