Wednesday, April 23, 2014

CLEFT, expresión joven del math-rock británico


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de presentar al power-dúo inglés CLEFT, formado en Manchester a fines de 2011 por un guitarrista llamado Dan y un baterista llamado John. La línea de trabajo del dúo se orienta por la línea del math-rock, aunque ellos prefieren describir su estrategia musical como una labor de condensación de largas composiciones de rock progresivo bajo formatos de 3 minutos: en pocas palabras, turbo-prog. La rapidez con que surgían las ideas musicales de esta banda dejaron su constancia en la grabación de los dos EPs “Utter” y “Whale Bone” a lo largo del año 2012, difundiéndolos en su blog de Bandcamp (dirección: http://cleft.bandcamp.com/). El disco de CLEFT que hoy traemos a colación es su primer disco de larga duración “Bosh!”, publicado en febrero de 2014. 


‘12 Second Panda’ ocupa los primeros 4 ¼ minutos del álbum asentando las bases para lo que serán los rasgos centrales del tenor general del álbum: convincente musculatura de los guitarreos, manejo fluido de pautas rítmicas complejas, bien armadas ilaciones de grooves diversos que transitan de lo extrovertido hacia lo contenido. ‘Tamed Beests’ incrementa un poco la dosis de vibraciones extrovertidas mientras que ‘Alec Baldwin’s Hair’ se basa en una simple idea juguetona que suena casi a un riff punk modelado con una versión remodelada de jazz-rock. Con los refrescantes aires de renovada sofisticación que traen sucesivamente ‘Gutter Brush’ y ‘Ghost Thighs’, la gente de CLEFT vuelve a poner toda la fibra rockera sobre la palestra. ‘Elephant In The Bar Room’ tiene letra, lo cual hace que la banda se mueva ahora por terrenos más bufonescos en su expresividad esencial: si imaginamos un retorno del viejo PRIMUS a través del filtro de BATTLES, entonces no podemos hacer una buena idea de a que va el asunto con esta canción. El engarce inmediato con ‘Drop A Bastard’ permite a la banda completar el recurso de tensión creado anteriormente derivar hacia una proyección sónica más abstracta desde la cual se genera un crescendo inquietante y electrizante. ‘Buffet Remorse’, por su parte, empieza su arquitectura con una sonoridad más marcadamente etérea desde donde el dúo explora su faceta más relajada. Luego, la banda vuelve a su punche sofisticado habitual, trabajando síncopas y riffs con una ambición netamente progresiva. Así las cosas, ‘Pudendal’ pone las cosas al rojo vivo en lo que tal vez es la más explosiva exhibición de fiereza de todo el disco. ‘Hostage’ cierra el álbum en un solvente ejercicio de síntesis de los que fueron los rasgos sónicos más saltantes del repertorio precedente: un cierre muy oportuno.


“Bosh!” es un síntoma positivo sobre lo que la escena math-rockera británica todavía tiene que ofrecer para la actual escena progresiva: CLEFT ha sido un descubrimiento muy grato para nosotros.


Muestras de “Bosh!”.-


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