HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
Peter Banks, a quien Danny Baker and Big George (de la BBC) más de una vez denominaron como el “Arquitecto de la Música Progresiva”, y que brilló principalmente en los
primeros años de YES y el efímero cuarteto FLASH, fue hallado muerto sentado en
un sofá de su casa en la primera mitad de marzo pasado, mientras tenía
pendientes en su agenda algunas sesiones de grabación bajo la guía de Billy
Sherwood (uno de tantos trabajólicos dedicados a esto de motivar la vigencia
del rock progresivo). Así terminaban sus días, iniciados el 15 de julio de 1947
en la localidad de Barnet bajo el nombre de Peter William Brockbanks. Su entrada al mundo de la avanzada rockera británica
de fines de los 60s fue en la primera alineación de YES, la cual registró dos
discos en estudio, el homónimo de 1969 y “Time And A Word”, un año después. No
solo fue Banks vital para la germinación de este sonido paradigmático de la
escuela progresiva con su peculiar forma de mezclar los discursos del rock y el
jazz, sino que también le puso nombre al grupo mismo acompañándolo de su primer logo. De todas maneras, esta
primera alineación no duró mucho, y la terquedad de varias partes en la trifulca grupal sobre el uso de arreglos orquestales en “Time And A Word” llevó
finalmente a la salida forzada de Banks, quien prácticamente perdió la discusión (y con ella, la membrecía) por estar en una oposición minoritaria e inane. En fin, cosas de la vida, cosas del rock.
Todavía cargando con las frustraciones de no ver reconocidos sus aportes
creativos y propuestas musicales para YES y tras un breve periodo en BLOODWYN
PIG, Banks dio inicio a FLASH junto con el vocalista Colin Carter (también
guitarrista, pero que dio un paso al costado en esta faceta a fin de dejar que
Banks asuma una posición líder en la naciente banda). Al sumarse las necesarias
posiciones correspondientes a la dupla rítmica con el bajista Ray Bennett y el
baterista/percusionista Mike Hough, ya el proyecto estaba en marcha de forma
apropiada. Dado el hecho de que Tony Kaye (recientemente expectorado de YES
para esa época también) acordó sumarse al proyecto estrictamente como
colaborador en los teclados, la banda pudo proyectarse hacia la gran misión de
establecer una línea de trabajo progresiva semejante a lo hecho en los dos
primeros álbumes de YES junto a algunos matices propios de la fastuosidad
madurada de “The Yes Album”, especialmente en lo que se refiere a la grácil
sensibilidad melódica y la sensación de plenitud emocional. Eso sí, cabe notar
que el swing jazzístico está más pronunciado en el primer disco de FLASH, publicado
a inicios de 1972. Este disco significa realmente una reivindicación de la
relevancia que Banks exigía que se le reconociera como figura original de YES,
estando el mundo del art-rock ad portas de pasarlos a las esferas de la realeza
en el mercado rockero.
‘Small Beginnings’ y ‘Dreams Of Heaven’ son dos temas de
larga expansión compuestas por Banks y Carter. El primero abre al álbum con un
resplandor sonoro contundente e irresistible, como queriendo imponerse en una
posición de “clásico instantáneo” de la banda… y vaya que lo logró, pues
incluso formó parte de la película “Record review”. Carter tiene un registro
similar al de Jon Anderson pero con un matiz nasal en su canto: su voz tiene
personalidad propia, más allá de las semejanzas con otros “frontmen” más
famosos. A lo largo del desarrollo de esta pieza, la banda logra expresar una
exaltación extrovertida muy llamativa, llena de gancho, hilando el cuerpo
central con las variantes momentáneas de una manera convincente. Esto se cumple
también, y posiblemente con mayores dosis de garra y gancho, en la composición
de Bennett ‘Children Of The Universe’, donde se incluyen algunos parajes de
inspiración barroca en los arreglos de órgano Hammond que conforman el núcleo
de la apertura instrumental: los sucesivos solos de guitarra y sintetizador en
el largo interludio instrumental ayudan a completar el colorido inherente al
motivo central. El caso de ‘Dreams Of Heaven’ se apoya en un deseo de llevar
todo este espíritu celebratorio a sus máximos niveles de sofisticación
estructural sin perder el swing: las transiciones a través de las variantes de
motivos y ritmos no gozan de la fluidez de las dos canciones que mencionamos
antes, sí cabe alabar la sempiterna consistencia en las interacciones creadas
por los músicos. Además, es toda una gozada escuchar a Banks explayarse en un
inmenso e intenso solo de guitarra… además de incluir un segundo preludio de
guitarra española tras un primer preludio caótico a cargo del cuarteto
instrumental.
Los otros dos temas del disco son baladas con predominio de guitarra
acústica. ‘Morning Haze’ fue compuesta por Bennett, quien incluso se da el
pequeño lujo de asumir la función de primera voz y tocar guitarra acústica
rítmica: se trata de una canción introspectiva y cálida al estilo de CROSBY,
STILLS & NASH. Por su parte, ‘The Time It Takes’ cierra el álbum con un
talante etéreo, en buena parte motivado por la combinación de capas de órgano y
efectos de sintetizador ARP que emulan olas del mar en una playa, y sobre todo,
algunos estupendos ‘licks’ de guitarra. Una mención especial debe ir también
para Carter, quien hace un buen uso de los matices más sutiles de su canto para
acomodarse al aura de ensueño introvertido inherente a la canción, la cual bien
podemos describir como una mezcla de CARAVAN y ARGENT.
Con su segundo álbum “In The Can”, editado a fines del mismo año 1972,
la banda se convierte en un vehículo de mayor expresión para las inquietudes
creativas de Carter y Bennett, quienes aportan el 90% del material. Tras cumplir
con su compromiso amistoso, Kaye se dedica a sus propios proyectos (BADGER,
principalmente) y el cuarteto decide no contratar a un teclista permanente en
su reemplazo. En alguna entrevista concedida años después por Banks, se ve esto
como un error de criterio, y en cierto sentido cabe darle la razón cuando se
escucha el segundo disco: falta una sonoridad más rica y expansiva en el
despliegue sonoro exigido por los arreglos complejos que arropan los motivos
centrales de las nuevas canciones. Pero, por otro lado, también se agradece que
el grupo explore factores y ornamentos más robustos en sus jams y desarrollos
temáticos: con o sin teclista a bordo, se nota en “In The Can” el impulso de
una fuerza de voluntad que extiende sus raíces para fortalecer su lugar propio
en el jardín musical, una contundencia más luminosa en los riffs y solos de
Banks, un groove más sólido en la dupla rítmica de Hough y Bennett, además de
una presencia más aguerrida en el bajo de este último. ‘Lifetime’ da inicio al
disco confirmando todo este diagnóstico de forma fehaciente: esta composición
de Carter se extiende por un espacio de poco más de 10 minutos… e incluso a
Banks se le ocurre la gracia de incluir el riff del clásico de FOCUS “Hocus
Pocus” en uno de sus solos. Los otros dos temas largos del álbum son ‘Black And
White’ y ‘There No More’, y cabe decir
que ambas canciones encapsulan con mayor precisión el sonido más aguerrido y
menos majestuoso en el que FLASH se enfoca. El primero encarna el ápex de
exaltación extrovertida del disco (además de algunos fraseos de banjo, que era casualmente el
primer instrumento de Banks) mientras que el segundo puede presumir, en
comparación, de portar una estructura lírica más definida, culminando en un
pasaje letánico que emula un cántico místico: ¿mellotrón? – no, un arreglo
coral 100% humano. ‘Monday Morning Eyes’ es una canción más corta pero se
condice mucho con sus compañeras más extensas, con las salvedades de incluir
tonalidades jazzeras un poco más pronunciadas y cierta sensibilidad de corte
R’n’B.
Ya para cuando FLASH estaba perpetrando el que habría de ser su tercer
álbum “Out Of Our Hands”, el grupo se hallaba fragmentado por las tensiones
internas no en poca medida motivadas por el empecinamiento de Peter Banks por
gestar su primer disco solista sin mantener un auténtico compromiso con sus
compañeros en el proceso creativo del nuevo material. En efecto, el resultado
final fue un disco menos sustancial que los dos anteriores, a pesar de que el
arsenal instrumental incluía un buen bagaje de teclados (sintetizadores, piano,
clavinet y mellotrón) a cargo del bajista Ray Bennett. Por su parte, Banks se
concentraba en su primer ítem solista “Two Sides Of Peter Banks”, cuyo
resultado se tradujo en una exhibición muy intensa de parámetros sofisticados
que oscilaban fluidamente entre el jazz-rock, la psicodelia, el sinfonismo y el
folk. También es de apreciar la presencia de varios miembros destacados de la
élite rockera de entonces: Steve Hackett, Phil Collins, John Wetton, sus
compañeros de FLASH Bennett y Hough, y principalmente, Jan Akkerman, quien es
co-autor de casi la mitad del repertorio. Podemos gozar en este disco de un
vitalista retrato sónico pastoral como ‘The White House Vale’, un jam a lo
FOCUS-con-MAHAVISHNU ORCHESTRA como ‘Stop That!’, que brilla resplandeciente en
una combustión de musicalidades que se articulan en una energía común, y
también una ambiciosa suite eléctrica de ‘Knights’, ‘Battles’, ‘Knights
(reprise)’ y ‘Last Eclipse’ que nos remonta a una cruza entre FLASH, KING
CRIMSON y el YES primigenio.
En un desarrollo ulterior de su carrera musical, tras un fallido intento
de reformar FLASH, Banks habría de conformar un nuevo grupo EMPIRE, el cual
mantuvo un perfil bajo y tuvo que pasar por un montón de pruebas de fuego para
que se publicara su retahíla de tres álbumes de estudio, hasta que en los 90s,
Peter Banks tuvo un espacio para publicar nuevos discos solistas y volver a
llamar la atención. “Instinct”, “Self-Contained” y “Reduction” han sido
bastante elogiados en varias fuentes debido a su fresco acercamiento a una
versión modernizada del discurso del jazz-rock. Los últimos ítems que nos
quedan de él son sus participaciones en discos tributo a SUPERTRAMP (“Songs Of
The Century”) y THE WHO (“Who Are You - An All Star Tribute To The Who”), además de un par de solos en el disco del dúo
estadounidense DAYS BETWEEN STATIONS “In Extremis”. Bueno… esto es todo lo que
se nos ocurre decir aquí, y solo nos queda esto más: ¡GRACIAS POR LA MÚSICA, PETER
BANKS!
Muestras de FLASH.-
Muestras de “Two Sides Of Peter Banks”.-
Stop
That!: http://www.youtube.com/watch?v=xdQHvwCQliw