Monday, February 03, 2025

Sexta muestra de los elementos prog-sinfónicos de PHOG



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy presentamos el más reciente disco de PHOG, proyecto del talentoso multiinstrumentista y compositor francés Philippe Ogier, el sexto de su trayectoria. El disco en cuestión fue publicado el 6 de diciembre del pasado año 2024 y se llama “Elements”. Como es habitual, Philippe Ogier se hizo cargo de las guitarras, los teclados, el bajo, la flauta, el ukulele y las programaciones de ritmos, además de las ulteriores labores de mezcla y masterización. En líneas generales, lo que tenemos en “Elements” es una continuación sólida y consistente de las líneas de trabajo plasmadas en sus dos trabajos anteriores, “El Castillo” y Forêt-Noire” (de los años 2021 y 2022, respectivamente). Repasamos los detalles de su repertorio de inmediato. 


Los primeros dos minutos y medio de “Elements” están ocupados por ‘Siren’, una pieza marcada por una ambientación envolvente que permite al delicado entramado melódico en curso potenciar su expresividad estilizadamente evocadora. Tras eso emerge una maratón de casi 10 ¾ minutos titulada ‘New Land, New Blood’, una composición signada por un patente preciosismo melódico donde la bien perfilada alternancia entre pasajes centrados por magníficas orquestaciones de teclados y otros donde la guitarra ocupa el centro protagónico del bosquejo melódico manifiesta hondas influencias de GENESIS (1971-73) y CAMEL (1975-76) en dosis equitativas. Hay un pasaje cercano a la frontera del quinto minuto que, a pesar de su carácter efímero, instaura unos trazos muy dinámicos que servirán como un referente para otros pasajes animados posteriores. Por lo demás, tanto el multitemático diseño melódico como los grooves dan preferencia al manejo de climas sobrios signados por una vivacidad razonablemente contenida, siendo así que en los pasajes apoyados por un compás inusual se abren espacios para algunas extravagancias oportunamente comedidas. En general, tenemos aquí un cénit del álbum. ‘Deep Wave’ es otra pieza relativamente breve que vira hacia un un porte ceremonioso con ciertos matices exóticos. ‘The Lantern’ se orienta hacia unas serenas vibraciones líricas que se sitúan dentro de un enclave cuasi-fusionesco merced al empleo de inteligentes juegos de síncopas en los núcleos rítmicos que se van sucediendo. Por lo demás, la maraña de las guitarras y los teclados permanece bien instalada en el discurso sinfónico. ‘Distant Wave’ exhibe un minuto y pico de retazos etéreos signados por una aura expectante. Con esto se prepara el terreno para la pieza homónima, la cual desarrolla una peculiar fuerza de carácter dentro de un maderamen estructuralmente sofisticado. En efecto, ‘Elements’ exhibe una generosa paleta de colores sónicos mientras exuda algunos aires de gravedad espiritual, algo que contrasta con la primordial calidez y la masivamente fulgurosa suntuosidad del tema #2. De este modo, la pieza logra jugar eficazmente con climas otoñales mientras preserva un razonable punche. 


Ya falta poco para que termine el álbum y llega otra miniatura: ‘Calm Before’, un muy bonito ejercicio pastoral que bien daba para un poco más, pero esto es lo que hay y llega el turno de ‘The Last Call’. No sólo es éste el tema que cierra el repertorio, sino que también es el más extenso del mismo con su espacio de poco más de 12 ¼ minutos. Ya desde sus primeras secciones, nos muestra una solemnidad preciosista muy afín a la de ‘New Land, New Blood’, pero esta vez con unos aires ceremoniosos más pronunciados... Algo así como una idea Floydiana de 1971 que se perdió y fue recuperada por los YES de 1977 para que los CAMEL de 1979 le den su toque final con la ayuda de un par de integrantes de GENESIS. Hay vitalismo aquí, sin duda, pero su manifestación no es desbordante, sino preservada dentro de un engranaje de placidez e introspección melancólica. El esplendor emocional que se desprende del desarrollo temático instalado sobre un esquema rítmico mayormente parsimonioso permite que el entrelazamiento de los instrumentos refleje varias texturas a lo largo del camino. Mientras tanto, la guitarra ejerce su monarquía con total soltura mientras va llenando los espacios indicados por los índices temáticos con robustez y elegancia. El amplio espacio que ocupa esta última pieza permite a Ogier dar una rienda muy suelta a su gusto por los desarrollo prístinos de esquemas melódicos dentro de la tradición prog-sinfónica. Todo esto fue lo que se nos ofreció en “Elements” desde los cuarteles de PHOG, una muy inspirada muestra de los elementos prog-sinfónicos que forman parte del pequeño universo musical del maestro Philippe Ogier. Vale la pena seguir inspeccionando la obra de PHOG, este disco es bastante recomendable dentro de una buena colección de rock progresivo de ayer y hoy. 


Muestras de “Elements”.-

Saturday, February 01, 2025

GENTLE GIANT: retomando una vieja entrevista del año 1976



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy regresamos al palacio de la historia de la legendaria banda GENTLE GIANT para revisar su cuarto disco con la formación del quinteto de los hermanos Derek y Ray Shulman, Kerry Minnear, Gary Green y John Weathers, octavo en el total de su discografía. Por supuesto que nos referimos a “Interview”, disco publicado el 23 de abril de 1976 por el entonces nuevo (y definitivo) sello fonográfico de GENTLE GIANT Chrysalis Records, reservando para Capitol Records la respectiva publicación en los mercados estadounidense y canadiense. Se trataba de la segunda obra del grupo para el susodicho sello y su función musical consistía en seguir progresando por la senda de expresividad muscular concretada en la secuencia de los dos trabajo precedentes “The Power And The Glory” (1974) y “Free Hand” (1975). La banda siguió desplegando un nutrido arsenal instrumental para la concreción de las piezas contenidas en el repertorio de “Interview”: Derek [primera voz, coros, saxofón y percusión], Ray [bajo, violines acústico y eléctrico, guitarra acústica de 12 cuerdas, percusión y coros], Kerry Minnear [órgano Hammond, pianos clásico y eléctrico, sintetizadores Minimoog y ARP String Ensemble, clavinet, pianet, clavicordio, marimba, percusión, primera voz y coros], Gary Green [guitarras eléctrica y acústica, sitar eléctrico, flauta dulce, arpa de boca y percusión] y John Weathers [batería, percusión, coros y primera voz ocasional]. Eso sí, aunque no es el primer disco del grupo donde no aparece el cello (“Three Friends” fue el primero), se trata del primero donde están simultáneamente ausentes el cello, el xilofón, el vibráfono y la viola. Este disco es un álbum conceptual sobre las relaciones entre los músicos y la prensa musical, incluyendo aspectos colaterales como los frustrantes procesos de pago de impuestos y agotamiento físico durante las giras. Phil Sutcliffe, periodista de la revista Sounds, hace varios cameos actuando como alguien de su propio oficio. El material contenido en “Interview” fue preparado, grabado y producido en un periodo de poco más de 4 semanas. Las sesiones de grabación tuvieron lugar en los Advision Studios de Londres entre febrero y marzo de 1976; los ingenieros de sonido fueron Paul Northfield y Ken Thomas, y el primero es conocido principalmente por su posterior presencia en discos de RUSH. El diseño gráfico del disco estuvo a cargo de Chris Clover. A inicios de julio del 2023 se publicó una reedición remezclada por Steven Wilson de este disco en CD, vinilo (en versiones negra y celeste) y CD+Blu-ray. En este último formato, el Blu-ray contiene vídeos de Noah Shulman, hijo de Derek. 

  

El repertorio de “Interview” comienza y termina con sendos temas que duran poco menos de 7 minutos; el primero el que justamente le da título con un pasaje inicial autorreferencial, pues el motif central se enrumba desde un fade-in para signar el modus vivendi del grupo durante sus ensayos. Una vez congregados los músicos junto al entrevistador, él pregunta por la mejor manera de iniciar la entrevista misma, con lo cual irrumpe rotundamente el motif inicial. 
El groove central de ‘Interview’ es cálido y fluye con un fulgor parcialmente jazzeado, lo cual se condice mucho con el talante auto-afirmativo de la letra, la cual reivindica la propia existencia del grupo como un modo de vida que sabe defenderse ante las adversidades: “True it looks better, tide looks like turning, / So, all in all, we feel we are alright. / Yes, we had troubles, much more than many. / Rather have none and do we think what’s right.” Tras un intermedio cantado por el baterista Weathers surge un solo de piano acústico que evoca sonidos arcaicos; ese efecto lo logró Minnear poniendo unas bolas de papel entre algunas de las cuerdas interiores del instrumento. El interludio tentativo está marcado por un bien cuidado diálogo entre el pianet y el sitar eléctrico mientras abre campo al regreso del motif central, al cual se le añaden algunas armonías de sintetizador. ‘Give It Back’ es un peculiar en el lenguaje del reggae dentro del discurso progresivo, aplicándolo al compás de 12/8 y algunas alteraciones posteriores; además, se añaden algunos matices de Latin-jazz y, en el intermedio instrumental, también algunos aires caribeños bajo el mando de unos flotantes fraseos de la marimba que se complementan con otros fraseos pseudo-barrocos del pianet. Así de ridículo suena todo en el papel, pero el resultado concreto es entrañablemente fabuloso, especialmente porque es casi obvio que el grupo quiere gestar un hit potencial en clave reggae mientras que lo va saboteando con tantos ornamentos que, al darle una prestancia innovadora al asunto, lo va apartando de su senda inicial de atractivo popular. La letra, por su parte, es una irónica observación de lo pesado que es pagar impuestos para un artista que, al fin y al cabo, suda cada penique de sus ganancias por sí solo. 


‘Design’ es un excelso y travieso delirio vocal-percusivo que, incluso para los estándares de GENTLE GIANT, resulta ser magníficamente extravagante. El prólogo es una continuación de la entrevista y entra a tallar la pregunta “¿Cómo se describiría a vuestra música?” – ante ésta, varias alocuciones se van cruzando y estorbando en el imposible proceso de aclarar el tema de la pregunta concreta. Algo muy humorístico, es cierto, pero también algo muy indicativo de lo que dice la misma letra de la canción, que es prácticamente un elogio de esa dialéctica inacabada entre la planificación de ideales para la vida en nuestras mentes y el azaroso escenario de la vida fáctica. La meticulosa ilación de múltiples entramados percusivos y el abundante uso de disonancias en los cantos y corales son aspectos contrarios que se complementan a la perfección a la hora de reflejar la dualidad antes mencionada. In my day, had to have certain future, / But now you can do as you like. / All that I might have wanted / Seeking what you’re after but not for me.” Éste es nuestro tema favorito del álbum junto a los dos primeros del otro lado; a propósito, no es de particular agrado para Minnear, su autor principal, pero es el favorito de Derek y el segundo favorito de Green.* ‘Another Show’ abre con electrizante contundencia el lado B y lo hace sobre un intrépido tempo de 10/8. La articulación de las intervenciones de los teclados, el bajo y la guitarra se convierte en una maraña férrea cuya dinámica intrínseca es acentuada sólidamente por la batería de Weathers. Mientras todo eso ocurre, Derek se desgañita al cantar sobre el ritmo de vida agotador y estresante de las estrellas de rock (o quienes aspiran a serlo, por lo menos). Prestemos atención a estas líneas: “Lock the door and go, head’s still in a daze. / Throw the key away, lost all count of days. / Where’s the float for the gas? / How much left does he have? / Set the stage and so here’s another show.” – “Stage is empty now, always last to go. / Where tomorrow? No, I don't want to know. / All the scene is torn down, / Up again, other town, / Set the stage and so there’s another show.” No se trata de una celebración del hábitat y el modus operando del grupo, sino una observación del agotamiento continuo y creciente de las giras, concierto tras concierto en incesantes viajes a un millar de ciudades. Por eso, siendo más extrovertida que ‘Interview’ – y cualquier otra canción del álbum – en cuanto al despliegue explícito de vigor rockero, ‘Another Show’ tiene una furia más intrépida para el desahogo emocional. Nótese cómo los adornos armónicos del órgano que son tan infatigables en el inicio de la canción regresan para el final con una actitud pausada: un recurso musical eficazmente dramático. 


En abierto contraste con la canción precedente, ‘Empty City’ se explaya en un cálido lirismo donde se encuentran los únicos elementos bucólicos del disco. Desde la apertura marcada por las guitarras acústicas duales nos dejamos llevar por el cristalino embrujo de la melodía básica, la cual se hace eco del tenor melancólico de la letra. Los momentos del estribillo portan una calculada intensidad sonora a fin de expresar el lado de furia latente bajo la languidez de la mencionada melancolía. Las líneas de violín (replicadas por el saxo) que emergen para complementar el canto son bastante elocuentes, un recurso de flotante suntuosidad antes de que la serenidad de las vibraciones evocadoras de las guitarras acústicas cierren el círculo trazado por este hermoso viaje introspectivo hecho canción. Es la canción favorita de Gary y Kerry, dicho sea de paso. Tras una nueva y molesta insistencia del entrevistador en el asunto de cómo se puede describir el estilo de la banda, irrumpe ‘Timing’ con su propuesta de blues-rock progresivo que se acomoda muy bien al entramado sonoro gestado desde las interacciones entre el órgano Hammond, la guitarra eléctrica y, posteriormente, el violín eléctrico. El dúo rítmico sabe brindar garra y gracia en dosis iguales a la relativamente compleja ingeniería rítmica. Los ornamentos de dobles saxofones que complementan a ciertas partes del canto ayudan a reforzar la exuberancia ágil inherente a la canción. Hablando del canto, esta edición remezclada reincorpora un par de frases de Derek que recién podemos apreciar ahora. En los conciertos de la gira sucesiva, ‘Timing’ se ampliaba con un solo de violín a cargo de Ray, algo que es particular agrado para Kerry. Como nota curiosa, una vez terminado ese solo de violín, el cierre de ‘Timing’ abría paso a ‘Free Hand’, la canción titular del álbum precedente, y viendo lo bien que resultaba esta faena, se confirma que el álbum que hoy repasamos guarda bastantes conexiones estilísticas con “Free Hand”. Derek también observa que hay mucha energía rockera en este disco, y dado lo que se siente en esta canción y en ‘Another Show’, todavía se sienten ecos de la ilación de los tres álbumes precedentes. 

El cierre del repertorio llega de la mano de ‘I Lost My Head’, que es prácticamente como dos canciones en una. La sección inicial se asienta sobre una cruza de aires renacentistas y ornamentos barrocos bajo la guía del clavicordio y el canto de Kerry, con oportunos ornamentos de pizzicato de violín, flauta dulce y percusiones. La segunda parte vira drásticamente hacia un estructura de rock pesado sobre un compás ceremonioso cuya bien estructurada solidez sustenta correctamente al fiero canto de Derek. “I lost my head, forget what I said. / What’s the use to try to deny it? / I didn’t think it would ever happen again. / Wondering why; once bitten, twice shy, / Never thought again would I try it / And even though maybe soon it would end.” Siguiendo con el ácido sarcasmo del álbum, tras el fade-out se cierra el álbum con una cordial despedida entre entrevistador y entrevistados. Nuestro balance de este octavo disco de estudio de GENTLE GIANT es bastante positivo, aunque nos parece que hay un cierto desgaste en los procesos creativos de los integrantes de este quinteto que se lució a raudales en los trabajos de 1973 a 1975. Por ejemplo, la estructura bipolar de ‘I Lost My Head’ es muy cercana a la de ‘Peel The Paint’ (de “Three Friends”), y más cercana aún nos parece la línea de parentesco entre el frenesí estilizado de ‘Another Show’ y el de ‘Cogs In Cogs’ (de “The Power And The Glory”). Incluso la canción homónima de apertura cuenta con un intermedio instrumental cuyos ribetes de tanteos en crescendo en base a síncopas de teclado se vinculan con el intermedio de ‘Proclamations’, la canción que abre “The Power And The Glory”. Se nota que hay un cierto agotamiento en el empleo de estrategias compositivas; aunque la gente de GENTLE GIANT no era muy dada a crear maratónicas suites multipartitas ni era enemiga de los estribillos recurrentes, siempre sabía dar un carácter propio a cada canción, pero ya en este año 1976 hay indicios de formulismo. En un tono más positivo, valoramos la energía rockera general del disco y el hecho de que todavía está intacta la magia esencial del colectivo. La siembra iniciada en “In A Glass House” que se concretó en la cosecha dual de “The Power And The Glory” y “Free Hand” permite a “Interview” fungir como la reafirmación del posicionamiento artístico del grupo como quinteto. 


Toda esta fue la experiencia de “Interview”, un disco usualmente considerado como el último trabajo de estudio con auténtica grandeza progresiva de GENTLE GIANT. Por un lado, la gira de promoción de “Interview” llevó a un nuevo auge en la solidificación de su público de culto en Europa Continental, América del Norte y su Reino Unido natal y buena parte de ese permanente furor quedó documentado en su doble álbum en vivo “Playing The Fool” (publicado en enero de 1977); por el otro, no logró igualar las cifras de “Free Hand”, del año anterior, el cual quedó como el LP más vendedor de toda la historia del grupo. El quinteto aspiraba a hacer brillar más su estrella musical, pero no se dio. Como anécdota curiosa, a despecho del tiempo tan corto que tuvo el grupo para componer y grabar todo este nuevo material, sí hubo tiempo para realizar una mezcla cuadrafónica además de la normal en estéreo. Dicha mezcla cuadrafónica sólo apareció en el mercado en una reedición en CD del año 2012... Y bueno, también tenemos esta reedición más reciente del año 2023. Sólo nos queda concluir esta retrospectiva dedicándola a la memoria del hermano Shulman más joven de este quinteto clásico de GENTLE GIANT, Raymond, quien murió en Londres el 30 de marzo de 2023 a la edad de 73 años, tras pasar muchos años padeciendo una enfermedad sobre que no se ha comunicado muchos detalles. Aunque la mayor parte de su vida profesional desde los 80 en adelante se desarrolló en las áreas de la producción y la ingeniería de sonido, su mayor aporte al arte fue como multiinstrumentista y compositor: ¡Gracias por toda la música, maestro Ray!


* Hay una simpática y reveladora entrevista de tipo Q&A a Derek, Kerry, Gary y John sobre este álbum en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=zcIJB1_nOyY

Wednesday, January 29, 2025

El cuarto trayecto prog-sinfónico de los noruegos KORNMO



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Es realmente incesante ka actividad en la escena progresiva noruega: hoy hablaremos de la publicación del nuevo disco del grupo KORNMO, el cual se titula 
V​å​rjevnd​ø​gnsnatt” y constituye un nuevo ejemplo de la grandilocuencia retro-prog-sinfónica que la banda tiene como bandera estética. Se trata de la cuarta obra fonográfica de esta banda constituida por Odd-Roar Bakken [guitarras y teclados], Anton J.R. Larsen [batería y percusión] y Nils Larsen [bajo], habiendo sido publicada por el sello Apollon Records el 15 de noviembre del pasado año 2024. Ha pasado algún tiempo desde ese año 2015 cuando el bajista Nils Larsen (procedente del grupo MORILD) y el teclista Odd-Roar Bakken (del grupo ADVENTURE) formaran este ensamble instrumental con la mente puesta en producir su propio enfoque retro-progresivo con amplio espacio para texturas, melodías bien perfiladas y atmósferas. V​å​rjevnd​ø​gnsnatt” es, tal como dijimos unas líneas más arriba, el cuarto disco de este ensamble y es una clara muestra de la gran confianza que tienen sus integrantes a la hora de crear, armar y ejecutar composiciones amplias con buen pulso. Para entender mejor esta noción general, repasemos los detalles del disco que hoy tenemos en manos.


El repertorio del disco consta de extensos temas cuyas duraciones oscilan entre los casi 15 ¾ minutos y los 21 ¼ minutos. Todo comienza con ‘Sandebud Fra Vest’, una canción que nos cautiva desde el mismísimo punto de arranque con sus elegantemente trazadas atmósferas bucólicas centradas en el armazón de escalas de guitarra acústica, sutiles capas de órgano y aún más sutiles ornamentos de flauta mellotrónica. Hay una vitalidad latente en este despliegue de sonoridades pastorales, la misma que emerge prontamente cuando entra a tallar la dupla rítmica con un firme groove sobre el cual ha de flotar un majestuoso solo de guitarra. Sus cadencias nos remiten a una cruza entre el Gilmour de 1971 y el Hackett de 1975; en efecto, ese solo es tremendamente evocador mientras va dibujando unas figuras melódicas bastante sugerentes. Más adelante, emergen unas inesperadas variantes que, con cristalina fluidez, insertan unos factores exóticos que van de lo oriental a lo céltico bajo una atmósfera señorial muy bien articulada: ya está el oyente empático situado en un ambiente retro-progresivo afín a lo que hacían WHITE WILLOW y ÄNGLAGÅRD en aquellos años 90, con unos añadidos matices introvertidos. Las orquestaciones de los teclados aportan unos ropajes aristocráticos al asunto, siendo así que el bloque íntegro asume unos ciertos aires dramáticos. Para la última sección, los aires bucólicos inaugurales regresan al frente mientras incorporan varias de las vibraciones suntuosas que ya se habían venido intensificando desde el ecuador de la pieza: la guitarra eléctrica asume un talante más aguerrido y los aportes de los teclados se tornan más dominantes dentro del bloque sonoro, finalmente aterrizando todo en una ceremoniosa coda. Gran apertura del álbum tras la cual llega el turno de ‘Huldras Hale’, una pieza cuyos iniciales acicalamientos de los teclados dan una apariencia de cándida travesura, pero muy prestamente se revela un cuerpo central solemne cuya espiritualidad contemplativa queda trazada por un cristalino armazón de envolventes desarrollo melódicos. Lo que suena es como una cruza entre RAGNARÖK y NOVALIS con la adición de ciertos ribetes Floydianos y otros Oldfieldianos; esto último se nota en las variaciones exóticas que ocasionalmente emergen para realzar ciertos índices temáticos. Cabe destacarse un elegante solo de bajo en algún momento del último tercio. En general, la fastuosidad expresiva es más atenuada que en el tema precedente.

‘Den Dype Skogen’ recupera los ecos solemnes y relajados del tema #2 mientras remodela también algunos factores pastorales del tema de apertura para conjugarlos dentro de una síntesis prog-sinfónica donde lo atmosférico se centra en climas de ensueño a la hora de asentar las diversas ideas melódicas que se van hilando. Nos percatamos de que el rol de los teclados se torna más exhaustivo y amplio con cada nueva pieza: algunos pasajes nos remiten al legado de los primeros discos de PÄR LINDH PROJECT debido a los trasfondos renacentista y barroco que hay en varias orquestaciones, aunque la suntuosidad está atenuada por la explicitación de un enfoque Genesiano en la resolución de tales orquestaciones. Más adelante, la dupla rítmica gestiona un groove moderadamente sofisticado mientras la guitarra instaura algunas de sus intervenciones más enérgicas del álbum. Más adelante, sigue una serie de tres parajes más serenos, ocasionalmente signados por elementos folk-progresivos mientras van pintando paisajes cordiales con la claridad melódica de siempre. El tema más largo del disco es el que también lo cierra y su título es ‘Altets Hav, Ly’. Desde el punto de partida se hacen notar el regreso de las confluencias con los WHITE WILLOW de los 90 y los aires de familia con JORDSJØ, a la par que se dejan entrever también los parámetros de la tradición sinfónica en su aspecto más intimista. El compás en 5/4 de la sección prologar obliga al grupo a operar con el swing resultante de manera muy meticulosa antes de que un segundo motif más grácil permita al ensamble soltarse en su colorido potencial. Así las cosas, el entramado sonoro asume un señorío mesuradamente extrovertido cuyos focos expresivos varían mientras se suceden los índices temáticos; de paso, también se nota un incremento en la opulencia musical, lo cual encamina los tránsitos de lo jovial a lo solemne sin afectar a la fluidez de la ingeniería grupal. A poco de pasada la frontera del noveno minuto ocurre un interesante contraste entre un momentum climático y un cautivador ambiente pastoral, estando éste diseñado para explayarse en un masivo ejercicio de evocaciones introvertidas (muy a lo ANTHONY PHILLIPS) que se apoya sobre los relejados arpegios de las guitarras acústicas. Es así que todo terminará para esta pieza y el álbum, como una ilación de varios paseos por los bosques de la autorreflexión.  

V​å​rjevnd​ø​gnsnatt” es, a fin de cuentas, un disco muy refinado que dignifica muy solventemente el ideal del prog sinfónico para el actual tercer decenio del nuevo milenio. Este cuarto trayecto musical de los noruegos KORNMO queda como una de las más notables presencias de la producción progresiva escandinava dentro del escenario mundial del pasado año 2024. Muy recomendable, la verdad que sí.
 
 
Muestra de “
V​å​rjevnd​ø​gnsnatt”.-

Sunday, January 26, 2025

La magia del número 6 para el trío noruego jazz-progresivo KROKOFANT



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Estamos de plácemes con el nuevo trabajo fonográfico del trío noruego KROKOFANT, cultor de una modalidad enérgica y muy peculiar de jazz-prog. El disco en cuestión se titula “6”, una simple declaración sobre el hecho de que se trata de su sexto disco, el cual fue publicado el pasado 10 de enero. Tras una ilación de dos discos elaborados con el formato de quinteto por vía de las participaci nes del teclista Ståle Storløkken y el bajista Ingebrigt Håker (“Q” en el 2019 y “Fifth” en e l2021), KROKOFANT regresa al trabajo en equipo íntegramente tripartito conformado por el triángulo habitual de Tom Hasslan [guitarras y bajos], Jørgen Mathisen [saxofones y sintetizadores] y Axel Skalstad [batería y percusión]. “6” fue publicado por el sello Is It Jazz? Records tanto en CD como en vinilo color magenta. El material aquí contenido fue grabado y mezclado en el Studio Paradiso, mientras que el ulterior proceso de masterización tuvo lugar en el estudio Oslo Fuzz. La mezcla fue realizada por Christian Engfelt (coproductor del disco junto al trío) y la masterización corrió a cargo de Espen Høydaksvik. Bueno, pasemos ahora a los detalles estrictamente musicales de este disco.


El repertorio de “6” comienza con ‘Harry Davidson’, una pieza diseñada para airea con majestuosa gracia varios índices de la faceta prioritariamente extrovertida del estilo grupal. Los recursos expresivos ostentan su fulgor esencial con suficientes dosis de agilidad que se encaminan a paso firme sobre una senda temática muy meticulosamente delineada. Haciendo alarde de su propia exuberancia, la batería sabe cómo explayarse en su entusiasta y versátil ingeniería mientras sostiene el terreno sobre el cual los demás instrumentos se van conectando en su fabuloso entramado; la alegre fastuosidad en curso se siente genuinamente celebratoria. Algo que se advierte sin lugar a confusiones es la garra tan trepidante que se exhibe en la ilación entre los último solos respectivos de guitarra y saxofón. Gran tema de inicio. Acto seguido, llega el turno de ‘Triple Dad’ para que el trío se disponga a operar con un incremento de la intensidad expresiva mientras modera relativamente la pauta de soltura rítmica. De hecho, la ingeniería rítmica se torna más explícitamente sofisticada merced a las exigencias implícitas al núcleo estructural del tema, muy rico en compases inusuales y juegos de síncopas. La amplia sección centrada en el solo de guitarra antes del epílogo resulta particularmente intenso. Notamos, en general, algunas confluencias colaterales con los dos ensambles estadounidenses MARBIN y GUTBUCKET filtradas a través de la aureola distinguida de la banda compatriota JAGA JAZZIST (etapa 2005-10). ‘Oh My Cod’ prosigue por una línea de trabajo semejante a la de la pieza de apertura, aunque incorporando más recursos de suntuosidad que alternan sus referencias al jazz-prog y al avant-jazz... Atención a ese solo de guitarra que emerge alrededor de la frontera del minuto y medio, pues a veces suena como si Fred Frith estuviese dando un giro refrescante a una composición de John Zorn. La batería comienza con una soltura casi anárquica que ayuda mucho a reforzar este talante disruptivo para luego armar un groove reconocible, y es aquí donde las cosas se tornan aún más agresivas, casi coqueteando con la zona de operaciones de AHLEUCHATISTAS. Todo un cénit del álbum, de hecho, hemos disfrutado dos cénit sucesivos. 

La segunda mitad del repertorio se inicia con ‘Country Doom’, cuyo sistemático swing en clave funky permite a la banda darle un giro un poco más ligero a su continuo vitalismo. Lo que suena aquí es como un tributo al Herbie Hancock de la segunda mitad de los 70 con una musculatura extra en los expansivos guitarreos (que juegan a crear una versión rockera del legendario Larry Coryell) y una ostentación más dinámica en el groove general. Esto último se refuerza eficazmente con la infatigable estrategia de ornamentaciones al ritmo básica que impone la batería. Poco a poco, el crescendo de fuego expresionista va llenando todos los espacios en un vaivén implacable que se completa con una fogosa conclusión. No nos dejemos engañar por su título: ‘The Ballade’, la quinta pieza del álbum, es un electrizante ejercicio de rock psicodélico dentro de un contexto donde el groove jazz-rockero y las aleaciones de saxofones se encargan de establecer algún recurso lírico. La misión principal del grupo en este momento es la de elaborar algo distinto de las pautas comunes a los temas precedentes, un foco musical donde conviven lo solemne y lo misterioso mientras el esquema rítmico preserva una espiritualidad mayormente serena. Los últimos 8 minutos del disco están ocupados por el tema titulado ‘Pretentious Woman’ (vaya nombre tan desafiante). Su esquema de trabajo se basa en una cruza muy resolutiva entre el vigor sofisticado del tema #1 y la prestancia saltarinamente sofisticada en clave jazz-progresiva del tema #2, lo cual, indirectamente, también lleva a ciertas conexiones con la fuerza de carácter que signó al tema #3. Esta vez, dado el mayor protagonismo del saxofón, el ensamble triádico decide manejar la vivacidad inherente a la composición con buen pulso a fin de que las estancias más tormentosas no desfiguren el armazón integral de la pieza. Una vez más, cuando la guitarra gesta un solo, lo hace con un brío abrasador y contundente, funcionando en este caso como una preparación para el motif epilogar. Sospechamos que aquí está la labor más exigida de la batería. Todo esto fue lo que se nos brindó en “6” desde los cuarteles del grupo noruego KROKOFANT, una obra fonográfica repleta de creatividad, fineza y energía. Definitivamente, es un disco muy valioso para cualquier buena fonoteca actualizada en jazz-rock y rock artístico, recomendable al 300% (un ciento por cada integrantes del grupo). Más aún, nos atrevemos a aseverar que se trata del disco más logrado hasta la fecha dentro de la discografía de KROKOFANT. ¿Será la magia del número 6?
 
 
Muestras de “6”.-
Triple Dad: https://krokofant.bandcamp.com/track/triple-dad

Thursday, January 23, 2025

Tercera iluminación en el río progresivo de GAYLE ELLETT & THE ELECTROMAGS


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Tenemos hoy el enorme placer de presentar el flamante tercer trabajo fonográfico del grupo estadounidense GAYLE ELLETT & THE ELECTROMAGS, un trío conformado por Gayle Ellett [mellotrón, sintetizadores Minimoog y ARP Solina String, órgano Hammond, piano eléctrico Fender Rhodes, guitarras de 6 y 12 cuerdas, sitar eléctrico, bouzouki, soundscapes y efectos], Mark Cook [bajo, Warr guitar de 14 cuerdas y soundscapes] y Craig Kahn [batería]. El disco en cuestión tiene el título de “The Painted River Of Light” y, aunque todavía su lanzamiento oficial está programado para más adelante en febrero del 2025, el trío ha publicado algún adelanto del mismo. Los cuatro temas incluidos en “The Painted River Of Light” fueron compuestos por Ellet; él también se hizo cargo de organizar las sesiones de grabación y realizar las labores de mezcla. Las sesiones tuvieron lugar en Topanga California y Arlington Texas. La portada fue realizada por el sintetista y artista plástico canadiense Steven Leak, un habitual colaborador de Mark Cook en el proyecto THE FOREVER MOMENT. Veamos ahora los detalles estrictamente musicales de este álbum.
 

Todo empieza con ‘The Illuminating Sands Of Time’, constando su sección prologar de capas cinematográficas de mellotrón expandidas bajo un manto inquietantemente crepuscular. Una vez que entra en acción el trío íntegro, se despliega un clima de cálida vitalidad en clave jazz-progresiva. Los ornamentos de sintetizador y los solos de guitarra añaden envolventes matices que transitan de lo space-rockero a lo sinfónico. A instantes de pasar por la frontera del sexto minuto, las cosas se agilizan por vía de un breve jam bastante llamativo antes de retornar al relax jazzero. Este retorno también es breve porque la batería no tarda en activar un jam intensivo que se asienta por bastante tiempo antes de disolverse en un aura de nocturnidad contemplativa. Tras este suntuoso viaje musical que abre la experiencia del disco por la puerta grande, llega otro que se llama ‘Deep Waters Glow Brightly’, el cual está signado por una serenidad sistemática que sabe manejarse con una muy bien estructura dinamización de perfiles temáticos. Su primera sección está ampliamente articulada dentro de una ingeniería sonora cósmica donde el trío tiende puentes entre el paradigma histórico de los OZRIC TENTACLES y el patrón evocador de los PINK FLOYD de la fase 1971-75. La segunda sección ahonda en lo sereno para meterse de lleno en lo onírico, desplegando una aureola flotante que nos remite a las facetas introspectivas de DJAM KARET y HERD OF INSTINCT por igual. La tercera sección brota de forma inesperada como un jam rockero ágil cuyo espíritu celebratorio se deja arropar por una entrañable y frívola luminosidad psicodélica. Aquí hay espacio para algunos solos aguerridos de guitarra, así como para algunos ocasionales retorcimientos rítmicos que brindan una eficaz diversidad al asunto. La generosa extensión de esta sección, la cual asume un talante aristocrático en varios pasajes merced a las creativas travesuras ocasionales de la dupla rítmica, invita a la ulterior emergencia de un epílogo en clave atmosférica. Cuando eso ocurre, el trío resuelve este final de manera efectistamente parca. Tal vez tengamos aquí el cénit del disco, pero todavía hay más cosas por disfrutar. 

El tercer tema del álbum se titula ‘Frequency Modulation’ y fiel a su nombre comienza con unos sonidos de búsqueda de alguna emisora radial antes de que el trío nos obsequie otra exhibición de modalidades musicales, todas ellas elevadas sobre unas vibraciones fulgurosas donde se hilan el jazz-rock, el prog psicodélico y el space-rock. Parece un retorno a esos DJAM KARET de fines de los 80 e inicios de los 90, pero con una orientación más cristalina en lo referente al armazón instrumental integral, así como en el bien perfilado manejo de esquemas rítmicos inusuales en varias instancias de sus incesantes recovecos temáticos. La última sección gesta un nuevo ejercicio de ambientes ceremoniosos, preservando los matices jazz-progresivos hasta que aquellos viejos ruidos de búsqueda radial regresan para la conclusión. Una mención especial para la batería por sus continuos lucimientos dentro de la versátilmente exigente arquitectura de esta pieza. El final del repertorio llega de la mano de ‘The Rhodes To Discovery’, pieza que se inicia con un breve prólogo que ostenta claros matices Floydianos, virando rápidamente hacia un vitalismo jazzero que, en varios aspectos, nos recuerda a la tradición del (mal llamado) Canterbury. Es en este momento que la banda decide explora varios recursos de gracilidad musical, siendo así que las bases del piano eléctrico marcan las pautas centrales junto a la batería mientras la guitarra, el sintetizador y el sitar eléctrico se alternan en las labores de embellecimiento externo. Poco antes de pasar por la barrera del octavo minuto y medio, el grupo explora un ambiente introvertido, haciendo que el groove calmo del momento se llene con una suntuosidad muy comedida, algo que funciona muy bien habida cuenta que la banda se toma su tiempo para reforzar continuamente las bases armónicas del motif central. Algunos retazos borrascosos emergen como ornamentos surrealistas antes de marcar el epílogo una vez que los instrumentos se detuvieron: lo que inicialmente operaba como un acicalamiento extraño termina siendo la anticipación de una despedida definitiva. 

Todo esto es lo que se nos está brindando desde los cuarteles de GAYLE ELLETT & THE ELECTROMAGS con “The Painted River Of Light”, una manifestación cabal de la cúspide de energía creativa concretada por este ensamble estadounidense en los pocos años que tiene de actividad. Es, a fin de cuentas, he aquí un ítem notable dentro de la vanguardia progresiva norteamericana de nuestros días. Faltan pocos días para que se devele ante los ojos y oídos del mundo la experiencia completa de esta tercera iluminación en el río musical de los Sres. Ellett, Cook y Kahn. 
 
 
Muestra de “The Painted River Of Light”.-
The Illuminating Sands Of Time: https://www.youtube.com/watch?v=0lIetB3nQuY
 

Monday, January 20, 2025

El mercurio progresivo de los finlandeses VESILINJA



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA. 

Hoy centramos nuestra mirada en el escenario progresivo finlandés y nos topamos con el tercer trabajo fonográfico del grupo VESILINJA, uno de los más notables que han emergido en el país escandinavo aludido en los últimos años. El disco en cuestión se titula “Merkurius” y fue publicado el 11 de octubre del pasado año 2024 por el sello Savusauna, tanto en CD como en vinilo. El personal de VESILINJA consta de Aake Salmi [voz, coros, guitarras eléctricas de 6 y 12 cuerdas, acústica y pedal steel, flauta, sintetizador percusivo y efectos de sonido], Niko Saarinen [órgano Hammond, pianos acústico y eléctrico Fender Rhodes, sintetizadores Moog y Korg String, mellotrón, coros y efectos de sonido], Jussi Portaanpää [batería, gong, triángulo, carillones, maracas y efectos de sonido], Artturi Sipilä [bajo y coros] y Antti Tuominen [voz, coros, guitarras eléctrica, clásica y acústicas de 6 y 12 cuerdas, piano acústico y mandolina]. Este grupo ha avanzado mucho desde su homónimo disco debut del año 2021 en lo referente a la gestación de ideas musicales atractivas que engalanen el ideal del rock artístico en nuestros tiempos, logrando con cada nueva obra aumentar las dosis de colorido musical y pulcritud sónica. El propio Salmi se hizo cargo de organizar las sesiones de grabación, producir el álbum y hacer la mezcla; las ulteriores labores de masterización estuvieron a cargo de Tuuka Nikunen en su Juun Studio. Bueno, veamos ahora los detalles del repertorio contenido en “Merkurius”.


La dupla de ‘Pimeys Astuu Syrjään’ e ‘Illalla’ abre el disco con una actitud convincente. El primero de estos temas mencionados es un ágil instrumental que se sitúa en un intermedio entre los paradigmas de PREMIATA FOENERIA MARCONI y JETHRO TULL a través del filtro de BRIGHTEYE BRISON. Las infatigables florituras de la flauta y el clarinete son cruciales a la hora de perfilar las sofisticadas líneas melódicas, las mismas que se sienten bastante saltarinas al apoyarse sobre el complejo entramado rítmico diseñado para la ocasión. En cuanto a ‘Illalla’, se trata de una sólida excursión en la foresta del prog sinfónico de viejo cuño donde los músicos se asocian en una fraternidad perfectamente compacta a través de los cambios de ambiente y compás que se van sucediendo. Tras un inicio sigiloso con retazos solemnes, el cuerpo central se explaya ampliamente en una manifestación de grácil extroversión. ‘Ikuisuuden Puutarha’ apuesta por una atmósfera parecida a la de la canción precedente, pero esta vez con un talante un poco más calmado, el cual apunta a la focalización en una espiritualidad contemplativa. También es una ocasión idónea para que el grupo inserte vibraciones folklóricas en su esquema de trabajo sinfónico, y es justo este factor el que preserva algo de la vivacidad precedente. Cuando llega el turno de ‘Kultaiset Kehykset’, el grupo se dispone a reactivar su faceta extrovertida a todo dar con el empleo de un compás muy animado. El solo de clarinete en el intermedio es un recurso aguerrido que contrasta muy bien con la luminosa ligereza de la flauta. ‘Haaste Jumalille’ es el tema más largo de la primera mitad de “Merkurius” con su duración de cerca de 7 ½ minutos. Aquí reina de nuevo la ley del prog-folk y lo hace con la utilización de un dinamismo contenido sobre un compás de 3/4, siendo las guitarras acústicas quienes proveen el centro nuclear de la instrumentación. La fuerte presencia de los sintetizadores añade matices peculiares a la maraña grupal, la misma que se torna más sofisticada alrededor de la frontera del cuarto minuto cuando asume aires jazz-progresivos; en este último aspecto, también ayudan mucho los sucesivos solos de guitarar steel y saxo soprano.   


La suite homónima de poco más de 22 ½ minutos ocupa toda la segunda mitad del mismo. ‘Merkurius’ consta de las secciones tituladas ‘Caloriksen Airuet’, ‘Kuninkaan Peili Ja Klymenoksen Luvatut’, ‘Kenraalin Audienssi’, ‘Sankarin Peili’, ‘Säröt Ajassa’, ‘Hetki Ennen Aurinkoa’ y ‘Lupaus Ja Toive’. Todo empieza con un dinamismo muy semejante a la que signó al instrumental de apertura, teniendo la primera guitarra mayor presencia dentro del esquema colectivo que en cualquier otra pieza anterior del repertorio, aunque muy pronto, con la primera sección cantada, todo pasa a una ceremoniosidad cristalina con índices folk-rockeros muy afines a los de JORDSJØ. La siguiente sección es un poco más ágil y su armazón abre más espacios de soltura al saxo en los intermedios instrumentales, alternando momentos de protagonismo con la primera guitarra y el sintetizador. El esquema rítmico, siendo relativamente sencillo, nos recuerda a la línea de trabajo de YES en 1971 con añadidos aires de los alemanes NOVALIS de la etapa 75-77. Más adelante, se da una alternancia entre ambientaciones contemplativas moldeadas con mesurada gracilidad y breves puentes expresionistas que ostentan una convincente musculatura rockera. La cuarta sección emula la parsimonia Floydiana de inicios de los 70 mientras la recubre con una sosegada exuberancia propia del patrón escandinavo; ésta se manifiesta preferentemente en los vientos. Tras una clausura robusta y contundente emerge un armazón pastoral de cariz Genesiano que no tarda en ceder espacio a un nuevo ejercicio de sinfonismo signado por una fastuosidad que va creciendo de forma sostenida. Para la última sección, el grupo elabora un enclave de suntuosidad melódica donde convergen las agitaciones expresivas se vuelcan primeramente a una gentileza coral para terminar con una solemnidad que coquetea con lo grisáceo sin dejar de ser genuinamente fulguroso. En fin, todo estos fue lo que se nos brindó en “Merkurius” desde los cuarteles de VESILINJA, grupo afincado en la localidad sur-finlandesa de Tuusula, logrando elevar el nombre de su país dentro de la producción progresiva mundial a través del año 2024. Muy recomendable, la verdad que sí: de hecho, nos parece el mejor álbum que ha gestado este talentoso sexteto escandinavo hasta la fecha.


Muestras de “Merkurius”.- 

Saturday, January 18, 2025

THE WRONG OBJECT: hurgando en el desván de viejas cintas de un tiempo lejano


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos el deleite de presentar la nueva publicación fonográfica del grupo belga THE WRONG OBJECT, uno de los referentes inapelables de la más excelsa música jazz-progresiva de las últimas décadas. El disco al que nos estamos refiriendo se titula “In And Ouflown Tapes” y salió al mercado el primer día de noviembre del 2024 como archivo de descarga por vía del sello connacional Off records. Se trata de una obra muy especial, pues no se trata de un registro de material nuevo sino de una selección de viejas composiciones que relatan lo que esta banda era en sus inicios. De hecho, fue de lo más destacado dentro de la fila de ediciones progresivas del pasado año 2024 a pesar de no contener material nuevo. THE WRONG OBJECT surgió a fines de los 90 a partir de los despojos de varias bandas de Lieja, siendo estando núcleo central centrado en el dúo de Michel Delville [guitarra] y Michael Norris [guitarra slide], junto a la cantante Isabelle Doyen. Todas las composiciones son de la autoría de Delville, mientras que las letras de tres temas fueron escritas por Norris. En general, la línea de trabajo idead por THE WRONG OBJECT en estos años primerizos oscila entre el jazz-rock y el avant-jazz con algunas trazas de la faceta más experimental del (mal llamado) Cantaerbury. De hecho, este material anticipa lo que se habrá de apreciar en el disco que el ensamble hizo con el legendario ELTON DEAN “The Unbelievable Truth”, publicado en el 2007 a partir de una actuación en vivo del 2005 que tuvo lugar en París, unos meses antes del fallecimiento del mencionado maestro inglés. No hay muchos créditos específicos en la información del disco porque Delville no preservó los datos exactos de quienes tocaron en todos los temas, prefiriendo no mencionar a nadie en lugar de omitir a algunos. Lo que sí recuerda es que en toda esta serie de temas recuperados tocan más de 15 músicos, incluyendo a 4 o 5 saxofonistas. Aquí se alternan temas improvisados en estudios de grabación y otros tocados en vivo, incluso uno de ellos fue registrado por alguien del público. Ahora pasamos a repasar cada uno de ellos.
 
La miniatura de poco más de medio minuto ‘Space Debris’ es una efímera aunque encantadora cantata que prepara el terreno para la emergencia de ‘Icy Uncle’, pieza que dura 8 ¾ minutos y que se instala cómodamente en el terreno jazz-progresivo con una carga estilística propia de los SOFT MACHINE de la fase 71-73, añadiéndose algunos elementos robustos propios del avant-jazz y otros más propiamente deconstructivos que se emparentan con el patrón de LED BIB. Es en estos dos últimos recursos donde el ensamble apela a una alternancia entre cadencias saltarinas y exploraciones aleatorias, estando el saxofón dispuesto a disputar el protagonismo a la guitarra. En los momentos más intensos, la batería hace gala de su musculatura al armar juegos de razonablemente complejas síncopas. Una gran apertura a este salón de reliquias reencontradas. ‘The Honeypump Riff’ sigue a continuación para ahondar en la dimensión más fusionesca de los vaivenes sónicos de la pieza precedente, estando su cuerpo central centrado en un motif de inspiración gitana. Tras un inicio grisáceo que parecía apuntar hacia una senda abstracta, el ensamble se termina decantando por una estrategia celebratoria que, a fin de cuentas, es manejada con una actitud bastante aguerrida. Los fraseos de la guitarra y el saxo ostentan una grandilocuente exuberancia. Lo que suena aquí es como un eslabón perdido entre SLIVOVITZ y MARBIN con un vigor añadido que se sitúa en el área del punk-jazz. ‘Halfway Back To Cyclops’ es una gentil balada que sabe manejar el potencial vigor de los solos de saxo que emergen tras el seductor canto femenino con gracia, de tal modo que las vibraciones introspectivas inherentes a la composición se hacen notar en medio de la vorágine. ‘Wet Weather Wet’ tiene una sección prologar persistente en el aura introvertida de la pieza anterior, pero pronto las cosas se tornan más furiosas con la eclosión de un compás impetuoso y contundente. Las cosas se mantienen así en sus agitaciones predominantes, incluso asumiendo un incremento en la sofisticación progresiva de los encuadres temáticos: imaginemos un cruce entre el ZAPPA de 1972 y los GUTBUCKET de siempre y nos podremos hacer una idea del asunto en curso. Cuando llega el turno de ‘Cogs Fate’, el elemento fusionesco vuelve al frente con el refuerzo que supone la majestuosa labor de la dupla rítmica. Una pieza vivaz sin mayores aspavientos, una inmersión solvente en un embrujador centro melódico, una pieza bastante bella, así de directo.
 
‘How It Is’ es otra composición marcada por un factor meditabundo e instalada sobre un swing sereno, pero esta vez las cosas se ponen bastante surrealistas gracias a la inserción de inescrutables diálogos dadaístas emanados por voces caricaturescas. Muy bien logrado este contraste entre la patente serenidad del bloque instrumental y los burlones ornamentos vocales, siendo incluso el caso de que éstos permanecen unos segundos más después de que terminó el viaje instrumental. ‘Waterlily’ es un breve tema de un minuto y pico cuya función es plantear un nuevo ejercicio de ceremoniosidad narrativa que, en esta ocasión cuenta con cierta dosis de fiereza... siempre refinada, claro está. Los dos últimos temas del repertorio son los más extensos del mismo: ‘Besotten But Not Forgotten’, que dura poco menos de 10 ¼ minutos, y ‘Bellini June Treat’, que dura casi 10 minutos. El primero de estos temas mencionados es un majestuoso ejercicio de free jazz con tintes Canterburyanos (un poco a lo SOFT HEAP / SOFT HEAD). Los amplios momentos de suntuosidad en los solos que van surgiendo a lo largo del camino moldean una magia envolvente. El sofisticado vigor ínsito en el swing de la batería ayuda bastante a la concreción de un complejo y, a la vez, confiable campo de acción para los diálogos entre los instrumentos. Hay, de hecho, pasajes estratégicos donde las erupciones de energía expresiva iluminan eficazmente el ambiente general, lo cual se traduce en una exaltación de los aspectos más rutilantes del desarrollo temático. En cuanto a ‘Bellini June Treat’, su enfoque estilístico va por una línea muy similar, pero con una actitud enfática en la edificación de retazos y colores; hay fantasmas de MILES DAVIS y CHARLES MINGUS flotando en el aire para motivar las propias ideas de los exploradores de este momento. En sus primeros minutos, la pieza da rienda suelta a dilataciones impresionistas, mas en una instancia ulterior, las cosas se intensifican con un masivo despegue de contundente nervio arropado por una viveza crecientemente fulgurosa. Con las dobles columnas edificadas por la batería y el saxo más los ornamentos de los teclados, la exultante pujanza grupal se mueve a paso firme con miras a aterrizar en un poderoso clímax conclusivo que mucho tiene de celebratorio. 

Toda esta fue la experiencia de “In And Outflown Tapes”, un repaso de viejos testimonios musicales que llevaban muchísimo años guardados, hasta escondidos, en el desván de THE WRONG OBJECT. Totalmente recomendable este ítem. Y dicho sea de paso, ya está en proceso el próximo trabajo de estudio de THE WRONG OBJECT, así que esperamos que su compleción no tarde mucho.
 
 
Muestras de “In And Outflown Tapes”.-
Icy Uncle: https://stilll-off.bandcamp.com/track/icy-uncle
The Honeypump Riff: https://stilll-off.bandcamp.com/track/the-honeypump-riff
Cogs Fate: https://stilll-off.bandcamp.com/track/cogs-fate
Besotten But Not Forgotten: https://stilll-off.bandcamp.com/track/besotten-but-not-forgotten

Wednesday, January 15, 2025

La asociación de ISILDURS BANE con JINIAN WILDE crea un catálogo de perlas sonoras progresivas

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos la muy especial ocasión de presentar el nuevo trabajo fonográfico colaborativo del veterano ensamble sueco ISILDURS BANE, esta vez asociado con el cantante inglés JINIAN WILDE (a quien conocemos principalmente por su labor en la DAVID CROSS BAND). El disco que ahora nos convoca se titula “The Pearl Of Ever Changing Shell” y fue publicado el 23 de febrero del ya finiquitado año 2024 por el sello Ataraxia, tanto en CD como en vinilo. “The Pearl Of Ever Changing Shell” sigue la senda de otros álbumes de similar índole realizados en conjunción con Steve Hogarth (“Colours Not Found In Nature” de 2017) y Peter Hammill (“In Amazonia” y “In Disequilibrium”, de 2019 y 2021, respectivamente). El ensamble instrumental nuclear de ISILDURS BANE está conformado por Mats Johansson [piano, sintetizadores Moog, Oberheim, ARP, Pro One, Nord y Yamaha, clavinet, mellotrón, Bochla Software y composición], Klas Assarsson [marimba, vibráfono y otras percusiones], Luca Calabrese [trompeta], Axel Croné [bajo, flauta, clarinetes y clavinet], Samuel Hällkvist [guitarra], Kjell Severinsson [batería], Liesbeth Lambrecht [violín y viola] y Jan Severinsson [procesamientos sonoros]. También aparecen ocasionalmente algunos músicos invitados como el percusionista Xerxes Andren y el guitarrista Noah Söderberg Stenman. El disco que hoy reseñamos se centra conceptualmente en la noción de cambio, tanto en el exterior como en el interior. Como es habitual, además de ser el principal compositor, Johansson fungió como productor. El material contenido en “The Pearl Of Ever Changing Shell” fue mezclado por Charles Storm en el estudio Cloudchamber de Gotemburgo, mientras que el proceso de mezcla estuvo en manos de Severinsson. Hubiésemos deseado terminar esta reseña mucho antes de hoy y es justamente por ello que revisamos los detalles del disco sin más demora.
 

El repertorio de “The Pearl Of Ever Changing Shell” se inicia con la maratónica suite ‘RISE Parts 1 & 2’, que dura poco más de 15 ½ minutos.* El breve prólogo etéreo abre la puerta a un motif ceremonioso cuyo señorío intrínseco es transportado solventemente sobre un swing lento así como otro más rápido. Las suntuosas escalas de los teclados y los ornamentos de las percusiones tonales generan una envolvente majestuosidad en aras de enriquecer los índices melódicos que se van hilando. En varias ocasiones, el entramado sonoro combina lo denso con lo fulguroso, lo cual ayuda bastante a la persistencia de la aureola aristocrática que sustenta íntegramente a la suite. Para el último tercio, el centro temático vira hacia una cordial solemnidad que permanece con un consistente embrujo, casi al modo de un momento de detenida reflexión tras los diversos trayectos anteriores. Tras este monumental viaje musical que es todo un culmen en sí mismo, llega el turno de ‘Sign Of The Times (The Calling)’, una canción más directa que se conecta con el estándar neo-progresivo de los MARILLION del nuevo milenio en conjunción con ribetes de los paradigmas de bandas como RPWL y GAZPACHO. El luminoso gancho del núcleo melódico (apoyado por los firmes y entusiastas riffs de guitarra) gana en sofisticación con el uso de ciertos adornos electrónicos empleados en lugares estratégicos. ‘Born Afraid (The Binding)’ vira totalmente de registro al gestar un inicial híbrido de lo contemplativo con lo grisáceo con un talante flagrantemente moderno, algo así como un hermanamiento entre los PINEAPPLE THIEF y el PETER GABRIEL de la fase 1980-82. Ya más adelante, se abre espacios al explayamiento de recursos más intensivamente ágiles, lo cual motiva una ostentosa vivacidad, algo así como un vitalismo renovador cuyos mesurados aires dramáticos todavía le vinculan con la espiritualidad primigenia. Para la sección epilogar, todo aterriza en un clima misterioso de tenor cósmico, completándose así otro cénit fundamental del álbum. 


‘Sailing Home (The Following)’ tiene una atmósfera general semejante a la de la primera mitad de la pieza precedente, pero con una fastuosidad cercana a la de la suite de apertura. Algunos instantes signados por un talante cinematográfico preparan el arribo de algunos recursos fulgurosos en la maraña instalación que sustenta al siempre evocador canto. ‘Avalon (The Knowing)’ insiste en una nueva exploración de las sendas y dimensiones más introvertidas de la estrategia sonora planteada en el álbum. Eso sí, no hay nada lánguido aquí: las flotantes orquestaciones de los teclados, los elegantes retazos de la guitarra y las adustamente tribales intervenciones del ensamble percusivo garantizan una rotunda sofisticación para la ingeniería grupal. Durando 6 minutos y pico, ‘Lifetimes (The Remembering)’ se encarga de traer el cierre del álbum y lo hace al estilo de una balada progresiva con orientación ambient, siendo así que las filtradas intervenciones de la guitarra, el violín y algunos sintetizadores brindan un cariz cinematográfico al asunto. Así concluye el repertorio, con una elegía cubierta por un manto de ensueño. Ésta fue la experiencia completa de “The Pearl Of Ever Changing Shell”, la nueva aventura fonográfica del veterano ensamble escandinavo ISILDURS BANE, esta vez en cooperación con JINIAN WILDE. Se trata de un disco hermoso y cautivador que, además de tener nexos estilísticos con “Mind Vol. 5” y “Colours Not Found In Nature”, también cuenta con buenas dosis de elementos propios que lo convierten en otro catálogo de perlas sonoras progresivas para el legado vigente de ISILDURS BANE y el versátil currículum de JINIAN WILDE. Muy recomendable.
 
 
Muestras de “The Pearl Of Ever Changing Shell”.-
RISE Parts 1 & 2: https://isildursbane.bandcamp.com/track/rise-parts-1-2
Born Afraid (The Binding): https://isildursbane.bandcamp.com/track/born-afraid-the-binding
Avalon (The Knowing): https://isildursbane.bandcamp.com/track/avalon-the-knowing
 
 
* Las Partes 1 y 2 se titulan ‘Dream Of Light (The Tempering)’ y ‘Trigger Finger (The Spiraling)’, respectivamente.

Sunday, January 12, 2025

BIG BIG TRAIN: bajo el mástil de una nueva travesía progresiva



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de presentar el más reciente disco de estudio del veterano grupo multinacional (de origen británico en 1990) BIG BIG TRAIN, el cual se titula The Likes Of Us”, aunque también daremos un espacio al trabajo anterior “Ingenious Devices”. Este último es un ítem fonográfico muy especial para la banda porque se trata de un tributo a la memoria del vocalista y multiinstrumentista David Longdon, quien trágicamente falleció en un accidente doméstico durante las fiestas navideñas de 2021. Fue publicado el 30 de junio de 2023 por el sello English Electric Recordings, tanto en CD como en vinilo (en formatos negro y azul): básicamente, es un ítem recopilatorio de nuevas o mejoradas versiones de temas que ya habían aparecido en otros discos de la banda en los que el malogrado Longdon fungía como frontman. Actualmente, el ensamble de BIG BIG TRAIN está conformado por Dave Foster [guitarras eléctricas y acústica de 12 cuerdas, y coros], Oskar Holldorff [órgano, piano, sintetizadores y coros], Rikard Sjöblom [guitarras eléctricas y acústicas de 12 cuerdas, órgano, sintetizadores y coros], Gregory Spawton [bajos, guitarra acústica de 12 cuerdas, pedales bajos, mellotrón y coros], Nick DVirgilio [batería, percusión, guitarra acústica de 12 cuerdas, vibráfono y coros], la retornada Clare Lindley [violín y coros] y el nuevo integrante Alberto Bravin [primera voz, coros, piano, órgano, sintetizadores, guitarra acústica de 12 cuerdas]. Este último aparece en el tema en vivo que cierra el segundo disco antes mencionado, mientras que Longdon aparece en los demás temas cantados. “The Likes Of Us” es el disco del debut de esta nueva alineación, el decimoquinto con material nuevo de la amplia carrera de BIG BIG TRAIN; fue publicado el 1 de marzo del pasado año 2024 por InsideOut tras unas sesiones de grabación que tuvieron lugar entre mayo y junio de 2023, en los estudios de grabación Aubitt (Southampton), Urban (Trieste) e Inner State (Bath). Los músicos ocasionalmente invitados fueron Dave Desmond [trombón], Nick Stones [corno francés], Ben Godfrey [trompeta y trompeta pícolo], Jon Truscott [tuba] y Brian Mullan [cello].


En este momento, hacemos un alto en nuestra apreciación de la novedad para hacer un repaso muy somero del repertorio de “Ingenious Devices”. Ya hemos dicho quiénes cantan en este disco, pero hay que mencionar la lista de músicos: Dave Gregory [guitarras eléctrica y acústica de 12 cuerdas], Andy Poole [guitarra acústica, mandolina, teclados y coros], Rikard Sjöblom [teclados, guitarras, acordeón y coros], Danny Manners [teclados y contrabajo], Rachel Hall [violín, viola, cello y coros], Greg Spawton [bajo, pedales bajos, guitarra acústica y coros] y Nick D’Virgilio [batería, percusión y coros]. ‘East Coast Racer’ abre el repertorio con una nueva cara, no solamente con arreglos nuevos en varias transiciones de diversos motivos, sino también contando con la adición de un ensamble orquestal de 17 músicos. La necesariamente resultante suntuosidad de la ocasión está manejada con suficiente criterio como para mantener la calidad melódica esencial de la canción: se trata del arte de hacer que algo viejo se sienta nuevo sin que deje de ser reconocible. La miniatura ‘The Book Of Ingenious Devices’ es una breve pieza orquestal de poco más de minuto y cuarto de duración, concebida con un patrón romántico; sirve como nexo para otra canción remodelada, ‘Brooklands’, la cual no sólo adquiere nuevos colores, sino que también ve amplificada su fuerza expresiva originaria. La misma lógica del reacomodo ingenioso y leal de piezas de viejos rompecabezas prog-sinfónicos se aplica al caso de ‘Voyager’. Al igual que en el caso de ‘Brooklands’, es de notar el modo en que se sienten los aportes de la dupla rítmica al dinamismo grupal dentro de estas nuevas mezclas. Todo termina con la versión en vivo de ‘Atlantic Cable’, registrada de un concierto que tuvo lugar en Friars, Aylesbury, en setiembre del 2022. Tal como se señaló en el primer párrafo de la presente reseña, en esta canción final canta el sucesor de Longdon. .


Ahora nos concentramos en “The Likes Of Us”, que, como ya dijimos antes, se publicó en marzo del 2024 por vía del sello InsideOut Music. La publicación se hizo en varios formatos: CD, CD + Blu-ray, y vinilos dobles de color negro, anaranjado, celeste y verde oliva. Tras las sesiones de grabación del nuevo material, Bravin y Rob Aubrey se hicieron cargo de la mezcla mientras que este último realizó la masterización. Repasemos ahora el repertorio de este nuevo disco. Todo empieza con ‘Light Left In The Day’, una canción que desde el punto de arranque hace gala de su bien delineado lirismo con el dueto de voz y guitarra, para que muy pronto el asunto se impulse hacia un suntuoso dinamismo que es muy propio de la esencia histórica de la banda. Las ilaciones establecidas entre los pasajes más intrépidos y los más reposados fluyen naturalmente con la persistencia de la garra extrovertida del bloque instrumental. ‘Oblivion’ se focaliza consistentemente en los ecos del masivo fulgor progresivo de la canción inicial para gestar una inspirada confluencia de gancho melódico y sofisticado vitalismo. Lo que suena se sitúa en un punto intermedio entre los ARENA del nuevo milenio y los SPOCKS BEARD de fines de los 90, siendo así que la manera en que se conectan el bajo y los teclados activan el resto del engranaje melódico con muy buen pulso. El tercer tema del disco es el maratoniano ‘Beneath The Masts’ (dura poco menos de 17 ½ minutos), lo cual viene bien como un sistemático despliegue de cristalina fastuosidad melódica tras el llamativo vigor de ‘Oblivion’. Todo empieza con un aura de melancolía contemplativa donde el equilibrio instrumental se complementa a la perfección con el evocador canto. A poco de pasada la barrera del cuarto minuto, las cosas se intensifican notoriamente para transitar por varios parajes temáticos cuyas respectivas arquitecturas rítmicas van de una ligereza con orientación pesada a una complejidad marcada por ingeniosos juegos de síncopas. Es en estos últimos que el grupo parece coquetear ligeramente con el estándar del prog-metal melódico, mientras que en los primeros imperan las influencias Yessianas y Genesianas. Para el epílogo, el grupo regresa al motif inaugural, siendo así que el impacto del extenso cuerpo central está patente al 100%. Un cénit definitorio del álbum.


‘Skates On’ es una amable semi-balada con claros aires Genesianos donde la vulnerabilidad marca determinantemente al desarrollo melódico así como a la emotividad vocal. ‘Miramare’ también cuenta con una generosa duración de 10 ¼ minutos. Tras una serena introducción coral, el grupo elabora un exquisito viaje melódico donde las proyecciones de la rutilante estilización instrumental se completan cabalmente con los excelsos pasajes cantados. La presencia de vientos resulta muy efectiva a la hora de dar una densidad extra a los pasajes orquestalmente suntuosos desde la perspectiva de la tradición prog-sinfónica de siempre. El último solo de guitarra es de los más hermosos del disco entero: logra encauzar al bloque instrumental a un cierre monumental para el que, a fin de cuentas, es otro culmen del disco. Cuando llega el turno de ‘Love Is The Light’, la banda vuelve a centrarse en su faceta bucólica y melancólica; las líneas de violín están signadas por una muy oportuna sutileza sobre las líneas de piano. Cuando más adelante las cosas se tornan un poco más climáticas, lo melancólico se reviste de ropajes señoriales en aras de gestar un dramatismo palaciego. ‘Bookmarks’ proyecta una espiritualidad muy afín a la de la canción precedente, pero con un manejo más etéreo de las vibraciones reflexivas que se van plasmando a lo largo del camino. El carácter envolvente de los arreglos permite al romanticismo pastoral de la canción mantener su consistencia expresiva. Ocupando un espacio de cerca de 8 minutos, ‘Last Eleven’ cierra el repertorio con una exhibición de agradables agitaciones melódicas que se acercan bastante a los patrones de TRANSATLANTIC y SPOCKS BEARD. En algún momento emerge un bello solo de sintetizador que capitaliza la bonhomía general de la canción. Mientras tanto, el colectivo se mueva eficazmente a través de todas las dimensiones centelleantes del desarrollo temático, el cual explota la faceta más ágil del paradigma histórico de la banda. A fin de cuentas, esta canción de cierra expone una síntesis de los recursos más saltarines de las canciones #2 y #3 con la adición de algunos artefactos luminosos plasmados en ‘Miramare’. El perfecto cierre para el que nos parece uno de los mejores discos de toda la historia de BIG BIG TRAIN, todo un manifiesto de cómo el colectivo ha podido rehacerse con creatividad y autoridad tras la debacle generada por el fallecimiento de Longdon. “The Likes Of Us” funciona, por igual, como bitácora de una nueva travesía y como epifanía de una presta resurrección.



Pero hay algo más. La gente de BIG BIG TRAIN publicó el registro en vivo “A Flare On The Lens: Live In London” durante el último tercio del año 2024. Este triple CD + DVD (que también existe como doble vinilo en colores negro, amarillo y rojo transparente) nos muestra a una banda muy proactiva en el exhaustivo repaso de varias canciones de su amplio repertorio histórico desde el 2009, con una prevalencia del material de los discos de “English Electric”, muy emblemáticos para la trayectoria del grupo. En los conciertos del 12 y el 13 de setiembre del 2023 en el Cadogan Hall de Londres, el entonces sexteto de Bravin, D’Virgilio, Holldorff. Lindley, Sjöblom y Spawton estuvo acompañado por la guitarrista italiana Maria Barbieri y el cuarteto de metales conformado por Dave Desmond (trombón y mellotrón), Danae Eggen (corno francés), Nick Mott (trompetas) y Mike Poyser (tuba). Hay varios aspectos a destacar de este minucioso testimonio en directo: exultantes ejecuciones de ‘Summoned By Bells’, ‘A Boy In Darkness’, ‘Apollo’, ‘East Coast Racer’, ‘Victorian Brickwork’ y ‘Brooklands’; un medley acústico que culmina con una emotiva versión de ‘Wassail’; un diálogo entre batería y ensamble de bronces que incluye citas del clásico de YES ‘Heart Of The Sunrise’; primicias de ‘Love Is The Light’ y ‘Oblivion’ con el anuncio de un “próximo nuevo disco” que mueve la ovación del público. Se nota que los fans de la banda tienen una actitud receptiva al 100% para con el nuevo frontman, quien realmente muestra destreza a los teclados y la guitarra acústica de 12 cuerdas, además de tener un gran manejo escénico… y cómo no, un estupendo registro vocal. Todo esto fue lo que se nos brindó en estos últimos años desde la remodelada fábrica de música progresiva de BIG BIG TRAIN, una banda que regresa de las cenizas con premura, nuevo vigor y renovada creatividad musical para beneplácito de la escena progresiva de nuestros días“The Likes Of Us” y el documento en vivo “A Flare On The Lens: Live In London” son registros incuestionables de la vigencia que mantiene la entidad de BIG BIG TRAIN en ésta, su nueva travesía progresiva.


Muestras de “The Likes Of Us” y algo más.-
Love Is The Light [en vivo, setiembre del 2023]: https://www.youtube.com/watch?v=oAlu6kzTp6Q