Thursday, August 03, 2023

RASCAL REPORTERS y la extraña vigencia de una autoridad avant-progresiva de los EE.UU.

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos el nuevo disco del veterano y heroico ensamble estadounidense de música avant-progresiva RASCAL REPORTERS, un caso de extraña y estimulante vigencia dentro del escenario del rock progresivo de su país, ya a varios años de la desaparición de la mitad del dúo originario. El nuevo disco en cuestión se titula “The Strainge Case Of Steve” y fue publicado por el sello Cuneiform Records el pasado 28 de julio. La alineación de Steve Kretzmer [piano, órgano, sintetizadores, clavinet, piano eléctrico, programaciones, efectos de sonido y arreglos corales] y James Strain [guitarras eléctricas y acústicas, bajos con y sin trastes, batería, piano, sintetizadores, órgano, melódica, sitar, tambores gamelanos, sampleos y programaciones] nos ofrece en esta ocasión un copioso repertorio de 16 piezas. Dividiéndose las composiciones y a veces compartiendo el crédito creativo, Kretzmer y Strain preservan la bizarra dignidad de la historia de RASCAL REPORTERS; cuantitativamente hablando, la presencia de Strain es particularmente relevante pues hay un puñado de temas donde él es el único del dúo que ejerce un rol performativo. Aprovechamos esta noción para señalar la presencia de talentosos colaboradores ocasionales: Dave Newhouse (saxofones y flautas), Guy Segers (bajo), Dario DAllessandro (sintetizadores), Kimara Sajn (bajo) y las cantantes Jessica Martin Maresco y Penelope Lovelace. Vemos aquí gente de MOON X, ECLECTIC MAYBE BAND, HOMUNCULUS RES y otras grandes agrupaciones de antaño. El disco fue mezclado y masterizado por Strain a partir de los insumos brindados por todos los músicos participantes desde sus propios estudios privados. Dario DAllessandro se hizo cargo del arte gráfica, mientras que el diseño lo hizo (una vez más) Strain. La preventa de 100 CD físicos se agotó muy pronto para “The Strainge Case Of Steve”, mas no perdamos de vista los detalles de su repertorio


‘Fat Delivered’ a inicio a las cosas con un despliegue de señorial gracilidad muy a tono con el legado Canterburyano de HATFIELD AND THE NORTH con añadidos trazos de HAPPY THE MAN y cierta afinidad con HOMUNCULUS RES. El complejo groove fluye compactamente a lo largo del desarrollo temático, estando éste mayormente dirigido por la doble columna de órgano y batería. Acto seguido, ‘A Race Against Time’ se dispone a seguir por esta línea para impulsarla hacia una vivacidad más compleja que se emparenta con NATIONAL HEALTH. La dupla de ‘Papa Norco’ y ‘Beetle Borscht’ sirve para seguir ampliando la paleta sonora del ensamble. El primero de estos temas retoma la espiritualidad predominante del tema de apertura y la lleva hacia una instancia de incrementada majestuosidad en base a un exquisitamente refinado lirismo en su estructura melódica. También beneficia al tema la peculiar agilidad ínsita en el swing de la batería que le da un impulso sofisticado continuo. En cuanto a ‘Beetle Borscht’, se trata de un ejercicio de relajado lirismo que ostenta un aura contemplativa, la misma que adecuadamente se abre con un hermoso prólogo de piano que no hubiese caído mal en un álbum solista de Jan Hammer. Con todo su rebuscamiento, la batería parece flotar en el aire mientras lleva sobre sus hombros al entramado conjunto de los otros instrumentos actuantes. Han sido dos cénit del álbum. ‘Over And Out’ hace y deshace sus grooves básicos siguiendo una lógica Zappiana con leves aproximaciones al patrón de los UNIVERS ZERO del primer álbum, pero con un talante más fulguroso. Eso sí, dicho fulgor agita sus cimientos de calidez melódica con quiebres surrealistas motivados por los imposibles quiebres rítmicos que se van realizando a lo largo del camino. Todo es tensión aquí, pero ésta es manejada con un vitalismo optimista a lo HAPPY THE MAN. ‘The Odor At Tavistock’ se sitúa en una encrucijada entre ZAPPA y los ART BEARS de 1980, aunque con un vigor Canterburyano emparentado con HOMUNCULUS RES. Durando poco más 8 ¼ minutos, ‘How Archontic The Ankle Biters’, se orienta hacia una frontal extravagancia progresiva que ya ha sido anunciada de a poco en piezas precedentes. En todo caso, ‘How Archontic The Ankle Biters’ concreta un enfoque modernista para el discurso avant-progresivo tan propio de la historia de RASCAL REPORTERS (desde los tiempos de “Ridin’ On A Bummer”) con recursos cibernéticos que se sitúan en un área híbrida de nu-jazz y krautrock. Los parajes más etéreos están insertos en un clima jazz-progresivo que se deja arropar por una atmósfera tan extrovertida como nostálgica. Otro cénit del repertorio.
 
  

‘Lady And The Old Codger’ suena como un tributo a THE RESIDENTS que este dúo realizó mientras disfrutaba de una kermesse dominical a la cual llegó después de que una máquina del tiempo le llevara a los tiempos de sus dos primeros casetes. El caos delicadamente controlado nunca se sale de los parámetros trazados en su mapa posmodernista, a pesar de que constantemente parece que está a punto de desbordarse. ‘Unknowable’ hace lucir muy fehacientemente su estrategia de reactivar los sofisticados recursos expresivos de los temas #1 y #3 para sintetizarlos dentro de unos atavíos aristocráticos. Su vitalismo es ágil sabiendo volverse razonablemente comedido en aquellos pasajes donde se acentúan los factores de complejidad rítmica. Otro momento climático del álbum y ya van... Bueno, siguiendo con el repertorio y advertimos que el tema #10 tiene el simpático título de ‘Love Is A Dead Smelly Fish’, siendo su misión la de desplegar un nuevo ejercicio de complejo jazz-prog a través de desafiantes recovecos melódicos y rítmicos que se arman sobre un suelo de síncopas inauditas. ‘I Cries Crimes’ se centra básicamente en reavivar y remodelar los referentes más elegantes de discos precedentes de la banda como “The Foul-Tempered Clavier” y “The Mind Boggles” para brindarles un ornamento extra inspirado en la tradición de jazz fusion de los 70. A continuación, viene una seguidilla de tres temas que duran entre 3 ½ minutos y 3 ¾ minutos: ‘Uh Oh (Lait Suspendu Fermenté)’, ‘Groom Of The Stool’ y ‘Lurking In Shadow Fury’. El primero de ellos tiene un aire de jazz de cabaret deconstruido a través de un filtro híbrido de COS y ZAPPA sobre un terreno común compartido con THINKING PLAGUE. El canto de Jssica Martin Maresco es dulce y, a la vez, dueña de una oportuna dosis de vigor expresionista. El segundo tema mencionado comienza con vibrantes mecanismos deconstructivos que pronto abren la puerta a la emergencia de una relativamente ominosa estructura melódica que deja mostrar algo de lóbrego a través de los luminosos destellos emanados de las claves bajas de los teclados. Algo así como GILGAMESH en clave engañosamente tétrica. ‘Lurking In Shadow Fury’ es una expresión de alegría surrealista que muy bien se puede definir como una mezcla de VON ZAMLA y NATIONAL HEALTH con añadidos matices propios de los mismos RASCAL REPORTERS en los 80. 

  

Ocupando un espacio más generoso de casi 7 ¾ minutos, ‘Guns For Clones’ es un tema donde Strain toca todo lo que suena, al igual que pasó con la pieza anterior. Su esquema expresivo recoge varios ecos de los rincones e instancias más exuberantes de muchas de las piezas precedentes. También hay un interludio denso donde todo parece disolverse suavemente dentro de un purgatorio circense, pero, en realidad, se trata de un reposo caleidoscópico necesario para acometer el siguiente motif, el cual se mueve dentro del terreno habitual del Canterbury drásticamente Zappeado. La sección epilogar ostenta un clima crepuscular sin renunciar un ápice a la exuberancia imperante. El final del repertorio llega de la mano de ‘People Who Eat People’, que es la pieza más extensa del mismo con sus poco más de 8 ¾ minutos de duración. Arrojándose de lleno a parajes y senderos de ágil jovialidad, su ilación de diversos motivos se consigna con aires distinguidos y  aristocrática pulcritud. Hay un indudable subterfugio humorístico en el modo en que se articulan varias líneas melódicas junto a las orquestaciones de teclados que las abarcan, pero también hay momentos en los que sobresale una solemne vehemencia. Estos dos últimos temas, al fin y al cabo, comparten la inquietud de llevar las principales pautas sónicas del álbum hacia un dinamismo superlativo. Han sido más de 77 minutos de grandeza musical los que se nos ha brindado con “The Strainge Case Of Steve”, la nueva obra que los RASCAL REPORTERS han gestado para este año 2023, logrando así mantener vigente su autoridad como figura legendaria dentro de la vertiente avant-progresiva de su país desde hace varias décadas atrás. El hoy es la mayor realidad y, para este dúo, es una manifestación de auténtica vigencia para una visión musical que se mantiene leal a sus raíces mientras cimenta nuevos caminos de expresión. ¡¡Recomendable al 200%!! (Un 100% por cada integrante.)


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