Tuesday, July 20, 2021

Las 11 nuevas soluciones de SKE para los enigmas del avant-prog del nuevo milenio

 
 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy estamos de plácemes porque tenemos en nuestras manos el nuevo disco de SKE, proyecto italiano gestado y dirigido por el músico italiano Paolo “Ske” Botta. Este nuevo disco se titula “Insolubilia” y salió al mercado en el día 11 de este mismo mes de julio de 2021, sucediendo por 10 años al disco de debut “1000 Autunni” (reeditado en 2018 como “1001 Autunni” como álbum doble con un volumen extra en vivo en el año 2018). La publicación física de este disco es una labor independiente de Botta. Paolo, autor de todos los temas de “Insolubilia”, toca un copioso arsenal de teclados: órgano Hammond, Mellotrón, pianos eléctricos Wurlitzer y Fender Rhodes, sintetizadores ARP Odyssey, OSCar, Farfisa Synthorchestra, E-mu, Nord Eklectro3, Elka X705, Boog, Rolad RS202. También toca algunas percusiones básicas y concretas. Pero no solo eso, también cuenta con una nutrida lista de invitados. A ver... Pietro Bertoni (trombón y eufonio); Luca Calabrese (trompeta); Alessandro Cassani (bajos con y sin trastes); Jacopo Costa (percusiones tonales, címbalo, campanas tubulares y tímpanos); Massimo Giuntoli (armonio); Tommasso Leddi (mandolina); Martino Malacrida (batería); Nicolas Nikolopoulos (flauta); Francesco Zago (guitarras eléctricas y acústicas); Vitaly Appow (fagot); Valerio Cipollone (clarinetes); Maria Denami (voz); Maurizio Fasoli (piano de cola); Guillaume Gravelin (arpa); Elia Leon Mariani (violín); Pierre Wawrzyniak (bajo); Evangelia Kazoni (bajo); Thea Ellingsen Grant (voz); Lars Fredrik Frøislie (clavicordio); Simen Ådnøy Ellingsen (saxos soprano, alto y barítono); Tiziana Azzone (theorbo); Mélanie Gerber (voz); Fabio Pignatelli (bajo); Keith Macksound (bajo). Una parnaso de colaboradores procedentes de las filas de YUGEN, ISILRUS BANE, PRESENT, CAMEMBERT, CICCADA, FIVE STOREY ENSEMBLE, NOT A GOOD SIGN, LOOMINGS, WOBBLER, STORMY SIX, FEM, etc. Fuera de este proyecto suyo SKE, Botta es activo participante en YUGEN y NOT A GOOD SIGN. La propuesta musical exhibida en “Insolubilia” es un avant-prog melódico que incluye profusos elementos de sinfonismo, jazz-prog, psicodelia y fusión contemporánea. El material aquí recogido fue grabado entre febrero de 2020 y febrero de 2021 (Botta no se distrajo del clamor de sus musas en medio de esta pandemia), utilizándose varios estudios para este proceso: South Central Ceppine, Foschia, Noise Factory, Ganascia, Bestinelli, ArtAlone, Dontcare, Purple House, Vozdokh, Homestudio, Upstairs, LFF, Eigenstudio, Cheese, Timechild, Harpustudio, Rattle Free Recording y Viale Enrico Fermi. Por supuesto, esta larga lista de estudios responde al hecho de que sus colaboradores enviaban sus aportes en archivos de audio.  


El disco que aquí reseñamos está inspirado en las paradojas lógicas (de hecho, uno de los temas contiene una exposición de las paradojas del filósofo Zenón de Elea, y otro nos remite al estagirita Aristóteles). Bueno, yendo ahora a los detalles de su repertorio, nos topamos con que la pieza encargada de inaugurar el repertorio es ‘Sudo’, la cual se centra en el asentamiento de un ágil ejercicio de cadencias progresivas donde se fusionan los mundos de GENTLE GIANT, FAR CORNER y KING CRIMSON, o sea, una algarabía de atonalidades y tensiones que se sustenta solventemente sobre una ingeniería rítmica refinadamente juguetona. Acto seguido llega el turno de ‘Insolubilia I’, tema que instaura una atmósfera mucho más solemne, bien adentrada en un lirismo que se sitúa a medio camino entre lo introspectivo y lo perturbador. Aquí resuenan los ecos del primer álbum de SKE, aumentados por aires de familia que conectan la labor del ensamble con los paradigmas de RATIONAL DIET, CAMEMBERT y THINKING PLAGUE, más algunas sazones de los HENRY COW de los dos primeros álbumes. Además, con la labor tan explícitamente muscular de la guitarra y los sintetizadores en los pasajes más aguerridos, la pieza adquiere un nervio especialmente electrizante. Nos topamos con el primer cénit del álbum... uno de muchos. Así las cosas, llega el turno de ‘Tor Cia’, una miniatura que explora matices cósmicos con una oportuna dosis de densidad en la atmósfera circundante, logrando así preparar el terreno para el arribo de ‘Insolubilia II’, una bella pieza que despliega su envolvente sortilegio a través de una etérea ilación de escenas melódicas perpetradas bajo un manto híbrido de chamber-rock y prog sinfónico. Es como el inaudito encuentro entre las galaxias de GENESIS, BANCO DEL MUTUO SOCCORSO y RASCAL REPORTERS, añadiéndose algunos recursos pastorales (merced a las maderas y el theorbo) que enriquecen sublimemente la ya de por sí profusa majestuosidad melódica en curso. ‘Lo Stagno Del Proverbio’ ocupa un espacio de poco más de 3 minutos y se encarga de ahondar en la faceta introspectiva del ensamble, siendo así que el eufonio y el piano dirigen la mayor parte del esquema melódico, con un interludio que emerge para plasmar unos ornamentos etéreamente dadaístas. Otros ornamentos de mellotrón y címbalo aportan sugerentes recursos de señorial extravagancia.  


Las piezas ‘Akumu’ y ‘La Nona Onda’ conforman un continuum de imponente esplendor musical, durando una 6 minutos y pico y la otra, 7 minutos. El rol de ‘Akumu’ es el de elaborar una mezcla de space-rock y jazz-prog, un poco al modo de una cruza de FONDERIA y QUANTUM FANTAY. Por supuesto, algunas irrupciones de ornamentos atonales nos remiten al discurso del RIO, pero es de lo más cálido del álbum, y siendo su groove general tan llevaderamente ágil, esa calidez fluye naturalmente bajo la opulencia integral que la arropa. Por su parte, el rol de ‘La Nona Onda’ consiste en desarrollar un nuevo ejercicio de chamber-rock vitalista donde la densidad está al servicio de la expansión irrefrenable de diversos recursos de majestuosidad. Encontramos aquí parajes marcados por un swing jazz-rockero que se alternan con otros centrados en una suerte de serenidad palaciega contaminada por vibraciones cósmicas, así como otros momentos focalizados en lo sinfónico con muy delicados armazones sombríos (al estilo escandinavo, por así decirlo). Tampoco faltan algunas irrupciones disonantes de carácter Zappiano a través del filtro particular de SKE y YUGEN. Las secciones donde el encuadre de primera guitarra y batería empuja al bloque sonoro integral conducen a la pieza a un magnífico clímax conclusivo. Definitivamente, aquí hay otro cénit inapelable del álbum. La emergencia de ‘Scogli 4’ sirve para dar rienda suelta a la academia modernista dentro de una ambientación casi cinematográfica, como si se estuviese brindando un fondo musical a las primeras sombras que van surgiendo a lo largo de un crepúsculo evocador. La secuencia numéricamente descendente de ‘Insolubilia V’, ‘Insolubilia IV’ e ‘Insolubilia III’ marca la conclusión épica del repertorio del álbum en una adecuada exhibición de magnificencia eclécticamente progresiva. El primero de estos temas sigue claramente la senda del primer Insolubilia, con el matiz adicional de que el contraste entre los pasajes extrovertidos y los introvertidos es más marcado. La sección epilogar desarrolla una serie de excelsos claroscuros exultantes, un clímax que suena como una cruza entre los UNIVERS ZERO de los dos primeros discos y los KING CRIMSON del “Lizard”, aterrizando en una ensoñadora coda al piano eléctrico. Otro momento culminante del álbum y ya van... ¿cuántos?


‘Insolubilia IV’ es un intermedio onírico que destila una candidez mágica de fuerte talante onírico, el cual es ornamentado con arreglos de vientos y percusiones tonales que nos remiten parcialmente al modelo del “Incantations” de MIKE OLDFIELD. Esto viene muy bien antes de que ‘Insolubilia III’ ponga el broche final al disco. Esta pieza exhibe una laboriosa y diestra síntesis entre sinfonismo y jazz-prog, esta vez poniendo a la exuberante tensión del chamber-rock al servicio de la cordialidad melódica y la focalización en atmósferas gentiles. Los pasajes más filudos ostentan una vivacidad donde se cruzan los mundos de GENTLE GIANT y GOBLIN. He aquí el gran final que merece este gran disco. Todo esto fue “Insolubilia”, un catálogo de once geniales soluciones a los diversos enigmas que guarda la avanzada progresiva italiana de nuestros tiempos. SKE se ha lucido a lo grande con este álbum, al cual designamos como uno de los más excelsos que se han hecho en el país de Leonardo da Vinci y Federico Fellini en el presente año 2021. Definitivamente, se trata de un ítem totalmente recomendable dentro de una colección mínimamente buena de música progresiva del nuevo milenio. Así como “1000 Autunni” estableció un nuevo enfoque para el prog actual, “Insolubilia” establece un gran paso adelante dentro de la evolución artística de Paolo Botta.



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