Friday, December 05, 2025

La maestría resucitada del grupo noruego MAGIC PIE


 
HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de presentar el nuevo disco del grupo noruego MAGIC PIE, un auténtico disco de retorno tras un tiempo de silencio que duró 6 años, todo el tiempo que pasó desde la publicación de su quinto álbum de estudio Fragments Of The 5th Element ”“Maestro ” es el título del disco que ahora reseñamos: fue publicado por el sello Karisma Records tanto en CD como en vinilo, a mediados de marzo de 2025. El colectivo vigente de MAGIC PIE está conformado por Lasr Petter Holstad [bajo y coros], Martin Utby [batería], Kims Stenberg [guitarras y coros], Erling Henanger [teclados y coros] y Eiríkur Hauksson [primera voz]. Parece mentira que hayan pasado 20 años desde su debut fonográfico “Motions Of Desire”, el disco de la manzana que se erigió como un gran referente para el prog melódico moderno dentro del revival escandinavo del nuevo milenio, pero es que el tiempo pasa, y, de todas maneras, la gente de MAGIC PIE demuestra tener un entusiasmo genuino con miras a esta nueva fase de su carrera. El guitarrista Stenberg fungió de productor para el disco que hoy nos ocupa, mientras que el trabajólico músico e ingeniero de sonido Jacob Holm-Lupo estuvo a cargo del proceso de mezcla. Veamos ahora los detalles de su contenido. 


El repertorio de “Maestro” empieza con la monumental maratón ‘Opus Imperfectus Pt.1 – The Missing Chord’, suite que dura casi 18 ½ minutos. Una majestuosa fanfarria de teclados que se sitúa a medio camino entre los paradigmas de ARENA y PÄR LINDH PROJECT, el ensamble instala sus recursos de sofisticada robustez sobre una razonablemente compleja ingeniería rítmica. La primera sección cantada se asienta dentro de un bloque prístinamente lírico que se emparenta con la línea de trabajo de SPOCK’S BEARD, lo cual abre la puerta a una fluida alternancia entre pasajes ágiles y otros ceremoniosos. El señorío de los solos y riffs de guitarra se asocia con el dinamismo de la batería para sostener el versátil organigrama instrumental, aunque son patentemente los teclados quienes llenan más espacios a lo largo de los desarrollos multitemáticos. Algunos pasajes más aguerridos coquetean con el estàndar del prog-metal; cabe destacar, en general, el cuidado de los diversos  perfiles  melódicos que surgen a lo largo del camino. La hilera de motivos instrumentales que se inicia alrededor de la frontera del minuto 11 marca una pauta alternada de devaneos con el prog-metal y el jazz-rock Esta sección opera eficazmente como un electrizante contrapeso frente al epílogo introspectivo de esta tremenda suite, el cual se enriquece bastante con los estilizados arreglos vocales con los que se emite el mensaje final. Tras este gran viaje musical, emerge ‘By The Smokers Pole’, una llamativa balada cuyas vibraciones evocadoras se dejan cubrir por un entramado sereno. Éste empieza muy etéreo y más adelante se suelta en un fulgor melódico guiado por el nutrido solo de guitarra. ‘Name It To Tame It’ exhibe una pesadez renovadora para el esquema grupal sobre un efectivo medio tiempo, casi emparentándose con URIAH HEEP y DEEP PURPLE. Más adelante, algunos arreglos rítmicos basado en síncopas progresivas y algunos artilugios melódicos del sintetizador incorporan factores extravagantes a una canción que ya tiene claro que quiere volar más allá de las fronteras expresivas sostenidas en los tres primeros minutos. Todo vuela, en efecto, hacia una dimensión más compleja mientras la segunda mitad de la canción muestra todo su señorío sin tapujos de ningún tipo. Un cénit decisivo del disco. 
 

‘Kiddo…’ es una miniatura de poco más de 2 minutos que es básicamente una balada folk-rockera que preserva los elementos más emotivos de la suite con la que se abrió el álbum. De esta manera, la instalación de su última nota abre camino inmediato al arribo de la muy marchosa canción ‘Someone Else’s Wannabe’, la cual suena inicialmente como si una canción a medio terminar de los MARILLION de 1984 hubiera sido rescatada y remodelada por un colectivo de músicos de los RAINBOW de los 80 y los SPOCK’S BEARD de fines de los 90. La banda se siente cómoda realizando este trayecto por el terreno del hard rock melódico mientras sazona el centro melódico con ornamentos de teclado. A lo largo de lcamino, sendos solos de órgano y sintetizador incrementan dinamismo inherente al núcleo temático, lo cual realza el potencial de estilización progresiva hacia el que el grupo vira en los dos últimos tercios. Aunque hay evidentes aires de familia con ‘Name It To Tame It’, aquí predomina la sensación de que hay una síntesis de los pasajes más extrovertidos de la suite inaugural. Cuando llega el turno de ‘Everyday Hero’, nos topamos con una canción que perpetúa el acento de vivacidad portado en el primer tercio de la canción precedente, aunque con un espíritu más liviano. Si imaginamos a unos THIN LIZZY que coquetean simultáneamente con DREAM THEATER y GENESIS, pues a eso mismo suena esto. Un cambalache muy bien estructurado, cabe decir. Los últimos 4 ¼ minutos del repertorio están ocupados por ‘Opus Imperfectus Pt.2 – Maestro’, la coda de la suite que lo abrió. Se retoma un poco del esplendor  ceremonioso con el que aquella terminó, pero aquí  se impone una masiva reacción de la faceta más muscular del grupo: no faltan los elegantes solos de sintetizador y guitarra mientras el núcleo central exhibe su garbo intrínseco. Todo esto fue lo que los veteranos maestros de MAGIC PIE nos brindaron con los 49 minutos y pico de música encapsulada en “Maestro”, una manifestación solvente de su resucitada creatividad musical que recomndamos de buena fe para cualquier buena fonoteca dedicada al rock progresivo de todos los tiempos.
 
 
Muestras de “Maestro”.-

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