Thursday, May 04, 2023

Segunda espiral sónica de los italianos MONKEY DIET

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Estamos de plácemes en ésta, nuestra nueva visita al escenario progresivo italiano: tenemos aquí el nuevo disco del grupo prog-psicodélico MONKEY DIET, conformado por Gabriele Martelli [guitarra y sintetizador], Roberto Bernardi [batería] y Daniele Piccinini [bajo y sintetizador]. Este disco titulado “Ant Death Spiral” fue publicado el pasado 25 de marzo por el sello Black Widow Records y el grupo se empeña en llamarlo EP a pesar de que dura cerca de 40 minutos. Este trío que incluye a un expatriado de los muy celebrados ACCORDO DEI CONTRARI nos sorprendió muy gratamente en abril de 2017 con su álbum debut “Inner Gobi”, y ahora, con “Ant Death Spiral”, el trío afianza y capitaliza la intensidad expresionista inherente a su propuesta musical con una serie de exhibiciones de incrementada fiereza rockera, eso sí, sin renunciar a la estilización vigilante que es tan propia del art-rock. En este disco, la gente de MONKEY DIET cuenta con una cierta cantidad de colaboradores: el guitarrista Eric Gales, el sintetista Silas Neptune (cuyo verdadero nombres es Silas Wynne, de OZRIC TENTACLES), la cantante Donella Del Monaco (la misma de OPUS AVANTRA), el vibrafonista Nicola Schelfi y y el teclista Riccardo Lolli. La producción del nuevo material recibió su mezcla de parte de Sga Vaccari; el arte gráfica es de la autoría de Russ Mills. Bueno, veamos ahora los detalles del repertorio de “Ant Death Spiral”

‘Hungry Horace’ abre el disco con pletórico entusiasmo, iniciándose con una actitud sigilosa marcada por unos serenos fraseos de bajo y voces de gente conversando mientras camina por unas salas o pasillos; de a pocos, los músicos abren camino a la instalación de un ingeniería muscular que se desarrolla con versátiles variables de ímpetu expresionista. Este mismo se soltará más ostentosamente en los dos últimos minutos, pero, curiosamente, con un manejo más contenido del nervio rockero; de hecho, la batería se erige como centro de la triangulación instrumental. Estupendo comienzo del álbum. Luego sigue la pieza homónima, la cual preserva y capitaliza el sofisticado vigor rockero que signó al muy buen tema de entrada, aunque con un talante un poco más ceremonioso y, sobre todo, un enfoque más propiamente progresivo. En efecto, ‘Ant Death Spiral’ concreta una integralidad sonora bastante majestuosa para la fusión de stoner, space-rock progresivo y hard rock clásico que se diseña para la ocasión, la cual a veces se torna un poco ceremoniosa a fin de permitir que el ingreso de nuevos colores sonores impacte en el compacto bloque musical; esto último resulta particularmente relevante en lo que se refiere a los aportes de los sintetizadores, los mismos que nos remiten al paradigma de los OZRIC TENTACLES pre-1992. Alrededor de la frontera del cuarto minuto, irrumpe un motif fusionesco-psicodélico cuya tajante delicadeza obliga al grupo a medir el desarrollo de un nuevo auge de la polenta rockera que, en medio de esta multívoco paisaje, habrá de trazar la vía para el suntuoso final. Un cénit caleidoscópico del repertorio. ‘Sleeping Sand, Death Cloud’ es el tema más extenso del álbum con sus 10 minutos y pico de duración, instaurando otro cénit del mismo. Comenzando con una grácil secuencia cósmica que pronto abre espacios a la irrupción de un pasaje rotundamente rockero, cuyo medio tiempo permite la ulterior exploración de matices refinados para la reinante pesadez, así como un retorno de la atmósfera cósmica. Es como si un jam perdido de los LED ZEPPELIN de la fase 1971-73 hubiese sido recuperado por la gente de CAUSA SUI para darle un aire un poco más Sabbathiano. El solo de guitarra, cortesía del invitado Gales, es simplemente formidable: su vitalidad se impone para guitar al esquema grupal hacia un culmen expresivo antes de que un viraje temático enfatice las vibraciones psicodélicas de la sección final. 

‘Marsquake’ tiene un factor hard-rockero que se reafirma mientras las agitaciones inspiradas en el estándar contemporáneo de la psicodelia pesada contemporánea ayudan a gestar sólidos recursos de sofisticación para el armazón sonoro. En ciertas instancias, la batería usa grooves jazz-rockeros, mientras que los ornamentos sintetizados se las arreglan muy bien para hacerse notar en varios pasajes del desarrollo temático. ‘Raptus’ tiene un comienzo impetuoso que ha de marcar crucialmente la ilación de diversos motivos y grooves que tiene lugar. La extroversión llega a una explicitación renovadora dentro de los confines estilísticos que hemos apreciado en lo que va del álbum; el fragor rockero es puntilloso sin renunciar al señorío bien perfilado. El cierre del repertorio lo trae ‘Special Order 937’, pieza que dura poco menos de 8 minutos. Prácticamente, esta pieza nos brinda una síntesis entre la musculatura contundente del tema precedente y el aura señorialmente fulguroso del tema #3. En los pasajes más etéreos (los cuales incluyen diálogos cinematográficos), el trío brinda otro momento de variedad contrastante en nombre de la recta fluidez del sendero multitemático. En fin, todo esto es lo que nos brindó el personal de MONKEY DIET con “Ant Death Spiral”, un disco categórico cuya espiral de arrolladoras sonoridades prog-psicodélicas se impone a punta de garra y nervio. No sólo se trata de un disco empapado de contundencia rockera, también es una obra meticulosa que merece un lugar destacado dentro de nuestras exploraciones melómanas de este año 2023. 


Muestras de “Ant Death Spiral”.-

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