HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES
SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy es el turno del grupo ucranio LA
HORSA BIANCA y su disco más reciente, titulado “Diluvian Beat”, el mismo que
fue publicado el 11 de diciembre del pasado año 2020. Llega un poco tarde esta
reseña, es verdad. El personal de LA HORSA BIANCA está conformado por Eugene
Manko [bajo, flauta, saxofones, corno, mellotrón, teclados, guitarra acústica,
bouzouki, percusión y voz], Olga Ksendzovska [órganos, sintetizadores, piano y
trombón alto], Kirill Gonchar [guitarra eléctrica], Andrew Brahin [guitarras,
eléctrica y clásica] e Igor Avdeyev [batería y voz]. El disco que ahora
reseñamos fue grabado entre setiembre de 2019 y octubre de 2020 en el
estudio Digout de la localidad ucranoa de Kkarkiv, siendo así que Manko (el
líder de la banda) participó en los posteriores procesos de mezcla y
masterización. El repertorio de seis piezas consta de tres pares de temas: dos
centrados en los tsunamis e inundaciones que incluyen letras de poemas (uno de
Yuri Izdryk, 2019, otro de Bohdan-Ihor Antonych, 1936); dos viejos temas del
año 2016, antes de que el grupo existiera, y que se centran en la dualidad
calma-tormenta; y dos que aluden a imágenes de mareas y oleajes. Haciendo un
poco de historia, la banda LA HORSA BIANCA se formó por iniciativa de Eugene
Manko en julio de 2016, comenzando bien plantada en la línea del rock
psicodélico para pronto pasar a un prog ecléctico donde la psicodelia se
alterna con elementos de jazz-prog, krautrock y sinfonismo. El debut fonográfico
tuvo lugar dos años después de su formación con “Somatic Schematic”, y al año
siguiente el quinteto realizó su segundo álbum “Oneiric Numeric”, el cual
recibió muy buenas críticas en blogs y e-zines especializadas en el género
progresivo. La línea de trabajo de “Diluvian Beat” sigue en muchas instancias
la senda sonora del disco predecesor, afinando detalles y reforzando el ágil
eclecticismo que caracteriza a la esencia estética del grupo; su edición es exclusivamente digital. Como es habitual, Manko se hizo cargo también del arte gráfica. Bueno, veamos
ahora los detalles de su repertorio.
‘Encyclica’ inicia el álbum con un aire
extrovertido que se sostiene sobre un llamativo groove que permite a las
guitarras armar un entramado fluido y al bajo dibujar una líneas bastante
efectivas, todo ello mientras los teclados llenan espacios por doquier con sus
capas y ornamentos. La muy gentil ligereza que late a lo largo y ancho del
sencillo desarrollo temático de alas al sencillo encanto del mismo: es como
algo extraído de uno de los dos primeros álbumes de KEVIN AYERS para que sea
remodelado por los CARAVAN del segundo álbum. ‘A Missage’ es la segunda pieza
del álbum y se erige como un cénit del mismo, instaurando un grácil ejercicio
instrumental de exquisitas musicalidades jazz-progresivas donde la línea
Canterbury se alterna con elementos sinfónicos de tendencia pastoral; estos
últimos irrumpen en ciertos momentos estratégicos para contrarrestar
sobriamente el empuje central que tienen esos otros más fastuosos. No se trata
de una pieza muy impetuosa de por sí, pues su swing básico se mantiene en un
medio tiempo, pero sí se nota la diversidad cromática del arsenal instrumental
actuante mientras el esquema melódico va avanzando. Otro instrumental titulado
‘The Mouse Principle’ sigue a continuación para establecer un espíritu dinámico
y resuelto sobre un esquema rítmico relativamente complejo. Su vitalismo retro
nos lleva a esos tiempos de CRESSIDA y QUATERMASS, con algunos factores extra
provenidos del paradigma de los GENESIS pre-1973. El interludio solemne brinda
un campo abierto para hermosos y envolventes diálogos entre una de las
guitarras y el sintetizador, los mismos que se apoyan sobres unas flotantes
capas de mellotrón. Para la sección epilogar, el ensamble se pone a elaborar
una cruza de jazz-rock y psicodelia mientras el bajo sale al frente y una de
las guitarras se centra en gestar trucos cósmicos a lo Gilmour. Los teclados
aportan un aura sofisticada al asunto mientras el bloque integral se enfila
hacia el golpe conclusivo. ‘Laws Of Slow Motion’ se asienta sobre un groove
propio del blues-rock psicodélico con algunos matices inconfundibles de
jazz-prog, algo así como un híbrido entre los PINK FLOYD de la etapa 69-71 y
AGITATION FREE, más algunas tonalidades de los COLOSSEUM de los últimos años de
su primera etapa. En su último minuto, emerge un sorprendente pasaje conclusivo
de espíritu jovial sobre un compás de 5/4. Al igual que ‘The Mouse
Principle’, esta pieza ostenta una vigorosa fuerza de carácter, pero tiene
una personalidad distinta.
‘It’s Not But Damn’ es el tema más extenso del álbum con su espacio de 9 minutos. Se trata de un jam muy al estilo de GILA con elementos extra de la faceta más refinada de AMON DÜÜL II, un jazz-prog con fuertes raíces krautrockeras. En un momento climático que se desarrolla y refuerza en el intermedio, el bloque sonoro se torna particularmente intenso bajo la guía de una guitarra que asume un fulgor furioso e incandescente. Todo termina con ‘Сурми останнього дня (Trumpets Of The Latter Day)’, una pieza ceremoniosa con fuerte talante Floydiano en su esquema básico, pero que se ornamenta sabiamente con recursos señoriales que nos remiten, una vez más, al paradigma de AGITATION FREE. Esto hace que la solemnidad predominante en el desarrollo temático revista sus conmociones crepusculares de un fulgor frontalmente dstinguido. Esto es todo lo que se nos ofrece en “Diluvian Beat” desde los cuarteles de LA HORSA BIANCA, un ensamble ucranio que hemos descubierto un poco tarde, pero cuya discografía íntegra vale la pena investigar. En lo que concierne a este disco en particular, es un deleite muy solvente dentro de la escena progresiva de nuestros días.
Muestras de “Diluvian Beat”.-
A Missage: https://lahorsabianca.bandcamp.com/track/a-missage
Laws Of Slow Motion: https://lahorsabianca.bandcamp.com/track/laws-of-slow-motion
Сурми останнього дня (Trumpets Of The Latter Day): https://lahorsabianca.bandcamp.com/track/trumpets-of-the-latter-day
‘It’s Not But Damn’ es el tema más extenso del álbum con su espacio de 9 minutos. Se trata de un jam muy al estilo de GILA con elementos extra de la faceta más refinada de AMON DÜÜL II, un jazz-prog con fuertes raíces krautrockeras. En un momento climático que se desarrolla y refuerza en el intermedio, el bloque sonoro se torna particularmente intenso bajo la guía de una guitarra que asume un fulgor furioso e incandescente. Todo termina con ‘Сурми останнього дня (Trumpets Of The Latter Day)’, una pieza ceremoniosa con fuerte talante Floydiano en su esquema básico, pero que se ornamenta sabiamente con recursos señoriales que nos remiten, una vez más, al paradigma de AGITATION FREE. Esto hace que la solemnidad predominante en el desarrollo temático revista sus conmociones crepusculares de un fulgor frontalmente dstinguido. Esto es todo lo que se nos ofrece en “Diluvian Beat” desde los cuarteles de LA HORSA BIANCA, un ensamble ucranio que hemos descubierto un poco tarde, pero cuya discografía íntegra vale la pena investigar. En lo que concierne a este disco en particular, es un deleite muy solvente dentro de la escena progresiva de nuestros días.
Muestras de “Diluvian Beat”.-
A Missage: https://lahorsabianca.bandcamp.com/track/a-missage
Laws Of Slow Motion: https://lahorsabianca.bandcamp.com/track/laws-of-slow-motion
Сурми останнього дня (Trumpets Of The Latter Day): https://lahorsabianca.bandcamp.com/track/trumpets-of-the-latter-day
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