HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy nos complacemos en prestar atención al grupo
francés SETNA y su nuevo disco “Guérison”. Seis años después de la edición de
su disco debut “Cycle I”, el sello Soleil Zeuhl repite plato con este ensamble
dirigido por Nicolas Candé [batería, guitarra de 12 cuerdas y teclados], y que
también incluye a Christophe
Blondel [bajo], Benoît Bugeïa [pianos eléctrico Fender Rhodes y acústico],
Yannick Duchene [voz] y Florent Gac [órgano]. Más precisamente, “Guérison” fue publicado en febrero último. Como en la ocasión anterior, el
leit-motiv de SETNA es el de reconstruir y revitalizar los paradigmas de
ESKATON, MAGMA y el primer ZAO en aras de mantener viva la hoguera del Zeuhl. Para
completar el espectro sonoro del repertorio de este nuevo disco, el quinteto ha
contado con la activa participación de varios invitados ilustres como los
guitarristas Nicolas Würtz, Tony Quedeville y Samuel Philippot, los teclistas
Benoît Widemann y Nicolas Goulay, Julien Molko al clarinete bajo y David
Fourdrinoy al vibráfono. Vemos, pues, la presencia de varios nombres ligados a
las nuevas generaciones del Zeuhl y el jazz-rock, tanto en grupos (Nicolas
Goulay es el director de XING SA, por ejemplo) como en solitario. Repasemos
ahora el repertorio de “Guérison”.
‘Cycle
II’ da inicio al disco ocupando un
espacio de casi 10 minutos y conteniendo tres secciones. La primera instala 6
minutos y pico de climas optimistas y extrovertidos, los mismos que son
manejados con exquisita delicadeza a través de su latente intensidad. El aura
jazzera del swing básico se realza oportunamente en las dos últimas secciones:
cada una de éstas dura 1 minuto y ¾, por lo que se puede asegurar que operan
como mecanismos para, sucesivamente, redondear la atmósfera central de la
primera sección y virar hacia un cierre sereno y calmado. Esta tercera sección
porta una belleza melancólica que resulta impactante a través de su suavidad
evocativa. Luego sigue la pieza maratónica ‘Triptyque’, que dura 26 ¼ minutos y
contiene tres partes (con sus respectivas secciones particulares). La primera parte
empieza creando un aire de expectativa medianamente caótica, signada en buena
parte por los efluvios del sintetizador Mini-Moog y las virtuosas florituras de
la guitarra eléctrica (muy a lo JOHN MCLAUGHLIN), una apertura que prepara el
camino para las cadencias reflexivas de una sección de fuerte tendencia
bucólica, la cual se sustenta sobre la presencia importante de la guitarra
acústica de 12 cuerdas en la base armónica de la instrumentación global. La
idea termina proyectándose hacia ambientes crepusculares donde los arreglos
corales flotan cuales sortilegios que están a medio camino entre la
rememoración de un paraíso perdido y el simple gozo del momento presente.
Mientras la coral va terminando de hilar su propia maraña, la base rítmica va
asentando el camino hacia un clímax de elegante densidad donde el contraste
entre la fiereza del bajo y la sutileza del vibráfono marca la pauta. La segunda
parte de ‘Tryptique’ empieza con una sección de 5 minutos y pico de duración,
la misma que gesta una iniciación espiritual en clave de exploraciones del
aspecto cósmico del estándar Zeuhl. Widemann se regodea en su Mini-Moog en
clave de JAN HAMMER durante el cénit sónico de los últimos minutos, mientras
que el resto de instrumentos sostiene una arquitectura hipnóticamente lírica en
7/8. Así las cosas, la siguiente sección crea un groove fantástico que nos
lleva al terreno histórico del jazz-fusión de los 70s con su hálito moderado de
extravagancia grisácea. La última parte de ‘Tryptique’ empieza con un mantra
recurrente que coquetea abiertamente con el acid-folk (al modo de una
encrucijada entre ZAO y YATHA SIDHRA), abriendo paso a una sección que evoca un
misticismo parcialmente siniestro, aunque mayormente se siente misteriosa. La
última sección mantiene el aura de misterio y se aparta de lo siniestro,
aportando lo opuesto: luminosidad, pero de una manera delicada que se
complemente fluidamente con el equilibrio sónico conquistado por las dos
secciones anteriores.
Los
últimos quince minutos del repertorio del álbum están ocupados por la pieza
homónima, que contiene cuatro secciones. La primera trata se enfila hacia una
exploración caótica de atmósferas aleatorias bien sedimentadas en una
ingeniería que no permite exabruptos en medio de la anarquía. La segunda
sección establece un motivo fusionesco que se muestra a medio camino entre
RETURN TO FOREVER y el MAGMA de “Üdü Wüdü”, mientras que la tercera y cuarta se
perfilan bajo una orientación más marcadamente jazzera: una vez más, el
Mini-Moog de Widemann opera como un ingrediente esencial para que el alimento
sonoro se sienta genuinamente consistente. Los parajes finales de ‘Guérison’ exhiben
un clima de caos etéreo que despide la expansión global de la pieza con un aire
de incertidumbre. ‘Le Parasite’ e ‘Hymne Au Soleil’ son los dos bonus tracks
que cierran el disco: el primero se centra mayormente en un ejercicio de
free-jazz impulsado desde el imponente centro neurálgico que Candé dispone a
través de su batería, mientras que el segundo se hace eco de los aspectos
líricos que han aparecido en varias ocasiones a lo largo del repertorio oficial
del álbum.
Como
balance final, solo queda enfatizar que SETNA confirma con éste, su segundo
disco, que está en posición de fortalecer su rol como fuerza joven vital para la
preservación de la tradición Zeuhl con
una nueva vida en el presente milenio. “Guérison” encarna un despliegue de
belleza desafiante elaborada con una fineza artesanal única, una manifestación
excelsa de lo que la visión musical de Nicolas
Candé puede brindar a los seguidores actuales del rock experimental.
¡Recomendado!
Muestras
de “Guérison”.-
Guérison
(secciones 1-3): https://soundcloud.com/#udi-koomran/sets/setna-gu-rison-soleil-zeuhl
Tryptique – Part 2
(sección 2): https://soundcloud.com/#udi-koomran/setna-triptyque-ii-part-2
No comments:
Post a Comment