Wednesday, February 16, 2022

FUSIOON: la inmortal leyenda progresiva de Manresa

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos una retrospectiva sobre el legado fonográfico del ensamble catalán FUSIOON, legendaria banda procedente de Manresa (Barcelona) que se erigió a fuerza de creatividad, músculo y tenaz espíritu aventurero como uno de los puntos de referencia más geniales del rock progresivo español durante la primera mitad de los 70s. Con solo tres discos en su haber (constando el primero de versiones de temas ajenos y populares anónimos), este cuarteto conformado por Manel Camp [pianos, órgano, sintetizador, mellotrón y canto], Martí Brunet [guitarras, sintetizador y canto], Jordi Camp [bajo y canto] y Santi Arisa [batería, percusiones y canto] se ha dado maña para dejar un inapelable testimonio de su grandeza artística dentro del ideal del rock progresivo. Desde ya, señalamos a este grupo como nuestro favorito de toda la escena progresiva española de los 70s, así que ya podrá adivinar el público lector cuánto entusiasmo está vertido en este repaso de su discografía. FUSIOON inició sus días con el encuentro de los amigos de infancia Manel Camp y Santi Arisa en 1970, a quienes se unieron pronto el guitarrista Alfred Pla y el bajista Paco Chacón. Este cuarteto original debutó en el Club San Jorge de Manresa. El gran golpe de timón del grupo fue su participación en el Festival de Música Progresiva de Granollers de 1971, donde no solo llamó la atención de la prensa cultural del momento, sino que derivó en las primeras negociaciones para un contrato de grabación: para entonces, la alineación se había renovado con los ingresos de Jordi Camp y Martí Brunet. A fin de cuentas, se dio un contrato con el sello fonográfico Belter, S.A. y la subsiguiente publicación del álbum debut simplemente titulado “Fusioon” en 1972. Éste contenía mayormente versiones de varios temas del folklore popular, además de una pieza académica del gran maestro gaditano MANUEL DE FALLA y otra con un poema de la notable literata gallega ROSALÍA DE CASTRO y música de XOÁN MONTÉS CAPÓN. El cuarteto contó en varias ocasiones con el apoyo creativo del arreglista y director Miquel Casas I Augé. Sónicamente, los aportes ocasionales de un ensamble de cuerdas, una flauta y un saxo ayudan al cuarteto a concretar el sus perspectivas de eclecticismo con abundantes elementos de jazz-rock, psicodelia, vanguardia académica y fusión contemporánea. “Fusioon” contiene un total de 8 temas: repasémoslos uno por uno. 


Con la dupla inicial de ‘Danza Del Molinero’ y ‘Ya Se Van Los Pastores’, el cuarteto ya da plenas muestras del gran nivel de exquisitez musical en torno al cual organiza su línea de trabajo. El primero de estos ítems mencionados exhibe su señorío embrujador esencial bajo el nuevo impulso brindado por los grooves sofisticados y delicados que la banda pone sobre el tapete para guiar el camino hacia un fastuoso final. En cuanto al segundo, éste refleja unas gráciles vibraciones bucólicas oportunamente remodeladas bajo un encuadre sonoro donde confluyen los mundos de COLOSSEUM, SOFT MACHINE y JETHRO TULL: la sofisticación de la avanzada jazz-progresiva y el candor folclórico se funden en una sola energía sónica. ‘Ses Porqueres’ exhibe el impacto de la pieza precedente al desplegar un vigor extrovertido sumamente refinado, aunque con menos eclecticismo. ‘Pavana Española’, por su parte, es un ejercicio de reconstrucción de estándares renacentistas para llevarlos a un terreno de ágil jazz-rock que, de una manera u otra, termina metamorfoseando a la pieza original de una manera creativa y juguetona (un poco al estilo de EKSEPTION). ‘Negra Sombra’ nos devuelve al esquema de trabajo centrado en un colorido calculadamente extravagante que ya se hizo presente en el tema #2, pero incorporando algo de la calidez que signó al tema #1. Cuando llega el turno de ‘En El Puerto De Pajares’, el cuarteto prosigue por la senda de apropiación traviesa y estilizada que ya recorrió en el caso de ‘Pavana Española’, esta vez, con una exuberancia menos ostentosa. De todas formas, es de agradecer que se introduzca un interesante quiebre rítmico en algún pasaje intermedio, así como unos efectivos diálogos entre órgano y saxo en los momentos finales. ‘Rima Infantil’ enfoca su estrategia reconstructiva con un gran bagaje en clave de jazz fusion y una adecuada presencia de ornamentos sinfónicos. ‘El Cant Des Ocells’ se encarga de cerrar el álbum a lo grande. En un espacio de 4 minutos y cuarto, la gente de FUSIOON inicia el asunto con un prólogo tenue y sigiloso que poco a poco va enriqueciéndose con ornamentos percusivos para ganar cierta musculatura, y a partir de ahí, el ensamble pasa a un estupendo ejercicio de rock sinfónico donde parecen cruzarse los mundos de JETHRO TULL, EGG y EMERSON, LAKE & PALMER. El ocasional empleo del compás de 5/4 añade esplendor al esquema sonoro en curso, el cual termina engalanando su propio fulgor expresivo mientras se va acercando al intenso momento final. 


Para promocionar este primer álbum se sacó un sencillo con la patentemente pegadiza ‘Danza Del Molinero’ en el lado A y ‘Negra Sombra’ en el otro lado. Pero, entre lo que quedaba del año 1972 y la primera mitad de 1973, los FUSIOON no se durmieron en sus laureles y sacaron al mercado otros dos sencillos que exhibían una rápida  y lúcida evolución estilística que los convertía a paso rápido en auténticos genios del ideal del rock progresivo. Uno de estos sencillos contenía los temas ‘No Hay Habitación Para...’ y ‘Ciclos’; el otro, ‘Rapsodia Para Un Violín’ y ‘Tocata Y Fuga’ (adaptando la celebérrima Tocata y Fuga en re menor, BWV 565 de JOHANN SEBASTIAN BACH). Debemos detenernos un poco en estas cuatro piezas para detectar esa frenética y fantástica evolución musical que mencionamos hace un rato. ‘No Hay Habitación Para...’ es un viaje sensacional de 4 minutos donde el grupo fehacientemente explora la confluencia de grooves gráciles con ágiles sonoridades marcadas por una predominancia de lo disonante tanto en la instrumentación como en los cánticos, algo así como un encuentro entre FRANK ZAPPA y SOFT MACHINE bajo el inquietante manto gris de un atardecer otoñal. ‘Ciclos’, por su parte, establece una gozosa explosión de cadencias jazz-rockeras con algunos matices folklóricos que permiten a la banda explorar horizontes fusionescos con gran inventiva y un pulso no menos grande. Aquí se destilan remembranzas de la luminosa tarde que precedió al atardecer antes retratado por la paleta sonora de la banda. ‘Rapsodia Para Un Violín’ irá aún más lejos; el cuarteto crea una pieza vitalista donde los aires urbanos y los ornamentos de inspiración académica se fusionan dentro de un sabiamente arquitectónico entramado jazz-progresivo. Algunos efectos de guitarra entran a tallar de manera un poco chocante antes de apoderarse del rol protagónico con un solo expansivo y contundente; un poco más adelante, el órgano y el sintetizador comulgan en un adorno cósmico que pone fin al interludio para regresar al motif central. ‘Tocata Y Fuga’, por su parte, se centra en una atmósfera mucho más ceremoniosa, lo cual permite al grupo afinar su faceta textural. Con estos antecedentes inspiradores, el grupo ya está al 100% preparado para gestar otro disco titulado “Fusioon”, aunque usualmente se le conoce como “Fusioon 2”; es su primera obra maestra y data del año 1974, siendo también publicada por Belter, S.A. Para este disco, Arisa toca algo de guitarra clásica junto a sus habituales ítems de batería y percusiones surtidas. Antes de ver los detalles de este segundo álbum, cabe mencionar el hito que supuso que los FUSIOON fuesen invitados a tocar en escenarios y programas musicales de Brasil en octubre de 1973. Cosas así aumentan la adrenalina y el impulso creativo, lo cual se nota en este segundo “Fusioon”.


'La Farsa Del Buen Vivir' tiene un esquema rítmico pegadizo, a medio camino entre la psicodelia y el folklore dentro de un esquema jazz-progresivo, y si a eso añadimos los cánticos juguetones que se desarrollan en el camino, tenemos un episodio inicial bastante redondo para el disco en tanto que transmite un aura optimista a la recién iniciada experiencia melómana. Algo a resaltar es el sintetizador que emite unos complementos sonoros adecuados para el dinamismo ofrecido por el órgano. En suma, tenemos aquí 3 minutos y pico muy bien aprovechados progresivamente. A continuación, sigue 'Contraste', pieza de 6 ½ minutos que vira hacia una actitud un poco más ceremoniosa, aunque el asunto no pierde un ápice del dinamismo bien llevado que signó a la pieza de entrada. La complejidad multitemática aumenta su dosis, y dentro de ella cabe destacar tanto los ágiles fraseos que Brunet arranca de la guitarra solista, así como el modo tan fluidamente certero en que el grupo maneja las ingeniosas variantes de ambiente que tienen lugar a lo largo del camino. Los músicos se sienten igualmente cómodos elaborando pasajes alegres y otros pasajes más disonantes (casi paralelos al estándar de unos GENTLE GIANT), manteniendo un pulso vitalista. 'Tritons' (con secciones tituladas ‘1ª Parte’, ‘Estampas’, ‘Variaciones Sobre Un Tema de Tchaikovsky’ y ‘Conclusión’) cierra la primera mitad del álbum replicando vigorosamente la prestancia sofisticada que dio tan buenos réditos en el segundo tema, incluso ampliando el rollo instrumental con su entusiasta ingeniería multitemática. El solo de órgano a cargo de Camp es simple y llanamente monumental, no tiene nada que envidiar a un Dave Stewart o a un Dave Greenslade (sí, el solo tiene una onda afín a lo Canterbury y al jazz-prog británico de esos tiempos). En algún momento se introduce el motif central del popular 3er Movimiento de la excelentísima Sexta Sinfonía del maestro PIOTR ILICH TCHAIKOVSKY, siendo éste usado con pulcro respeto dentro de las exigencias eclécticas de esta pieza en particular; el swing jazzero impulsa un espíritu celebratorio para enrumbar dicha cita académica por un sendero alegremente fulguroso.



La segunda mitad del disco se inicia con 'Diálogos', pieza que comienza con efectos de viento y golpes percusivos de tambor y xilofón, algo muy centrado en la musique concrète para empezar. Mientras la tensión resultante se reafirma, el piano eléctrico arma una escala recurrente que habrá de impulsar la emergencia del cuerpo central, el cual no tarda mucho en centrarse en la amalgama armada entre los pasajes corales y la pulidamente arquitectónica instrumentación rebosante de colorido, antes de que se retome la introducción jazzera precedente con la finalidad de armar un jam mágico y envolvente. ¿Santi Arisa?, ¡un monstruo de la batería! Su combinación de precisión e inteligencia improvisadora son cruciales para la grandeza del bloque sonoro global, el mismo que llega a un estupendo clímax que, en cierta manera frustrante, se agota en un fade-out inoportuno. Esto ameritaba un cierre más conclusivo, al menos, eso nos parece. De todas maneras, se trata de un temazo como la copa de un pino (cierto es que decir esto es una verdad de Pero Grullo sobre cualquier cosa que haya grabado la gente de FUSIOON). El disco llega a su cierre con 'Concerto Grosso', pieza que dura casi 10 minutos y que incluye las secciones ‘Tema Y Variaciones’, ‘Aria’, ‘Rondó’ y ‘Final’. Comenzando con un swing fuertemente fusionesco que encapsula bien los bizarros efluvios de la guitarra y los teclados, la buena vibración está garantizada desde una cruza entre el Canterbury y el jazz-rock con unas pinceladas sinfónicas. Poco antes de llegar al tercer minuto, la cosa se pone un poco más agresiva, con mayor polenta rockera, lo cual da pie a una nueva secuencia de sucesivas variantes progresivas: éstas incluyen elaboraciones de tendencia barroca, una sección minimalista de talante intimista, exhaustivos despliegues de ágil musicalidad donde su funden los universos de EGG y GENTLE GIANT, e incluso arreglos vocales gregorianos (en clave vivaz y jovial). Los últimos dos minutos sirven para retomar el motivo de entrada y aumentarlo con un final “orquestalmente” épico no exento de humor. Solo un final juguetón como éste puede generar un broche de oro coherente para un tema tan vibrante como éste y el disco que hasta ahora nos ocupa. El grupo siguió activo tocando donde hallaba espacios. A pesar de que sus discos no eran éxitos comerciales, tenía ya un público de culto. Un momento especialmente importante en la historia de FUSIOON es su participación en el extenso festival Canet de Rock el 26 de julio de 1975.



“Minorisa” es el testamento final de FUSIOON y no solo es otra obra maestra, es también su obra cumbre. Brunet añade más presencia de sintetizadores a su arsenal y Arisa toca algo de flauta (además de la batería y las percusiones, por supuesto). Publicado a fines de 1975 por Ariola, el nuevo sello fonográfico por el que fichó la banda, “Minorisa” exhibe una expansión contundente de la soltura sofisticada otrora plasmada en el segundo álbum, llevándola a un nivel épico en sus suites homónima y ‘Ebusus’ (ambas compuestas por Camp). Esta última es la que abre el disco, ocupando toda su primera mitad, poco más de 18 ¾ minutos. ‘Ebusus’ es una exquisita extravaganza cuyo amplio espectro sonoro encapsula contrapuntos a lo GENTLE GIANT, refinados vuelos jazzeros que alternan influencias del Canterbury y de WEATHER REPORT, disonancias aguerridas de cierto tenor Crimsoniano, cálidos pasajes de raigambre folclórica, unos cánticos ceremoniosos y otros festivos (uno de ellos es de tenor dadaísta y hace alusión al tumultuoso año 1930, un año muy significativo en la época de pre-Guerra Civil), ornamentos surrealistas de sintetizador y mellotrón, amables estilizaciones sinfónicas, atmósferas psicodélicas disruptivas… Y todo va amalgamándose en una majestuosa ilación que ostenta una peculiaridad muy propia a través de las influencias que pueden notarse a lo largo de excelsa y caleidoscópica maratón musical. El oído despistado puede sentirse aturdido por lo que puede parecer un caótico empastado de ideas diversas al modo de un collage cuya única función es la de causar un impacto superficial, cuando en realidad opera aquí una integralidad lo suficientemente flexible como para encauzar la abundante versatilidad que empuja a la inspiración creativa de los músicos con inteligente osadía y muy buen pulso. Desde el mismo punto de partida, el cuarteto deja en claro cuáles son los niveles de inteligencia y fuerza expresiva que van a adueñarse de la primera mitad de este álbum. Una mención especial va para el onírico pasaje que emerge a poco de pasada la frontera del minuto 12 (tras un adelanto plasmado unos minutos antes), la cual ostenta una espiritualidad onírica que finalmente será reemplazada por el exultante pasaje centrado en el cántico que expone las variantes históricas del nombre Ibiza. Ya a estas alturas, el grupo está bien enrumbado hacia lo que será el fulguroso clímax conclusivo, el cual hace un recuento de algunos pasajes precedentes. Esta suite es de lo mejor que se ha hecho en todos los tiempos y escenarios de la música progresiva creada en la Península Ibérica, y, de paso, funciona muy bien como guía enciclopédica al universo estético de FUSIOON. 

      

De todos modos, esta enormidad no debe hacernos ignorar la otra suite que precisamente se titula ‘Minorisa’ y dura alrededor de 11 minutos: un fabuloso homenaje a la madre tierra de Manresa. Todo comienza con un relativamente sombrío prólogo en base al sintetizador y el bajo, el mismo que pronto abre paso a un segundo preludio centrado en el piano clásico, siendo así que sus fraseos asientan el terreno para el ambicioso cuerpo central que se avecina. Éste se sustenta sobre una confluencia de barroco, cámara contemporánea y fusión folclórica catalana bajo un manto prog-sinfónico bien hilvanado. La interacción entre los músicos es tan sólida y aventurera como en la primera suite, pero hay un mayor espacio de desarrollo para los varios motivos que se van sucediendo. Una mención especial va para el hermoso pasaje pastoral que aparece en algún momento, creando una cautivadora magia arcana que aporta una especie de contrapeso frente a la fastuosidad predominante. El cierre del álbum es un experimento ideado por Brunet en base a la idea de cruzar los idearios de FRIPP & ENO, TANGERINE DREAM y KLAUS SCHULZE: se titula ‘Llaves Del Subconsciente’ y consta de dos secciones respectivamente tituladas ‘Mente’ y ‘Cerebro’. La primera de ellas se focaliza en climas etéreos y oscurantistas en base a capas y líneas de guitarra eléctrica y sintetizador, siendo así que el paisaje sonoro refleja un cuadro nebulosamente solipsista. Por su parte, la segunda sección se enfila frontalmente a lo cibernético con su masivo despliegue de secuencias sintetizadas de loops y golpes percusivos; de esta manera, se abandona lo etéreo y se pasa a un maquinismo rotundo e implacable. Aunque, a simple vista, puede sonar fuera de lugar dentro del contexto general del álbum, esta pieza final en realidad refleja una nueva inquietud creativa que habrá de ser ahondada fuera del multicolor territorio de FUSIOON. Se trata de la despedida más significativa que pueda tener la breve pero impresionante discografía de este brillante e inolvidable cuarteto. En cuanto a la despedida real, ésta tuvo lugar el 24 de febrero de 1976 en el Club Helena de Barcelona, ocasión de su último concierto; el 3 de enero anterior el cuarteto había dado su último concierto en su querida Manresa. 


Vale la pena mencionar dos publicaciones póstumas y parciales de su discografía: una realizada por el sello Divucsa que es el CD doble “Esenciales” en 2004, con los dos primeros discos; la otra, realizada por el sello británico Finders Keepers Records y que recopila varios temas de sus dos primeros álbumes y los sencillos de 1972 y 1973 bajo el título de “Absolute Fusioon”. Yendo cada uno por su lado tras el fenecimiento de FUSIOON, Brunet se dedicó a la exploración de música electrónica y la ingeniería de sonido, mientras que los hermanos Camp se insertaron de lleno en la escena jazzera (Jordi ha sido integrante del ensamble dirigido por su hermano).* Arisa fue quien obtuvo una mayor proyección comercial al conformar a inicios de los 80s, junto a dos exintegrantes de ICEBERG y uno de GÒTIC, el popular grupo de jazz fusión PEGASUS, el cual logró llamar la atención de cierta porción del público general en medio del auge del heavy metal, la new wave y el tecno-pop. Cada una de estas historias particulares merece su capítulo aparte, pero las mencionamos por encima como colofón de esta revisión general de los tres discos de FUSIOON, al cual, repetimos, percibimos como el grupo más notable de toda la escena progresiva española de los 70s. En estos días (del 28 de enero al 13 de marzo de este año 2022, para ser más precisos), está abierta al público la exposición Ressons de Fusioon en el Centre Cultural El Casino de Manresa en conmemoración de los 50 años de la publicación de su primer disco.** Gracias a Manel, Martí, Jordi y Santi por todo lo que nos dieron mientras tripularon juntos su fantástico buque de inmortal música progresiva. 


Manel, de hecho, está actualmente embarcado en la celebración de tu 75to aniversario (https://manelcamp.cat/projecte-minorisa-carst/).


 

[Parte de esta retrospectiva recoge ideas originalmente publicadas en esta reseña de La Caja De Música: https://www.dlsi.ua.es/~inesta/Prog/LCDM/Discos/fusioon_fusioon2.html
También mencionamos los aportes tomados de los blogs Rockliquias, La Fonoteca y Paper Blog.] 



[Un saludo público al crack Santi Arisa, quien se lució junto a sus compañeros de PEGASUS en un concierto al aire libre que tuvo lugar en Cádiz a mediados de los 80s. Sí, es verdad, se lució, un servidor que en aquel entonces cursaba el último año de EGB lo presenció.]


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