Sunday, September 29, 2019

Una nueva galería para la música de JIZUE



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos el gusto de presentar el nuevo trabajo fonográfico del cuarteto japonés JIZUE, publicado a comienzos el pasado mes de julio bajo el título de “Gallery”. Con la alineación del bajista-CONTRABAJISTA Go Yamada, el baterista Shin Kokawa, el guitarrista Noriyuki Inoue y la teclista Kie Katagi, este ensamble de JIZUE nos ha brindado otra obra exquisita de jazz-rock a lo largo de este catálogo que conforma su séptima producción fonográfica. Definitivamente, el público que los ha seguido desde aquel año 2010 en que publicaron su disco debut 
“Bookshelf” se sentirá complacido con este nuevo disco, y de paso, servirá de una buena guía para los que recién los estáns empezando a descubrir. Ya el grupo es una figura importante dentro de la avanzada jazz-progresiva de su país, y las cosas seguirán siendo así si tenemos en cuenta que este disco incluye ideas renovadoras junto a otras que afianzan convincentemente su línea de trabajo habitual. El sello a cargo de la producción y distribución de este bello disco es JVC Kenwood Victor Entertainment Corp. Bueno, vamos de inmediato a los detalles del repertorio contenido en “Gallery”, ¿vale?



‘P.D.A.’ inicia el disco con unas suaves notas introductorias de piano que de inmediato abren camino a un intenso y elegante cuerpo central donde el cuarteto se explaya en una imbricación de lirismo, extroversión y exquisitez. Es como si una vieja pieza de WEATHER REPORT hubiese sido remodelada por una asociación de GOGO PENGUIN y TORTOISE mientras se añade matices math-rockeros al asunto. Incluso el uso de palmas en algunos pasajes ayuda al desarrollo temático a explotar más a fondo el potencial celebratorio que tiene muy inherente dentro de sí. Una mención especial va al modo en que el bajo y la batería articulan sus labores al unísono de sus propios juegos de cadencias individuales. Unos grandiosos primeros 4 ¼ minutos del repertorio como grandioso son también los 3 ½ minutos de ‘W’, el segundo tema del álbum. Aquí ya opera un talante más frenético en el groove básico de la pieza, la cual, sin renunciar totalmente al imperio del lirismo, hace patente su intencionalidad sonora de proyectarse hacia una maximización sistemática de las vibraciones extrovertidas precedentes. Ahora éstas se concentran en la atmósfera general de la pieza, imponiendo imágenes de una agilidad luminosa y parcialmente alimentada de tensión en la mente del oyente empático. Los siguientes 8 ¼ minutos del álbum están ocupados por la dupla de ‘River’ y ‘Different Christmas’, piezas que permiten a la banda dar nuevas vueltas de tuerca a los ambientes musicales ya instalados con interesantes variantes. ‘River’ se propone gestar una síntesis entre el lirismo de la primera pieza y la actitud intensamente dinámica del segundo, a la par que crea un modismo más refrescante por vía del empleo de la guitarra acústica. El piano sigue siendo tan vitalista como siempre pero sus efluvios se sienten ligeramente más constreñidos a fin de que la mencionada guitarra acústica pueda ejercer eficazmente su labor de contraparte a aquél. También hay un momento en el que la batería se luce contundentemente a través de un pasaje de puntaciones de bajo y batería. En el caso de ‘Different Christmas’, el grupo transita hacia un groove más sereno y practica el juego del nu-jazz pero no cambia de talante: el viraje, en efecto, no es de talante pues todavía se sienten esos aires de extroversión y dinamismo que impregnaron fehacientemente a las tres piezas precedentes, y más bien parece que esta pieza retrata la alegría de vivir como un pensamiento que evoca el jolgorio antes vivido cuando ya el crepúsculo nos anuncia que se acerca la hora de descansar. 


‘Junction’, tema que sigue fielmente los pasos de la pieza inmediatamente precedente, sí refleja un aura melancólica a través de su bello y sutil desarrollo temático. Los parajes virtuosos de la guitarra y del teclado son muy comedidos. La muy controlada vivacidad de este momento reposa en el matrimonio de batería real y ritmo computarizado, el cual exuda unos aires muy a lo Motown con retazos fusionescos. Quedan todavía tres temas, dos de poco más de 5 minutos de duración y el último, que casi completa el espacio de 11 minutos. ‘Ariake’ nos lleva a terrenos de serena contemplación introspectiva, siendo así que las sobrias series de acordes de piano y florituras de piano sirven para encauzar el enclave temático iniciado por la guitarra acústica. Tenemos aquí un repaso de la faceta introspectiva de un PAT METHENY (entre mediados de los 80s y de los 90s) combinado con. La función de ‘Rage Against The Music’ es la de vira totalmente de registro para instaurar una base hibridizada de math-rock y psicodelia progresiva dentro de un groove punk-jazzero que habrá de marcar el tipo de colorido grácilmente denso esencial para el ulterior foco temático. El grupo nos tiene totalmente atrapados en un juego de tensiones mecanicistas durante 3 minutos hasta que algunos segmentos de piano entran a tallar, no para cambiar las cosas, sino para arrojar chispazos de relampagueante fulgor en medio de un oscurantismo punzante. De hecho, se hace notar un incremento del punche en la manera en que la tríada de guitarra-bajo-batería refuerza su pulsátil neurosis. Nos toma totalmente de sorpresa… y también nos encanta. ‘Ambivalenz’ cierra el repertorio con unos aires de misteriosa grandeza, siendo así que la vuelta a las exploraciones en lo introspectivo signa a una buena proporción del desarrollo temático y de las atmósferas predominantes. Con efectos flotantes de guitarra y fraseos espartanamente minimalistas de piano, se nos pinta sónicamente un retrato de la niebla inescrutable de los rincones más oscuros de nuestra interioridad. Alrededor de la frontera del tercer minuto y medio, el grupo entra en bloque a tallar radicalmente la madera, antes pulida con contemplativo sosiego, por medio de un incendiario ejercicio de amalgamas caóticas y deconstructivas al modo del free-jazz. Ahora hay una furia donde la batería y la guitarra son las fuerzas operantes más aguerridas dentro del exquisito y señorial pandemonio sonoro que el cuarteto crea con solvente pulso. El solo de batería es brutal a través de su desafiante cerebralidad. En algún momento, el grupo decidió irrumpir a la fuerza en las casas de HENRY KAISER y TERJE RYPDAL para aprender de lo que vieron en ellas cómo utilizar el lenguaje del jazz-rock con fines exorcistas en clave avant-jazz-progresiva. Otra cosa que nos toma totalmente de sorpresa y que nos deja fascinados. El epílogo consiste en una exhibición solitaria del piano de un resumen de su parte ejecutada en la sección inicial. 

  

Todo esto fue lo que se nos brindó en “Gallery”, un disco fabuloso que congrega de manera muy ingeniosamente compacta varios recursos del jazz-rock de ayer y hoy dentro de un ideario musical del cual el colectivo de JIZUE se apropia con sus peculiares sentidos de la musicalidad y de la intensidad expresiva. La primera mitad de este repertorio se enfiló por un sendero reconocible donde la claridad melódica y el espíritu de jolgorio, con diversos matices según el momento, correinaban dentro del entramado grupal; la segunda mitad, por otra parte, osciló entre lo melancólico y lo tenso, siendo así que el extenso tema final operó como rotunda declaración de principios para dicho enfoque creativo. Posiblemente se trate de la obra cumbre de los JIZUE hasta el momento: por lo pronto, lo recomendamos al 200%. 



Muestra de “Gallery”.-

Friday, September 27, 2019

FINISTERRE: ritual de retorno celebratorio para las bodas de plata de su primer disco



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy tenemos una celebración progresivamente especial con el aniversario #25 del primer disco de FINISTERRE, una de las bandas fundamentales del revival progresivo de los 90s en su país y que se proyectó muy sólidamente para diversos públicos foráneos. El disco en cuestión era homónimo y lo sigue siendo en esta nueva versión realizada íntegramente por la misma alineación de aquel entonces: bueno, ahora recibe un título ligeramente modificado para la ocasión, el cual queda como “Finisterre XXV”. En ese año 1995, bajo la producción del sello Mellow Records, los FINISTERRE publicaron su histórico disco de debut contando con la alineación de Stefano Marelli [guitarras eléctrica, acústicas de 6 y 12 cuerdas y clásica, y voz], Sergio Grazia [flauta, guitarra eléctrica y coros], Boris Valle [piano, teclados eléctricos y sintetizadores Moog], Fabio Zuffanti [bajos de 4 y de 5 cuerdas, y voz] y Marco Cavani [batería y percusiones acústicas y electrónicas]. A su vez, el colectivo contó con las participaciones ocasionales de los siguientes invitados: Edmondo Romano (saxofones tenor y soprano, y flauta dulce), Osvaldo Loi (violín y viola), Claudio Castellini (canto), Francesca Biagini (canto), Paolo Carraffa (canto), Stefano Cabrera (cello) y Marcello Mazzocchi (batería). La edición de “Finisterre XXV” fue en CD y en doble vinilo, siendo así que esta última contó con dos canciones adicionales: una versión de ‘Harlequin’ de GENESIS y otra de ‘Refugees’ de VAN DER GRAAF GENERATOR. Esto fue todo un acontecimiento que sirvió como acicate primordial para impulsar hacia niveles estratosféricos a la ya existente generación del revivial progresivo italiano desde fines de los 80s. Un disco que mostraba una madurez y una osadía creativa únicas para una banda que recién se había formado un año antes de la compleción del disco en cuestión. Ahora, en el año 2019, más exactamente en el día 17 de mayo, el quinteto conformado por los tres integrantes fundadores Fabio Zuffanti, Stefano Marelli y Boris Valle se completa con el colega de hace varios años Agostino Macor [sintetizadores, mellotrón, órgano y glockenspiel] y el integrante de LA COSCIENZA DI ZENO Andrea Orlando [batería y percusiones]. Este quinteto remodelado se benefició de los aportes de varios invitados ocasionales, siendo dos de ellos el saxofonista Edmondo Romano y el violista-violinista Osvaldo Loi. Marco Moro colabora con partes de flauta mientras que Luca Scherani hace lo propio con el acordeón. También hay un espacio para arreglos corales de parte de una coral conformada por 4 sopranos, 4 contraltos, 3 tenores y 3 bajos. Todo empezó como una iniciativa de Zuffanti en el contexto del festival Z-Fest en la primavera del año 2017, siendo así que lo que se suponía que era una reunión parcial de los FINISTERRE originales tuvo un poco más de actividad en el año siguiente. Así las cosas, brotó la idea de volver a grabar el primer disco y retomar la esencia artística de un grupo que terminó desintegrándose a inicios del nuevo milenio.

  

Bueno, veamos ahora los detalles de este “Finisterre XXV”. La obertura ‘Aqua’ despliega una delicada serie de serpeantes bucles de piano y sintetizador al modo de un flujo acuático que se deja llevar por su propio ímpetu interior. Así las cosas, la atmósfera se asienta adecuadamente para que emerja el enérgico y polícromo tema ‘Asia’, el cual ostenta un gancho contagioso a través de sus bien calculados recovecos musicales. Los pasajes en los que se van destacando sucesivamente los armazones de los múltiples teclados, las líneas de flauta y el nervio de la guitarra eléctrica, van desarrollando una ingeniería melódica llamativa e irressistible al modo de un matrimonio entre PFM y los GENESIS de la fase 76-78. Los primeros tres minutos y pico exhiben un palaciego frenesí antes de derivar hacia una ambientación parsimoniosa de tenor cuasi-Floydiano, la cual también tendrá un espacio apropiado para su desarrollo. El fade-out del solitario piano es el final perfecto para esta pieza en tanto que se enfiló hacia lo contemplativo y lo melancólico. Cuando llega el turno de ‘Macinaacqua, Macinaluna’, el ensamble nos brinda una labor aún más profunda de explayamientos eclécticos durante un espacio de casi 8 ¼ minutos. Mientras el primer cuerpo central exhibe una muy inspirada confluencia de jazz-rock y prog sinfónico en clave aguerrida, el piano traviesamente elabora efímeros interludios con citas de los maestros MOZART y GERSHWIN. A mitad de camino, con base de piano, emerge una sección cantada en 3/4 que emite aires de vals sinfónico intercalados con otros aires cabareteros: lo ceremonioso se conjuga con lo satírico para crear un clima, a la vez, dramático y entrañable. De este modo, se arregla el campo para sembrar una amplia sección instrumental que ostenta una suntuosidad vigorosa y densa, alimentada con toques surrealistas, siempre situada dentro de un cristalino perfil melódico en las interacciones entre los instrumentos partícipes. ‘…Dal Caos’ es una pieza misteriosa de talante jazz-rockero donde el grupo juega con mecanismos de jazz experimental y ornamentos cósmicos de sintetizador, incorporando un solo de guitarra flotante al estilo Frippiano. Esta versión dura 2 minutos más que la original. 



‘ƩYN’ y ‘Cantoantico’ son los ítems más extensos del repertorio, durando el primero casi 16 ½ minutos y el segundo, poco más de 11 ¼ minutos. ‘ƩYN’ es un festín musical de gran envergadura cuya meticulosa ilación de diversos motivos y atmósferas llena nuestra cabeza de imágenes de catedrales, festivales campestres y momentos joviales en los lugares más relajados de una gran ciudad. Aquí, esta pieza se extiende un minuto más que en aquel disco de 1995. Es fácil advertir las influencias de BMS, PFM, GENESIS y PINK FLOYD, además de algunos factores jazzeros que coquetean abiertamente con el Canterbury, a través de toda esta versátil opulencia sonora. El desarrollo multitemático incluye ocasionales referencias a algunas piezas precedentes, y en cuanto al carácter orgánico de las interacciones entre los instrumentos, éste se basa en el impoluto pulso colectivo que fluye cabalmente a través de los diversos parajes de este sendero abundantemente versátil de ‘ƩYN’. Hay un pasaje coral que tiene algo de abrumador en su manera de ornamentar el pasaje de turno, pero la idea es esa misma, la de acentuar las dos últimas secciones con un fragor grandilocuente antes de que el acordeón elabore una coda cálida y envolvente. ‘Cantoantico’, el único tema cantado donde es Zuffanti y no Morelli el vocalista principal, comienza con una exhibición de pletórica ceremoniosidad donde se abre bastante campo a elementos pastoriles en medio del reinante sinfonismo. Una vez desarrollado un pequeño jam en 5/4, éste es seguido por un breve motif de tenor arábigo, algo que nos toma de sorpresa de una forma agradable, y así se instaura un enfoque renovador para el entusiasta pasaje que se desarrolla a continuación. la repetición de esta secuencia no solo permite que la idea en curso se refuerce sino también que el colorido inherente a este entramado pueda mostrar fehacientemente todos sus matices sin que nos quede la sensación de que todo pasó demasiado rápidamente. Otras secciones posteriores van alternando momentos de solemnidad otoñal con otros de grácil gozo. La lógica de la pomposidad prog-sinfónica que concretó en ‘ƩYN’ un imponente cénit vuelve a lograr lo mismo aquí. 


‘Isis’ se sitúa en medio de estas dos piezas monumentales y no pasa ni mucho menos desapercibida. Los matices etéreos elaborados por los teclados para que emerja el primer canto sustenta una atmósfera situada entre lo onírico y lo crepuscular. Tras este mágico preludio surge una sección extrovertida y colorida donde predomina el compás de 6/8 en un despliegue de vitalidad donde se cruzan el fulgor de YES y el garbo de PFM. La robustez de la dupla rítmica es manejada con suficiente soltura como para que los entramados de guitarra, flauta y teclados se desarrollen con fluida elocuencia. Una vez terminado este magnífico pasaje, el piano eléctrico, concentrado en flotantes cadencias de inspiración jazzera, emerge para crear de a pocos una atmósfera sosegada e introspectiva, la misma que ha de impulsar la gestación y el ulterior asentamiento de la última sección del tema. Ésta ostenta un tenor patentemente reflexivo, aunque todavía vibran en él destellos del delicioso vitalismo que antes había signado al entusiasta pasaje intermedio. Es como si la alegría antes predominante se apartara un poco del paisaje musical sin desaparecer del todo, dejando que el telar de la serenidad contemplativa elabore las capas con las que se ha de cubrir el cierra de la pieza. ‘Phaedra’ dura aquí poco menos de 8 ½ minutos (en el disco original, se ajustaba a los 7 minutos) da generosos espacios protagónicos a la guitarra, y de hecho, son sus electrizantes rasgueos los que inician la pieza. Tras un prólogo contagiosamente extrovertido, el tema transita a una atmósfera ceremoniosa que ya nos resulta familiar en cuanto a su enfoque estilístico: sinfonismo impregnado de detalles bucólicos y encuadrado en un diagrama académico donde cogobiernan el romanticismo y el impresionismo a través de los filtros de PFM y GENESIS. El inicial motif extrovertido vuelve con todo para los tres últimos minutos, creando así una aureola vitalista rotunda a través de la imponente elegancia grupal. El final del disco se inicia cuando todavía no se evapora el eco del último golpe de gracia del ensamble en pleno: el epílogo es una réplica de ‘Aqua’ de un minuto y medio de duración donde se incorpora texturas de guitarra y ornamentos percusivos a la inicial dupla de piano y sintetizador. En el disco original, ‘Phaedra’ no desembocaba en un reprise de ‘Aqua’, sino que terminaba con una sostenida orquestación de sintetizador y un efecto de explosión.
              

Esta labor de revalidación y remodelación del importante legado que nos dejó el primer álbum de FINISTERRE ha sido emocionante, efectivo y muy bien logrado. El próximo paso para Zuffanti y varios de sus colegas presentes en esta labor de aniversario musical es el de resucitar a LA MASCHERA DI CERA con miras a crear un nuevo álbum para el próximo año 2020: así está anunciado en las páginas de Facebook del grupo y del propio Zuffanti, quien también publicó su más reciente disco solista en la primera mitad del presente años 2019. Bueno, todo eso ya será materia de otros asuntos a ser tratados en algún momento futuro, así que nos constreñimos a lo que hemos escuchado y apreciado en “Finisterre XXV”, siendo así que este ítem recibe nuestro veredicto sumamente favorable del mismo modo que el “Finisterre” originario lo recibió en su tiempo. Este disco es, ante todo, una gloriosa y entrañable fiesta de aniversario para un clásico indiscutible del rock progresivo de las tres últimas décadas. ¡Aleluya a estos dioses de la escena progresiva italiana!


Muestras del “Finisterre” de ayer y hoy.-
Macinacqua, macinaluna [1995]: https://www.youtube.com/watch?v=uB_bzvQOMnk
Phaedra [2019]: https://finisterreprog.bandcamp.com/track/phaedra


Wednesday, September 25, 2019

JOUIS: sangre joven para el andamiaje mental retro-progresivo



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos a un grupo británico asentado en la localidad de Brighton que se llama JOUIS, el mismo que acabamos de descubrir hace muy poco por motivo de su segundo trabajo fonográfico “Mind Bahn”, publicado en formato de vinilo por por el sello None More Records a inicios del pasado mes de mayo. La alineación que gestó este disco está compuesta por Joe Woodham [canto, bajo y guitarras], Louis Pavlo [canto, teclados, sintetizadores y piano] y Adam Johnson [canto, batería y percusiones].  Su línea de trabajo se asienta fluidamente bajo las coordenadas del retro-prog de línea Canterbury y la psicodelia de fines de los 60s, además de algunos generosos elementos de jazz-rock que emergen por aquí y por allá. Pero bueno, el factor Canterburyano es el predominante en el ideario estético de JOUIS, algo que sitúa al trío en la misma provincia progresiva donde residen sus compatriotas de LOST CROWNS y MAGIC BUS. Con todo, el predominio de esquemas sonoros delicadamente refinados, muchas veces insertos en atmósferas y capas ensoñadoras desde las cuales se arman los entramados de la mayor parte de sus composiciones, pone a este trío también muy cerca de bandas de otros lares como son NEEDLEPOINT y THE WINSTONS. El disco que ahora reseñamos sucede a “Dojo”, el cual data de noviembre del 2014, aunque el grupo ya había publicado otras cosas antes en su blog de Bandcamp: el single “Yellow Meadows” a inicios del 2010, y el EP “Kaleidoscopic Psychotropic”, en octubre del año siguiente. El grupo comenzó sus días como quinteto con dos guitarristas pero, una vez idos ambos, el bajista Woodman se quedó a cargo de tocar también las guitarras, y es con esta logística tripartita que los JOUIS nos han brindado este bello disco.


El repertorio de “Mind Bahn” comienza con ‘Collapse Rewind’, pieza que dura poco menos de 3 minutos pero que halla en este espacio relativamente breve una manera de expandir unos colores musicales eficaces y llamativos. Navegando grácilmente sobre un medio tiempo en una especie de híbrido entre la psicodelia retro y el nu-jazz, el ensamble nos brinda un ejercicio de jovial serenidad donde las armonías instrumentales elaboradas por el teclado crean una atmósfera contemplativa penetrada por una aureola alegre. Con la dupla de ‘Sinking Statues’ y ‘Wiltons Green’, el trío se dispone a expandir su paleta sonora en un espacio de poco más de 6 ½ minutos. La primera de estas canciones es más ágil en su swing que la que inició el álbum, e incluso elabora un armazón rítmico un poco más complejo, aunque sin llegar a lo abstruso. De hecho, la batería decide explorar un groove al estilo de THE ZOMBIES mientras que las labores de los teclados y la guitarra obligan al desarrollo temático a absorber influencias de los CARAVAN de los dos primeros discos y de los SOFT MACHINE del primer disco, junto a algunas resoluciones ingeniosas al modo de CRESSIDA. Por su parte, ‘Wiltons Green’ suena a una labor arqueológica en busca del eslabón perdido entre el periodo 1967-8 de THE BEATLES y el primer disco de los ya mencionados CARAVAN. El cuarto tema del disco es el más extenso del mismo con sus casi 7 minutos de duración y se titula ‘Turtle’, erigiéndose como uno de los momentos cumbre del repertorio aquí contenido. El desarrollo temático se pasea ágil y fluidamente por los parajes luminosos y parcialmente densos que encauzan a la primera mitad de la pieza, así como por otros más dispersos donde se encuadra la segunda mitad. El groove general se enfila muy sólidamente sobre un paraje amable y cautivador con un pulso perfecto, siendo así que los ornamentos rítmicos que entran a tallar en ciertos momentos estratégicos ilustran fehacientemente el nivel de vitalidad que cabe esperar de la sutilmente compleja estrategia progresiva que el grupo ha forjado para sí. ‘Cat’ cambia totalmente de registro: se trata de una hermosa pieza de piano solo, una sonata que se sitúa cómodamente en los estándares conjugados del impresionismo y de la cámara contemporánea. Los ocasionales factores disonantes que a veces emergen durante el desarrollo temático realzan las sobrias flexiones melódicas que el piano dibuja con diáfano virtuosismo. 

‘Cloud Plough’ es otro tema notable del álbum. Con un breve prólogo de guitarra acústica sobre un trasfondo de efectos de viento, el trío se prepara para elaborar una nueva vuelta de tuerca a sus indagaciones jazz-progresivas con añadidos matices de folk-rock. En cuanto a este detalle específico, apreciamos un interesante híbrido entre lo Yessiano y lo Caravanesco mientras la dupla rítmica se hace cargo de impulsar un swing sofisticado al asunto. El epílogo bucólico de guitarra acústica redondea todo perfectamente. Como indicamos antes, un cénit innegable del disco. Reemplazando el fulgor dominante en el tema precedente por algo más otoñal, ‘Medievil’ – el segundo ítem más largo del disco con sus poco más de 6 ¼ minutos de duración – establece un talante más ceremonioso y, a la vez, una expansiones musicales más ambiciosas. Comenzando con un groove bluesero sobre el cual se instalan unas capas bien amalgamadas de teclado, guitarra y bajo con una etérea densidad psicodélica, una segunda sección deriva hacia un ejercicio de melancólico lirismo bajo la guía de la guitarra. A mitad de camino cambian las cosas con una arquitectura compleja que alimenta con renovadora gracilidad a una ambientación que ahora se ha vuelto totalmente extrovertida y que hace gala de su juguetona extravagancia. La cuarta y última sección se enfila hacia un swing jazz-progresivo que se acerca más a unos FINNFOREST o unos FINCH, tal vez con algún tinte a lo HATFIELD AND THE NORTH como remanente. La fuerza de carácter con la que se redondea los contundentes instantes finales de esta pieza la convierten en la cima absoluta del álbum, así, de forma directa y definitiva. ‘Beachcomber’, en contraste abierto con la soberbia extravaganza desarrollada en ‘Medievil’, expone un breve ejercicio de espiritualidad meditabunda pastoril, siendo una balada con base de guitarra acústica y piano eléctrico dentro de una maraña sonora muy tenue. Todo concluye con ‘Effloresce’, tema que recoge buena parte de la magia antes exhibida en ‘Cloud Plough’ y en las canciones #2 y #3, siendo así que la mezcla de deleite contemplativo y dulce melancolía se dan la mano en los arreglos vocales, mientras que la ingeniería instrumental se sostiene sobre la dialéctica sostenida entre el nervio de la guitarra y la luminosidad primaveral de los teclados. La batería, por su parte, llena espacios sin hacerse nunca abrumadora. Qué pena que esta canción no dure más allá de los 4 ¼ minutos que le otorgó el grupo, pues es muy llamativa, pero así son las cosas.   



Como bonus track del disco, asequible solamente como download desde el blog de Bandcamp del grupo, aparece ‘Sinking Statues (Flying Mojito Bros Refrito)’, que es una versión ampliada del segundo tema del álbum con un groove electrónico al modo del trance, siendo utilizado este recurso con oportuna sobriedad. “Mind Bahn” es un disco refinado y repleto de magia sónica, revelando a unos JOUIS que saben funcionar muy bien como un trío a la hora de crear, arreglar y ejecutar sus ideas musicales. Pocas veces se muestra la vertiente retro-progresiva con tanto músculo mientras se regodea en su potencial para gestar esquemas sonoros fastuosos y cristalinos: este grupo da sangre joven y potente al andamiaje mental progresivo de nuestros días. Totalmente recomendable para los fans acérrimos de la música progresiva de ayer y de hoy.


Muestras de “Mind Bahn”.-

[Dedicamos esta reseña a Rodrigo Alfaro, uno de los locutores del programa radial Música Progresiva Grupo Catarsis, en sincero agradecimiento por habernos presentado este grupo en la noche del 19/9/19.]

Monday, September 23, 2019

Un debut a lo grande con DE LORIANS y su jovial visión retro-Canterburyana



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de presentar una de las sorpresas más agradables y motivadoras de la producción musical progresiva del año 2019: se trata del disco homónimo de debut del quinteto japonés DE LORIANS, el cual cultiva una ágil confluencia de Canterbury, paradigmas Zappianos, psicodelia y jazz experimental de los 60s-70s. El grupo en cuestión se formó a mediados del 2016 y ahora, desde fines de julio pasado, tiene su debut fonográfico publicado por el sello Beyond Beyond Is Beyond Records, tanto en CD como en vinilo. Siendo un grupo joven cuyos integrantes tienen edades que oscilan entre los 22 y 27 años, es estimulante que todavía hay campo para la frescura y el ímpetu juvenil dentro del actual escenario progresivo mundial. Los miembros de DE LORIANS son Takefumi Ishida [saxello, saxofón alto eléctrico, saxofón barítono, sintetizador, guitarra eléctrica, voz y percusión], Soya Nogami [guitarra eléctrica, voz y didgeridoo], Hyozo Shiratori [piano eléctrico, órgano, sintetizador, Theremin y voz], Genki Goto [bajo, cello y voz] y Syzeuhl Meme Joyer [batería y percusión]. En algunas ocasiones se dan la participaciones invitadas de Wakana Ikeda a la flauta y de Takefumi Ishida a la percusión adicional. Por lo que hemos apreciado en el repertorio de “De Lorians”, nos ha quedado claro que el grupo ha requerido solamente poco más de media hora para demostrar fehacientemente lo mucho que puede aportar a la actual escena musical progresiva tanto en la vanguardia de su país como en el gran teatro del mundo. Este grupo encarna la contraparte japonesa a los italianos de HOMUNCULUS RES y, hasta cierta medida, también los estadounidenses de MOON MEN, aunque con un perfil más decididamente jazz-progresivo que el de estos últimos. El arte gráfica es una delicia retro al modo de las ilustraciones propias de un cómic pero con acento psicodélico: la autoría es de Jan Bugaray. En cuanto al disco en sí, no nos hubiese molestado para nada que el disco durara un poco más, pero con lo que hay ya tenemos algo realmente excelente y portentoso. Veamos ahora los detalles de este disco en cuestión, ¿vale?


Los primeros 6 ¼ minutos del disco están ocupados por ‘Daytona’, pieza diseñada para homenajear los legados de SOFT MACHINE (etapa de los discos cuarto y quinto), HATFIELD AND THE NORTH y al FRANK ZAPPA de “Hot Rats”, añadiéndose algunos ornamentos sutiles de space-rock en medio del ostentosamente sofisticado meollo instrumental que los músicos elaboran en sus diálogos y complementaciones. La fluidez que se expresa en las diversas intervenciones de los teclados, la guitarra y los vientos halla el asentamiento adecuado en los ágiles acoplamientos que realiza la dupla rítmica a lo largo de esta pieza. Una estupenda entrada del álbum que es sucedida por un no menos estupendo segundo tema que se titula ‘Magso’. Tras un pasaje prologar signado por una sobria gravedad arropada por ciertos aires otoñales, surge un cuerpo central que nos vuelve a remitir a la encrucijada entre SOFT MACHINE y FRANK ZAPPA: este cuerpo central se abre y se cierra con un fulgor exaltado, desarrollándose en el intermedio un relativamente extenso pasaje de cuidada serenidad. Cuando llega el turno de ‘A Ship Of Mental Health’, el grupo acomete la edificación de surrealistas climas saltarines que nos remiten a esa mezcla de virtuosismo musical y humor que ZAPPA transmitió muy bien en su emblemático “Lumpy Gravy”. Tampoco faltan los guiños a esos tiempos del underground psicodélico de fines de los 60s, pero siempre con esa gracilidad convincente y fulgurosa propia del discurso del jazz-rock (se nos vienen a la mente los referentes de COLOSSEUM y CATAPILLA a la hora de apreciar las triangulaciones de saxo, batería y bajo que tienen lugar). Los dos primeros temas del disco nos asombraron sobremanera, mas la vitalidad traviesa y señorial de ‘A Ship Of Mental Health’ le convierte en un primer cénit decisivo del repertorio. Mostrando cercanías estilísticas con los SOFT MACHINE del segundo álbum, los EGG del primero y los legendarios franceses MOVING GELATINE PLATES, ‘Gomata’ saca buen provecho de su dinámico groove en 5/4: a pesar de que solamente dura 2 minutos, su vitalismo contagioso emana la vibración de muchas cosas dentro de su restringido espacio. Ojalá durara un poco más, pero bueno... así son las cosas.


‘Roccotsu’, el quinto tema del disco, se focaliza en una ambientación reflexiva; ‘Roccotsu’ comienza con un swing bastante lento, alevosamente lánguido, para luego abrirse a otro más ágil donde opera un espíritu celebratorio, al modo de una fiesta organizada para celebrar las glorias de los viejos tiempos. ‘Himalia’, al igual que la pieza precedente, tiene un comienzo sigiloso y, posteriormente, deriva hacia un dinamismo más suelto y volátil. De hecho, el momento de garra diseñado para esta pieza nos remite también al estándar de EGG con añadidas alusiones al paradigma de NUCLEUS. El muy breve ‘Daytona – Reprise’ (dura poco más de medio minuto) contiene una remodelación de part de su motif central en clave ceremoniosa y crepuscular; de esta forma, se prepara el terreno para el arribo de ‘Toumai’, la pieza encargada de cerrar el álbum. La línea de trabajo expuesta en ‘Toumai’ se inicia con una majestuosa y calculadamente densa explosión del ensamble entero, una obertura efímera que abre campo a un groove complejo y diverso que se expande a través de una ilación de enclaves expresionistas que nos devuelven al paradigma de los SOFT MACHINE de la fase 71-72 con elementos añadidos de HATFIELD AND THE NORTH y los EGG del último disco. En las alternancias entre pasajes extrovertidos e introvertidos (siendo aquéllos mayoritarios en cuanto al espacio de desarrollo del que gozan), el colectivo de DE LORIANS gesta una muy inspirada síntesis de los elementos esenciales de todo el repertorio precedente. Con una retoma del prólogo y una nueva vuelta de tuerca a uno de los motifs introspectivos, el grupo da por concluida a la pieza y también cierra con broche de oro al disco. Debemos anotar los nombres del disco “De Lorians” y de este ensamble DE LORIANS en nuestras agendas melómanas, pues sin duda, tenemos aquí a una de las más sensacionales revelaciones progresivas del año 2019. Nos ha impresionado muchísimo este disco, el cual recomendamos al 200% a todos los amantes de la música retro-progresiva hecha con punche, gran sentido de los colores musicales y fresco virtuosismo. Estupendas cosas nuevas emergen de Japón.


Muestras de “De Lorians”.-

Friday, September 20, 2019

HELIUM HORSE FLY: rebosante esplendor de la vanguardia belga del momento



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

En esta ocasión presentamos al grupo avant-progresivo belga HELIUM HORSE FLY por motivo de la reciente publicación de su nuevo trabajo fonográfico “Hollowed”: más exactamente, a mediados del primer mes del presente año 2019. Se trata de su segunda producción tras el homónimo álbum de debut que data del año 2013 (antecedido éste por dos EPs que datan de los años 2010 y 2011, respectivamente). Su conformación consta de Marie Billy [voz], Stéphane Dupont [guitarra, teclados y coros], Dimitri Iannello [bajo] y Gil Chevigné [batería]. Para el primer tema del álbum, el cuarteto contó con la colaboración de Bertrand de Lamalle al saxofón alto. Este conjunto afincado en la bella localidad de Lieja cultiva un enfoque musical donde confluyen el post-metal, el rock-in-opposition, el noise-rock y la faceta oscurantista de la psicodelia progresiva, todos ellos dentro de un núcleo central donde se da prioridad a los dos primeros de esta lista de recursos estilísticos. Para decirlo de otra manera, este grupo funge como eslabón perdido entre BENT KNEE y RUSSIAN CIRCLES con elementos de la faceta más árida de THE ORVALIANS, además de precisas afinidades con los legendarios SLEEPYTIME GORILLA MUSEUM, los KAYO DOT de la fase 2006-10 y el paradigma de ZEVIOUS. Permítasenos adelantar que nos ha parecido fascinante el ingenio que tiene esta banda para presentar a la oscuridad tortuosa del alma con un perturbador encanto, pero bueno, ahora mismo vamos a los detalles de este disco que ahora tenemos en nuestras manos. 


El repertorio de “Hollowed” comienza con la intensa y misteriosamente dramática canción ‘Happiness’, canción impregnada de nieblas densas sobre un desconcertante groove celebratorio. Aunque la primera mitad ostenta un porte tentativo en lo referente a los arreglos rítmicos, ya la densidad noctámbula y hambrienta hace acto de presencia con una voracidad inquietante. Las repetitivas líneas de bajo acuchillan las persistentes nubes de solipsista rabia que se imponen de parte de la guitarra... y cuando se arma un compás reconocible, ya advertimos que no solo se trata de la segunda sección de la canción sino que su estructura específica era la pauta para la canción como un todo orgánico. Luego sigue ‘In a Deathless Spell’, que es la pieza más extensa del álbum con sus más de 14 ¼ minutos de duración, un prodigio de ilaciones de diversas atmósferas cuyo inquietante vitalismo se resuelve a través de unos incansables descalabros neuróticos que van armando, desarmando y rearmando sus esquemas mientras avanza la pieza. Todo comienza dentro de una atmósfera grisáceamente ensoñadora, al modo de una calma triste que parece proceder de una catarsis: todo está muy contenido aquí por un rato, como penetrado por una misteriosa reflexión que, por el momento, logra esconder su angustia intrínseca. Pero ya llega el momento esperado, el momento en el que la furia rockera sale al frente para sacudirse de encima la promesa del amanecer y exorcizar a las sombras. El vitalismo focalizado de los rasgueos de la guitarra van a un efectivo contrapelo con la labor exuberante de la batería. A mitad de camino, todo se detiene para que la guitarra emane unas espartanas notas que dejan que los silencios ocupen el rol protagónico, pasando poco a poco al armazón de una nueva sección misteriosa y reflexiva. La sección final ostenta una densidad belicosa en medio de las columnas sonoras de la guitarra y la batería: suena un híbrido de KING CRIMSON, PRESENT, ZEVIOUS y BENT KNEE mientras una coral femenina anuncia la apertura de las grandes puertas del Limbo. Un momento cumbre del álbum como también lo es ‘Algeny’, la canción que viene a continuación. Aunque su desarrollo temático es menos complejo que el de ‘In a Deathless Spell’, su vitalismo siniestro se encuadra en una ingeniería de contrastes entre los pasajes parcos y los dramáticos. Es como una idea perdida de BJÖRK que fue remodelada por un combo de músicos de RUSSIAN CIRCLES y MOGWAI bajo la dirección artística de los integrantes de la dupla rítmica de los BENT KNEE. 

Un cénit sucede a otro para desarrollar un paulatino distanciamiento de las agitaciones desafiantemente juguetonas con las que nos habían gratificado los continuos retazos de musicalidad neurótica de ‘Happiness’: el trayecto musical trazado para este disco ha virado hacia una exaltación desosegada y muscular de lo oscuro y lo inescrutable. Y ahora es el momento del instrumental ‘Progeny’, el cual se centra en el muy estilizado entramado de arpegios armado por la guitarra, su talante etéreo y su atmósfera galante nos remiten a la faceta más introspectiva de unos MONO pero con un enfoque un poco más rudo. El núcleo temático es sobrio, aferrado a su propio lirismo con el propósito de insertar una motivación momentánea para la calma en medio de tantos tránsitos gobernados por la lógica de la inquietud. Siendo como es una pieza con personalidad propia y con una belleza envolvente, su mayor función es la de preparar el terreno para el arribo del segundo tema más largo del disco: ‘Monochrome’. Esta pieza tiene como misión crucial el llevar los recursos de siniestra fastuosidad que antes se habían explayado a lo largo de la secuencia de los temas #2 y #3 hacia un viraje un poco más controlado en lo referente a la expresividad de la tormenta anterior. Para los primeros tres minutos y medio, la sección inicial se mueve por un camino sereno e introspectivamente circunspecto, siendo sucedida por un intermedio instrumental furioso, que no intrépido. Así las cosas, el factor circunspecto regresa al poco rato pero con un nuevo talante que evidentemente se alimenta del impacto del antes mencionado interludio. El vigor rockero que se impone tras el breve pasaje cantado se asienta sobre un ceremonioso groove signado por un esquema rítmico complejo: en algún momento se da un parón para permitir la interferencia de un puente minimalista, el mismo que sirve para volver a un momento de furia desde el cual se habrá de impulsar la acción del epílogo de la canción. En fin, la coda del álbum llega de la mano de la breve pieza ‘Shelter’ (no llega a completar el espacio de 2 ½ minutos), la cual exhibe un lirismo sosegado e intimista, una exposición de la calma espiritual que se contempla a sí misma tras haber pasado por un ciclo de tormentas del interior y del exterior. El hecho de que las últimas palabras que emite Maire Billy no cuenten con el apoyo de la guitarra realza el carácter solitario de esta canción de cierre: el espíritu quiere seguir ensimismado en su autocontemplación mas ya no quiere dar testimonios adicionales al respecto.

  

Todo esto es lo que el colectivo de HELIUM HORSE FLY nos ha brindado con el catálogo de canciones que conforman “Hollowed”, un disco denso, oscuro y misterioso que encarna una manera muy interesante de infundir una energía genuina y apasionada a la vanguardia progresiva del momento. Vale la pena seguir la pista a esta banda, la cual nos da muchas evidencias de lo que tiene dentro de sí para enriquecer a la vanguardia belga (y a la europea, en general) del momento.


Muestras de “Hollowed”.-
In A Deathless Spell [en vivo en el Blend Studio, febrero del 2019]: https://www.youtube.com/watch?v=Jjx_lsXa9Dg
Monochrome [en vivo en el Blend Studio, febrero del 2019]: https://www.youtube.com/watch?v=56VJq0iWkkY
  

Tuesday, September 17, 2019

Los nuevos datos en el disco duro jazz-progresivo de FEAT. ESSERELÀ



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Aquí tenemos el nuevo disco del trío italiano de música avant-jazz-progresiva FEAT. ESSERELÀ, titulado “Disco Dooro” y publicado en el primer día del pasado mes de junio: la asociación de los sello fonográficos Joe Frassino Records (del propio grupo) y Lizard Records se hizo cargo de la publicación y la distribución de este ítem, uno de los más osados e interesantes dentro de la producción progresiva italiana del presente año 2019. Este ensamble boloñés conformado por Lorenzo Muggia [batería, celular, caja de ritmos, voz y coros], Renato Minguzzi [guitarras eléctrica y acústica, y cortos] y Francesco Ciampolini [piano, sintetizadores, bajo sin trastes, voz y Lauto tune] se luce nuevamente con la exhibición de piezas aventureras, ágiles y, en su amplia mayoría,  cálidamente extravagantes que conforman el repertorio de “Disco Dooro”. Cuatro años han pasado desde que este grupo nos sorprendiera gratamente con su álbum debut “TUORL”, y ahora nos muestra su evolución estilística con solidez y consistencia. Son once temas en total, siete de los cuales oscilan entre los poco más de 6 minutos y los poco menos de 9 minutos de duración. El trío contó con las participaciones invitadas de los cientistas Lorenzo Musca (saxo tenor), Dario Nipoti (trompeta) y Michele Tamburini (saxo barítono). También hay en el disco ocasionales colaboraciones vocales de PPT1, Arty Party, MuCe, el ensamble coral de Francesco Ciampolini, Renato Minguzzi, Lorenzo Muggia, y narraciones a cargo de Francesco Ciampolini. Por último, cabe anotar que el trío también ha usado, por aquí y por allá, citas y samplers de piezas de KŌJI KONDŌ, FRANK ZAPPA, DIZZY GILLESPIE, GIOACCHINO ROSSINI y una canción folclórica anónima de Bulgaria. Hay muchos detalles sonoros que el grupo utiliza con las grandes dosis de creatividad y frescura que le caracterizan dentro de su propuesta híbrida de prog vanguardista y jazz-rock contemporáneo. Bueno, pasemos ya a los detalles de “Disco Dooro”, ¿vale?


La miniatura de un minuto y cuarto ‘Lauto Grill’ abre el disco como un anuncio radial acompañado de un arreglo coral propio de las propagandas radiales de los años 50s, preparándose así el camino para la emergencia de ‘Kajitemeco’, una poderosa pieza que exhibe un vital ejercicio de jazz-rock sobre una base funky y con ciertos ornamentos progresivos a lo largo del camino. Los mundos de NIACIN, NATIONAL HEALTH y BRAND X se conjugan dentro de un vitalismo muy marchoso que resulta altamente contagioso. Un solo guitarra que emerge en el camino nos remite a un híbrido de Al Di Meola y John Goodsall. Poco antes de llegar a la frontera del cuarto minuto, todo vira radicalmente hacia atmósferas electrónicas que operan con un groove envolvente al estilo del nu-jazz pero con simpáticos matices de pop electrónico. El virtuosismo de la guitarra sirve para llenar de calidez al nuevo y definitivo enclave sonoro. ¡Qué buen tema de entrada que nos ha dado este trío! ‘Servi Della Kepla’ sigue a continuación para llevarnos hacia un territorio musical más lírico y relajado, portando mucho del bagaje extrovertido y colorido que se plasmó en la pieza precedente. El piano ocupa un rol particularmente relevante para el armazón del cuerpo central: tenemos aquí un ejercicio jazz-progresivo signado por un abundante refinamiento, no muy lejano de los paradigmas de otros grandes nombres contemporáneos de otros países como JIZUE y MIDNIGHT SQUARED. El impacto del inusual esquema rítmico en el bloque instrumental global y el incremento de energía expresiva a mitad del camino operan como impulsos esenciales para el paulatino aumento de fulgor en el esquema sonoro en curso. La última sección cambia las reglas de juego para centrarse sobre un swing intrépido que se arroja a sus propias deconstrucciones internas, notoriamente al modo Zappiano (etapa entre fines de los 70s y mediados de los 80s), pero también estableciendo nexos con el jazz-prog de sus compatriotas de ACCORDO DEI CONTRARI y D.F.A. ¡Esto cada vez se pone mejor! He aquí un cénit fundamental del disco y todavía no hemos completado el primer cuarto de hora del mismo. La dupla de ‘Sahara…’ y ‘… Svegliatti È Primavehera’ nos muestra al trío explorando, en primer lugar, un homenaje simultáneo a los modelos respectivos de BRUFORD y los SOFT MACHINE de la etapa 72-74, y más adelante, desarrollando una nueva vuelta de tuerca al jazz-rock contemporáneo con tonalidades progresivas. En este último sentido. ‘… Svegliatti È Primavehera’ sigue claramente la pista dejada por la primera mitad de ‘Kajitemeco’. El grupo organiza el cuerpo central dando un lugar importante a los juegos de síncopas: parece que la batería es quien dirige al bloque sonoro mientras alterna momentos en que se empareja con la guitarra o el teclado y otros donde gesta impactos con los otros dos instrumentos a la vez. Algún leve coqueteo con el math-rock en ciertos pasajes ayudan mucho a enfilar la polenta incandescente inherente a la pieza. 



A continuación llega el turno de otra dupla fabulosa, la de ‘La Nascita Di Lodovico Svarchi’ y ‘Lodovico Svarchi’. La primera de estas piezas es una miniatura que despliega una traviesa arquitectura electrónica al modo de una alocución celebratoria hecha por robots. Muchas imágenes dadaísta-futuristas surgen en nuestra cabeza en menos de medio minuto, pero ‘Lodovico Svarchi’ pone la cuota de ceremoniosidad y señorío cuando su primer cuerpo central se enfoca en un motif grave y sereno, oportunamente ornamentado por el saxo tenor. Un segundo motivo emerge para poner un poco de nervio al asunto, aunque en realidad se trata de un puente hacia la muy marchosa tercera sección. Ahora contando con un ensamble de bronces como apoyo, el trío se embarca en un nuevo viaje por los derroteros de los inmortales WEATHER REPORT mientras le añade cromatismos extrovertidos a un encuadre entusiasta y expansivo (muy a lo D.F.A.). La vitalidad desnuda que busca alimentarse de la luz del verano y las cálidas brisas primaverales es quien regula los inicialmente sobrios despliegues celebratorios que elabora el trío; cuando éstos se intensifican, el terreno está listo para hacer brotar el solo de guitarra más explosivo de todo el disco. El epílogo libera algo de la tensión precedente mientras preserva buena parte del nervio que se impuso con toda naturalidad. ¡Otro cénit del disco! ‘Popoloto’ se caracteriza por establecer una síntesis de las atmósferas y grooves predominantes en los temas #3 y #5, permitiendo al trío exhibir por enésima vez su gran talento para fusionar lo jazzero y lo progresivo con fortaleza y refinamiento en simultáneo. También hay un empleo de recursos psicodélicos en varios pasajes, ora misteriosos, ora densos, que van surgiendo mientras el desarrollo temático se regocija en dejarse electrizar por el vigor enérgico de su propia multivocidad. ‘La Fine Di Lodovico Svarchi (Fake Title, See Notes)’ solo dura 4 segundos y consiste en un solo golpe de batería, teclado y guitarra, solo eso y su muy conciso eco. Durando poco menos de 6 ½ minutos, ‘[…]Aio’, exhibe la última instancia de frenesí extrovertido y jovialidad refinada del disco, instaurando con ello su punto culminante definitivo. Para ello, el trío elabora una estrategia sónica que imita la robustez contundente que ya hemos apreciado antes, y de paso, abre caminos diversos para los lucimientos alternados de la guitarra y el sintetizador. De hecho, tenemos aquí el solo más impresionante de sintetizador del repertorio. Los mundos de la CHICK COREA ELEKTRIC BAND, CAB y ACCORDO DEI CONTRARI se han fusionado dentro de una amalgama musical tremendamente cohesiva. Genial, ¡genial!  


  

Paradójicamente, el título de la pieza que cierra el álbum es ‘Intro (By Intronyo)’, el cual sigue fielmente la línea de NIACIN por casi 2 ¾ minutos, antes de que suene un leve tosido y se prolongue un silencio total de 3 ½ minutos. La instancia final del tema y el disco es un mensaje de despedida como si estuviese terminando la transmisión radial de un evento público.  Todo esto es lo que nos ha brindado con su segundo disco el colectivo triádico de FEAT. ESSERELÀ, un grupo que recientemente disfrutó de la experiencia de su primera gira japonesa y que ya está preparando para este 25 de setiembre que viene su concierto de celebración del 10mo. aniversario de su fundación. “Disco Dooro” reactiva de manera formidable el disco duro de la actual escena jazz-progresiva de Italia y del mundo entero. Recomendamos al 500% este gran disco de FEAT. ESSERELÀ.

Sunday, September 15, 2019

TONY BANKS: música de cámara en cinco jornadas



HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy presentamos el tercer disco de música de cámara de TONY BANKS, a quien conocemos como el perpetuo teclista, ocasional guitarrista y más prolífico compositor de GENESIS: el disco en cuestión se titula “Five” y fue publicado el 23 de febrero último por el sello BMG. Este ítem fonográfico sucede a “Seven: A Suite For Orchestra” (2004) y “Six Pieces For Orchestra” (2012), y de hecho, BANKS no tenía en mente específicamente que este disco que tenemos en nuestras manos contuviese cinco piezas, pero al final, no pudo evitar que ésa fuese la cantidad de ítems de su repertorio, y cómo no, tampoco pudo evitar que el propio título “Five” se impusiera por sí mismo. Así que, en este caso, tenemos una secuencia involuntaria de cantidad decreciente de composiciones académicas. Las primeras ideas musicales de lo que luego pasó a ser el desarrollo del repertorio completo de “Five” emergieron de la comisión que se ofreció al buen TONY para que compusiera una pieza de cámara de 15 minutos para el Cheltenham Music Festival de julio del 2014, siendo la decimoséptima edición del mismo y con una orquesta dirigida por Meurig Bowen. BANKS adoptó la estrategia de acoplar y armonizar varias piezas breves que ya tenía a medio desarrollar: el resultado fue ‘Arpregg’, la cual, tras algunas remodelaciones ulteriores para las secciones más fastuosas, se rebautizó como ‘Prelude to a Million Years’, a la sazón, la pieza de apertura de “Five”. En este disco, nuestro compositor de interés contó con el soporte de la Orquesta y Coro Sinfónico Nacional de la República Checa, siendo así que el director Nick Ingman no solo guio al ensamble de cámara con su batuta, sino que también ayudó a BANKS a perfeccionar varios matices, cadencias rítmicas y atmósferas de las cinco piezas aquí incluidas. Su labor en ‘Prelude To A Million Years’ fue muy valorada por BANKS y por ello lo acogió como su socio en cada paso del camino de realización integral de “Five”. También se destaca en varios momentos las intervenciones de los solistas John Barclay [corneta y trompeta], Martin Robertson [saxofón y duduk], Frank Ricotti [percusión] y Skaila Kanga [arpa]. A lo largo de todo el disco, BANKS toca piano y también algo de celesta, algo que no sucedió en los dos discos de cámara precedentes (de hecho, no toca nada en “Six Pieces For Orchestra”). Bueno, veamos ahora los detalles específicos de este nuevo repertorio orquestal del maestro BANKS.



‘Prelude To A Million Years’ (con un título tomado de la novela gráfica de Lynd Word) comienza con capas masivamente ceremoniosas de las cuerdas, diseñadas ellas para plasmar un aire de sombrío señorío. Dicho señorío se acrecienta notoriamente cuando entran a tallar los bronces, logrando también que una luminosidad renovadora le dé un giro más robusto a la atmósfera y al desarrollo temático. Los niveles de grandilocuencia son variados y finamente calculados según el momento. El núcleo temático es, de por sí, un prodigio de magnificencia aristocrática signada por una pulcritud arquitectónica. Ya cuando se ha pasado la frontera del sexto minuto, el armazón orquestal pasa hacia un largo paraje de relativa serenidad que no es sino la instauración de los cimientos de un próximo momento de expansión expresionista cuyo clímax exhibe su mayor fulgor alrededor de la frontera del décimo minuto. Una vez que todo regresa a la previa atmósfera de señorial serenidad, el terreno se prepara para que la magnificencia del motif central marque un nuevo terreno durante los últimos tres minutos y medio, aterrizando todo en una plácida calma otoñal. La dupla de ‘Reveille’ y ‘Ebb And Flow’ encarna, según nuestro parecer, la cumbre del disco. ‘Reveille’ comienza con el piano dictando y trazando efluvios ondeantes mientras las cuerdas y las maderas, con una delicadeza estratégica, se van uniendo a la exquisita marea sonora en curso. Dicha marea va ganando en densidad y claridad melódica cuando el corno aporta sus sobrias florituras y el bloque orquestal va armando su imponencia hasta llevarla a su explicitación más notable. A mitad de camino, las aguas transitan por un paraje más calmado mientras el motif central se reacomoda para explayarse en un ambiente más cercano a lo melancólico. No se trata tanto de un viraje como de un replanteamiento de la mirada musical a fin de develar el aspecto reflexivo que la alegría también tiene. Este momento resulta crucial pues el epílogo de la pieza se sitúa claramente en una instancia serena, lo cual da un matiz ligeramente crepuscular a un fulgor que siempre fue permanente. ‘Ebb And Flow’ se emparenta más con el señorío esencial de la primera pieza a la par que le da un esplendor más rotundo. De hecho, cuando aún no llegamos a la frontera del segundo minuto, las cuerdas ya han instalado una cadencia entusiasta desde la cual se impulsa el dominio de lo extrovertido en el encuadre expresionista del bloque instrumental global. Los momentos más gráciles evocan imágenes de un atardecer primaveral, los más ostentosos aluden a un mediodía veraniego.

  

‘Autumn Sonata’ sí establece un hermanamiento más pleno con el espíritu de palaciega ceremoniosidad que antes apreciamos en ‘Prelude To A Million Years. Su motif central exhibe una calidez ciertamente conmovedora a través de un talante que se siente predominantemente grisáceo. De todas maneras, siempre se abren algunos espacios para que el desarrollo melódico dé indicios claros de agilidad, y, de hecho, los cuidados aportes de las percusiones tonales son chispazos de jolgorio en medio de la sobria alegría que siempre para traslucirse en medio de la parsimonia reinante. A poco de pasado el límite del sexto minuto, se da un empuje de refulgencia al arreglo orquestal bajo la guía del corno: de este modo, se gesta un cautivador pasaje saltarín donde se produce un breve reinado del vitalismo en su más plena pureza expresiva: para ello, el apoyo coral resulta importante. Aunque las cosas pronto retornan a la serenidad inicial, la semilla ya está sembrada para que el recurso vitalista pueda resurgir en cualquier momento... y en efecto, eso ocurre durante el magnífico pasaje epilogar. Muy a lo ELGAR va el asunto, y nos encanta, en general casi como cualquiera de las dos piezas precedentes. Vale la pena contar la anécdota de que ‘Autumn Sonata’ tenía primero el título provisorio de ‘New And Old’ en alusión al hecho de que BANKS armó esta pieza uniendo una composición reciente con otra de hace muchos años y para la cual no había encontrado un lugar todavía: la sección vieja es la intermedia. Todo concluye con ‘Renaissance’, la pieza más consistentemente solemne del álbum, y también la que incluye la presencia más fuerte del ensamble dentro del integral aparato académico. El desarrollo temático se inicia etéreamente sobre una cadencia muy constreñida, haciendo que los pasajes más calmos fluyan con infinita fluidez mientras que los pocos momentos exaltados se edifiquen con sutil naturalidad. El título del tema invita a pensar en un vivaz salir a la luz tras una vida de oscuridad y muerte con la cual aquélla se contrasta, pero, dado el talante de la pieza, más bien parece que esta pieza pretende retratar el tránsito del misterio al empoderamiento que se da desde el mismo momento del renacer. Se refuerza esta intuición cuando la segunda mitad del desarrollo temático se deja inundar por una aureola optimista y fulgurosa: al final, resulta que lo solemne se deja empapar masivamente por este poderoso cariz optimista para dejar detrás de sí lo etéreo y lo ceremonioso. Es la pieza óptima para concluir esta serie de “Five”.



Se nota que TONY BANKS se está tomando con mucho entusiasmo esta fase actual de su carrera musical como compositor de cámara: nos atrevemos incluso a señalar que “Five” es el disco más notable que tiene hasta la fecha dentro del presente periodo. A lo largo del repertorio de este disco se da un despliegue muy inspirado y equilibrado de fastuosidades alternadas con pasajes reflexivos, piezas que muestran su suntuosidad de manera gradual y otras que la muestran prácticamente desde sus primeras instancias. No se trata de una simple excursión en la música académica por pura curiosidad, sino de una labor sesuda que rinde frutos musicales muy coloridos. Nos ha causado una muy grata impresión.


Muestras de “Five”.-
Reveille: https://www.youtube.com/watch?v=E-CMAmmGoYY