Wednesday, April 24, 2019

AUTOMATISM: travesías varias a través de un lago psicodélico



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy centramos nuestra atención en el disco debut del estupendo grupo sueco AUTOMATISM, el mismo que cultiva un estupendo híbrido de space-rock, stoner y jazz-rock dentro de una bien centrada ingeniería prog-psicodélica. Publicado poco después del ecuador de julio del pasado año 2018 en formatos de CD y vinilo por el sello Tonzonen Records, “From The Lake” tiene como principales trazos estilísticos el nervio expresivo y la preocupación por explorar meticulosamente los motivos creados para cada fenómeno sonoro. Los orígenes de AUTOMATISM se remontan al segundo tercio del año 2017, en plena temporada primaveral, en la capital sueca de Estocolmo: por iniciativa del guitarrista Hans Hjelm, quien congregó a unos amigos activos en grupos como KUNGENS MÄN y NEW ROSE con la finalidad de crear una propuesta musical robusta y vivaz bajo la modalidad psicodélica del variopinto escenario del art-rock. La alineación de AUTOMATISM que se encargó de la gestación de este nuevo disco consiste en el antes mencionado Hans Hjelm [guitarra, phin y sintetizador], Gustav Nygren [guitarra y bajo], Mikael Tuominen [bajo y guitarra] y Jonas Yrlid [batería]. El grupo también contó con invitados en las personas de Andreas Axelsson [percusión], Peter Erikson [sintetizador y caja de ritmos] y Jesper Skarin [batería y percusión]. El material de “From The Lake” fue grabado en base a improvisaciones en vivo que tuvieron lugar en el Studio Blod, las cuales recibieron un poco más tarde unas pistas de sobremezcla en el Helter Skelter Studio. Bueno, veamos ahora los detalles específicos del repertorio contenido en este disco.


Durando poco más de 12 ½ minutos, ‘Standing Wave’ abre el disco y lo hace desplegando recursos de magnificencia rockera bajo un robusto manto de ensoñación psicodélica. Los guitarreos van flotando al modo de una versión post-metalera del estándar Floydiano de la fase 68-71 mezclada con los estándares prog-psicodélico de unos MY SLEEPING KARMA y unos CAUSA SUI; mientras tanto, la batería realiza una sutil labor de complejidad para el swing sobre el que se sostiene el tempo recurrente del jam central. Cuando la pieza llega a su último tercio, la atmósfera general se hace un poco más vaporosa, llevando a su vigor esencial hacia un terreno de relativo apaciguamiento general: eso sí, el aura mágica prevalece y se mantiene intacta a través de los inagotables entrecruzamientos y diálogos entre las dos guitarras. El segundo tema se titula ‘At Sea’ y su función es la de jugar con dinamismos de inspiración post-rockera desde la cual se agita y se capitaliza la atmósfera ensoñadora que ya había hecho acto de presencia vital en el tema de entrada. Esta vez, el grupo trabaja con una ambientación más introspectiva, siendo así que el sintetizador plasma un trasfondo oportuno con sus discretas capas minimalistas y la labor percusiva se centra en lo ornamental en lugar del armazón rítmico per se. La breve pieza ‘October Swim’ – dura poco más de 2 ¼ minutos – emerge del fade-out de ‘At Sea’ para centrarse en una cadencia juguetona desde la que exhibe una serie de sobrias vibraciones extrovertidas. A partir de aquí, se abren las puertas para el arribo de ‘Propeller Propulsion’, la otra pieza extensa del disco (dura poco menos de 12 ¼ minutos). Comenzando con el sonido de una capa minimalista de sintetizador y precisos golpes de bombo para marcar el tempo principal, el tema se toma su tiempo para instaurar propiamente su motif central: mientras tanto, lo retazos y ornamentos armónicos de las guitarras van reforzando gradualmente una atmósfera cósmica con añadidos matices sombríos. Una vez instalado el cuerpo central, estamos en el terreno del post-rock con ribetes krautrockeros con base motorik: el ensamble explora una línea híbrida de MOGWAI y NEU! con una soltura tal que el talante repetitivo en curso no llega nunca a aburrir. Ahora todo se hace luminoso con algunos chispazos de grisácea melancolía que se despide de ciertos fraseos de guitarra, pero como dijimos antes, lo luminoso es lo primordial en esta instancia. 


‘Floating Downstream’ vuelve de lleno a la vertiente solipsista y lánguida que ya hemos apreciado en otros momentos del repertorio precedente, esta vez con algunos vestigios de sonoridades hinduistas utilizados para el armazón del motif central. El cuarteto utiliza un pulso muy firme a la hora de asentar el cuerpo central, dejando que su inherente sencillez se impregne de la energía contenida que late a cada momento en las capas y líneas de las guitarras duales. El punto final del disco llega de la mano de ‘Ice-Floe’, tema que sobrepasa ligeramente el espacio de 4 ½ minutos y cuya misión consiste en volver de lleno al motorik pero bajo una atmósfera más grisácea y misteriosa que la que encontramos antes en el cuarto tema del disco. Hay también cercanías bien perfiladas con el paradigma del no-wave mientras la pieza despliega su distante groove. La capa de sintetizador que late siempre en el transfondo sale al frente durante el flotante epílogo para completar la predominante ambientación noctámbula que signa a esta pieza de cierre; dicha ambientación se siente bastante efectiva a través de su parco minimalismo a la hora de hacer que lo atmosférico triunfe finalmente sobre lo pulsátil. Esto es todo lo que hay de la fineza inquietante, misteriosa, y hasta a veces oscura, que los AUTOMATISM nos han brindado con su particular visión de la psicodelia progresiva y ecléctica de nuestros tiempos, una visión que juega con la sutileza y el vigor de forma simultánea. “From The Lake” es, no nos cabe duda, una travesía musical de gran categoría encapsulada en uno de los discos más potentes del rock experimental fabricado en el año 2018: ojalá tengamos más novedades fonográfica de parte de este estupendo proyecto musical sueco en el futuro próximo.


Muestras de “From The Lake”.-

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