Wednesday, February 29, 2012

Los renovadores colores metal-progresivos de RANDOM



HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es la ocasión de hablar de una banda surgida en la localidad argentina de Tucumán a mediados de 2006: RANDOM, banda dedicada al metal-progresivo extremo, ha pasado por varias variantes de estilo y formación antes de llegar al formato de power-trío, el mismo con el que en 2011 registró su primer disco de larga duración “Todo.s Los Colores Del”. Antes de este disco, el CV de RANDOM incluía un EP del año 2009 titulado “prrimo, The”. El sonido de la banda es fuerte y filudo, con bastantes parentescos con el legado inquietantemente oscuro del death metal, aparte, por supuesto, del dramatismo efectivo propio del metal extremo técnico y de los estándares del prog-metal con base primordial de guitarra. El grupo cita a PANTERA, BETWEEN THE BURIED AND ME y MESHUGGAH como algunas de sus principales influencias, aunque también se advierten confluencias con los delirios psicodélicos propios del space-rock y la sofisticación rítmica del paradigma TOOL, y por qué no, también ocasionales cercanías a la reinvención Crimsoniana de los 90s. RANDOM no esconde sus influencias, pero sin duda su música es algo más que una labor de compilación ecléctica: hay una sustancia y una energía que la tríada de Marcos Crosa (batería), Pablo Lamela Bianchi (bajo) y Raúl García Posse (guitarra/voz) puede denominar propia con justicia. Se nota a lo largo del repertorio de este disco que el grupo ha sabido fundar, forjar y reforzar una mente musical integrada y bien cohesionada a partir de los aportes de cada componente individual. La banda escoge cantar en inglés, aunque es verdad que los arrebatos vocales no están para funcionar como recursos “convencionales” de canto sino más bien para amalgamarse con los poderosos desarrollos instrumentales diseñados para cada pieza en particular. En “Todo.s Los Colores Del”, RANDOM cuenta con invitados ocasionales: Matías Oquera(voces en ‘Tarzan’s Void’) y Julián Palacio Fernández (violín en ‘Cuando El Blanco No Es Color’) .



Vayamos ahora al repertorio del disco. ‘Cachafaz’ establece una neurosis vitalista desde su misterioso motivo de introducción, y ya propagándose como un virus de inquietud emocional en el desarrollo de su cuerpo central, siendo así que algunos breves pasajes de cadencia lenta sirven para acentuar la susodicha inquietud, de por sí radical. Con ‘Elchi, John’ nos topamos con una estructura un poco más robusta: no se trata de una pieza chillona, realmente, sino más bien airada y con un toque siniestramente death que para nada resulta exagerado. ‘Tururú’, con sus poco más 11 minutos de duración, es la canción más larga del disco. Su estructura musical alterna momentos oscuramente fieros (cercanos al estándar del death metal en varias ocasiones, lo cual se muestra como un referente importante de RANDOM) con otros más mesurados, basados en sutiles aproximaciones a ciertas iniciativas del prog-metal técnico que incorporan hermanamientos con el jazz-rock y el space-rock. Es en los pasajes de este último tipo que la banda desarrolla una musicalidad patentemente refinada, y por tanto, sirven como prueba fehaciente de la inteligencia implícita en su misión artística. ‘As Far As Impossible’ es un pulsátil interludio de corte metal-industrial que abre la vía para el explayamiento extrovertido de ‘Tarzan's Void’, pieza que elabora ambientes pesados contundentes no exentos de atmósferas y cadencias exóticas en su parte final. ‘Cuando El Blanco No Es Color’ se sostiene sobre una secuencia con base de guitarra acústica, una exposición de contenidos ambientes melancólicos donde el violín (a cargo del invitado Julián Palacio Fernández) halla espacios protagónicos. A continuación sigue el segundo tema más largo del álbum, ‘Qualm’, el cual desarrolla un frontal y directo retorno al sonido habitualmente agresivo de la banda, aunque con una elaborada sofisticación rítmica en cuanto a las variantes que tienen lugar y la importante presencia de cadencias jazz-rockeras en varios pasajes. La banda provecha el privilegiado espacio de tiempo con el que cuenta esta pieza para perfeccionar su manera de explotar su emotividad vibrante a
través de la pulsátil arquitectura sonora que maneja en sus secuencias de riffs y armazones rítmicas: este nivel de fuerza expresiva convierte a la pieza en cuestión en el cénit del álbum. Los últimos 6 minutos y pico del álbum están ocupados por ‘Meeting At Jabol’, pieza que encarna el típico vigor de RANDOM sobre una cadencia rítmica un poco más contenida que la desarrollada en la pieza anterior. Esto repercute en que la pieza en sí se sienta más ágil y con una sofisticación más sobria, especialmente en lo que se refiere a los matices jazz-rockeros que predominan en la labor del baterista.


“Todo.s Los Colores Del” es, en suma, una experiencia interesante y enriquecedora en cuanto a las cosas nuevas que se vienen haciendo dentro de la impetuosa avanzada metal-progresiva fuera de los habituales círculos norteamericanos y europeos continentales: RANDOM es, en este sentido, digno de erigirse como un punto de referencia importante para Argentina y Latinoamérica.


Muestras de “Todo.s Los Colores Del”.-
Tururú: http://www.youtube.com/watch?v=w7WsA_fDe4I
Meeting At Jabol: http://www.youtube.com/watch?v=zvxyFNerYWg

Sunday, February 26, 2012

Las mágicas crónicas progresivas de BRIGHTEYE BRISON




HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy es ocasión de hablar del grupo sueco de progresivo sinfónico BRIGHTEYE BRISON y su más reciente disco “The Magician Chronicles, Part 1”, el cual fue publicado en la segunda mitad de 2011. Este disco tiene la misión de preservar el camino de afianzamiento musical de la banda después de que el grupo empezara a capitalizar sus facetas art-rockeras en su segundo álbum “Stories” (2006) y lograra concretar dicha capitalización en el magnificente despliegue de colorido y energía del tercer disco “Believers & Deceivers” (2008). La línea de trabajo proseguida en “The Magician Chronicles, Part 1” bien puede describirse como una síntesis de las principales orientaciones sónicas de estos dos discos mencionados. La formación de BRIGHTEYE BRISON es: Linus Kåse (teclados, saxofón y voz), Per Hallman (teclados y voz), Johan Öijen (guitarras), Kristofer Eng (bajos, pedales Taurus, Theremin y voz) y Erik Hammarström (batería).

Los primeros 23 minutos del disco están ocupados por ‘The Rise Of Brighteye Brison’, el tema más explícitamente épico del mismo: el disco comienza a lo grande a fin de asentar la atmósfera de sofisticación estructural y riqueza melódica que el grupo habrá de articular fehacientemente a lo largo de los casi tres cuarto de hora que nos esperan de experiencia musical. La suite comienza con un tenor Yessiano bastante llamativo, matizado a ratos con elementos suaves a lo KAYAK. El grupo se complace en elaborar sus dibujos melódicos dentro de una ilación fluida, llena de espíritu positivo, hasta que pasada la barrera de los 6 minutos, el grupo se aventura a desarrollar ambientaciones Gentle-Giantianas filtradas por la vibración modernizada que SPOCK’S BEARD, a su modo, patentizó durante el revival prog de los 90s. El siguiente motivo está basado en un compás cadenciosamente lento, diseñado para albergar un clima psicodélico moderadamente grisáceo: el asunto no dura mucho porque poco antes de llegar a la frontera del 10mo minuto, el grupo desarrolla un viaje instrumental ágil y complejo, situado en afinidad con la excelencia de BANCO DEL MUTUO SOCCORSO y la estilización preciosista del sinfonismo contemporáneo
practicado por gente como KARMACANIC y el KAIPA reformado del nuevo milenio. A estas alturas del partido, la dinámica de la suite ya está enraizada y reforzada para que no se den sorpresas mayúsculas en lo que le queda de desarrollo: los motivos restantes se sostienen sobre estándares sinfónicos bastante seguros, con un buen uso del swing en las partes rápidas, solos de
teclado que oscilan entre lo Wakemaniano y lo Bodinense, armonías vocales exquisitas, y el pasaje lento con el que se cierra el tema puede sonar levemente Genesiano (de la etapa 76-77).

Después de esta tremenda maratón inicial, surge ‘The Magician’s Cave’ para seguir celebrando la
fastuosidad esencial del prog sinfónico bajo un esquema menos extenso y con una intensidad más controlada. La pieza tiene algo que ver con el estándar Wakemaniano de sus discos conceptuales (incluyendo partes narradas), pero más que nada, su línea de trabajo está emparentada con SPOCK’S BEARD, THE TANGENT y KARMACANIC. Adicionalmente, hay un intermedio instrumental efectivamente estructurado sobre un swing jazz-rockero llamativo, lo cual nos remite a ciertos paralelos con ECHOLYN. La letanía final es fabulosamente pomposa, a
modo de una reconstrucción de un tópico Floydiano al estilo de KARMACANIC. Los últimos 8 minutos y pico del álbum están ocupados por ‘Mind Fire Menace’, tema que recoge aires de KAYAK, CAMEL y KAIPA con gracia y soltura. Los arreglos vocales a lo Starcastle ayudan a ahondar en dicha soltura. El intermedio instrumental armado en torno y allende la barrera del quinto minuto es un grácil recordatorio de los topes de mágica musicalidad concretizados en los dos temas anteriores. Así termina “The Magician Chronicles, Part 1”, disco que, aunque no nos parece que logre equipararse a “Believers & Deceivers” (su hasta ahora obra magna), sigue reforzando el lugar importante que BRIGHTEYE BRISON ha venido forjando en el escenario actual del prog sinfónico en el mundo. ¡Esperamos con interés nuevas partes futuras de estas atractivas crónicas progresivas hechas en tierras escandinavas!


Muestra de “The Magician Chronicles, Part 1”.-
The Rise Of Brighteye Brison: http://www.youtube.com/watch?v=uPRv8vJa7Bw

Wednesday, February 22, 2012

Reactivación y ascensión de THINKING PLAGUE para el año 2012





HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión volcamos nuestras miradas y oídos a THINKING PLAGUE, que es uno de los referentes más imponentes de la tradición rock-in-opposition de los Estados Unidos, vuelve al
ruedo fonográfico con esta joya fonográfica titulada “Decline And Fall”, un disco diseñado para continuar por la veta de madurez estilística que el grupo tan genialmente encapsuló en sus dos discos de estudio precedentes “In Extremis” (1998) y “A History Of Madness” (2003). Estrictamente hablando, el nuevo disco se siente más cercano a este último en el tiempo y en cuanto a estructura estilística, pero es fácil comprender que la secuencia de estos tres discos conforma un proceso de afianzamiento y robustecimiento de una forma ingeniosamente peculiar de hacer rock-in-opposition con convicción y fuerza de carácter… y claro, por supuesto, con infinitas cuotas de talento creativo. Bob Drake, consistente colaborador de la banda y figura importante dentro de la vanguardia progresiva norteamericana, ha realizado los procesos de mezcla y masterización de este disco grabado durante la segunda mitad de 2011. La formación que grabó este disco es casi la misma que se fue asentando a poco de partir la vocalista Deborah Perry, excepto que Dave Kerman ya no está en la batería y el grupo no cuenta con un teclista permanente desde 2009. Antes esta coyuntura, el multi-instrumentista Kimara Sajn se ha hecho cargo de la batería y el teclado simultáneamente en la grabación de “Decline And Fall”. Sajn es un músico con una larga trayectoria solista, y su solvencia a las baquetas y las teclas es lo suficientemente grande como para que los aportes percusivos y melódicos que él genera desde su doble posición provoquen una tremenda repercusión en el sonido global de la banda. Harris, por su parte, si bien recién fue miembro del grupo durante el proceso de producción de su tercer disco a fines de los 80s, ya es dueño de facto de la estructuración de los vientos dentro de la esencia nuclear de THINKING PLAGUE. Elaine Di Falco asume solventemente su posicionamiento como front-woman: ella está situada más allá del simple rol de “reemplazo de Deborah Perry” (ojo, no hay ánimo de desestimar los aportes de esta última a los mejores momentos de la historia de la banda). Por su parte, el guitarrista fundador Mike Johnson y el miembro de larga data Dave Willey (bajo) operan con sus respectivas cuotas de genialidad en pos del enriquecimiento del sonido grupal.


‘Malthusian Dances’ abre el disco con un vigoroso ejercicio de temáticas coherentemente disonantes y esquemas rítmicos tan intrincados como ágiles: la banda le da un aire de absoluta y arrolladora distinción a la ilación de misteriosas ideas musicales que se van generando a lo largo del camino. Kaveh Rastegar se encarga de tocar el bajo en esta pieza. Un poco como secuela del tema de entrada y otro poco como vía capitalizadora de las aristas más grisáceas del ideario sónico de THINKING PLAGUE, ‘I Cannot Fly’ encarna un impresionante despliegue de dinamismo manejado con pulcritud y nervio: en cuanto a su estructura en sí, esta canción se puede describir como una resurrección de una versión hiperbólica de ART BEARS al más puro estilo del mejor THINKING PLAGUE, con algunos matices sombríos, tímidamente tenebrosos, parcialmente afines al chamber-rock de raigambre francófona. La serie de arreglos vocales expuesta por Di Falco a poco de pasada la barrera del quinto minuto tiene algo de embrujador así como está empapada de perfumes surrealistas. ‘Sleeper Cell Anthem’ se dedica a insuflar aires de travesura al esquema sonoro trabajado por la banda, incorporando arreglos y quiebres inesperados a la ilación temática. Hay un detalle muy curioso, y es que resulta que esta composición tan bizarra y “peligrosa” es ejecutada con la mayor dosis de fineza que el ensamble ha exhibido en lo que va de disco: así pues, la disposición de ‘Sleeper Cell Anthem’ es de una locura arropada con finísimas telas y embellecida con ornamentos inteligentemente sutiles. Después de poco más de 21 minutos de música, queda claro que esta plaga pensante sigue fungiendo como indiscutible figura monárquica de la vanguardia progresiva, y si acaso quedara alguna partícula de duda al respecto, emerge a continuación ‘A Virtuous Man’, la pieza más larga del disco. A través de sus más de 11 minutos y medio de duración, esta canción exhibe una cruza entre el delirio delicado de ‘Sleeper Call Anthem’ y el dinamismo atrevido de ‘I Cannot Fly’. Hay momentos particularmente intrigantes, como ese solo de clarinete bajo que parece exorcizar fantasmas vengativos con engañosa suavidad, o aquellas capas de mellotrón (primero de cuerdas, luego de coral) que se imponen como una densa niebla que no se sabe si es ensoñadora o encubridora de un mal agüero. La secuencia lánguida que anticipa la definitiva conclusión de la pieza realza la sensación de incertidumbre a la que la pieza ha estado permanentemente aludiendo.


Después de este peculiar viaje musical que se nos manifestó en la cuarta pieza del disco, no viene nada mal que ‘The Gyre’ aplique algunas cadencias juguetonas al asunto, aunque la densidad sonora y el apogeo de lo disonante siguen siendo las bases irrefutables de este juego mágico donde se organiza la visión musical de Johnson, Harris y co. De hecho, se nota un incremento en el vigor rockero de la banda a la hora de diseñar y ejecutar esta pieza: el grupo está navegando con un pie en la barca del chamber-rock a lo PRESENT y el otro en la barca del HENRY COW de la etapa “In Praise Of Learning”. El clímax final es… ¡sencillamente fabuloso!, un desarrollo impecable de una arquitectura tensa y retorcida que se mantiene coherentemente fiel a su propia ingeniería interna con cada partícula de sonido. Más que una canción, ‘The Gyre’ es una fiesta, y en esta fiesta hubo dos invitados especiales: Robin Chestnut a la batería y Dexter Ford al bajo. El primero de éstos ha colaborado en varios conciertos de los más recientes conciertos del grupo. En fin, ‘Climbing The Mountain’ cierra el álbum al modo de una síntesis de muchas de las aventuras y trucos que se han venido plasmando hasta ahora: aquí se retoma la sombría aureola de inquietud emocional de ‘I Cannot Fly’ con la misma soltura que se recapitula los deconstructivos aires de travesura que tan buenos réditos habían generado para ‘Sleeper Cell Anthem’ o la ambientación densamente misteriosa de ‘A Virtuous Man’. Un gran cierre para un disco grandioso, enorme, genial: “Decline And Fall” es cualquier cosa menos un declive o una caída en desgracia para THINKING PLAGUE, una banda que, campeando continuamente los temporales del negocio musical y la inestabilidad de sus propias alineaciones sucesivas, demuestra que sabe mantenerse como una personalidad fuerte que se sostiene con paso firme dentro de la vanguardia del nuevo milenio. ¡¡Imperdible!!



Muestras de “Decline And Fall”.-
Sleeper Cell Anthem: http://www.youtube.com/watch?v=kNIuJTRQ-KI
A Virtuous Man: http://www.youtube.com/watch?v=iI23Err779U

Sunday, February 19, 2012

MACONDO - ingreso y eterno retorno a la vanguardia rockera peruana


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Hoy es el momento de hablar de MACONDO, un joven grupo peruano formado en el centro de Lima allá por 2005, desde las cenizas de un proyecto anterior llamado CATÁSTASIS. Durante todo este tiempo, el grupo ha ido forjando una línea de trabajo enfocada en un rock complejo y contundente, abiertamente psicodélico, soberbiamente alimentado de proyecciones progresivas. La formación es: Alonso Jiménez (batería y percusión), Iván León (bajo y voz), Ricardo Barreto (guitarras) y Camilo Uriarte (guitarras, teclados y voz). MACONDO es un grupo que se toma muy a pecho la misión de hacer un rock, en sus propias palabras, “con ánimo urgente, inquieto y experimental”. La banda cuenta con un repertorio considerable, conocido por su público de culto conquistado a lo largo de los años: parte de ese repertorio es el que se incluye en su disco debut “El Eterno Retorno”, el cual apareció por primera vez en la red de Bandcamp en la Nochebuena de 2011 (enlace: http://macondo.bandcamp.com/). En el tiempo de la publicación de la presente reseña, el grupo se encuentra proyectando la edición física del disco en cuestión, pero vamos adelantando nuestra perspectiva sobre este disco a la opinión pública.


Al iniciarse ‘S. W. Bebop’, el carácter filudo de los arpegios de las dobles guitarras nos pone ya en posición de alerta ante el despliegue de garra que se avecina, y en efecto, el cuarteto pone toda la carne en el asador con su ágil manejo de alternancias entre pasajes agresivos y otros más comedidos, articulando inteligentes variantes rítmicas a medida que avanza el sofisticado desarrollo de los motivos: esta electrificación psicodélica establece fuertes líneas de parentesco con el post-metal. El segundo tema, ‘Retorno’, comienza con una calma grisácea, aparentemente lánguida, pero que en realidad oculta una furia que pronto habrá de surgir de forma sólida y clara: el canto ayuda a asentar la susodicha furia. El grupo refuerza su esencia psicodélica añadiendo matices noise al asunto, así como algún talante cercano al post-punk en el pasaje instrumental de cierre. La primera composición de duración ambiciosa del álbum es ‘Realidad / En Las Puertas Del Infierno’, una pieza que dura 12 minutos. Su línea sonora es potente, emparentada frontalmente con las sazones post-metaleras que ya se habían hecho presentes en ‘S. W. Bebop’ y amplificando su explosividad, además de utilizar riffs y matices de inspiración stoner con un pulso firme y muscularidad incandescente. ¿Un híbrido de ISIS, GURU GURU y BLACK SABBATH con participaciones invitadas de LEE RANALDO y STEVE HILLAGE? Así parece que podemos describir la estructura formal de lo que se desarrolla en esta pieza. Después de este hiperbólico e intenso incendio sónico, siempre viene bien que ‘Antes De Partir (Memorias De La Batalla)’ aporte un giro hacia climas un poco más ligeros. La pieza se focaliza en una vibración rockera frontal, ágilmente capitalizada por la estructura rítmica sostenida por la dupla Jiménez-León; el canto es aguerrido, completando así un cuadro sonoro de colaterales afinidades post-punk. Los últimos 13 minutos y medio del álbum están ocupados por ‘Crónicas De Un Dulce Naufragio’, pieza que se desarrolla a través de una interesante ilación de variados motivos que transitan entre la psicodelia pesada, la vibración neurótica del KING CRIMSON 73-74 y un furioso talante stoner, además de un lisérgico pasaje de orientación post-rockera que se ubica en el primer tercio como proceso de incubación para lo que seguirá después. El grupo se siente cómodo explayándose en el clímax conclusivo, alargándolo con consistencia hasta llevarlo a una conclusión grisáceamente relajante.


Solo queda concluir esta reseña expresando un mensaje de complacencia por el modo tan impresionante con el que se mantienen la frescura y la sorpresa en las ganas de asumir el lenguaje del rock como aventura dentro de la actual escena peruana. MACONDO es una banda que merece llamar la atención del público y la prensa musical rockeras seriamente. Porque, al fin y al cabo, este disco debut es un eterno retorno a las siempre inquietas aguas de la vanguardia rockera que perpetuamente late en el underground peruano.


Muestras de “El Eterno Retorno”.-
S. W. Bebop: http://macondo.bandcamp.com/track/s-w-bebop
Crónica De Un Dulce Naufragio: http://macondo.bandcamp.com/track/cr-nica-de-un-dulce-naufragio

Thursday, February 16, 2012

SPINETTA JADE: el legado de un bello diamante musical


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Inspirados por los conmovedores acontecimientos de las desapariciones, durante los últimos 17 meses, de Luis Alberto Spinetta (†8 de febrero de 2012, 16 días después cumplir 62 años), Diego Rapoport (†30 de diciembre de 2011, a los 63 años y 38 días de edad), y Beto Satragni (†19 de setiembre de 2010, a los 55 años de edad), rendimos homenaje simultáneo a estos tres maestros revisando el álbum “Alma De Diamante”, trabajo debut de SPINETTA JADE. Este grupo es considerado como un momento cumbre de Spinetta en su etapa post-INVISIBLE. El Maestro Spinetta ya era por entonces un héroe absoluto del rock argentino, habiendo pasado por ALMENDRA, PESCADO RABIOSO y el mencionado INVISIBLE, además de algunos trabajos solistas que cimentaron su leyenda a nivel estraosférico: el disco final de PESCADO RABIOSO, "Artaud", es en realidad un álbum solista, y qué decir del fabuloso "A 18 Minutos Del Sol", una auténtica obra maestra donde se muestra la infinitud del espíriru poético y lírico de Spinetta. En invierno de 1977, Spinetta debutó como solista en un concierto en en el Colegio Nacional de Buenos Airesm, junto a Diego Rapoport, Óscar Lopez y su entrañable amigo Carlos Alberto "Machi" Rufino. Spinetta comenzó luego a explorar con distintas formaciones utilizando el nombre de "Jade" e incluso tentó la formación de una banda junto a Litto Nebbia, tentativa finalmente fallida.

 

El hecho es que Spinetta ya empezaba a jugar con el nombre JADE en varias formaciones en todo este ínterin, el cual incluyó una resurrección de ALMENDRA en 1979. El debut oficial de la banda SPINETTA JADE se dio el 3 de mayo de 1980 en un concierto realizado en el estadio de Obras Sanitarias: junto a Spinetta a la guitarra y el canto, estaban Juan Del Barrio (teclados y sintetizadores), Lito Vitale (teclados), Pedro Aznar (bajo) y Héctor “Pomo” Lorenzo (batería). Todo un súper-grupo de M.I.A., SERÚ GIRÁN e INVISIBLE. De todas formas, esta alineación no duró mucho, pues Vitale abandonó el proyecto unas semanas después de este concierto por decisión de su familia, siendo reemplazado por Diego Rapoport. Éste ya era una figura celebrada en las áreas del jazz y el rock (incluyendo una membresía en la fase final de ARCO IRIS y una intervención como invitado especial en una canción del disco de SERÚ GIRÁN “Bicicleta”) ,y dado que ya estaba familiarizado con la visión musical de Spinetta (y de hecho fue uno de los músicos de apoyo en “A 18 Minutos Del Sol”), se pudo amoldar muy rápida y fluidamente a la propuesta sonora de SPINETTA JADE. El debut de Rapoport en este proyecto se dio en un concierto del 3 de junio en el Teatro Ópera, el último con Aznar en la banda, quien se fue por motivos contractuales. El reemplazo para esta ocasión llegó con el uruguayo Beto Satragni. Satragni, nacido en Canelones en 1955, estuvo muy involucrado en el desarrollo de la vanguardia rockera de los 70s y los 80s, incluyendo participaciones en RAÍCES (importante banda de fusión donde también tocaba Rapoport), y un dúo con el baterista Óscar Moro dos años después de disuelto SERU GIRÁN. En fin, la alineación que grabó “Alma De Diamante” quedó así: Luis Alberto Spinetta (voz, guitarras eléctrica y acústica), Diego Rapoport (piano, piano eléctrico y sintetizador Oberheim OBX-8), Juan del Barrio (sintetizadores Oberheim OBX-8, Mini-Moog y ARP Odyssey), Beto Satragni (bajo) y Héctor “Pomo” Lorenzo (batería y percusión). Las letras de los cinco temas cantados del disco, escritas por Spinetta, están basadas medio libremente en sus lecturas de la obra del antropólogo-filósofo Carlos Castaneda.


‘Amenábar’ da inicio al disco con unos cálidos aires jazz-fusionescos que nos remiten un poco a la faceta lírica del WEATHER REPORT clásico, aunque cabe resaltar el colorido personal que la banda insufla al desarrollo temático de la pieza: la articulación del piano eléctrico y los sintetizadores es dinámica, llenando algunos espacios y dejando otros en un nivel sensiblemente sutil, algo que se preserva convenientemente cuando el momento del solo de guitarra incrementa ligeramente la dosis de garra en curso. Esta elegante obertura halla una continuidad lógica en la hermosa pieza homónima, un temazo indudablemente clásico del maestro Spinetta: en poco menos de 4 ½ minutos, la banda desarrolla un ejercicio de elegancia melódica cristalina que sirve de marco para el positivismo evocativo que Spinetta refleja en su llamado a valorar la riqueza del yo interior, usualmente escondida y negada en el diario sobrevivir. Los solos de sintetizador que emergen en lugares estratégicos reflejan muy bien el impulso de esta autoafirmación, sin romper con la aureola etérea que se rebosa en esta canción. El gancho de la canción es sumamente envolvente, haciéndonos desear que fuera un poco más larga. ‘Dale Gracias’, otro clásico histórico de Spinetta, prosigue por esta senda evocativa, incluso ahondando en la vulnerabilidad emocional e intelectual que se pone al servicio de estas reflexiones profundas sobre el yo y su contacto con el entorno vital. Este lirismo mágico que se asocia lógicamente a lo que Spinetta hizo con INVISIBLE y su álbum solista “A 18 Minutos Del Sol”, también tiene cierto aire de familia con SERU GIRÁN (especialmente, el tercer álbum) y AQUELARRE (el cuarto). ‘Con La Sombra De Tu Aliado (El Aliado)’ cierra la primera mitad del álbum con un aire acrecentado de la cadencia jazzera. El lucimiento del bajo en los coloridos que añade a sus líneas de base ayuda bastante a capitalizar la expresividad esencial de la pieza, fabulosamente sostenida por la dupla de Pomo-Satragni. ¡Y qué decir del solo de piano eléctrico que dibuja divinamente el maestro Rapoport! – nos deja sin palabras. Otra canción con nos deja con ganas de escuchar más.


Pasamos a la segunda mitad del disco con ‘Diosa Salvaje’, un tema que sabiamente equilibra el intimismo conmovedoramente optimista de las canciones segunda y tercera con el swing elegantemente ágil de ‘Con La Sombra De Tu Aliado (El Aliado)’. El piano se erige en protagonista del desarrollo temático, desplegando una abundante soltura pero fiel a las coordenadas de sutileza propias del estilo de Rapoport, y mientras eso pasa, el bloque grupal elabora una maraña sonora pulidamente equilibrada. ‘Digital Ayatollah’ es el segundo instrumental del disco, una delicia donde el grupo explora sus matices más energéticos: se nota un nivel especial de contundencia en las intervenciones del baterista Pomo, como si se quisiera hacer de la cadencia rítmica el recurso principal de la pieza en cuestión. Haciendo algún que otro guiño a la MAHAVISHNU ORCHESTRA y otro a RETURN TO FOREVER, la banda desarrolla recursos de agilidad que rebosan elegancia en cantidades astronómicas. Los últimos 8 minutos del disco están ocupados por ‘Sombras En Los Álamos’, todo un clímax de envolvente luminosidad donde el grupo sigue afinando las tuercas de su bien definida estructura sónica. La secuencia de apertura es dirigida por los efluvios del sintetizador, mientras que las subsiguientes secciones cantadas se apoyan en la sobria triangulación de bajo, piano eléctrico y batería. En algún momento se produce un interludio intenso, controlado pero genuinamente robusto, el cual realza el cuadro de las armonizaciones de sintetizador que salen a relucir en partes estratégicas de los estribillos. Por su parte, Spinetta explora fraseos de guitarra de formas un tanto libre pero sin perder nada de contacto con los climas creados por sus compañeros de viaje. Se trata, sin duda, de un cierre extraordinario para un disco bellísimo, pues concentra los aspectos más profundamente reflexivos de la mayor parte de las canciones aquí contenidas mientras preserva algunos espacios estratégicos para orientar y sobrellevar algunos preciosistas matices jazz-progresivos. Posiblemente sea este lado B nuestro favorito del álbum entero. 


Después del segundo disco de SPINETTA JADE “Los Niños Que Escriben En El Cielo” y su consecuente gira, Rapoport dejó el grupo, aunque siguió asociado a Spinetta por un rato más como dúo, grabando el disco “Kamikaze” (de línea acústica) en 1982. Por parte de Satragni, “Alma De Diamante” fue su única presencia en SPINETTA JADE. Aunque no hay ciencia exacta en esto de la apreciación estética ni “sobre gustos y colores han escrito los autores”, es de apreciar que hay un consenso mayoritario en la valoración de “Alma De Diamante” como el mejor disco de los cuatro que ha grabado SPINETTA JADE y una de las obras más significativas de toda la copiosa obra de Spinetta, ya sea como solista o como integrante de grupos. Terminamos esta reseña con palabras de infinito agradecimiento a los maestros Spinetta, Rapoport y Satragni por todo lo que nos dieron.


Muestra de “Alma De Diamante”.-
Amenábar: http://www.youtube.com/watch?v=OurDDJMht_Y


[Un enorme agradecimiento a mi gran amigo progresivo Rodolfo Planes por la muy oportuna   información adicional.]

Monday, February 13, 2012

GOVEA ahonda en sus primordiales raíces progresivas


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión hablaremos del segundo disco de estudio del trío mexicano GOVEA, “Raíces”, el cual tiene la misión de impulsar la visión musical de la banda dentro de su intención de generar una nueva frescura dentro de la tradición viva del rock progresivo sinfónico… ¡y cumple con dicha misión de forma absoluta y contundente! El grupo se ha mantenido bastante activo en estos dos últimos años: ha producido un DVD con base en el material del primer disco (incluso se titula igual), mientras iba preparado material para este segundo disco, editado y presentado oficialmente durante el último aliento del año 2011. Incluso se ha dado la situación de incorporar a un nuevo baterista a la alineación, Pedro Galindo, quien reemplaza a un Víctor Baldovinos que se sentía bastante absorbido por una agenda que incluye trabajo con otros grupos. Volviendo a GOVEA en sí, cabe decir que este disco establece una fluida y revitalizadora continuidad con el disco debut, aunque esto no debe interpretarse como alguna suerte de formulismo, sino más bien como una exploración que profundiza en las coordenadas trazadas desde el momento inicial y empuja las fuentes creativas hacia una dirección que se asume como propia y particular.



‘En Busca De La Raíz’ abre el disco con patente vigor, en base a una ingeniosa ilación de complejos motivos que se alimentan de raras progresiones de acordes y se sustentan sobre esquemas rítmicos donde se juega con múltiples cadencias propias de la sofisticación fusionesca, amén de exuberantes líneas de sintetizador que desarrollan retazos cuasi-célticos con gentil fluidez. Las interacciones entre los tres músicos a lo largo de los más de 7 ½ minutos que dura el tema están manejados con una fluidez infinita e impoluta: se nota a leguas que el grupo mantiene intacto su espíritu de aventura. ‘Intersecciones’ es el segundo tema del álbum, una versión grupal de la misma pieza que ocupaba el penúltimo lugar en el disco anterior “Danza Urbana” como solo de piano. En esta versión remozada notamos un trabajo de desarrollo armónico menos inquietante que en el tema de apertura, así como una actitud más inclinada a explorar las facetas inherentemente fastuosas del estándar sinfónico de raigambre Emersoniana. Con todo, el grupo nunca recurre explícitamente a lo rimbombante, sino que mantiene un buen grado de frescura dentro de un esquema instrumental que nunca se hace sobrecargado. ‘Retablo Medieval’, pieza que dura 9 ½ minutos, es una adaptación de una composición de Miguel Bernal Jiménez. Se trata de un ídolo musical de Salvador Govea, según parece, pues en el primer álbum también se incluía una adaptación de otra obra suya. Concentrándonos en el caso de ‘Retablo Medieval’ por sí mismo, advertimos que la banda se empeña grácilmente por explorar sus facetas más estilizadas: las escalas, progresiones y ornamentos a cargo del teclado encuadran los desarrollos temáticos con suma elegancia. La pieza incluye un interludio comedidamente sombrío donde el sintetizador emula el sonido de una guitarra embebida en proyecciones psicodélicas, además de un peculiar solo de bajo cerca del pasaje final. ‘Formas Primordiales’ exhibe una cierta marca sonora donde se conjuga el colorido arquetípico de unos CAMEL con la agilidad juguetona de unos GREENSLADE, bajo ropajes de juegos disonantes afines al estándar Gentle-Giantiano, aunque sin caer en la clonación: el grupo sabe mantenerse firme en su sello a la hora de organizar y enraizar sus motivos artísticos, y aquí vuelve a explayarse en sonoridades ambiciosas dentro de un espacio de poco más de 4 minutos – es la pieza más breve del álbum.



‘Neocórtex’, composición que aporta el nuevo baterista, enfatiza la dimensión jazzera de la banda, estableciendo cierta cercanía con el modelo de HAPPY THE MAN a la hora de elaborar los arreglos definitorios de la sencilla base musical en curso. Todavía se destila un aire de jovialidad a lo largo del tema, pero esta vez se explaya en un ambiente más sereno. ‘Ciclo De Vida Y Muerte’, por su parte, se ubica a medio camino entre la serenidad focalizada de ‘Neocórtex’ y el vigor estilizado de ‘En Busca De La Raíz’: la cristalina magia que se irradia a través de cuerpo central tiene un conveniente contrapeso en los solos de sintetizador y órgano que emergen en el camino para expresar una calculada agresividad en medio del encuadre lírico que permanece reinante. Un interludio de piano apunta a una sobriedad espartana mientras prepara la restauración del cuerpo central. Los últimos 8 minutos y pico del álbum están ocupados por el ítem tripartito ‘Duelo’ [con secciones sucesivamente tituladas ‘Pérdida’, ‘Depresión Y Furia’ y ‘Evocación’]. En este tema final, el grupo dedica bastante espacio para elaborar una ágil combinación de sinfónico y jazz-rock que el grupo ya ha convertido en “marca de la casa”, tal como se ha plasmado solventemente en varios de los temas precedentes; el último pasaje se basa en un compás sereno en 5/4 en el cual la banda vuelve a explorar su faceta contemplativa, apelando a un motivo de matices crepusculares que, una vez más, nos recuerdan a HAPPY THE MAN. Un muy bonito cierre para un disco que confirma la grandeza artística que hoy por hoy aporta GOVEA a la escena progresiva que permanece activa en México: con “Raíces”, este grupo justicia con creces la reputación que empezó rápidamente a labrarse desde su anterior álbum “Danza Urbana”, y nos deja esperanzas aún mejor justificadas para eventuales discos futuros.


Muestras de “Raíces”.-
Formas Primordiales: https://soundcloud.com/salvadorgovea/govea-04-formas-primordiales
Intersecciones: https://soundcloud.com/salvadorgovea/govea-02-intersecciones-cd-ra

Friday, February 10, 2012

RED ORCHID - sonidos dulces y sangrientos para el progresivo contemporáneo





HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Hoy se da la ocasión de hablar de un ensamble estadounidense formado a mediados del decenio pasado: RED ORCHID. Esta asociación rock-progresiva es básicamente un vehículo de expresión del guitarrista-teclista-compositor Sanmeet Sidhu, residente en Virginia. Su línea de trabajo se guía primordialmente por una focalización psicodélico-progresiva de ideas melódicas sencillas y fáciles de seguir, incorporando elementos de post-rock y post-metal en el ínterin, además de algunos matices de tenor “inide”. Habiendo grabado en 2009 el disco debut “Sky Is Falling” con el formato de cuarteto, hoy en día el grupo se preserva como dúo de Sanmeet Sidhu (canto, instrumentos de cuerda y teclado) y Tom Dupree III (batería), y es con este formato que el grupo ha grabado su segunda obra “Blood Vessels & Marshmallows”, un disco bastante bueno que muestra a RED ORCHID como una entidad sónica ya madura.

El tema homónimo abre el disco con un tono contemplativo que establece un curioso punto intermedio entre RED SPARROWES y el estándar del PINK FLOYD maduro: un recurso de apertura tan ceremonioso como contundente. ‘Release’ sigue a continuación para bajar un poco el filo expresivo de la canción inicial y orientarse hacia cadencias un poco más flotantes, aunque sin bajar un ápice de la magia rockera propia del grupo. El hecho de que el tempo sea en 7/8 y que la cadencia rítmica tenga un groove ligeramente inspirado en el jazz-rock ayuda a darle un aire de estilizada distinción a la canción, la cual tiende a compenetrarse con el modelo del “Ok Computer” de RADIOHEAD. ‘Glass Woven Yarn’ ofrece un puente sereno y minimalista hacia ‘Silent Train’, pieza que nos muestra a la banda explorando su faceta nostálgica: su ambientación espiritual es relativamente semejante a la de ‘Release’, aunque la presencia de un poderoso interludio sobre la misma barrera del cuarto minuto ayuda a generar un instante de expectante densidad. La secuencia de ‘Astronomicon’, ‘Bitter Hands’ y ‘White Mist, Black Widow’ está a cargo de afianzar la propuesta sonora de RED ORCHID con incrementadas dosis de energía y sofisticación. ‘Astronomicon’ establece una vigorosa confluencia de post-rock, post-metal y ambient donde la ilación de variados motivos y atmósferas se arma con pulcra agilidad. ‘Bitter
Hands’ comienza como una balada con base de guitarra acústica, situada a medio camino entre el COLDPLAY romántico y el RADIOHEAD de “The Bends”. La sección final deriva hacia una coda rockera a lo PORCUPINE TREE, lo cual sirve de puente hacia el inicial estallido de lava de ‘White Mist, Black Widow’, el cual refleja una genuina densidad emocional a través de su muy contenida vibración rítmica – las influencias de ISIS y RED SPARROWES se dan una expresión frontal y pura. La secuencia espacial de sintetizadores con las que culmina ‘White Mist, Black Widow’ abre la puerta a ‘Drown With Me’, otra balada derivada hacia un impulsivo cierre post-metalero: más allá de esta semejanza estructural con ‘Bitter Hands’, nos parece que, en la comparación, ‘Drown With Me’ goza de un amalgamado sónico mejor construido. Siendo el tema más extenso del álbum, ‘Flabbergast Butterfly’ ocupa un espacio de casi 11 minutos que empieza con una estilizada expresión de lánguida espiritualidad. A poco de pasada la barrera del cuarto minuto y medio, un swing tribal de la batería inicia el tránsito hacia una sección psicodélica cuasi-Floydiana empapada de aromas post-rockeros, los mismos que terminan apoderándose del núcleo sonoro armado para la ocasión. De esta manera, se arma un frenesí electrizante que desearíamos que durara más, pero la banda decide que pronto debe arribar una coda minimalista donde se exploran los rincones más misteriosos del estándar post-rockeros. Para el cierre del álbum, ‘Let Go; Jenny’ brinda un expansivo momento de serenidad contemplativa al modo de una confluencia de EXPLOSIONS IN THE SKY y (una vez más) RADIOHEAD.

Con cúlmenes tan bien logrados como ‘Release’, ‘Astronomicon’ y ‘Flabbergast Butterfly’, “Blood Vessels & Marshmallows” resulta genuinamente un disco que tiene mucho que ofrecer al amante del rock artístico. RED ORCHID ha madurado solvente y fehacientemente como banda progresiva del nuevo milenio: esperemos que esta fuerza creativa siga constante en futuras ofertas fonográficas de parte de los Sres. Sidhu y Dupree y cualquier otro que tenga a bien unirse a su misión artística.


Muestras de “Blood Vessels & Marshmallows”.-
Astronomicon: http://www.youtube.com/watch?v=NPF9UKh0ODs
White Mist, Black Widow: http://www.youtube.com/watch?v=54ieSWMA6Oo
Release: http://redorchid.bandcamp.com/track/release

Tuesday, February 07, 2012

SLEEPMAKESWAVES construye nuevas vías para el post-rock




HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Hoy es ocasión de hablar de SLEEPMAKESWAVES, ensamble instrumental proveniente de Australia que se formó en 2006 para aportar su grano de arena dentro de los horizontes musicales del así llamado post-rock. Los miembros de la banda son los guitarristas Jonathan Khor y Otto Wicks-Green, el bajista Alex Wilson y el baterista Will Smith. Fue en 2007 que el grupo publicó su primer EP, el cual contenía solo dos temas en su repertorio pero obtuvo una estupenda recepción de parte del público afín a esta vertiente musical. Dos EPs más tarde (uno de ellos, compartido con la banda compatriota TANGLED THOUGHTS OF LEAVING) y con años reforzando su material, el grupo se sintió preparado en julio de 2011 para editar el que es su primer registro fonográfico de larga duración: “...And So We Destroyed Everything”. Para la
ocasión, SLEEPMAKESWAVES contó con las colaboraciones ocasionales de Holly Harrison (trompeta), Fred Baty (guitarra acústica), Pandora Holliday (violín), Dax Liniere (voz adicional) y Matt Finney (narración).

‘To You They Are Birds, To Me They Are Voices In The Forest’ abre el disco con una equilibrada alternancia de paisajes oníricos y ramalazos de vigor directo. La ilación de los diversos motivos está basada en la preservación de un ágil colorido musical, el cual llega a un momento particularmente emotivo cuando el último motivo se intensifica al entrar en acción el violín para añadir texturas cruciales. ‘In Limbs And Joints’ sigue la pista de RUSSIAN CIRCLES, además de diseñar algunos devaneos con la faceta más sofisticada de EXPLOSIONS IN THE SKY. Si este
segundo tema trajo un poco de brisa fresca al esquema sonoro de la banda, ‘Our Time Is Short But Your Watch Is Slow’ está a cargo de aportar un aura flotante de misterio y melancolía, algo que viene muy bien a la hora de preparar el terreno para la siguiente pieza, ‘A Gaze Blank And Pitiless As The Sun’. Con sus poco más de 11 minutos de duración, este tema trabaja la agilidad mostrada anteriormente en la pieza de apertura y la lleva hacia dimensiones más sofisticadas: se destaca especialmente el mayor realce del contraste entre los pasajes contenidos y los extrovertidos, lo cual se traduce en un cuadro de fluida tensión, pintado con el pulso estilizado que es tan propio de SLEEPMAKESWAVES. Las capas envolventemente soñadoras que encuadran al pasaje final se benefician de las elegantes texturas dibujadas por la trompeta, las cuales parecen anunciar el fin del día. Y llega un nuevo día… esplendoroso, lleno de vibraciones extrovertidas, cuando emerge ‘(Hello) Cloud Mountain’, tema que destila un vitalismo arrebatadoramente patente. ‘Now We Rise And We Are Everywhere’ se catapulta desde la vitalidad precedente y la adorna con una estrategia más sofisticada, aprovechando el espacio de 6 minutos y pico de que dispone el ensamble. ‘We Like You When You're Awkward’ es un breve paseo por parajes intimistas (portando ciertas semejanzas con el estándar de GRAILS), un momento de reposo emocional etéreo y cristalino antes de que los últimos 12 ¼ minutos del álbum se ocupen por la pieza homónima a fin de brindarle un fin esplendoroso al mismo. En efecto, ‘...And So We Destroyed Everything’ establece un recuento de las atmósferas y grooves más recurrentes de los temas 1, 4 y 6: algunos de los pasajes más agresivos llegan a coquetear abiertamente con el estándar del post-metal; el pasaje final se focaliza en sutiles ambientes introvertidos apoyados en un ejercicio de sobria belleza.

“…And So We Destroyed Everything” resulta, a fin de cuentas, un estupendo muestrario de post-rock portador de suficiente versatilidad y colorido como para darle algo refrescante al género. SLEEPMAKESWAVES se afianza así como un nombre que aspira legítimamente a ocupar un lugar importante dentro de la vanguardia rockera internacional de nuestros días.


Muestras de “…And So We Destroyed Everything”.-
A Gaze Blank And Pitiless As The Sun: http://www.youtube.com/watch?v=4RAuwcgB4hE
… And So We Destroyed Everything: http://www.youtube.com/watch?v=tX0VlwlkDl4

Saturday, February 04, 2012

El aguerrido encuadre sonoro de RUSSIAN CIRCLES




HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy traemos a colación a un grupo fundado en Chicago en 2004: RUSSIAN CIRCLES. Se trata de una de las bandas más activas e influyentes dentro de la vanguardia post-metalera del momento. Ocupando un sitial magnético que otrora ocupaban grupos ya fenecidos o no tan activos como en otros tiempos (ISIS, PELICAN, MAUDLIN OF THE WELL), la banda nos brindó a fines de octubre de 2011 su oferta fonográfica titulada “Empros”. Se trata de su cuarto CD de larga duración dentro de una discografía que también incluye algunos EPs (ya sea en exclusiva o compartido con otro grupo colega) y bootlegs semi-oficiales en vivo. Este trío de Mike Sullivan (guitarras), Dave Turncrantz (batería) y Brian Cook (bajo) cuenta en este álbum con la colaboración ocasional de Phil Karnats al acordeón y violonchelo. Dentro de la dinámica estética ejercida consistentemente por RUSSIAN CIRCLES, “Empros” no es un disco diseñado para
romper esquemas pero sí para mostrar las concretas potencialidades para robustecer y reactivar la vena creativa de la banda dentro de los parámetros musicales que se ha marcado: de hecho, este disco está signado por mostrar más recursos de contundencia sonora y una inteligente
variedad de trucos psicodélicos que ornamentan, abren o cierran muchas de las ideas musicales contenidas en el repertorio. En los útimos meses, varios comentaristas internautas expertos en las áreas del post-rock, post-metal y stoner que se aventuran a designar a “Empros” como el mejor disco de RUSSIAN CIRCLES hasta la fecha... y a lo mejor tienen toda la razón del mundo...

Vayamos ahora al disco mismo. ‘309’ lo abre con un ímpetu magnífico y fulguroso tras un breve preludio cósmico. De hecho, a poco de pasar la barrera del tercer minuto, la pieza empieza a aumentar la garra antes de desviarse hacia terrenos más sutiles, primero mediante un decrecimiento de la polenta rítmica, y luego con la ampliación de matices grisáceos al motivo central. Con esto último, los riffs y fraseos finales de la guitarra adquieren una muscularidad más tensa en camino hacia el clímax final. Conectado con este primer tema, ‘Mládek’ ofrece una
muestra de vigor electrizante y a la vez contenido, producto de la triangulación desarrollada entre los inteligentes juegos de riffs, las moderadamente coloridas líneas de bajo y la precisa arquitectura rítmica de la batería. Los pasajes más fuertes se asientan sobre la vigorosa inercia generada por la robustez de ‘309’, aunque en comparación, el segundo tema irradia más calidez que el primero. Cuando llegamos a ‘Schipol’, nos adentramos en frondosas florestas de nostalgia donde el alma reposa para ahondar en sus propios cimientos espirituales: la mayor parte del tiempo, el motivo central se desarrolla de una manera muy controlada, al modo de una luz latente que solo emite chispazos, para finalmente desbordarse en su luminosidad sin que se distorsione la cadencia rítmica de base. El asunto mantiene una contundente contundencia a la hora de focalizarse en su inherentemente grisáceo motivo ccentral. ‘Atackla’ empieza haciéndose eco de esta nostalgia introspectiva, pero eso sucede solamente en la sección de apertura, pues una vez que se instala la escala recurrente en 3/4 sobre la cual se sostiene el cuerpo central, la banda modela y va afianzando sostenidamente una densidad bastante filuda. Una etérea capa sónica minimalista sirve simultáneamente como coda de esta pieza y puente hacia la siguiente, ‘Batu’, la cual se erige como la más extensa del disco con su espacio de 10 minutos y poco más. Comenzando con una cadencia arrastrada que sustenta a una obertura de amplio cariz siniestro, la pieza seguidamente deriva hacia dimensiones un poco más extrovertidas, cambiando así lo siniestro por lo aguerrido. Entre estas dos vertientes se enmarca el desarrollo sónico hasta poco después de pasar la barrera del sexto minuto, que es cuando emerge una flotante capa minimalista que incita emociones elegíacas. El último tema del álbum ‘Praise Be Man’, es una balada post-rockera cuya envolvente languidez atmosférica tiene un cierto aire a DO MAKE SAY THINK, así como a GYBE!, aparte de ciertas connotaciones inspiradas en el legado del no-wave.

Todo esto fue “Empros”, álbum que vuelve a renovar la posición de RUSSIAN CIRCLES dentro de la avanzada rockera de la actual escena estadounidense. La pleitesía de su hinchada sigue estando plenamente justificada, así como la posibilidad de expandir su público.