Wednesday, June 30, 2021

Los MOTORPSYCHO mantienen vigente su reinado dentro del territorio progresivo escandinavo

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos el placer de presentar “Kingdom Of Oblivion”, el más reciente disco del grupo noruego MOTORPSYCHO, el cual fue publicado el pasado 16 de abril por el sello Rune Grammofon en asociación con Stickman Records, tanto en CD como en doble vinilo de color claro (con matices blanquecinos o azulados). El veterano trío conformado por Bent Sæther [bajo, voz, guitarras acústicas y eléctricas, mellotrón, sintetizador, piano, percusión ocasional], Tomas Järmyr [batería, percusión, piano eléctrico] y Hans Magnus Ryan [guitarras eléctricas y acústicas, voz, saxofón] recibe ahora el apoyo del maestro Reine Fiske como invitado en varios temas del disco, lo cual da a los guitarreos un espesor particularmente dinámico en dichos ítems. Otras intervenciones invitadas que son más esporádicas provienen de parte del guitarrista neerlandés Tos Nieuwenheizen y de Ola Kvernberg a la percusión. El disco fue grabado a lo largo de varias sesiones entre los años 2018 y 2020 en los estudios Black Box y Kommun’, mientras que los ulteriores procesos de mezcla y masterización tuvieron lugar en Punkerpad UK y en Audio Virus Lab. La perturbadora portada del disco, la misma que refleja la idea de que lo muerto puede generar el florecimiento de vida nueva, exhibe un autorretrato del propio artista gráfico que se hizo cargo de ella, quien responde al nombre de Sverre Malling: suponemos que esa vida nueva brota para surcar nuevos caminos, dejando en el olvido lo que se realizó en una vida pretérita y ya consumada. Bueno, repasemos ahora los detalles específicos del repertorio contenido en “Kingdom Of Oblivion”.


Durando casi 7 ½ minutos, ‘The Waning (Pt. 1 & 2)’ abre el repertorio con despliegues conjuntos de punche rockero y gancho, una muy atractiva y llevadera pieza para empezar la jornada. El tema homónimo sigue a continuación con un muy semejante despliegue de gancho, pero con un groove un poco más contenido, lo cual hace que el bloque sonoro se sienta más cadencioso. También es cierto que hay una oportunidad de oro para crear un aura más sofisticada para el swing, algo que se aprovecha cabalmente durante el interludio. El ensoñador epílogo nos toma de sorpresa, culminando el asunto con un espíritu sobrio y contemplativo. Dicho sea de paso, aquí encontramos uno de los solos de guitarra más brillantes del disco. Con la dupla de ‘Lady May’ y ‘The United Debased’, el ensamble sigue explorando recursos de variedad expresiva que logran mantener el interés del oyente empático. El primero de estos temas es una balada de base acústica que nos remite a la faceta introvertida de los legendarios TRETTIOÅRIGA KRIGET, y tal vez también al lado pastoral de los GENESIS de la etapa 70-73. Por su parte, el segundo de ellos se enfila hacia vibraciones épicas y aguerridas a través de su duración de más de 9 minutos, acercándose a los paradigmas de DEEP PURPLE y BLACK SABBATH a través de un muy estilizado filtro melódico que nos remite a WISHBONE ASH. El hecho de que el swing creado para la ocasión no sea demasiado trepidante al inicio permite que se imponga un señorío ceremonioso, pero, a mitad de camino, todo vira hacia algo más denso sobre la base de un tempo aún más parsimonioso. La atmósfera se torna más filuda y turbia mientras el nuevo motif impone su presencia, terminando todo en un ejercicio vivaz de rock pesado con tendencia stoner. ‘The Watcher’ es una versión de un tema de HAWKWIND compuesto por Lemmy Kilmister para el álbum “Doremi Fasol Latido”, un clásico absoluto del space-rock progresivo. En manos de los MOTORPSYCHO, la original balada acústica arropada por flotantes efectos de sintetizador se convierte en un ejercicio de entrecruzamiento del paradigma de PINK FLOYD de la fase 69-71 y la faceta más serena de AMON DÜÜL II, lo cual se traduce en una labor de remodelación bajo pautas cósmicas de talante grisáceo. Cuando llega el turno de ‘Dreamkiller’, el grupo completa la idea señalada en la pieza precedente para impulsarse hacia un explayamiento de densidades space-rockeras sobre un compás inusual. Los mecanismos jazz-rockeros usados por la batería aportan un aura de distinción al crescendo envolvente que tiene lugar.
 
‘Atet’ exhibe un ejercicio de lirismo pastoral que se impone como un contrapunto efectivo frente a la exhibición de oscurantismo sofisticado plasmada en la pieza inmediatamente anterior. Cuando llega el turno de ‘At Empire’s End’, la banda establece conexiones filiales con ANEKDOTEN y SQUINTALOO en lo que es un introspectivo ejercicio de heavy prog bien perfilado por una conmovedora claridad melódica, la cual se enriquece ocasionalmente con comedidos ornamentos etéreos de teclado. Se trasluce una vitalidad muy peculiar en esta canción aunque su atmósfera y su groove sean los propios de una balada progresiva. Una balada muy bella, por cierto, y además, contiene uno de los solos de guitarra más impresionantes del álbum. ‘The Hunt’ también se destaca bajo sus propios términos al desarrollar inicialmente una ambientación serena en clave de acid-folk, a la par que se conecta con la tradición de los legendarios GENESIS de la etapa 70-73 en su faceta bucólica. Más adelante, una segunda sección se encarga de implementar más ornamentos a fin de que los recursos psicodélicos que van surgiendo aporten un vigor renovador a la pieza. Incluso emerge cerca del final un breve enclave orquestal que se sitúa a medio camino entre lo ensoñador y lo fastuoso. ‘After The Fair’ es una breve pieza instrumental de poco menos de 2 minutos de duración que cumple con la función de finiquitar la atmósfera folk-rockera que  predominó en la pieza anterior, y lo hace con una ingravidez casi irreal, como un ensueño absorto en su propio colorido solipsista. Acto seguido surge el tema más extenso, titulado ‘The Transmutation Of Cosmoctopus Lurker’ y dueño de un espacio de casi 11 minutos. Su función central es la de retomar y capitalizar las vibraciones poderosas y contundentes que inspiraron a algunos temas precedentes, como el primero y el tercero. El gancho rockero es directo, pero no falta el empleo de algunos quiebres rítmicos en ciertos pasajes estratégicos; tampoco faltan los pasajes solemnes que articulan el epílogo con cadencias moderadamente sombrías. Erigiéndose como el cénit definitivo del álbum, logra instaurar un efectivo contrapunto a la agitación introspectiva de la octava canción y el garbo campestre de la novena (grandes canciones, sin duda). El final del disco llega de la mano de ‘Cormorant’, un instrumental etéreo que explora la mezcla entre space-rock y post-rock bajo un manto distendido y nebuloso, aunque no misterioso, sino más bien gentil.
 
Todo esto fue “Kingdom Of Oblivion”, un disco donde el personal de MOTORPSYCHO ha realizado una exploración continuada de algunos elementos desarrollados en sus tres discos precedentes en combinación con una retoma de los aspectos más ácidos y pesados de sus mejores discos de sus primeros 10 años de trayectoria. Este disco no pasará desapercibido ante sus seguidores de siempre ni ante los conocedores sempiternamente curiosos sobre lo que sucede en la siempre activa escena del rock experimental escandinavo. En lo que concierne a este año 2021, este colectivo mantiene vigente su reinado dentro de dicha escena: son tan veteranos y aún tienen tanto que dar. ¡Que sigan así! 


Muestras de “Kingdom Of Oblivion”.-
Kingdom Of Oblivion: https://www.youtube.com/watch?v=f_qUTAsfXH0
The United Debased: https://www.youtube.com/watch?v=uOohgEUhlyA
At Empire’s End: https://www.youtube.com/watch?v=tzvX2Nb2vl8
The Hunt: https://www.youtube.com/watch?v=SPa9RjmaW1Y
The Transmutation Of Cosmoctopus Lurker: https://www.youtube.com/watch?v=y-Kg2ieFm54


Monday, June 28, 2021

Desde la abadía musical de ALDO PINELLI

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy se da el turno de presentar – un poco tardíamente – el más reciente trabajo fonográfico del músico y compositor argentino ALDO PINELLI, el cual se titula “Desde La Abadía” y fue publicado el 11 de noviembre del pasado año 2020 por el sello Viajero Inmóvil. PINELLI tiene una larga trayectoria como figura líder del grupo prog-sinfónico HÁBITAT y también tiene una meticulosa trayectoria solista: éste es su sexto trabajo en solitario. Tras su viaje por la Patagonia en el disco del año 2019 precisamente titulado “Patagonia”, ahora este maestro viaja a Europa y nos brinda un nuevo catálogo de composiciones inspiradas en la música académica, las tradiciones renacentista y céltica, y algunos momentos de rock progresivo. PINELLI, quien se hace cargo de las guitarras, el bajo, los sintetizadores, el armonio y la percusión, se hace acompañar por la flautista Paula Dolcera, la percusionista Silvia Pratolongo y el baterista Roberto Sambrizzi. El material contenido en este álbum fue grabado en el Estudio Melania, en el estudio del prestigioso colectivo VICC ubicado en Suecia y en el Pacifi Studio de Nueva Zelanda. El diseño gráfico fue realizado al alimón por el propio PINELLI y Felipe Abel Surkan, el jefe del sello Viajero Inmóvil. Revisemos ahora los detalles del repertorio contenido en “Desde La Abadía”.
           
Ocupando los primeros 6 ¼ minutos del disco, ‘Los Patos Se Transforman En Cisnes’ resulta ser la pieza más extensa del álbum, y, de paso, también un cénit del mismo. Comenzando con un gentil encuadre de guitarras acústicas que elaboran una atmósfera señorialmente bucólica, al poco rato llega la flauta para ornamentar mágica el esquema musical en curso. A poco de llegar a la frontera del segundo minuto y medio, la pieza da un viraje solemne que anticipa el arribo de un delicado esquema progresivo en 5/4 que nos remite a un punto intermedio entre CAMEL y RENAISSANCE. La guitarra eléctrica pasa a dirigir el desarrollo temático mientras la batería sostiene la extrovertida gracilidad del momento. Las cosas se calman para la sección final, arropada bajo un ambiente evocativo de tenor envolvente, lo cual facilita un breve retorno a lo bucólico para los instantes finales. Luego sigue la dupla de ‘Jugando Ajedrez’ y ‘Beige’, siendo así que el primero de estos temas se centra en una sobria secuencia de acordes donde los vacíos juegan un delicado rol en medio de la prevalente serenidad sonora de inspiración renacentista. En cuanto a ‘Beige’, se trata de una sencilla miniatura prog-sinfónica que apela a unas vibraciones introspectivas; el uso de algunos trucos psicodélicos en el interludio y el final le añaden un curioso traqueteo nebuloso al asunto. ‘Lo Que Queda’ exhibe una aureola reflexiva en base a la solitaria guitarra clásica, la cual elabora fraseos que oscilan entre lo contenido y lo luminoso. ‘Gota’ se centra en un ejercicio académico motivado por el legado impresionista. Las ocasionales irrupciones de la guitarra eléctrica aportan un factor sorpresa bastante interesante... Y es una pena que no tengan una presencia más extensa, pero así quedaron las cosas. Cuando llega el turno de ‘La Ballade De La Fôret d’Agnan’, se arma un enclave de guitarras acústicas, bajo, armonio y percusión que desarrolla un bien perfilado homenaje a la tradición renacentista. Hay solemnidad combinada con un sobrio espíritu lúdico vibrando en el núcleo central de este hermoso tema. ‘Cassis’ nos remite a la faceta pastoral de STEVE HACKETT a través del filtro de los ambientes ensoñadores que son tan preferenciales en el mundo estético de un MIKE OLDFIELD. ‘Estudio 5’, por su parte, se centra en una retoma de los ambientes más cristalinamente líricos de piezas precedentes.
 
‘Lejos De Ti En El Fin Del Invierno’ vira hacia la faceta etérea del discurso prog-sinfónico con una abierta preferencia por el empleo de sonidos cósmicos de sintetizadores a la hora de asentar y reforzar el cuerpo central. Esta confluencia de lo melancólico y lo ceremonioso es manejado con suma elegancia, logrando traducir al arte del sonido un paisaje propio de una nebulosa tarde invernal. Algo muy a lo ANTHONY PHILLIPS, valgan verdades. Por contraste, ‘Eneagrama’ comienza como una pieza escueta que no esconde su cálida jovialidad inherente, a pesar de no llegar a lo eufórico. A mitad de camino, vira hacia un caleidoscopio oníricamente disonante donde los aportes de la guitarra eléctrica (y otros más discretos del sintetizador) brindan recursos de surrealista densidad. Después, todo vuelve a la calidez, pero ya sin la jovialidad inicial. Otro cénit fundamental del repertorio. La dupla de ‘Una Fuente En La Parte De Atrás’ y ‘Noyers-sur-Serein’ se centra en la música tradicional y la antigua academia con exquisita prestancia, compartiendo semejanzas en cuanto a la solemne expresividad que inspira a sus respectivos encuadres compositivos. ‘Pasaje Cuatro – Un Pasaje Melancólico’ dura menos de medio minuto y su misión consiste en abrir el camino para el arribo de ‘Marnay-sur-Seine’, pieza centrada en colores barrocos que exudan un fulgor expresivo bastante convincente. Los ornamentos y ocasionales orquestaciones de los teclados llenan solventemente los espacios creados por la guitarra clásica. Así concluye el repertorio oficial de “Desde La Abadía”, pero todavía quedan dos bonus tracks en vivo: ‘Firenze’ (de “Suite Italiana”) y ‘La Luna Roja Y La Montaña Negra’ (parte del legado de HÁBITAT), los cuales fueron grabado durante la residencia de PINELLI en CAMAC (un centro cultural ubicado en una abadía del siglo XVI de la localidad francesa de Marnay-sur-Seine), el 25 de octubre de 2016. Con la sola presencia de la guitarra adecuada para cada pieza, PINELLI se gana al público asistente. Esto es todo lo que se nos ha brindado en “Desde La Abadía”, una obra que nos muestra nuevamente la capacidad de ALDO PINELLI para capturar y expresar atmósferas contemplativas, casi siempre envolventes, a veces un poco más inmersas en lo introspectivo y con ocasionales excursiones experimentales. Tenemos aquí un nuevo ejemplo de la incansable creatividad que late continuamente en el universo musical del maestro PINELLI. Mientras publicamos esta reseña, ya hay nuevos trabajos de este señor y también del grupo HÁBITAT que él lidera; eso será motivo para otras futuras reseñas, pero, mientras tanto, celebramos la existencia de “Desde La Abadía”

Friday, June 25, 2021

Un muy especial trayecto musical de MARK WINGFIELD, JANE CHAPMAN y ADRIANO ADEWALE



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da el turno de presentar un disco muy especial titulado “Zoji”, el cual fue gestado por el trío de MARK WINGFIELD, JANE CHAPMAN y ADRIANO ADEWALE, dos británicos y un brasileño. Este estupendo ítem fonográfico fue publicado por el sello MoonJune Records con la fecha oficial del 1 de enero de 2021, aunque los ítems físicos ya estaban listos para la distribución desde fines de 2020. Teniendo en cuenta que la logística sónica de este ensamble está conformada por la guitarra y los soundscapes de WINGFIELD, el clavicordio de doble teclado de CHAPMAN y las percusiones de ADEWALE (junto a algunos cánticos ocasionales), ya tenemos de entrada el prospecto de un enfoque musical muy peculiar. Aunque, técnicamente hablando, se trata de un disco de MARK WINGFIELD acompañado de CHAPMAN y ADEWALE, el hecho es que la logística musical que concretamente se ha plasmado en la serie de 11 piezas que conforman este álbum ha sido la de un trío orgánicamente instituido. La grabación del material aquí contenido tuvo lugar en los Heron Island Studios y el Dayton Garden Studio, ambos situados en Inglaterra, bajo la iniciativa conjunta de WINGFIELD y CHAPMAN, quienes ya habían colaborado en un proyecto anterior. ADEWALE entró en esta ecuación musical tripartita en último lugar una vez que los otros dos ya habían establecido que el material arreglado y compuesto para este disco había cumplido con su norte expresivo, pero todavía carecía de un elemento adicional para completar su foco, y se decidió que éste debía ser percusivo. Este señor brasileño radicado en el Reino Unido vino recomendado por Asaf Sirkis, colega de WINGFIELD en muchos de los colectivos con los que ha grabado discos en los últimos años. Como dijimos antes, se trató de algo más que una adición de un elemento extra, se trató de algo que funcionó muy orgánicamente. Todo el material incluido en el repertorio de “Zoji” fue compuesto por WINGFIELD, salvo dos piezas académicas del siglo XVIII que fueron arregladas bajo los nuevos parámetros musicales desarrollados para el presente álbum. Bueno, pasemos ahora a los detalles del mismo.


La pieza ‘City Story’ abre el álbum con un aura muy distinguida: el colectivo triádico comienza con una espartana secuencia de acordes de clavicordio que se ornamentan con minúsculos fraseos virtuosos de la guitarra y sutiles ornamentos percusivos, pero una vez asentado el cuerpo central, el desarrollo temático oscila fluidamente entre pasajes bien delineados y otros más flotantes, siendo así que el clavicordio ocupa buena parte del protagonismo en la dirección del bloque sonoro. Luego sigue ‘Seven Faces Of Silence’, uno de los momentos culminantes del álbum. Siguiendo la estrategia del free jazz con talante atmosférico, los instrumentos van encontrándose y despegándose alternadamente para centrarse en un ambiente reflexivo y ensoñador. Los efectos cósmicos de guitarra que emergen en el trasfondo y los suaves efectos vocales ayudan a reforzar las vibraciones evocadoras de la pieza. Con la dupla de los temas más largos del disco, titulados ‘Persian Snow Leopard’ y ‘Parallel Time’ (durando 8 ¼ minutos y casi 8 ¾ minutos, respectivamente), el ensamble se dispone a ampliar su espectro de ambiciones sonoras. El primero de estos temas mencionados sigue en buena medida el enfoque musical de la pieza precedente, pero con una vitalidad más delineada y un lirismo más enfocado: de esta manera, se hace sentir una ingeniería más patente dentro del esquema que arropa a las excursiones que van teniendo lugar. Incluso hay pasajes donde el empleo de aires fusionescos mesoorientales permite a la pieza asumir momentáneas vibraciones suntuosas.  En cuanto a ‘Parallel Time’, éste contiene una sección inicial de tenor expectante y otra un poco más densa donde la guitarra de WINGFIELD parece evocar simultáneamente a los maestros Ray Russell y Terje Rypdal. En esta nueva situación, las percusiones asumen una energía deconstructiva con miras a visualizar cuándo debe someterse a los paisajes trazados por los otros dos instrumentos y cuándo le llega el momento de dirigir un groove específico en un compás inusual. Esto último permite cerrar la pieza con vibraciones joviales. Sin duda, otro cénit del álbum. Cuando llega el turno de ‘Land On Sky’, el ensamble regresa de lleno al imperio de lo atmosférico, aunque con un vigor renovador. De hecho, el rol de la guitarra es más absorbente que en varias de las piezas precedentes.
 
‘Sun Court’ exhibe unos aleteos extrovertidos encuadrados dentro de un dinamismo tremendamente luminoso. La percusión sustenta este ritual de señorial jovialidad mientras que WINGFIELD elabora uno de sus mejores solos dentro del disco. Con la emergencia de ‘Wind Falls Cliffs Rise’, regresa la estrategia de sofisticada libertad a través de fluctuaciones envolventes armadas por los diálogos entre clavicordio y guitarra, mientras la percusión añade golpes de color aleatorios. Eso sí, se nota que hay una disposición hacia la creación de una vivacidad más urgente, algo que, efectivamente, se concreta en las explosivas irradiaciones con las que se arma la sección final. Los últimos segundos retratan el silencio final tras la tormenta. Definitivamente, hay algo peculiarmente fabuloso en esta mezcla de los más grandilocuentes torrentes de aire y el más sutil de los fuegos. Con sus menos de 2 ¼ minutos de duración, ‘Pasquali Dream’ resulta ser la pieza más breve del álbum, y es básicamente un ejercicio de reconstrucción de ambientes académicos a través del filtro del jazz experimental. Su presencia es como un momento de palaciega sobriedad requerido tras la secuencia de fulgores joviales y tormentosos apogeos reflejados sucesivamente en los dos temas precedentes. ‘Zoji Pass’ tiene la misión de gestar una  convivencia equilibrada entre los retazos abstractamente etéreos y los robustos oleajes incendiarios que han formado parte de varias piezas precedentes. Al igual que en el caso de ‘Wind Falls Cliffs Rise’, los momentos finales se regodean en su propia intensidad, pero la incandescencia sonora está más controlada. Nos vamos acercando al final del repertorio cuando llega el turno de ‘Prélude Sinoeux’, otro tema de carácter señorial con fuerte talante académico. El acompañamiento de guitarra refuerza el aspecto bizarro de la ejecución realizada por CHAPMAN. Todo concluye con ‘Viaduct Road’, una pieza alegre cuyos aires de introspección celebratoria parecen emparentados con el paradigma de Pat Metheny, aunque también opera un acercamiento notorio a la tradición del jazz-fusion de los 70s. WINGFIELD vuelve a prodigarse en fraseos y texturas radiantes de excelso virtuosismo con miras a reforzar la exaltación espiritual que inspira a la pieza. Aquí hallamos lo más cercano a lo que podemos llamar una estructuración compositiva. 

“Zoji” es más que un ítem fonográfico, lo es, pero también es una exploración de caminos de diálogos nuevos para crear una propuesta musical fresca, misteriosa, novedosa y rebosante de lucidez espiritual. Esta colaboración del maestro MARK WINGFIELD con los no menos magistrales JANE CHAPMAN y ADRIANO ADEWALE ha cosechado una siembra novedosa dentro de la experimentación jazzera y fusionesca ecléctica de nuestros tiempos. Un disco exigente y, a la vez, cautivadoramente hermoso.  


Tuesday, June 22, 2021

Las perspectivas mediterráneas de STEVE HACKETT

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos el enorme placer de presentar el más reciente álbum del maestro STEVE HACKETT, titulado “Under A Mediterranean Sky” y publicado por el sello Inside Out Music el 22 de enero pasado, en coproducción con el propio sello de HACKETT Wolfwork Records. Se trata de su disco de estudio #26 y supone un regreso a su faceta acústica, adoptando parcialmente la dimensión orquestal que en el pasado forjó los esquemas de sus álbumes conceptuales “A Midsummer Night’s Dream” (1997) y “Metamorpheus” (2005). El álbum al cual nos referimos ahora se originó en marzo del pasado año 2020, tras el acortamiento forzado de su gira estadounidense por causa de la actual pandemia, lo cual le obligó a retornar de emergencia a su patria inglesa sin su arsenal de guitarras eléctricas. Motivado a componer nueva música y contando inicialmente con sus instrumentos acústicos (especialmente, su predilecta guitarra clásica), aprovecho que tenía ya un par de piezas compuestas con este formato para expandir el concepto de realizar diversos países musicales de países con costa mediterránea; mientras tanto, su colega de muchos años, el teclista Roger King, aportó ideas para samples orquestales nuevos en afinidad con el susodicho concepto. Por supuesto, Hackett recobró sus guitarras eléctricas al poco tiempo, pero, para este disco en particular, no le resultaban de utilidad. Además de la guitarra clásica, HACKETT se hizo cargo de la guitarra acústica de 12 cuerdas, la guitarra steel acústica, el charango y el oud iraquí. Además del mencionado King a los teclados, también aparecen en el álbum su hermano John Hackett (flauta), Malik Mansurov (tar), Arsen Petrosyan (duduk), Christine Townsend (violín y viola), Franck Avril (oboe) y Rob Townsend (flauta y saxofón soprano). El disco fue grabado, mezclado y masterizado en el estudio Siren, que es el de HACKETT y King; algunas mezclas adicionales tuvieron lugar en el Grammy Studio de Budapest (Hungría) para el tar que aparece en la octava pieza del álbum. Como dijimos antes, el disco que hoy reseñamos fue publicado en enero de este año, y lo fue tanto en CD como en doble vinilo, usándose ediciones limitadas de varios colores para este último: azul, verde, amarillo, blanco y translúcido. Bueno, veamos ahora los detalles estrictamente musicales de “Under A Mediterranean Sky”.
 

‘Mdina (The Walled City)’ da el puntapié inicial a las cosas y lo hace a lo grande: para empezar, se trata de la pieza más extensa del repertorio con su espacio de 8 ¾ minutos. La exuberancia arábiga, el candor mediterráneo y el esplendor del romanticismo se funden en una unidad sonora a través de la imponente secuencia orquestal inicial, la cual será elegantemente interrumpida por unos breves fraseos apasionados de la guitarra, la cual, tras unos segundos de silencio retoma su posición en aras de desarrollar un foco temático rico en efluvios y ondulaciones. Su talante permanentemente extrovertido se explaya a través de variados estados que van desde lo más exultante hasta lo más circunspecto. Cuando a mitad de camino regresa la orquestación inicial, se proyecta un nuevo espacio donde la guitarra explora senderos más nítidamente líricos, con capas orquestales evocativas que los refuerzan eficazmente; lo que comenzó en clave contundentemente fastuosa derivó hacia una actitud de señorial nostalgia. Tras esta monumental pieza de entrada llega el turno de ‘Adriatic Blue’, una pieza más calmada que, a través de su dinamismo decisivamente clasicista, destila una sensación de gozo contemplativo. Tras este despliegue de serenidad sistemática que penetra en su propio regocijo interior, ‘Sirocco’ se encarga de exhibir un paseo musical más heterogéneo en su manejo de grooves, incoporando percusiones exóticas y solemnes orquestaciones al cuadro sonoro. Los aires arábigos regresan, esta vez de forma más sutil, como si el guitarrista estuviese observando algo misterioso sin querer violar su secreto celosamente velado. Con la dupla de ‘Joie de Vivre’ y ‘The Memory Of Myth’, HACKETT sigue expandiendo sus perspectivas musicales. El primero de estos temas mencionados hace honor a su título y despliega una serie de alegres arpegios que despiertan efluvios fulgurosos, enriquecidos por una elocuente sensualidad. En cuanto a ‘The Memory Of Myth’, éste ostenta un aura más grave y protocolaria, centrándose en una atmósfera bastante sobria.
               
‘Scarlatti Sonata’ es lo que justamente dice su título, una de las muchas sonatas compuestas por el maestro barroco italiano Domenico Scarlatti en la primera mitad del siglo XVIII. HACKETT se ciñe bien al guion y deja clara muestra (por enésima vez) de su combinación de precisión técnica y sensibilidad a la hora de abordar piezas académicas. Viajamos a Pompeya para toparnos con ‘Casa del Fauno’, pieza signada por la dualidad del talante impresionista de la introducción orquestal y los palaciegos aires renacentistas emanados del cuerpo melódico creado por la guitarra. Es casi como un regreso al esquema de trabajo de ‘The Memory Of Myth’, pero con un colorido más notorio, algo a lo cual ayuda mucho la presencia de los vientos en el realce de algunas instancias del desarrollo temático. ‘The Dervish And The Djin’, por su parte, regresa al exotismo del Oriente Próximo y África del Norte, y lo hace con una remodelación del enfoque suntuoso que ya apreciamos en la pieza inaugural del álbum. Destilando una magia peculiar por todos sus poros, el esquema melódico y el swing percusivo se centran en lo fusionesco bajo la inspirada guía de los matices brindados simultáneamente por el oud y el tar. ‘Lorato’ regresa a una expresividad alegre y luminosa. Aunque es el tema más breve del disco, deja una huella como continuación de la espiritualidad común que tiene con el tema #2. El hermoso Sur de España no puede quedar fuera de estos trayectos mediterráneos del maestro HACKETT, por lo que llega el turno del penúltimo tema del álbum: ‘Andalusian Heart’. Lo flamenco no ha sido ajeno a la trayectoria de HACKETT, como lo muestra uno de los ítems instrumentales de su tercer álbum “Spectral Mornings”, por poner el ejemplo más antiguo, solo que ahora no es Córdoba sino Granada la fuente de inspiración (la Alhambra, para ser más específico). No hay aquí una exploración en el folclore flamenco per se, sino más bien un diseño de una atmósfera académica donde, tras el empuje ocasionado por la introducción de las orquestaciones de teclado y vientos, la guitarra elabora una ilación de varios ejercicios cautivadores de estándares aflamencados bajo una línea de trabajo refinadamente estilizada. Posiblemente están operando aquí las influencias de los inmortales JOAQUÍN RODRIGO e ISAAC ALBÉNIZ. 


El broche final del repertorio llega de la mano de ‘The Call Of The Sea’, que con su espacio de 4 ¾ minutos, establece una reflexión general sobre el impacto del mar en la imaginación humana. Su desarrollo temático es genuinamente majestuoso, alternando momentos signados por impetuosas oscilaciones con otros donde gobierna la serenidad reflexiva. Todo esto es lo que nos brindó el genial STEVE HACKETT con “Under A Mediterranean Sky”, en compañía de varios talentosos músicos que aportaban, ora colores sinfónicos, ora matices étnicos a varias de las composiciones aquí plasmadas. 11 odas al Mar Mediterráneo y a los pueblos que viven sus respectivas historias mirándolo como una extensión de sí mismos. Siendo el incansable creador que es, HACKETT anunció recientemente que en setiembre próximo publicará un nuevo disco de estudio. Hasta entonces, tenemos a este bello disco como testimonio de su persistente vigencia como uno de los gigantes veteranos de la música progresiva (y afines).
 
 
Muestras de “Under A Mediterranean Sky”.-
Mdina (The Walled City): https://www.youtube.com/watch?v=7LHxna8OoRw
Andalusian Heart:  https://www.youtube.com/watch?v=7QpPXqldanI
Casa Del Fauno [en vivo, diciembre de 2019]: https://www.youtube.com/watch?v=vH9uLPauQw4


Saturday, June 19, 2021

La segunda ceremonia progresivamente alienígena de BIZIRIK

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy nos complace enormemente presentar el nuevo trabajo fonográfico de BIZIRIK, el proyecto creado por el bajista-Stickista chileno Cristián Larrondo (a quien conocemos desde hace varios años como integrante de MAR DE ROBLES y ÁBRETE GANDUL): se titula “Ceremonia II” y su publicación está planificada por el sello Mylodon Records en lo que queda del presente mes de junio. Se trata de la segunda parte de una trilogía que habrá de cerrarse en el futuro próximo (esperemos que sea así), y su temática tiene un fuerte componente de denuncia social.* A diferencia del disco “Ceremonia” (2018), donde Larrondo se hizo cargo de todas las instrumentaciones, esta vez él se hace acompañar por una excelente pléyade de colaboradores. A lo largo del disco intervienen los guitarristas Claudio Corcione (EXSIMIO), Oliver Moris (TRAUMATIC NOISE), Rodrigo Moris (MAR DE ROBLES), Rodrigo de la Prida (HOREJA) y Felipe Moreno (ANTICUECA), el baterista Alfredo Smith (AUTÓMATA), los vientistas Ramsés Luna (LUZ DE RIADA) y Julio Tobar (MAR DE ROBLES), el Stickista Tomás Diaz, el percusionista Juan Gronemeyer, y el baterista Fernando Jaramillo (EXSIMIO). Cristián Larrondo también se hizo cargo de los sintetizadores, las programaciones y los efectos de sonido. No olvidemos que a inicios de febrero del presente año, Larrondo nos brindó “Exploraciones Del Fin Del Mundo”, un disco de exploraciones solitarias con el Chapman Stick, así que este maestro se ha mantenido sumamente activo en estos últimos años. En realidad, los primeros pasos para la gestación de “Ceremonia” tuvieron lugar en noviembre de 2019, cuando Larrondo compuso el tema ‘Tropel Alienígena’ con la inspiración de la movilización social chilena e invitó a Rodrigo de la Prida a grabar las partes de guitarra: en palabras del propio Larrondo, «el resultado fue tan bueno que decidí seguir la misma metodología para el disco completo, a diferencia de “Ceremonia I”, que lo grabé todo en solitario». Todas las composiciones son de Larrondo excepto por un tema, que fue coescrito por él y el ya mencionado De la Prida. Teniendo en cuenta las estrictas circunstancias del distanciamiento social mundial, las sesiones de grabación tuvieron que realizarse mediante el intercambio de archivos de audio entre noviembre de 2019 y noviembre de 2020, lo cual ya era algo natural en el caso de los músicos residentes en el extranjero, como es el caso del mexicano Ramsés Luna. Los estudios utilizados están ubicados en las localidades chilenas de Rancagua y Santiago, Los Ángeles (EE.UU.), Lezno (Polonia) y Ciudad de México. Como sea, el disco se completó y ahora es una realidad concreta dentro de la producción progresiva del presente año 2021; veamos ahora los detalles del repertorio.
 

El inicio del disco llega de la mano de la imponente pieza ‘Matadero Imperial’, la cual instaura una poderosa secuencia de pasadizos sonoros diseñados por inteligentes síncopas y edificados por una energía musical simultáneamente repartida entre el vigor y la constricción. En este contexto, el ensamble desarrolla un robusto híbrido de space-rock y jazz-prog que sabe arroparse consistentemente bajo su propio manto de sobriedad, mientras añade matices grisáceos al asunto. Aires de familia hay con GORDIAN KNOT y STICK MEN, con alusiones añadidas a los DJAM KARET de los dos últimos discos. ‘Vagabundo Otero’ emerge como una excelsa miniatura fusionesca de orientación psicodélica, sirviéndose solamente del bajo y un arsenal percusivo; las líneas misteriosas y extrovertidas del bajo y la calidez telúrica de los tambores se enhebran perfectamente, dejando una huella fuerte en la memoria del oyente atento a pesar de que todo dura poco más de un minuto y tres cuartos. Cuando llega el turno de ‘Tropel Alienígena’, se impone el reino de la gracilidad con una soltura mágica y vivaz. El groove es complejo y, aún así, lleno de gancho: con las vibraciones cibernéticas propias del space-rock, la potencia del prog-metal y el señorío polirrítmico del paradigma math-rockero, el ensamble gesta un cénit de gran solvencia progresiva mientras va hilando los diversos motivos y atmósferas con impoluta fluidez. Hemos tenido aquí un viaje nostálgico al espíritu del segundo álbum de MAR DE ROBLES con una remodelación muy fresca que algo tiene de Crimsoniano; también hemos tenido un cénit decisivo del álbum. ‘Vulgoinsurgencia’ abre paso a la primera instancia de inquietudes sombrías, pero lo hace no para explorar lo siniestro, sino para crear un paraje etéreo alimentado de artilugios psicodélicamente electrónicos y cadencias jazz-rockeras de espíritu experimental. Los aires de familia con los STICK MEN y los solistas del maestro Trey Gunn están allí, bien patentes. ‘Asunto De Drogas’ es una breve exhibición de minimalismo abstracto con voces de fondo; así, queda el terreno preparado para el arribo de ‘Beligerantes Vinagres’, el cual regresa de lleno a la extroversión exuberante y muscular que ya dejó una gran huella en la pieza #3. Incluso se nota una magnitud más maciza en el sostén de las pulsaciones rockeras que se dan dentro del armazón progresivo en curso. El epílogo cósmico es un detalle eficazmente sorpresivo.
 
‘Generación Experimental’ es un ejercicio gentil de Stick donde Larrondo permite que los acordes directivos del desarrollo temático brillen por sí mismos con un tremendamente grácil lirismo. ‘Reclusión Domicilaria’, el ítem más extenso del repertorio con su espacio de más de 9 minutos, expone una nueva exploración dentro del discurso space-rockero con generosas dotaciones de sonoridades cibernéticas y la mirada puesta en una remodelación modernista del legado del krautrock electrónico (TANGERINE DREAM y CLUSTER se nos vienen a la mente). Orgánicamente vital y rotundamente maquinista a la vez, esta pieza se focaliza sólidamente en la atmósfera futurista y omnisciente que conforma su esencia expresiva. Las voces de fondo añaden un aura de misterio al asunto, mientras que algunos arrebatos filudos que emergen cerca del final ostentan un aire de peligro. Una declaración muy peculiar dentro del repertorio del álbum. Durando poco menos de 6 minutos, ‘Tropelista’ desarrolla un ejercicio de jazz-rock tenebroso sobre un compás de blues que, fomentando un nervio filudamente rockero desde su núcleo central y ornamentando su groove, trasciende a su esquematismo inicial para empujar al ensamble actuante hacia un gloriosamente neurótico clímax que se extienda por toda su segunda mitad. Lo que al inicio era sombrío pasó a ser incandescentemente furioso. Otro cénit del disco. La dupla de ‘Concilio Concertado’ y ‘Ceremonia’ se encarga de cerrar el repertorio. El primero de estos temas mencionados brinda un abierto contraste frente a la pieza que le precedía, pues se trata de una exhibición etérea de sonoridades y grooves folklóricos, bien metida en atmósferas introvertidas. Las cuerdas acústicas y el Stick se encargan de armar la maraña básica de la pieza, surgiendo en algún momento algunos ornamentos ensoñadores de flauta. En la segunda mitad, el propio Stick elabora un solo de tenor cósmico que realza lo etéreo hasta una dimensión mística, por así decirlo. ¡Qué hermoso tema!... Un tema que dice mucho en su espacio de menos de 3 minutos y medio. En cuando a ‘Ceremonia’, su enérgica vitalidad se centra principalmente en una confluencia entre los espíritus de los temas primero y tercero, aunque con un espacio mayor para ciertos interludios sutiles y un manejo más comedido de la inocultable musculatura rockera.
 
Todo esto fue “Ceremonia II”, una obra magistral y contundente dentro del actual escenario del rock progresivo y experimental de América del Sur. Los nombres de BIZIRIK y Cristián Larrondo pulen el brillo dorado de sus inscripciones dentro de la élite creativa de la vanguardia chilena. Definitivamente, éste es un disco que merece ser recomendado con total asertividad y sin contemplaciones de ningún tipo a todo melómano incansablemente buscador de experiencias refrescantes, pues escucharlo es toda una ceremonia variopinta que nos lleva sucesivamente a varios lugares de los mundos exterior e interior.

 


* Dejemos que el mismo Larrondo nos exponga los detalles del concepto: “2020, el reciente despertar de la insurgencia del vulgo, dormida hace décadas en el olvido de la historia y ahora tildada de tropel alienígena, cae prisionero del último experimento generacional capitalista: un crudo matadero imperial, avalado por los beligerantes vinagres de siempre. Los tropelistas del control y la reclusión domiciliaria de una pandemia inoportuna confabularon también contra oteros vagabundos, errantes de rabia, que sin embargo sobrevivieron con su arte insurgente e interestelar. Concilios concertados, divagaciones aparentes con sentidos ocultos, colaboraciones, liberaciones, no fueron asuntos de droga ni simple distensión. Fueron un ritual, una Ceremonia...”.

 

Wednesday, June 16, 2021

6 jams de los daneses PAPIR... ¡Ni más ni menos!

 


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
Hoy tenemos el gusto de volver al cosmos musical del conjunto danés PAPIR para presentar su nuevo trabajo de larga duración, el séptimo dentro de su vigente discografía: este nuevo álbum, que fue publicado el pasado 9 de abril consiste en una serie de largos jams y se titula “Jams”, así de preciso y directo. En efecto, el trío conformado por el guitarrista Nicklas Sørensen, el bajista Christian Becher y el baterista Christoffer Brøchmann han decidido registrar unos jams realizados en su estudio de ensayo y grabación de Coppenague en los días 17 y 21 de enero del pasado año 2020 y ponerlos tal como están en este nuevo ítem. El grupo no se hace problemas con los títulos de cada pieza que forma parte del disco: simplemente le ponen la fecha en que se realizó y lo numeran según el orden cronológico en el que se creó. Siempre fue así: por ejemplo, el segundo tema del álbum “III” se titula ‘III.II’, así como el sexto tema del álbum “V” se titula ‘V.VI’. ¿Y por qué hicieron este tipo de disco en base solamente a jams? Como el mismo grupo admite, hacer jams siempre fue parte de la vida creativa de este trío, ya fuese en los ensayos, en los preparativos para las grabaciones de discos y en algunos momentos especiales de sus conciertos colectivos con otras bandas: en palabras de Sørensen, “a veces se siente como una ardua labor en buscar algo así como una zona de encuentro. Pero, principalmente, se trata de pasar un buen rato y divertirse, y tal vez es por eso que lo hacemos. ¡Se trata de crear una energía musical!” Con esta premisa, el grupo decidió hacer un disco exclusivamente conformado por jams, grabando varios a lo largo de las dos sesiones mencionadas más arriba y escogiendo los que les parecían los mejores. La banda ostenta la misma vitalidad de siempre, pero esta vez con un ajuste menos cuadriculado de los esquemas musicales en juego. Bueno, son jams, al fin y al cabo. Publicado en su blog de Bandcamp, este nuevo material también tiene su edición física como doble vinilo a través del sello alemán Stickmana Records. Veamos ahora qué nos brinda este catálogo de seis nuevas piezas gestadas por PAPIR (cinco de ellas oscilan entre los 10 minutos y medio y los 20 minutos de duración).


Durando 20 minutos y pico, el jam de apertura, titulado ‘17.01.2020 #1’, es el más extenso del álbum y se enfoca clara y decididamente en un ejercicio vitalista de space-rock en su faceta más recia. Su bloque sonoro se sostiene sobre un swing que es patentemente machacón sin hacerse abrumador, mientras que los vuelos cósmicos organizados por la guitarra y las líneas dibujadas por el bajo llena oportunamente los espacios de musculatura psicodélica que la pieza, inherentemente, exige. Poco antes de llegar a la frontera del noveno minuto, el grupo baja un poco los decibelios y renueva el swing con un recurso de sutileza, una instancia de parcial recogimiento que se toma su tiempo para remodelar el dinamismo cósmico en curso. Esto se refuerza cuando la batería se detiene y la guitarra se queda solitaria con la única compañía de los ecos que la cobijan. El regreso del bloque triádico sirve para retomar el swing sutil (la batería vira hacia cadencias jazz-rockeras) y completar el viaje con un aura un tanto surrealista. Muy buen inicio de álbum. Luego sigue ‘17.01.2020 #2’, tema que se centra en atmósferas más absortas en sus propias vibraciones otoñales, tendiendo puentes entre la intensidad onírica del space-rock y la ansiedad introspectiva del post-rock. Desde el punto de partida, la dupla rítmica resuena impositivamente, pero lo hace con una musicalidad efectiva; mientras tanto, la guitarra emite cadencias emparentadas con las que predominaron a lo largo de la segunda mitad de la pieza inicial. Mientras éstas van incrementando su vigor expresivo, el tema gana en luminosidad; si su compás se vuelve más parsimonioso en los últimos minutos, el jam permite a dicha luminosidad encauzarse por un badén reposado. Para nosotros, se trata de un cénit del repertorio. Cuando llega el turno de ‘17.01.2020 #2’, el trío se enfoca en un intermedio entre la psicodelia flotante de la segunda mitad del primer tema y el fulgor ensoñador que marcó al núcleo central del primero. En comparación con el jam precedente, la dupla rítmica asume un posicionamiento más protagónico dentro del entramado sonoro, pero su espíritu expresivo y sus atmósferas centrales son muy similares entre sí. 


‘20.01.2020 #1’ cumple con la misión de darle un nuevo giro a los lazos musicales fabricados por las dos piezas precedentes. Su peculiaridad radica en que ostenta unos aires más adustos, algo que se nota particularmente en el tenor cortante de varios riffs de la guitarra; recogiendo lo mejor de aquéllos, este tema le da su propio aporte áspero sin dejar atrás la majestuosidad propia del trío. Es como llevar a un nivel más rotundamente climático las manifestaciones de esplendor sonoro plasmadas en los temas precedentes, lo cual hace fehacientemente y lo convierte en otro momento culminante del repertorio. ‘20.01.2020 #2’ es la pieza más breve del álbum con sus poco más de 4 minutos de duración. Básicamente, se trata de un ejercicio minimalista de climas lisérgicos tremendamente pausados, algo muy al estilo de una cruza entre el krautrock de ASH RA TEMPEL en su faceta introvertida y el post-rock al estilo de GODSPEED YOU! BLACK EMPEROR. Con su espacio de poco más de 18 ½ minutos, ‘20.01.2020 #3’ cierra el repertorio del álbum y lo hace con una exhibición de traqueteos extrovertidos que se organiza dinámicamente en torno a un groove llamativo. Se hacen notar los aires de familia con CAUSA SUI, RED KITE y AUTOMATISM en lo referente a la fluidez consistente con la que el grupo maneja tanto los despliegues de filudo vigor rockero como los exquisitos swings que van enriqueciéndose al abrigo psicodélico que forja el jam. El trío incorpora elementos del stoner así como del krautrock guitarra-céntrico (al modo de unos GURU GURU o unos ASH RA TEMPEL en su faceta pesada) en los pasajes más furiosos. La sección final consiste en una prolongada nueva excursión en atmósferas post-rockeras, un factor que termina por convertir a esta pieza como la síntesis conclusiva perfecta para el repertorio. Esto es todo lo que nos han brindado los Sres. Sørensen, Becher y Brøchmann, auténticos veteranos de la movida psicodélica danesa, con “Jams”. Con este nuevo disco, los PAPIR se mantienen vigentes en la primera línea de la avanzada psicodélica escandinava y retienen su fuerza regia dentro del imperio multivalente del rock artístico. Un disco tremendamente enérgico y totalmente recomendable.
 
 
Muestras de “Jams”.-
17.01.2020 #2: https://papir.bandcamp.com/track/17012020-2
20​.​01​.​2020 #1: https://papir.bandcamp.com/track/20012020-1
20​.​01​.​2020 #3: https://papir.bandcamp.com/track/20012020-3


Saturday, June 12, 2021

El retorno de LIQUID TENSION EXPERIMENT (o el prog en tiempos de pandemia)

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Nos quitamos los sombreros ante los maestros John Petrucci [guitarras], Jordan Rudess [teclados], Tony Levin [bajo, Chapman Stick y contrabajo eléctrico] y Mike Portnoy [batería y percusión] porque el colectivo de LIQUID TENSION EXPERIMENT nos brinda su tercer trabajo de estudio después de muchos años de ausencia, un disco simplemente titulado “Liquid Tension Experiment 3”. Este ítem fue publicado a mediados del pasado mes de abril por el sello Inside Out Music en varios formatos: CD doble, CD doble + Blu-Ray, vinilo doble + CD doble, box set de CD doble + vinilo triple + Blu-Ray. Uno de los discos más esperados del año por parte de los públicos devotos al género progresivo y, particularmente, a la vertiente prog-metalera, ya en diciembre del pasado año 2020 los cuatro músicos postearon en las redes fotos de ellos mismos llevando máscaras protectoras de “LTE 3”, lo cual daba claras señas de que el proyecto estaba oficialmente resucitado. En efecto, si este proyecto tuvo su primera disolución tras el ingreso de Rudess a DREAM THEATER, entonces todo volvía a tener sentido cuando el cuarteto volvía a tener solo una mitad de su membrecía. Las sesiones de grabación de esta obra fonográfica tuvieron lugar en los meses de julio y agosto de 2020, con James ‘Jimmy T’ Meslina cargo de la ingeniería de sonido, mientras Matthew ‘Maddi’ Schieferstein coordinaba las sesiones de estudio para los músicos, dada la logística exigida en estos tiempos de pandemia. Después de eso, el material fue mezclado y masterizado en The Mouse House, un estudio de Los Ángeles, por Rich Mouser. Pero primero hagamos un poco de historia. LIQUID TENSION EXPERMENT surgió a instancias del sello Magna Carta cuando sus gerentes propusieron a Mike Portnoy formar un supergrupo, dándole carta blanca para ello. Levin (uno de sus héroes musicales) y Rudess (un virtuoso con el cual ya había trabajado como tentativo reemplazante de Kevin Moore en DREAM THEATER) fueron los primeros que confirmaron su presencia dentro de su relativamente corta lista de posibles acompañantes al bajo y los teclados. Más bien, debido a que no quería que este proyecto estuviese demasiado ligado a DREAM THEATER, su compañero Petrucci fue prácticamente su última opción para completar el cuarteto. Llegaron luego los años 1998 y 1999 para las sendas compleciones y publicaciones de “Liquid Tension Experiment” y “Liquid Tension Experiment 2”; adicionalmente, un disco titulado “Spontaneous Combustion” (publicado por Magna Carta en 2007 a partir de jams que realizó el trío de Levin, Portnoy y Rudess, LIQUID TRIO EXPERIMENT, ante la momentánea ausencia de Petrucci mientras visitaba a su esposa tras su segundo parto durante la grabación del segundo álbum del cuarteto) y algunos álbumes en vivo de edición limitada completaron un breve pero inolvidable repertorio. Bueno, en el tiempo presente, “Liquid Tension Experiment 3” nos revela un nuevo brillante capítulo de esta saga cuadrangular: veamos ahora los detalles de su repertorio. 


Durando poco más de 8 ¼ minutos, ‘Hypersonic’ abre el disco poniendo toda la carne en el asador. Instaurando pronto un cuerpo central lleno de empuje y vibraciones volcánicas, el preludio no podía darse de otra manera que arrojando una maraña intrépida y bombástica de acelerados arpegios cuya ingeniería parece estar hecha con material metálico de un taller hiperbóreo. Mientras se va desarrollando el cuerpo central, las vibraciones incendiarias van rearmándose a pasos sostenido en una alternancia de expansiones ampulosas y otras más propiamente líricas. A mitad de camino, el swing se torna más sosegado a fin de impulsar un motif jazz-rockero con matices prog-metaleros, algo así como una semblanza Holdsworthiana traducida al lenguaje de los DREAM THEATER de la etapa 99-02. Para los minutos finales, el frenesí inicial retorna al frente, añadiéndose algunos ornamentos grácilmente humorísticos al asunto. ‘Beating The Odds’ sigue a continuación para explorar nuevos matices sonoros dentro del poderoso empuje expresivo instaurado por la pieza de apertura. En efecto, este segundo tema se instala sobre un fluido groove rockero mientras afila drásticamente las aristas melódicas, siendo así que la ingeniería temática se torna bastante envolvente en varios pasajes. Aquí hallamos uno de los más impresionantes solos de sintetizador de todo el álbum, y, cómo no, la guitarra no se queda atrás en la explicitación de su capacidad para remodelar pomposamente la fiera magia del momento. El largo tránsito al fade-out enfatiza el factor envolvente que mencionamos antes. ‘Liquid Evolution’ vira drásticamente hacia una atmósfera relajada en clave jazz-progresiva sobre una gentil y serena base fusionesca. Es en una instancia así donde la textura y la atmósfera arman el núcleo central de la pieza (la misma que no llega a los 3 minutos y medio de duración), haciendo que los solos de guitarra que entran a tallar tengan un rol más pictórico que monumental. Ojalá hubiese durado un poco más. Tras este pasaje de reposo espiritual llega el turno de ‘The Passage Of Time’, otro electrizante tema donde el cuarteto se dispone a sembrar las cosechas de los dos primeros temas del álbum, dando prioridad a la del segundo tal como lo evidencia el muy bien perfilado manejo de los esquemas melódicos y los cambios de ritmo que tienen lugar. Bien es verdad que también los ampulosos pasajes de sofisticación prog-metalera hacen sentir su peso solventemente dentro del bloque multitemático, y de paso, tenemos otro sobrehumano solo de sintetizador. Consideramos a esta pieza como un cénit especial dentro del álbum.

  

‘Chris & Kevin’s Amazing Odyssey’ es un ejercicio a dúo de Levin y Portnoy donde el primero guía al segundo hacia su sendero de experimentaciones abstractas.* Todo comienza en clave aleatoria con unas retorcidas líneas distorsionadas de contrabajo que crean una atmósfera un tanto tenebrosa, invitando a la batería a ornamentar la oscuridad con apuntalamientos aleatorios. Una vez que se arma un groove reconocible a medio tiempo, el asunto parece derivar hacia un bosquejo de climas inquietantes al modo de la construcción de un esqueleto sonoro enraizado en el paradigma de los STICK MEN. Da gusto ver qué bien se desempeña Portnoy saliendo de su zona de confort. ‘Rhapsody In Blue’ es otro cénit del álbum, y sí, se trata de una versión de la celebérrima pieza para piano y banda de jazz que compuso el maestro estadounidense GEORGE GERSHWIN en 1924, siendo en su momento una obra pionera en la fusión de esquemas propios de la música clásica con rimbombancias gráciles de raíz jazzera. En manos de los cuatro monstruos de LIQUID TENSION EXPERIMENT, este clásico del siglo XX se convierte en una joya progresiva de enorme calibre. De hecho, el ensamble ya estaba familiarizado con este ítem pues formaba parte de su repertorio en conciertos que realizaron en unas breves giras de 2007 y 2008 para celebrar el décimo aniversario de su primer disco. Comenzando con un ceremonioso armazón de guitarra y sintetizador, el grupo edifica una orquestación rockera donde se combinan la garra pesada del prog-metal más exquisito y la agilidad evocadora de la tradición prog-sinfónica. El cuarteto revisa cada una de las secciones insertando algunos interludios etéreos en lugares estratégicos, mientras que las secciones más fastuosas están armadas para que los diversos motivos centrales de la pieza original se realcen con una vehemencia estilizada. Algún pasaje de tenor circense añade un toque tal vez Zappiano a uno de los momentos fastuosos de esta monumental pieza. Curiosamente, el sonido del piano recién se hace notar de manera relevante poco antes de llegar a la frontera del séptimo minuto, pero una vez allí, completa las orquestaciones sintetizadas que ya están pautadas. Dicho sea de paso, tal vez tenemos aquí el mejor solo de Petrucci en todo el álbum. La sección final es manejada con mágica soltura, la misma que aterriza en unos resplandecientes efluvios de sonidos sublimes. ‘Shades Of Hope’ se encarga de explorar un sosiego contemplativo en base al meditabundo dueto de guitarra eléctrica y piano. Hay una luminosidad distinta aquí, una nostalgia que no abruma sino que va flotando taciturnamente como una nube otoñal de atardecer. Un bello tema, así de simple.
 
  

‘Key To The Imagination’ ocupa los últimos 13 ¼ minutos del repertorio oficial de “Liquid Tension Experiment 3”. Tras un preludio ceremoniosamente reflexivo que se siente como una continuación de la pieza precedente, emergen unos apuntalamientos de la dupla rítmica que asientan las bases para el inicio de otro gran ejercicio de fastuosidad progresiva donde conviven el sinfonismo, el prog-metal, el jazz-fusion, el hard rock clásico y la psicodelia. Tal como pasó en los temas #1, #2 y #4, la ley de la exuberancia dirige los caminos trazados por el colectivo junto con los momentos de destaque para los sucesivos solos que van ornamentando señorialmente a los diversos motivos. Es el final contundente y pomposo al cual apuntaba el repertoro oficial del disco. La edición doble especial incluye casi una hora de jams, cinco jams en total: sus títulos respectivos son ‘Blink Of An Eye’, ‘Solid Resolution Theory’, ‘View From The Mountaintop’, ‘Your Beard Is Good’ y ‘Ya Mon’ (el más largo con sus más de 15 ¼ minutos de duración). Los dos primeros y el último están centrados en grooves y swings jazz-rockeros, con ocasionales incursiones en modismos más pesados; en el quinto se destaca especialmente la presencia de ciertas vibraciones funky en el esquema rítmico. El tercer jam, que es el más breve con sus menos de 5 minutos y medio de duración, se basa en un motif prologar de piano muy metido en un híbrido de romanticismo e impresionismo; a partir de ahí, se delinea la vitalidad del bloque grupal, aún cuando la guitarra ocupa el rol protagónico en buena parte del cuerpo central. Por su parte, el cuarto destila un lirismo envolvente y encantador, lo más puramente sinfónico que encontramos en este segundo volumen. En conclusión, “Liquid Tension Experiment 3” es el testimonio de un gran retorno a la palestra progresiva de parte de estos cuatro maestros que conforman LIQUID TENSION EXPERIMENT. Ésta es una entidad que preserva su nervio creativo a través de (y a despecho de) los serios tiempos de pandemia que aún vivimos: lo que se prometía se cumplió, un retorno a lo grande. Un disco totalmente recomendable al 400% (un 100% por cada integrante). ¿Lo decimos otra vez? Un disco totalmente recomendable al 400%.


Muestras de “Liquid Tension Experiment 3”.-
Hypersonic: https://www.youtube.com/watch?v=OSNVo6bZGUs
Beating The Odds: https://www.youtube.com/watch?v=RJWTT35GhQc
The Passage Of Time: https://www.youtube.com/watch?v=jWP4JLUxiqY
Rhapsody In Blue [en vivo en Downey, California, 27 de junio de 2008]:  https://www.youtube.com/watch?v=Jq9I9Zyy7_k
Blink Of An Eye: https://www.youtube.com/watch?v=CfeGbAwzHKY


* La mención a Chris y Kevin ya aparece en un tema del primer álbum de LTE y en otro del álbum “Spontaneous Combustion” de LIQUID TRIO EXPERIMENT: ésos eran los nombres con los que un fotógrafo despistado llamaba a Levin y a Portnoy, incluso después de ser corregido, por lo que ambos se lo tomaron con buen humor asumiendo tales seudónimos como referencias para los títulos de sus jams a dúo.  



Wednesday, June 09, 2021

DAUDANE: la nueva sal dentro de las nuevas mareas del rock ecléctico francés.

 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Es un gusto para nosotros presentar a “Colchique”, el primer disco de larga duración del novel grupo francés DAUDANE, el cual está conformado por Stéphane “Pollux” Paulini [guitarras], Peio Erramouspe [bajo], Mikel Maille [batería], Nils Thobie [guitarras, bajo, sintetizador y canto], Perrine Feriol [flauta, saxofón y percusión], Tony Lepors [batería] y Max Holmes [canto]. Afincado en la bella localidad suroccidental de Bayona, este grupo ya había publicado un EP en abril del año 2018 con dos temas que luego formarían también parte de este disco publicado a inicios de mayo del presente año 2021. El grupo se formó en el año 2017 y ya desde sus primeros días empezaba a componer un repertorio propio, siendo así que la serie de piezas musicales que aparece en el disco aquí reseñado fue grabado a través de varias y dispersas sesiones que tuvieron lugar entre los años 2017 y 2021, en estudios ubicados en Hendaya, Labenne y Montpellier. El propio Nils Thobie, junto a Johannes Buff, se hizo cargo de la producción de sonido y de la mezcla del álbum, mientras que la ulterior masterización estuvo en manos de Benoit Bel. Lo que hayamos en “Colchique” es un muestrario versátil y enérgico de rock psicodélico con fuertes fundamentos progresivos que, empujados por su propia inquietud ecléctica, incluye elementos de post-rock, stoner y krautrock. El grupo sabe desarrollar sus usualmente bien delineados enfoques melódicos con un espíritu genuinamente aventurero. Bueno, ya es hora de cerrar este preámbulo y centrarnos en el repertorio de este álbum en cuestión. 

‘Futur Fossil’ abre el álbum con un despliegue de vigor grácil que se regodea juguetonamente en torno al encanto directo que ostentan tanto el motif central como el groove ágil motivado por la batería. Psicodelia ágil y extrovertida de tenor space-rockero que establece una dinámica contundente, siendo así que en algunos pasajes estratégicos, el conjunto decide ponerle un poco más de garra al asunto; la razón de ser de este recurso está en el deseo de motivar algo de novedad al recurrente núcleo temático en base a unas vibraciones aguerridas insertadas con perfecta fluidez. El siguiente tema del repertorio se titula ‘Escape’ y dura casi 9 ¾ minutos, resultando ser el ítem más extenso del álbum. Tras el enérgico golpe de luz instaurado por la pieza inaugural, ahora el grupo se dispone a establecer un viaje musical un poco más sofisticado. Todo empieza con unos drones de sintetizador, guitarra y flauta filtrada con efectos electrónicos, armándose un prólogo sigiloso y místico, no exento de cierta densidad. Poco antes de llegar a la frontera del segundo minuto, las baterías asientan un swing a medio tiempo que llena bastantes espacios de la ingeniería rítmica, algo que permite al bajo aportar algunos ornamentos melódicos a los ya reforzados armazones de los guitarreos. Opera aquí un híbrido de post-rock y stoner bajo un ropaje space-progresivo, el mismo que empieza a adquirir un tono lírico bien delineado poco antes de llegar a la frontera del cuarto minuto. Así las cosas, la flauta cuenta con ciertos espacios para ornamentar hermosamente el cuerpo central en más de una ocasión. En general, hay semejanzas con los paradigmas de CAUSA SUI y SOLAR CORONA, así como la faceta más árida de HYPNOS 69: sin duda, tenemos aquí un cénit del álbum. ‘Salt Of Summer’ se sostiene alternadamente sobre un medio tiempo y un swing más trepidante. En cuanto a lo estrictamente compositivo, el grupo se permite seguir explorando las dimensiones líricas del factor space-rockero que ocuparon la mayor parte del desarrollo temático de la pieza precedente. Una vez más, las ocasionales florituras de la flauta le dan una aureola especial al entramado instrumental en bloque. Con el arribo de ‘Caros’, las cosas se adentran altiva y rotundamente en un área retro donde conviven las viejas tradiciones del heavy prog y el rock duro clásico. Algún breve interludio sereno y ceremonioso apela al estándar sinfónico antes de que la última sección pesada entre a tallar sin contemplaciones, todo ello con la misión de darle una conclusión irrefrenablemente exultante a la pieza.
 
‘Targa’, con sus poco más de 8 ½ minutos, es el segundo tema más largo del álbum. Con unos acentos iniciales de flauta, el terreno está preparado para que se imponga un aguerrido swing en clave motorik con miras a que el ensamble arme un robusto ejercicio de psicodelia progresiva con ramificaciones de NEU! y los HAWKWIND de la etapa 71-73. Las intricadas marañas de las bases armónicas y riffs de las guitarras asumen un aura señorial a contrapelo de la musculatura maquinista del bloque rítmico, pero el mayor contraste se da entre el dinamismo contundente del groove y los delicados enfoques aportados alternadamente por los cantos y la flauta. En el último minuto y medio, las guitarras empiezan a gestar un poco de fastuosidad para sus intervenciones, una anticipación del solemne soliloquio que surge antes del final del tema. La dupla de ‘Alligator’ e ‘Infinite Nap’ se encarga de cerrar el disco, encarnando sendos momentos climáticos del mismo por diferentes razones. El primero de estos temas nos sorprende con un inicio marcado por un swing fusionesco de inspiración latina, algo que impulsa el armado de una semibalada donde los cantos parecen estar arreglados bajo el molde de THE BEACH BOYS. Así las cosas, el grupo alterna grooves de esta línea con otros centrados en el típico nervio rockero. Cuando hay una irrupción de traqueteos caóticos que parece venir de la nada, el grupo remodela su sendero sónico para llevarlo a través de una atmósfera misteriosa que se sitúa en una cruza de space-rock y post-rock. El vigor rockero ahora se torna enigmático y crepuscular, pero manteniendo un fragor convincente. La última instancia está marcada por una caja de ritmos y una atmósfera flotante que se va difuminando en un sugerente fade-out. ‘Infinite Nap’, por su parte, es una relativamente breve serenata instrumental de tenor pastoral, tal como lo muestra el carácter protagónico del dueto de guitarra acústica y flauta, mientras algunas capas de sintetizador se explayan en un trasfondo de ribetes cósmicos. Es un epílogo muy bello que nos recuerda un poco a la faceta acid-folk del krautrock, y, de hecho, nos hubiese gustado que durara un poco más, pero el grupo decidió darle solamente un espacio de poco menos de 3 minutos. Eso es todo y está bien como está, a fin de cuentas. 
 
Todo esto fue lo que el colectivo de NAUDANE nos brindó con “Colchique”, un muestrario de novedades vitalistas que resulta muy idóneo para mantener con solvente vigor el ideal de la música progresiva dentro del ya avanzado nuevo milenio. Francia nunca ha dejado de ser una fuente de creatividad vanguardista dentro del diverso mundo del art-rock: la oferta estética de DAUDANE es una evidencia innegable de que ello sigue siendo verdadero en nuestros tiempos. Disco muy recomendable.