Wednesday, December 04, 2024

JASON BLAKE y su nuevo vestigio de claridad progresiva

 


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Estamos de plácemes hoy con el nuevo disco del Warr guitarrista estadounidense JASON BLAKE: el disco en cuestión se titula “A Confusion Sequence” y fue publicado el pasado 15 de noviembre (no hace mucho). En muchos sentidos, este disco es una continuación de aquel que fue fue publicado en marzo del 2023 bajo el título de 
“Subsequent Ruins”, pues también hay en el repertorio de “A Confusion Sequence” una recurrente estrategia de elaboraciones de suntuosos y eclécticos viajes progresivos con el invaluable apoyo del genial baterista Marco Minnemann. En comparación con el otro disco mencionado, lo que encontramos en el más reciente es una mayor presencia de pasajes serenos en medio de las exigentes y rutilantes proyecciones arquitectónicas que contiene cada pieza individual. Este enfoque creativo obligó al buen Marco a agilizar aún más sus versátiles recursos de rock progresivo. jazz-rock y prog-metal que él ha convertido en marca particular, lo cual repercute necesariamente en la concreción de intensidad expresiva para las seis nuevas composiciones que se nos brinda aquí. Las intervenciones de BLAKE fueron registradas en el estudio Gravel Road Recording de Chicago, mientras que las de Minnemann lo fueron en los Lakeshore Studios. Amery Schmeisser se encargó de la ingeniería de sonido de las primeras grabaciones, así como de la mezcla del disco completo; la ulterior labor de masterización fue realizada por Andy VanDette. Hajo Mueller es el autor del arte gráfica. Bueno, vayamos ahora a los detalles estrictamente musicales del álbum que ahora nos ocupa.  

El repertorio de “A Confusion Sequence” comienza con ‘Awakening To Question’, una pieza que, tras un prólogo sobrio y misterioso, se deja llevar por un dinamismo fulguroso y extrovertido que, merced a la propia complejidad de su ingeniería rítmica, se explaya liberalmente sobre juegos de síncopas que oscilan entre lo vivaz y lo constreñido. El despliegue de vigor rockero es comedido y los recursos de señorío progresivo son manejados con una adecuada gracilidad. A continuación, llega el turno de ‘Memory Variations’, una pieza más explícitamente vivaz que la de apertura donde ambos músicos conjugan sus fantasmas Crimsonianos mientras organizan el esquema sonoro de la composición en una cruza entre los paradigmas de GORDIAN KNOT y BOZZIO LEVIN STEVENS, o sea, una fusión entre la contemplación arquitectónica y los grooves versátiles. Esto no quiere decir que no existan espacios para el generoso explayamiento de un swing relativamente sosegado, que los hay, ciertamente, pero, de todas maneras, el momento final es bastante ágil, un cierre que tiene mucho sentido. Todo un cénit del repertorio. Cuando llega el turno de ‘Pretending To Breathe, un tema un poco más extenso que el precedente, el dúo se dispone inicialmente a explorar fehacientemente la senda jazz-progresiva sobre la base de un esquema melódico sencillo que, precisamente por su falta de suntuosidad, brinda mucha potencialidad a la elaboración de sutilezas armónicas que van enriqueciendo al encuadre sónico mientras van pasando los segundos. A poco de pasada la frontera del tercer minuto, las cosas se intensifican un poco hasta el punto de crear un nexo directo con la dimensión más exultante de los dos temas precedentes. Más adelante, alrededor de la frontera del sexto minuto, el ensamble organiza una festividad aguerrida con una oportuna dosis de neurosis roclera que casi coquetea con el estándar del prog-metal, una exaltación que se cierra con una breve coda tenue. Otro culmen del disco. Cuando llega el turno de ‘Dormant Visions’, la banda gesta un viaje musical frontalmente jubiloso, arropándose por una luminosidad constante con talante celebratorio.
 
‘Lucent Eyes’ comienza exhibiendo el impacto de bastantes dosis del impacto aguerridamente vitalista del tema precedente, para luego bajar un poco la agilidad a fin de asumir un aura más ceremoniosa en medio de una persistente fuerza rockera. El peso de este interludio se mide muy bien como un espacio para el impulso y la ulterior remodelación de la garra del motif inicial. Durando 9 ¾ minutos, ‘A Prophecy Of Recollections’ se erige como la pieza más extensa del álbum, siendo también la encargada de cerrarlo. Su foco estilístico se enfila esencialmente en la cruza entre los elegantes enmarañamientos temáticos desarrollados en los temas #2 y #3, añadiéndose una acentuación de las vibraciones grisáceas a la ecuación. El equilibrio entre la patente exuberancia de la batería y los estratégicos vaivenes expresionistas de la Warr Guitar se preserva muy solvente a través de la variedad de ambientes y grooves que sustenta a los bien perfilados recovecos de la composición. La relajada solemnidad del epílogo cierra con cristalina elegancia este trayecto musical que ha revisado exitosamente las más notables instancias del repertorio como un todo. Un nuevo cénit para el final. Todo esto fue lo que nos brindó con “A Confusion Sequence”, un nuevo catálogo de excelentes piezas progresivas emergidas de la siempre resuelta mente del maestro JASON BLAKE. Este álbum es todo un vestigio de la perpetua claridad estética que funciona en la mente de este amo de la Warr Guitar y, claro está, es totalmente recomendable para cualquier buena fonoteca de art-rock. 
 
 
Muestras de “A Confusion Sequence”.-
Memory Variations: https://jasonblake7d.bandcamp.com/track/memory-variations
A Prophecy Of Recollections: https://jasonblake7d.bandcamp.com/track/a-prophecy-of-recollections


Sunday, December 01, 2024

IGOR YAKOVENKO / PETR IVSHIN: una interesante asociación para el ensalzamiento de la música jazz-progresiva RUSA


 

HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.
 
En esta ocasión presentamos “Pantheon”, disco del dúo ruso conformado por IGOR YAKOVENKO [sintetizadores Prophet REV2, Moog Subsequent 37, Moog Model D, Moog Matriarch, Oberheim OB-8, Prophet-5, Roland Jupiter-6, ARP Odyssey MK1, ARP Omni-2, y Yamaha DX5, pianos eléctricos Fender Rhodes y Wurlitzer, y piano de cola eléctrico Yamaha CP-70] y PETR IVSHIN [batería]. El disco en cuestión fue publicado por el sello moscovita FancyMusic el pasado 9 de agosto y nos parece una de las obras más inspiradas dentro de la vertiente jazz-progresiva en el presente año 2024; por eso llamamos hoy la atención sobre el mismo. El material contenido en “Pantheon” fue grabado en octubre del pasado año 2023 estando Lev Trofimov a cargo de la ingeniería de sonido. Los ulteriores procesos de mezcla y masterización tuvieron lugar en los meses de enero y de marzo de este año 2024, respectivamente, el propio Tromifov para lo primero, Alexander Perfiliev para lo segundo. YAKOVEKO es el autor de todas las piezas aquí contenidas. Nestor Engelke es el autor de la portada. Bueno, repasemos ahora los detalles estrictamente musicales de “Pantheon”.
 
Los siete primeros minutos y pico del álbum están ocupados ‘Idol De Zbrucza’, el cual se mueve mayormente bajo las pautas del nu-jazz con un amplio componente cibernético tanto en las bases armónicas como en el esquema rítmico. Ya cuando entra en acción la batería, el dinamismo crece y poco después se intensifica con la elaboración de un quiebre temático muy envolvente que se sitúa a medio camino entre el jazz-rock contemporáneo y la tradición de eso que se suele denominar como Canterbury. El epílogo centrado en un retorno al motif inicial porta un aura calma. Comienza muy bien el repertorio, y encima, con su tema más extenso, siendo la misión de ‘Weles’ la de reforzar esta estrategia en lo que se refiere al esquema sónico así como al groove general. Eso sí, se nota que hay una mayor sofisticación estructural en la gestación y el desarrollo de la atmósfera central, lo cual repercute en que el desarrollo melódico goce de más fuerza de carácter. Con la dupla de ‘Tryzna’ y ‘Czorneboh’, el dúo sigue explorando su propuesta estética con fehaciente entusiasmo. El primero de estos temas mencionados arma un viraje notable hacia la dimensión más introspectiva del posicionamiento musical del grupo. Las serenas cadencias de la batería y el talante patentemente melancólico del centro temático armado por el piano eléctrico nos remiten tanto a la faceta intimista de un Chick Corea como a las exploraciones conmovedoramente introspectivas de un Keith Jarrett. Una pieza bastante bella, cómo negarlo. En cuanto a 
‘Czorneboh’, se trata de una aventura psicodélica con matices space-rockeros donde la batería parece tener la voz cantante dentro del bloque sonoro. El swing que arma con la lógica de alternar lo cuasi-tribal con lo jazz-rockero no sólo sostiene a las capas y armonías de los teclados, sino que también marca la pauta para el señorial vigor expresivo diseñado para la ocasión. Algún incremento de la fastuosidad sónica se da en varias instancias del último tercio. La miniatura ‘Znicz’ se centra en un despliegue electrónico cuyo gancho se centra en el explícito fulgor del loop armónico del sintetizador. Así las cosas, ‘Mokosz’ emerge para devolvernos a la zona de lo introspectivo tal como ya se hizo en el tema #3, y ahora se nota que el piano eléctrico está dispuesto a adoptar una actitud más saltarina en medio de la aureola contemplativa que signa consistentemente a la pieza en sí misma. De esta manera, el efecto cautivador de esta faceta serena del dúo se incrementa notablemente.
 
‘Nawie’ se encarga de remodelar los aspectos más evocadores de los dos primeros temas del álbum mientras aborda un enfoque prog-psicodélico que permite al esquema temático asumir un cierto porte misterioso a la par de una prestancia señorial. Hay varios recursos sonoros que se enfilan parcialmente a lo que usualmente se asocia al krautrock electrónico, pero, por lo demás, la vitalidad y los quiebres rítmicos están claramente centrados en el jazz-prog con tintes modernistas bien definidos. En este sentido, lo que hace este dúo se emparente cercanamente con el patrón de los japoneses JIZUE. Cuando llega el turno de ‘Prizor’, que es el segundo ítem más extenso del repertorio con sus cerca de 6 minutos de duración, el señorío jazz-progresivo vuelve al frente para explayarse a sus anchas y tender puentes entre el nu-jazz y la tradición del jazz-fusion de los 70 (más cerca de los WEATHER REPORT de la segunda mitad de esa década que de los RETURN TO FOREVER eléctricos). ‘Waligora’ se orienta hacia un nuevo terreno expresivo que se siente bastante denso, coqueteando abiertamente con lo oscurantista al estilo del Zeuhl fusionesco que surgió en la escena vanguardista francófona de la segunda mitad de los 70 y que, hoy por hoy, sigue siendo fuente de inspiración primigenia para el avant-prog de nuestros tiempos. El intensivo refuerzo del cuerpo central se sitúa dentro de una cruza entre ZAO y PRESENT con algunos matices incorporados de bandas más próximas como RATIONAL DIET y GUAPO. Una agradable sorpresa esta incursión en la niebla de lo siniestro antes que los últimos 3 ¾ minutos del repertorio nos brinden ‘Znicz (Full Version)’. He aquí una instancia muy oportuna para dejar que el piano traduzca a un dialecto sónico más cálido esos efluvios cibernéticos sobre los que se centró el 
‘Znicz’ original. Lo que antes fue una serie de destellos sistemáticos se transforma ahora en un cauce de efluvios armónicos arropado por una amable atmósfera otoñal, logrando asentar un ambiente ensoñador en el tiempo extra que tiene. Tras este gentil cierre podemos hacer ahora el diagnóstico general de que “Pantheon” es una obra fonográfica muy inspirada que dignifica a lo grande el ideal de la música jazz-progresiva para este año 2024. Lo retro y lo contemporáneo de los mundos paralelos del rock progresivo y el jazz se compenetran con toda naturalidad en este hermoso álbum que recomendamos al 200% (un ciento por cada músico).
 
 
Muestras de “Pantheon”.-
Czorneboh: 
https://fancymusic.bandcamp.com/track/czorneboh